El periodista y presentador Manel Fuentes estrenaba el pasado día 1 de marzo, en Antena 3, el programa ‘¡ Salta !’, un formato adaptado por Atresmedia que ya ha cosechado grandes éxitos en lugares como Países Bajos o Hungría. Un puente, muchas preguntas y 50.000 euros. La cosa promete y nosotros aprovechamos para hablar con Fuentes sobre pecados capitales:-Le perdono un pecado.-Me los tendrás que perdonar todos porque, en algún momento que otro, he ido cayendo en todos ellos. Quien te diga que no ha pecado es que no ha entendido nada de la naturaleza humana. Ahora, con este formato de programa, precisamente, he podido observar eso, las diferentes motivaciones del ser humano, lo que nos mueve. Porque al final nos mueven las pasiones y todas las personas somos diferentes y los son nuestras pulsiones. -Pero, de entre todos, alguno será su pecado capital.-Pues yo diría que el que he experimentado con más intensidad sería la gula. Hace unos años tuve un grave accidente de moto y tuve que estar mucho tiempo sin poder trabajar y en cama, y me dio por comer. Es que no tenía mucho más que hacer. Comía casi sin conocimiento, no dejaba de comer. Y, claro, para poder recuperar la forma física luego no solo bastaba con hacer ejercicio, que eso no me costó mucho, tuve que superar ese hábito de comer de manera casi descontrolada. Y eso sí me costó más; necesité más fuerza de voluntad. Noticia Relacionada 35 años de su estreno estandar No Antena 3, la televisión que rompió el monopolio público en España Lucía Cabanelas La cadena, que nació hace justo 35 años, fue la primera privada del país.-La pereza, entonces, no es uno de sus pecados.-No, no lo es. Otra cosa es que haya aprendido a permitirme descansar, a no sentirme culpable por ello.-¿Y cuál es el que le resulta más sencillo perdonar en los demás?-Es que yo no me veo perdonando nada a nadie; prefiero no juzgar los actos de los demás. Entiendo, como te decía antes, que cada persona tiene sus motivaciones para actuar o reaccionar de determinada manera. Si es que esto de los pecados capitales no es más que la propia naturaleza humana. Fíjate que lo que yo echaba de menos en este formato, cuando vi las emisiones de otros países, era precisamente que me parecía un poco frío. Un gran programa, un programa estupendo, pero frío. Le faltaba algo. Y en esta adaptación hemos logrado esa humanidad, que enlaza con lo que hablamos de las motivaciones humanas, de la pasión que es al final cada pecado. -Se le ve entusiasmado con el proyecto, pero eso no es pecado. -Estoy muy contento, sí. Es un gran programa.-Con una profesión como la suya y orgulloso de su trabajo, disfrutándolo, debe ser complicado mantener a raya la soberbia.-Yo creo que en esta profesión todos somos un poco soberbios. El secreto, supongo, está en no sobrepasar un límite.-En esto de los pecados, al final, todo es cuestión de mesura. Pero muy irascible no me parece…-No, no lo soy. La ira tampoco sería mi pecado. He tenido momentos, como todo el mundo. Pero con el tiempo uno aprende a no dejarse llevar demasiado por determinados impulsos. -¿Envidia, avaricia? -Pues la verdad es que no mucho.Noticia Relacionada estandar No Atresmedia compra ‘The Floor’, un ‘game show’ de éxito internacional que presentará Manel Fuentes Lucía Cabanelas El morcón de Bárbara Rey-¿Y la lujuria?-De ese pecado capital, poco. Ahora mismo estoy en un momento familiar muy tranquilo, muy apacible, del que disfruto mucho. Así que lujuria, poca. He tenido mis épocas, como todos, pero no es esta. -Pues parece que no me ha salido demasiado pecador.-De todos, pero muy poco de cada uno. -Absuelto, entonces, de todos sus pecados. -Muchas gracias, hermana. El periodista y presentador Manel Fuentes estrenaba el pasado día 1 de marzo, en Antena 3, el programa ‘¡ Salta !’, un formato adaptado por Atresmedia que ya ha cosechado grandes éxitos en lugares como Países Bajos o Hungría. Un puente, muchas preguntas y 50.000 euros. La cosa promete y nosotros aprovechamos para hablar con Fuentes sobre pecados capitales:-Le perdono un pecado.-Me los tendrás que perdonar todos porque, en algún momento que otro, he ido cayendo en todos ellos. Quien te diga que no ha pecado es que no ha entendido nada de la naturaleza humana. Ahora, con este formato de programa, precisamente, he podido observar eso, las diferentes motivaciones del ser humano, lo que nos mueve. Porque al final nos mueven las pasiones y todas las personas somos diferentes y los son nuestras pulsiones. -Pero, de entre todos, alguno será su pecado capital.-Pues yo diría que el que he experimentado con más intensidad sería la gula. Hace unos años tuve un grave accidente de moto y tuve que estar mucho tiempo sin poder trabajar y en cama, y me dio por comer. Es que no tenía mucho más que hacer. Comía casi sin conocimiento, no dejaba de comer. Y, claro, para poder recuperar la forma física luego no solo bastaba con hacer ejercicio, que eso no me costó mucho, tuve que superar ese hábito de comer de manera casi descontrolada. Y eso sí me costó más; necesité más fuerza de voluntad. Noticia Relacionada 35 años de su estreno estandar No Antena 3, la televisión que rompió el monopolio público en España Lucía Cabanelas La cadena, que nació hace justo 35 años, fue la primera privada del país.-La pereza, entonces, no es uno de sus pecados.