En medio de un panorama internacional donde la palabra “guerra” copa más de un titular en cada periódico, Love of Lesbian ha formado un ejército, un Ejército de salvación que no es otra cosa sino esa gente que tenemos al lado y sin la que nos resultaría muy difícil salir adelante. Ese es el nombre de su nuevo disco, por el que se decantó su amigo y también cantante Leiva, y que salió a la venta el 11 de octubre. La banda catalana lo presentó hace unos días en uno de los encuentros del EL PAÍS+ en el Teatro Pavón, en Madrid, capitaneado por la periodista Laura Piñero.
Después de 25 años trabajando juntos y compartiendo amistad, el grupo saca este disco que abandera esos lazos fraternales por encima de los amorosos. “Faltaban canciones que se dedicaran a la amistad, hay mucha canción hecha desde el pleistoceno acerca del amor romántico, y la amistad reivindica otro tipo de cosas, como la lealtad”, explicó Santi Balmes, vocalista del grupo.
El germen de este trabajo fue un tatuaje común que se hicieron en Los Ángeles mientras estaban de gira. Como esas parejas que se casan después de más de dos décadas juntos, cuando ya nadie se lo espera y parece que carece de significado, Love of Lesbian (Santi Balmes, Julián Saldarriaga, Jordi Roig y Oriol Bonet) ha sellado su amistad de forma permanente. El diseño escogido ha sido el poeta Halley, el protagonista del disco homónimo que lanzaron en 2016. “Después de tantos años los cuatro tenemos algo marcado en la piel, además de lo que nos une, que es la música y 25 años de trayectoria”, dijo Bonet, batería. “Hay algo mucho más importante que también nos une y es la cuenta corriente”, bromeó el guitarrista Roig, haciendo reír al público.
El tema de la amistad regresó a la conversación en varias ocasiones. Roig aprovechó para confesar que, a pesar de ese cuarto de siglo de amistad, había cosas que todavía no se habían dicho y que este disco les ha servido para ello. Sobre todo, porque, como en todas las amistades, hay altibajos y este disco es “un homenaje” por haberlos superado: “Hay una franja horaria del día en que hay que hacer magia en el escenario, otra por la mañana que hay que ser empresarios, otra por la tarde que hay que emborracharse juntos y otra en la que hay que tomar decisiones que afectan a la crew (el equipo de trabajadores que los acompaña) y esto, al cabo del tiempo, acaba provocando arañazos”, explicó.
“Es muy bonito, cuando te enfrentas a la creación de un disco, decir qué personas te rodean, qué ejercito tenemos”
Calificado por “totémico” por Ricky Falkner, productor, el disco tiene 11 canciones en las que algunos se han salido de sus roles habituales y, además, han contado con otro batería y guitarrista para grabarlo. “Somos una banda que ponemos siempre, por encima de todo, la canción, y eso significa que la canción está por encima de los músicos, de aquellas personas que participan en la creación”, dijo Roig, que no se escondió al reconocer que Love of Lesbian no es un trabajo fruto exclusivamente de cuatro: “Es muy bonito, cuando te enfrentas a la creación de un disco, decir qué personas te rodean, qué ejercito tenemos, no solo a nivel vocal sino también musical”.
Cuando mucha gente interviene en el proceso, siempre hay unos que permanecen más a la sombra que otros. Roig, que algún día escribirá un libro que se titule Crónica de un guitarrista ignorado, relató su anécdota más peligrosa durante la grabación del disco, el día en que el perro del técnico de luces le mordió. Cuando el abogado (la primera persona a la que llamaron antes de la ambulancia) preguntó a quién había mordido el perro, la mujer dijo “Al guitarrista” y él respondió “¿A Julián?”, a lo que ella contestó: “No, al otro”. Lo que podría haber sido un ataque al ego, el batería lo contó entre risas, guardándose la mejor parte de la anécdota para el final: “Entonces el abogado dijo: ¿Qué otro?”.
Tras las anécdotas, Piñero les preguntó por la gira, que comenzarán en México, y por su propio ejército de salvación. Para Julián son “las cosas más esenciales, las que siempre han estado ahí” y, para todos, la música. “Somos de un pueblo donde le robaron la cartera a un etarra. En los 80, San Vicente vivió una época muy complicada y la gente que nos buscamos un local de ensayo creamos un micro mundo”, relató. “La música te puede entender más que un amigo”, coincidió Balmes.
