El único elemento común en la abundante y refinada historiografía en torno a la llamada ‘Primera guerra mundial’ acontecida entre 1914 y 1918, mas preparada con ambición suicida desde principios del siglo XX , radica en el reconocimiento de lo imprevisible que fue su estallido, evolución y final. Una (inevitable) cita de Wiston Churchill, renqueante primer ‘lord’ del almirantazgo, referida a 1915, explica el escenario inabordable que todos los contendientes, sin excepción, se encontraron por efecto de una doctrina militar anquilosada: «Los errores cometidos hicieron perder la oportunidad de mantener la conflagración dentro de límites que, aunque enormes, podían ser regulados». ENSAYO ‘Lucha de gigantes. Una historia naval de la I Guerra Mundial’ Autor Roberto Muñoz Bolaños Editorial Desperta Ferro Año 2025 Páginas 469 Precio 27,95 euros 4Ni los impactos de guerras imperiales y nacionalistas combinadas a escala global —llamar al conflicto europeo es una simplificación absurda—, ni el poder de la tecnología derivada de la segunda revolución industrial, con la capacidad destructiva combinada del acero, el petróleo y la industria química, eran imaginables. La necesidad de comprender y justificar de qué manera esa guerra, que creyeron manejable las elites aristocráticas europeas, había precipitado su aniquilación, ha producido una serie de mitos y teorías de la conspiración, que este volumen cuestiona de manera convincente. No vamos a descubrir la importancia de la historia militar renovada para las nuevas interpretaciones, pero sin duda volver la mirada hacia lo que ocurrió en los océanos del mundo, como propone ‘Lucha de gigantes’, es un acierto extraordinario. La dimensión terrestre del conflicto no se puede postergar, pues la imagen incluso cinematográfica de los ataques frontales contra sistemas de trincheras estabilizados, esos millones de muertos y heridos en ambos bandos, es determinante. Sin embargo, la guerra naval fue crucial, tanto en la enunciación del conflicto, al impulsar la carrera de armamentos que lo hizo inevitable, como en su posterior desarrollo. Alemania sucumbió al hambre y el bloqueo aliados. Se han producido una serie de mitos y teorías de la conspiración, que este volumen cuestiona de manera convincenteSu Armada, como muestra este volumen de modo muy solvente, postergó con fatales consecuencias los objetivos de guerra económica y estratégicos, en favor de los militares y tácticos. Esas opciones se comprenden dentro del navalismo de la época, al que se añadieron, con su receta tóxica, el darwinismo político y el imperialismo más agresivo. Los ocho capítulos, que no es nada difícil imaginar como episodios de un documental lleno de dramatismo , siguen un lineamiento cronológico y explican los cambios adaptativos que sufrieron escuadras, embarcaciones y tripulaciones. En ‘Camino de Sarajevo’ asistimos al desmontaje del prudente sistema bismarckiano, que garantizó a la Alemania imperial décadas de prosperidad c on una diplomacia favorable. Tras ‘Las fuerzas en presencia’ un catálogo de las Armadas en confrontación, se suceden capítulos consagrados a 1914, ‘Una contienda profesional con apoyo popular’; 1915, ‘El tiempo de guerra que nunca debió existir’; la inflexión de 1916; la guerra submarina, la intervención estadounidense y la revolución soviética, en 1917; y finalmente 1918, cuando la crisis reputacional y logística de la Armada alemana llevó al emperador Guillermo II a proclamar «ya no tengo una Armada».En las conclusiones destacan las referencias al fracaso de los planes de guerra en ambos bandos , la radicalización del conflicto, desde «una guerra de profesionales con apoyo popular en 1914 a una guerra total» y, por fin, el atroz coste de un conflicto que anunció el final de la era europea. El único elemento común en la abundante y refinada historiografía en torno a la llamada ‘Primera guerra mundial’ acontecida entre 1914 y 1918, mas preparada con ambición suicida desde principios del siglo XX , radica en el reconocimiento de lo imprevisible que fue su estallido, evolución y final. Una (inevitable) cita de Wiston Churchill, renqueante primer ‘lord’ del almirantazgo, referida a 1915, explica el escenario inabordable que todos los contendientes, sin excepción, se encontraron por efecto de una doctrina militar anquilosada: «Los errores cometidos hicieron perder la oportunidad de mantener la conflagración dentro de límites que, aunque enormes, podían ser regulados». ENSAYO ‘Lucha de gigantes. Una historia naval de la I Guerra Mundial’ Autor Roberto Muñoz Bolaños Editorial Desperta Ferro Año 2025 Páginas 469 Precio 27,95 euros 4Ni los impactos de guerras imperiales y nacionalistas combinadas a escala global —llamar al conflicto europeo es una simplificación absurda—, ni el poder de la tecnología derivada de la segunda revolución industrial, con la capacidad destructiva combinada del acero, el petróleo y la industria química, eran imaginables. La necesidad de comprender y justificar de qué manera esa guerra, que creyeron manejable las elites aristocráticas europeas, había precipitado su aniquilación, ha producido una serie de mitos y teorías de la conspiración, que este volumen cuestiona de manera convincente. No vamos a descubrir la importancia de la historia militar renovada para las nuevas interpretaciones, pero sin duda volver la mirada hacia lo que ocurrió en los océanos del mundo, como propone ‘Lucha de gigantes’, es un acierto extraordinario. La dimensión terrestre del conflicto no se puede postergar, pues la imagen incluso cinematográfica de los ataques frontales contra sistemas de trincheras estabilizados, esos millones de muertos y heridos en ambos bandos, es