-No, no lo es. Otra cosa es que haya aprendido a permitirme descansar, a no sentirme culpable por ello.-¿Y cuál es el que le resulta más sencillo perdonar en los demás?-Es que yo no me veo perdonando nada a nadie; prefiero no juzgar los actos de los demás. Entiendo, como te decía antes, que cada persona tiene sus motivaciones para actuar o reaccionar de determinada manera. Si es que esto de los pecados capitales no es más que la propia naturaleza humana. Fíjate que lo que yo echaba de menos en este formato, cuando vi las emisiones de otros países, era precisamente que me parecía un poco frío. Un gran programa, un programa estupendo, pero frío. Le faltaba algo. Y en esta adaptación hemos logrado esa humanidad, que enlaza con lo que hablamos de las motivaciones humanas, de la pasión que es al final cada pecado. -Se le ve entusiasmado con el proyecto, pero eso no es pecado. -Estoy muy contento, sí. Es un gran programa.-Con una profesión como la suya y orgulloso de su trabajo, disfrutándolo, debe ser complicado mantener a raya la soberbia.-Yo creo que en esta profesión todos somos un poco soberbios. El secreto, supongo, está en no sobrepasar un límite.-En esto de los pecados, al final, todo es cuestión de mesura. Pero muy irascible no me parece…-No, no lo soy. La ira tampoco sería mi pecado. He tenido momentos, como todo el mundo. Pero con el tiempo uno aprende a no dejarse llevar demasiado por determinados impulsos. -¿Envidia, avaricia? -Pues la verdad es que no mucho.Noticia Relacionada estandar No Atresmedia compra ‘The Floor’, un ‘game show’ de éxito internacional que presentará Manel Fuentes Lucía Cabanelas El morcón de Bárbara Rey-¿Y la lujuria?-De ese pecado capital, poco. Ahora mismo estoy en un momento familiar muy tranquilo, muy apacible, del que disfruto mucho. Así que lujuria, poca. He tenido mis épocas, como todos, pero no es esta. -Pues parece que no me ha salido demasiado pecador.-De todos, pero muy poco de cada uno. -Absuelto, entonces, de todos sus pecados. -Muchas gracias, hermana.
El periodista y presentador Manel Fuentes estrenaba el pasado día 1 de marzo, en Antena 3, el programa ‘¡Salta!’, un formato adaptado por Atresmedia que ya ha cosechado grandes éxitos en lugares como Países Bajos o Hungría. Un puente, muchas preguntas y 50. … 000 euros. La cosa promete y nosotros aprovechamos para hablar con Fuentes sobre pecados capitales:
-Le perdono un pecado.
-Me los tendrás que perdonar todos porque, en algún momento que otro, he ido cayendo en todos ellos. Quien te diga que no ha pecado es que no ha entendido nada de la naturaleza humana. Ahora, con este formato de programa, precisamente, he podido observar eso, las diferentes motivaciones del ser humano, lo que nos mueve. Porque al final nos mueven las pasiones y todas las personas somos diferentes y los son nuestras pulsiones.
-Pero, de entre todos, alguno será su pecado capital.
-Pues yo diría que el que he experimentado con más intensidad sería la gula. Hace unos años tuve un grave accidente de moto y tuve que estar mucho tiempo sin poder trabajar y en cama, y me dio por comer. Es que no tenía mucho más que hacer. Comía casi sin conocimiento, no dejaba de comer. Y, claro, para poder recuperar la forma física luego no solo bastaba con hacer ejercicio, que eso no me costó mucho, tuve que superar ese hábito de comer de manera casi descontrolada. Y eso sí me costó más; necesité más fuerza de voluntad.
-La pereza, entonces, no es uno de sus pecados.
-No, no lo es. Otra cosa es que haya aprendido a permitirme descansar, a no sentirme culpable por ello.
-¿Y cuál es el que le resulta más sencillo perdonar en los demás?
-Es que yo no me veo perdonando nada a nadie; prefiero no juzgar los actos de los demás. Entiendo, como te decía antes, que cada persona tiene sus motivaciones para actuar o reaccionar de determinada manera. Si es que esto de los pecados capitales no es más que la propia naturaleza humana. Fíjate que lo que yo echaba de menos en este formato, cuando vi las emisiones de otros países, era precisamente que me parecía un poco frío. Un gran programa, un programa estupendo, pero frío. Le faltaba algo. Y en esta adaptación hemos logrado esa humanidad, que enlaza con lo que hablamos de las motivaciones humanas, de la pasión que es al final cada pecado.
-Se le ve entusiasmado con el proyecto, pero eso no es pecado.
-Estoy muy contento, sí. Es un gran programa.
-Con una profesión como la suya y orgulloso de su trabajo, disfrutándolo, debe ser complicado mantener a raya la soberbia.
-Yo creo que en esta profesión todos somos un poco soberbios. El secreto, supongo, está en no sobrepasar un límite.
-En esto de los pecados, al final, todo es cuestión de mesura. Pero muy irascible no me parece…
-No, no lo soy. La ira tampoco sería mi pecado. He tenido momentos, como todo el mundo. Pero con el tiempo uno aprende a no dejarse llevar demasiado por determinados impulsos.
-¿Envidia, avaricia?
-Pues la verdad es que no mucho.
-¿Y la lujuria?
-De ese pecado capital, poco. Ahora mismo estoy en un momento familiar muy tranquilo, muy apacible, del que disfruto mucho. Así que lujuria, poca. He tenido mis épocas, como todos, pero no es esta.
-Pues parece que no me ha salido demasiado pecador.
-De todos, pero muy poco de cada uno.
-Absuelto, entonces, de todos sus pecados.
-Muchas gracias, hermana.
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