—No merezco esto. Morír así. Las palabras ásperas de Gene Hackman en ‘Sin perdón’ resuenan ahora con fuerza, pesadas, después de que el cuerpo del actor haya sido encontrado sin vida junto al de su mujer en su casa de Nuevo México. Apartado del cine desde hace años y dedicado a la pintura y a escribir novelas históricas, la retirada de Hollywood de Gene Hackman fue todo lo contrario a su trayectoria en la meca del cine, donde prestó su imponente físico (casi dos metros) y su capacidad para intimidar hasta con la frase más cándida a personajes de todo tipo, casi todos inolvidables. En ‘Sin perdón’ (1992) , Gene Hackman demostró que sabía caer abatido como nadie pero todavía más, era capaz de aguantar el tiempo suficiente para que la Academia le diera el segundo Oscar de su carrera. Además del sheriff Little Bill Daggett, enemigo íntimo del exforajido William Munny al que da vida el propio Eastwood en esta obra cumbre, Hackman había levantado ya otro Oscar en 1971 por ‘The French Connection’, dirigida por William Friedkin y donde interpretaba al mítico Popeye Doyle, un detective que sigue los pasos de un traficante francés al que dio vida el español Fernando Rey.Gene Hackman empezó tarde en el cine, ya en la treintena, y se marchó demasiado pronto. Pero entre medias dejó una larga lista de papeles inolvidables, de bueno, de malo, siempre cerca de la excelencia. Después de debutar en televisión, el actor de California participó en 1967 con un papel secundario en ‘Bonnie y Clyde’, dirigida por Arthur Penn, que le valió su primera candidatura al Óscar como Mejor actor de reparto. A partir de entonces, su carrera no dejó de crecer hasta convertirse en uno de los actores más destacados de su generación.Gene Hackman en ‘The firm’Gene Hackman tiene fama de tipo duro, pero fue el ciego ermitaño de ‘El jovencito Frankenstein’ y el Lex Luthor de Christoher Reeve. ‘Nunca canté para mi padre’, ‘Arde Missisipi’… Todo lo que tocaba se convertía en oro. Gene Hackman participó en ‘La conversación’ de Francis Ford Coppola, donde le dio la réplica al gran John Cazale con su Harry Caul. En la década de los noventa, donde superó con éxito una grave dolencia cardiaca, su trayectoria siguió acumulando momentos brillantes, entre otros, en ‘Marea roja’ (1995), en ‘La tapadera’ (1993). También comediaBrilló también en la comedia, con ‘Bienvenido a Mooseport’ o el patriarca de ‘Los Tenenbaums. Esa familia de genios’. Su talento le llevó a formar parte del reparto de grandes películas de Hollywood de directores como Arthur Penn, William Friedkin, Francis Ford Coppola, Alan Parker y Mike Nichols.Decía el personaje de Clint Eastwood en ‘Sin perdón’ que «cuando matas a alguien no solo le quitas todo lo que tiene, sino también lo que podría llegar a tener». Al menos en el caso de Gene Hackman queda una brillante filmografía para recordarle. —No merezco esto. Morír así. Las palabras ásperas de Gene Hackman en ‘Sin perdón’ resuenan ahora con fuerza, pesadas, después de que el cuerpo del actor haya sido encontrado sin vida junto al de su mujer en su casa de Nuevo México. Apartado del cine desde hace años y dedicado a la pintura y a escribir novelas históricas, la retirada de Hollywood de Gene Hackman fue todo lo contrario a su trayectoria en la meca del cine, donde prestó su imponente físico (casi dos metros) y su capacidad para intimidar hasta con la frase más cándida a personajes de todo tipo, casi todos inolvidables. En ‘Sin perdón’ (1992) , Gene Hackman demostró que sabía caer abatido como nadie pero todavía más, era capaz de aguantar el tiempo suficiente para que la Academia le diera el segundo Oscar de su carrera. Además del sheriff Little Bill Daggett, enemigo íntimo del exforajido William Munny al que da vida el propio Eastwood en esta obra cumbre, Hackman había levantado ya otro Oscar en 1971 por ‘The French Connection’, dirigida por William Friedkin y donde interpretaba al mítico Popeye Doyle, un detective que sigue los pasos de un traficante francés al que dio vida el español Fernando Rey.Gene Hackman empezó tarde en el cine, ya en la treintena, y se marchó demasiado pronto. Pero entre medias dejó una larga lista de papeles inolvidables, de bueno, de malo, siempre cerca de la excelencia. Después de debutar en televisión, el actor de California participó en 1967 con un papel secundario en ‘Bonnie y Clyde’, dirigida por Arthur