determinante. Sin embargo, la guerra naval fue crucial, tanto en la enunciación del conflicto, al impulsar la carrera de armamentos que lo hizo inevitable, como en su posterior desarrollo. Alemania sucumbió al hambre y el bloqueo aliados. Se han producido una serie de mitos y teorías de la conspiración, que este volumen cuestiona de manera convincenteSu Armada, como muestra este volumen de modo muy solvente, postergó con fatales consecuencias los objetivos de guerra económica y estratégicos, en favor de los militares y tácticos. Esas opciones se comprenden dentro del navalismo de la época, al que se añadieron, con su receta tóxica, el darwinismo político y el imperialismo más agresivo. Los ocho capítulos, que no es nada difícil imaginar como episodios de un documental lleno de dramatismo , siguen un lineamiento cronológico y explican los cambios adaptativos que sufrieron escuadras, embarcaciones y tripulaciones. En ‘Camino de Sarajevo’ asistimos al desmontaje del prudente sistema bismarckiano, que garantizó a la Alemania imperial décadas de prosperidad c on una diplomacia favorable. Tras ‘Las fuerzas en presencia’ un catálogo de las Armadas en confrontación, se suceden capítulos consagrados a 1914, ‘Una contienda profesional con apoyo popular’; 1915, ‘El tiempo de guerra que nunca debió existir’; la inflexión de 1916; la guerra submarina, la intervención estadounidense y la revolución soviética, en 1917; y finalmente 1918, cuando la crisis reputacional y logística de la Armada alemana llevó al emperador Guillermo II a proclamar «ya no tengo una Armada».En las conclusiones destacan las referencias al fracaso de los planes de guerra en ambos bandos , la radicalización del conflicto, desde «una guerra de profesionales con apoyo popular en 1914 a una guerra total» y, por fin, el atroz coste de un conflicto que anunció el final de la era europea.
El único elemento común en la abundante y refinada historiografía en torno a la llamada ‘Primera guerra mundial’ acontecida entre 1914 y 1918, mas preparada con ambición suicida desde principios del siglo XX, radica en el reconocimiento de lo imprevisible que fue su estallido, … evolución y final.
Una (inevitable) cita de Wiston Churchill, renqueante primer ‘lord’ del almirantazgo, referida a 1915, explica el escenario inabordable que todos los contendientes, sin excepción, se encontraron por efecto de una doctrina militar anquilosada: «Los errores cometidos hicieron perder la oportunidad de mantener la conflagración dentro de límites que, aunque enormes, podían ser regulados».

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Autor
Roberto Muñoz Bolaños -
Editorial
Desperta Ferro -
Año
2025 -
Páginas
469 -
Precio
27,95 euros
Ni los impactos de guerras imperiales y nacionalistas combinadas a escala global —llamar al conflicto europeo es una simplificación absurda—, ni el poder de la tecnología derivada de la segunda revolución industrial, con la capacidad destructiva combinada del acero, el petróleo y la industria química, eran imaginables. La necesidad de comprender y justificar de qué manera esa guerra, que creyeron manejable las elites aristocráticas europeas, había precipitado su aniquilación, ha producido una serie de mitos y teorías de la conspiración, que este volumen cuestiona de manera convincente.
No vamos a descubrir la importancia de la historia militar renovada para las nuevas interpretaciones, pero sin duda volver la mirada hacia lo que ocurrió en los océanos del mundo, como propone ‘Lucha de gigantes’, es un acierto extraordinario. La dimensión terrestre del conflicto no se puede postergar, pues la imagen incluso cinematográfica de los ataques frontales contra sistemas de trincheras estabilizados, esos millones de muertos y heridos en ambos bandos, es determinante. Sin embargo, la guerra naval fue crucial, tanto en la enunciación del conflicto, al impulsar la carrera de armamentos que lo hizo inevitable, como en su posterior desarrollo. Alemania sucumbió al hambre y el bloqueo aliados.
Se han producido una serie de mitos y teorías de la conspiración, que este volumen cuestiona de manera convincente
Su Armada, como muestra este volumen de modo muy solvente, postergó con fatales consecuencias los objetivos de guerra económica y estratégicos, en favor de los militares y tácticos. Esas opciones se comprenden dentro del navalismo de la época, al que se añadieron, con su receta tóxica, el darwinismo político y el imperialismo más agresivo. Los ocho capítulos, que no es nada difícil imaginar como episodios de un documental lleno de dramatismo, siguen un lineamiento cronológico y explican los cambios adaptativos que sufrieron escuadras, embarcaciones y tripulaciones.
En ‘Camino de Sarajevo’ asistimos al desmontaje del prudente sistema bismarckiano, que garantizó a la Alemania imperial décadas de prosperidad con una diplomacia favorable. Tras ‘Las fuerzas en presencia’ un catálogo de las Armadas en confrontación, se suceden capítulos consagrados a 1914, ‘Una contienda profesional con apoyo popular’; 1915, ‘El tiempo de guerra que nunca debió existir’; la inflexión de 1916; la guerra submarina, la intervención estadounidense y la revolución soviética, en 1917; y finalmente 1918, cuando la crisis reputacional y logística de la Armada alemana llevó al emperador Guillermo II a proclamar «ya no tengo una Armada».
En las conclusiones destacan las referencias al fracaso de los planes de guerra en ambos bandos, la radicalización del conflicto, desde «una guerra de profesionales con apoyo popular en 1914 a una guerra total» y, por fin, el atroz coste de un conflicto que anunció el final de la era europea.
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