No se nos va a ver por España en un tiempo y no va a haber un disco de ‘Love of Lesbian’ casi hasta la década de los 30
Para finalizar, hablaron del futuro de la banda y de un posible parón, a lo que se negaron. “Nosotros no tenemos intención de parar, hay un abuso de eso”, dijo Saldarriaga, haciendo referencia a la decisión que han tomado otros grupos. “Hay formas de abrir las ventanas de tu casa y que todo se airee y empezar desde cero”, continuó.
Por ello, Ejército de salvación cierra una etapa para el grupo. Una decisión meditada que les va a llevar a hacer otras cosas a cada uno. Balmes prepara un disco en catalán y Saldarriaga se está animando a hacer sus primeras canciones. Sin perder de vista los conciertos, habrá un cambio de dinámica, pues son conscientes de que el trabajo que tienen quema y, antes que anunciar un parón, prefieren “hacer una digestión” para que vuelva a ser “interesante y divertido” y, para que eso pase, aseguran que tienen que salir del ciclo “disco-gira-disco-gira”, aunque sin dejar de trabajar en el proyecto. “No se nos va a ver por España en un tiempo y no va a haber un disco de Love of Lesbian casi hasta la década de los 30″, vaticinó Balmes. En el 2029 la banda cumplirá 30 años y dejaron caer que será entonces cuando vuelvan las novedades. Hasta ese momento, para el que todavía falta mucho tiempo, los fans tienen un disco nuevo y una gira por disfrutar.
Como en cada encuentro de EL PAÍS+, la banda se despidió tocando una canción. En esta ocasión fue La hermandad, el tema del disco que habla de “la parte positiva de la amistad”. La letra relata cómo la banda se mantenía unida en los momentos de pandemia donde, tras los conciertos, entraban a una habitación de hotel a pasar la noche todos juntos y divertirse. La canción dice: “Habitación 105 y, como siempre, a las tres hacemos planes chalados y casi todo está por hacer”.
La banda presentó su nuevo álbum, Ejército de salvación, junto a un grupo de suscriptores de EL PAÍS
En medio de un panorama internacional donde la palabra “guerra” copa más de un titular en cada periódico, Love of Lesbianha formado un ejército, un Ejército de salvación que no es otra cosa sino esa gente que tenemos al lado y sin la que nos resultaría muy difícil salir adelante. Ese es el nombre de su nuevo disco, por el que se decantó su amigo y también cantante Leiva, y que salió a la venta el 11 de octubre. La banda catalana lo presentó hace unos días en uno de los encuentros del EL PAÍS+ en el Teatro Pavón, en Madrid, capitaneado por la periodista Laura Piñero.
Después de 25 años trabajando juntos y compartiendo amistad, el grupo saca este disco que abandera esos lazos fraternales por encima de los amorosos. “Faltaban canciones que se dedicaran a la amistad, hay mucha canción hecha desde el pleistoceno acerca del amor romántico, y la amistad reivindica otro tipo de cosas, como la lealtad”, explicó Santi Balmes, vocalista del grupo.
El germen de este trabajo fue un tatuaje común que se hicieron en Los Ángeles mientras estaban de gira. Como esas parejas que se casan después de más de dos décadas juntos, cuando ya nadie se lo espera y parece que carece de significado, Love of Lesbian (Santi Balmes, Julián Saldarriaga, Jordi Roig y Oriol Bonet) ha sellado su amistad de forma permanente. El diseño escogido ha sido el poeta Halley, el protagonista del disco homónimo que lanzaron en 2016. “Después de tantos años los cuatro tenemos algo marcado en la piel, además de lo que nos une, que es la música y 25 años de trayectoria”, dijo Bonet, batería. “Hay algo mucho más importante que también nos une y es la cuenta corriente”, bromeó el guitarrista Roig, haciendo reír al público.
Más información
Los suscriptores gallegos preguntan a Pepa Bueno
El tema de la amistad regresó a la conversación en varias ocasiones. Roig aprovechó para confesar que, a pesar de ese cuarto de siglo de amistad, había cosas que todavía no se habían dicho y que este disco les ha servido para ello. Sobre todo, porque, como en todas las amistades, hay altibajos y este disco es “un homenaje” por haberlos superado: “Hay una franja horaria del día en que hay que hacer magia en el escenario, otra por la mañana que hay que ser empresarios, otra por la tarde que hay que emborracharse juntos y otra en la que hay que tomar decisiones que afectan a la crew (el equipo de trabajadores que los acompaña) y esto, al cabo del tiempo, acaba provocando arañazos”, explicó.