Penn, que le valió su primera candidatura al Óscar como Mejor actor de reparto. A partir de entonces, su carrera no dejó de crecer hasta convertirse en uno de los actores más destacados de su generación.Gene Hackman en ‘The firm’Gene Hackman tiene fama de tipo duro, pero fue el ciego ermitaño de ‘El jovencito Frankenstein’ y el Lex Luthor de Christoher Reeve. ‘Nunca canté para mi padre’, ‘Arde Missisipi’… Todo lo que tocaba se convertía en oro. Gene Hackman participó en ‘La conversación’ de Francis Ford Coppola, donde le dio la réplica al gran John Cazale con su Harry Caul. En la década de los noventa, donde superó con éxito una grave dolencia cardiaca, su trayectoria siguió acumulando momentos brillantes, entre otros, en ‘Marea roja’ (1995), en ‘La tapadera’ (1993). También comediaBrilló también en la comedia, con ‘Bienvenido a Mooseport’ o el patriarca de ‘Los Tenenbaums. Esa familia de genios’. Su talento le llevó a formar parte del reparto de grandes películas de Hollywood de directores como Arthur Penn, William Friedkin, Francis Ford Coppola, Alan Parker y Mike Nichols.Decía el personaje de Clint Eastwood en ‘Sin perdón’ que «cuando matas a alguien no solo le quitas todo lo que tiene, sino también lo que podría llegar a tener». Al menos en el caso de Gene Hackman queda una brillante filmografía para recordarle.
Su talento le llevó a formar parte del reparto de grandes películas de Hollywood de directores como Arthur Penn, William Friedkin, Francis Ford Coppola, Alan Parker y Mike Nichols
—No merezco esto. Morír así.
Las palabras ásperas de Gene Hackman en ‘Sin perdón’ resuenan ahora con fuerza, pesadas, después de que el cuerpo del actor haya sido encontrado sin vida junto al de su mujer en su casa de Nuevo México.
Apartado del cine desde hace años y dedicado a la pintura y a escribir novelas históricas, la retirada de Hollywood de Gene Hackman fue todo lo contrario a su trayectoria en la meca del cine, donde prestó su imponente físico (casi dos metros) y su capacidad para intimidar hasta con la frase más cándida a personajes de todo tipo, casi todos inolvidables.
En ‘Sin perdón’ (1992), Gene Hackman demostró que sabía caer abatido como nadie pero todavía más, era capaz de aguantar el tiempo suficiente para que la Academia le diera el segundo Oscar de su carrera. Además del sheriff Little Bill Daggett, enemigo íntimo del exforajido William Munny al que da vida el propio Eastwood en esta obra cumbre, Hackman había levantado ya otro Oscar en 1971 por ‘The French Connection’, dirigida por William Friedkin y donde interpretaba al mítico Popeye Doyle, un detective que sigue los pasos de un traficante francés al que dio vida el español Fernando Rey.
Gene Hackman empezó tarde en el cine, ya en la treintena, y se marchó demasiado pronto. Pero entre medias dejó una larga lista de papeles inolvidables, de bueno, de malo, siempre cerca de la excelencia.
Después de debutar en televisión, el actor de California participó en 1967 con un papel secundario en ‘Bonnie y Clyde’, dirigida por Arthur Penn, que le valió su primera candidatura al Óscar como Mejor actor de reparto. A partir de entonces, su carrera no dejó de crecer hasta convertirse en uno de los actores más destacados de su generación.
Gene Hackman tiene fama de tipo duro, pero fue el ciego ermitaño de ‘El jovencito Frankenstein’ y el Lex Luthor de Christoher Reeve. ‘Nunca canté para mi padre’, ‘Arde Missisipi’… Todo lo que tocaba se convertía en oro.
Gene Hackman participó en ‘La conversación’ de Francis Ford Coppola, donde le dio la réplica al gran John Cazale con su Harry Caul. En la década de los noventa, donde superó con éxito una grave dolencia cardiaca, su trayectoria siguió acumulando momentos brillantes, entre otros, en ‘Marea roja’ (1995), en ‘La tapadera’ (1993).
Brilló también en la comedia, con ‘Bienvenido a Mooseport’ o el patriarca de ‘Los Tenenbaums. Esa familia de genios’. Su talento le llevó a formar parte del reparto de grandes películas de Hollywood de directores como Arthur Penn, William Friedkin, Francis Ford Coppola, Alan Parker y Mike Nichols.
Decía el personaje de Clint Eastwood en ‘Sin perdón’ que «cuando matas a alguien no solo le quitas todo lo que tiene, sino también lo que podría llegar a tener». Al menos en el caso de Gene Hackman queda una brillante filmografía para recordarle.
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