“Es muy bonito, cuando te enfrentas a la creación de un disco, decir qué personas te rodean, qué ejercito tenemos”
Calificado por “totémico” por Ricky Falkner, productor, el disco tiene 11 canciones en las que algunos se han salido de sus roles habituales y, además, han contado con otro batería y guitarrista para grabarlo. “Somos una banda que ponemos siempre, por encima de todo, la canción, y eso significa que la canción está por encima de los músicos, de aquellas personas que participan en la creación”, dijo Roig, que no se escondió al reconocer que Love of Lesbian no es un trabajo fruto exclusivamente de cuatro: “Es muy bonito, cuando te enfrentas a la creación de un disco, decir qué personas te rodean, qué ejercito tenemos, no solo a nivel vocal sino también musical”.
Cuando mucha gente interviene en el proceso, siempre hay unos que permanecen más a la sombra que otros. Roig, que algún día escribirá un libro que se titule Crónica de un guitarrista ignorado, relató su anécdota más peligrosa durante la grabación del disco, el día en que el perro del técnico de luces le mordió. Cuando el abogado (la primera persona a la que llamaron antes de la ambulancia) preguntó a quién había mordido el perro, la mujer dijo “Al guitarrista” y él respondió “¿A Julián?”, a lo que ella contestó: “No, al otro”. Lo que podría haber sido un ataque al ego, el batería lo contó entre risas, guardándose la mejor parte de la anécdota para el final: “Entonces el abogado dijo: ¿Qué otro?”.
Santi Balmes en los Encuentros EL PAÍSINMA FLORES
Tras las anécdotas, Piñero les preguntó por la gira, que comenzarán en México, y por su propio ejército de salvación. Para Julián son “las cosas más esenciales, las que siempre han estado ahí” y, para todos, la música. “Somos de un pueblo donde le robaron la cartera a un etarra. En los 80, San Vicente vivió una época muy complicada y la gente que nos buscamos un local de ensayo creamos un micro mundo”, relató. “La música te puede entender más que un amigo”, coincidió Balmes.
No se nos va a ver por España en un tiempo y no va a haber un disco de ‘Love of Lesbian’ casi hasta la década de los 30
Para finalizar, hablaron del futuro de la banda y de un posible parón, a lo que se negaron. “Nosotros no tenemos intención de parar, hay un abuso de eso”, dijo Saldarriaga, haciendo referencia a la decisión que han tomado otros grupos. “Hay formas de abrir las ventanas de tu casa y que todo se airee y empezar desde cero”, continuó.
Por ello, Ejército de salvación cierra una etapa para el grupo. Una decisión meditada que les va a llevar a hacer otras cosas a cada uno. Balmes prepara un disco en catalán y Saldarriaga se está animando a hacer sus primeras canciones. Sin perder de vista los conciertos, habrá un cambio de dinámica, pues son conscientes de que el trabajo que tienen quema y, antes que anunciar un parón, prefieren “hacer una digestión” para que vuelva a ser “interesante y divertido” y, para que eso pase, aseguran que tienen que salir del ciclo “disco-gira-disco-gira”, aunque sin dejar de trabajar en el proyecto. “No se nos va a ver por España en un tiempo y no va a haber un disco de Love of Lesbian casi hasta la década de los 30″, vaticinó Balmes. En el 2029 la banda cumplirá 30 años y dejaron caer que será entonces cuando vuelvan las novedades. Hasta ese momento, para el que todavía falta mucho tiempo, los fans tienen un disco nuevo y una gira por disfrutar.
Como en cada encuentro de EL PAÍS+, la banda se despidió tocando una canción. En esta ocasión fue La hermandad, el tema del disco que habla de “la parte positiva de la amistad”. La letra relata cómo la banda se mantenía unida en los momentos de pandemia donde, tras los conciertos, entraban a una habitación de hotel a pasar la noche todos juntos y divertirse. La canción dice: “Habitación 105 y, como siempre, a las tres hacemos planes chalados y casi todo está por hacer”.
Babelia
Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
EL PAÍS