‘Mañana’ es la primera novela que publica Olalla Castro , poeta granadina con tradición en la poesía, género en el que ha publicado varios libros, algunos premiados. Una de las singularidades destacables de la joven narrativa femenina es que se han animado a ella escritoras con mayor tradición en la lírica. Quizá haya colaborado en este caso a que una ópera prima haya sido escrita con una prosa muy elaborada , eligiendo matices e imágenes, que revelan un cuidado de la forma que no siempre tiene la novela de hoy. NOVELA ‘Mañana’ Autora Olalla Castro Editorial Lumen Año 2025 Páginas 198 Precio 19,90 euros 4Es una novela que mantiene una estructura narrativa muy clara. Esta dividida en tres partes, y una coda, que le da título. Cada una de las dos primeras partes está dedicada a narrar la historia desgraciada de una las dos mujeres protagonistas, Virginia y Sùyin, quienes en primera persona relatan una vida de dolor solitario. En el caso de Virginia, una profesora universitaria de Barcelona, por haber perdido a su hija pequeña, de nombre Moira. En el caso de Sùyin, una campesina china , por sufrir las consecuencias de un matrimonio sin amor, pues como era común en sociedades rurales, se fraguó por los padres sin consentimiento de los cónyuges. Eso no justifica la brutalidad que el marido de Súyin exhibe, que reúne todos los rasgos de violencia dentro del matrimonio . La parte narrada por Virginia ofrece las condiciones de la elegía y el duelo. Adopta la forma de un diario, que incide notablemente en la idea de que su dolor no encuentra cauce expresivo. Lo que me ha parecido más inteligente desde el punto de vista estilístico es que haya renunciado casi del todo a la verbalidadSumergida en esa pérdida, Virginia huye a China, primero a Pekín, donde friega platos, y luego a los arrozales donde lleva una vida de trabajo manual sin hablar con nadie. En ese mismo lugar trabaja Súyin. La tercera parte de la novela, con el titulo ‘Virginia y Súyin, o la reconstrucción’ recoge el encuentro de ambas y la historia de su relación amorosa salvadora para las dos, si bien tiene que ser furtiva. Esta tercera parte alterna las dos voces , en un delicado y muy pautado dúo de vivencia y deseo que cada una de ellas va componiendo hasta que se deciden a mostrarlo a la otra. Lo que me ha parecido más inteligente y valioso desde el punto de vista estilístico es que la novela haya renunciado casi del todo a la verbalidad. Al no conocer Virginia el idioma chino, toda la relación se establece desde signos de la mirada y el tacto , lo que obliga a un despliegue lleno de sutilezas expresivas, muy lírico, pero sobre todo muy primario. Si ese amor resulta salvador, es porque se ha reducido a lo fundamental, a lo que no tiene engaño, ni necesidad de justificación. Hay, por así decirlo, una apuesta por la autenticidad, único reducto desde el que puede cada una de ellas cobrar fuerza renovada. También me ha parecido un acierto que la novela apenas ofrezca atmósferas externas, salvo las necesarias de una sociedad rural y un leve desencanto de la madre de Sùyin hacia la deriva de la revolución maoísta. Pero no hay mucho más, un campo de arroz, algún camino, un río, y una cabaña que contempla el encuentro de ambas en dichoso tálamo. Tal reducción de medios hace que la novela se fije mucho en las percepciones y en la vivencia interior de las dos protagonistas, lo que hacía necesaria la rica expresividad de las imágenes que Olalla Castro convoca. Es, por otra parte, muy original lo que ofrece sobre la caligrafía a la que Suyin se ha entregado. Delicada historia con un final creíble que confirma la buena altura de la novela. ‘Mañana’ es la primera novela que publica Olalla Castro , poeta granadina con tradición en la poesía, género en el que ha publicado varios libros, algunos premiados. Una de las singularidades destacables de la joven narrativa femenina es que se han animado a ella escritoras con mayor tradición en la lírica. Quizá haya colaborado en este caso a que una ópera prima haya sido escrita con una prosa muy elaborada , eligiendo matices e imágenes, que revelan un cuidado de la forma que no siempre tiene la novela de hoy. NOVELA ‘Mañana’ Autora Olalla Castro Editorial Lumen Año 2025 Páginas 198 Precio 19,90 euros 4Es una novela que mantiene una estructura narrativa muy clara. Esta dividida en tres partes, y una coda, que le da título. Cada una de las dos primeras partes está dedicada a narrar la historia desgraciada de una las dos mujeres protagonistas, Virginia y Sùyin, quienes en primera persona relatan una vida de dolor solitario. En el caso de Virginia, una profesora universitaria de Barcelona, por haber perdido a su hija pequeña, de nombre Moira. En el caso de Sùyin, una campesina china , por sufrir las consecuencias de un matrimonio sin amor, pues como era común en sociedades rurales, se fraguó por los padres sin consentimiento de los cónyuges. Eso no justifica la brutalidad que el marido de Súyin exhibe, que reúne todos los rasgos de violencia dentro del matrimonio . La parte narrada por Virginia ofrece las condiciones de la elegía y el duelo. Adopta la forma de un diario, que incide notablemente en la idea de que su dolor no encuentra cauce expresivo. Lo que me ha parecido más inteligente desde el punto de vista estilístico es que haya renunciado casi del todo a la verbalidadSumergida en esa pérdida, Virginia huye a China, primero a Pekín, donde friega platos, y luego a los arrozales donde lleva una vida de trabajo manual sin hablar con nadie. En ese mismo lugar trabaja Súyin. La tercera parte de la novela, con el titulo ‘Virginia y Súyin, o la reconstrucción’ recoge el encuentro de ambas y la historia de su relación amorosa salvadora para las dos, si bien tiene que ser furtiva. Esta tercera parte alterna las dos voces , en un delicado y muy pautado dúo de vivencia y deseo que cada una de ellas va componiendo hasta que se deciden a mostrarlo a la otra. Lo que me ha parecido más inteligente y valioso desde el punto de vista estilístico es que la novela haya renunciado casi del todo a la verbalidad. Al no conocer Virginia el idioma chino, toda la relación se establece desde signos de la mirada y el tacto , lo que obliga a un despliegue lleno de sutilezas expresivas, muy lírico, pero sobre todo muy primario. Si ese amor resulta salvador, es porque se ha reducido a lo fundamental, a lo que no tiene engaño, ni necesidad de justificación. Hay, por así decirlo, una apuesta por la autenticidad, único reducto desde el que puede cada una de ellas cobrar fuerza renovada. También me ha parecido un acierto que la novela apenas ofrezca atmósferas externas, salvo las necesarias de una sociedad rural y un leve desencanto de la madre de Sùyin hacia la deriva de la revolución maoísta. Pero no hay mucho más, un campo de arroz, algún camino, un río, y una cabaña que contempla el encuentro de ambas en dichoso tálamo. Tal reducción de medios hace que la novela se fije mucho en las percepciones y en la vivencia interior de las dos protagonistas, lo que hacía necesaria la rica expresividad de las imágenes que Olalla Castro convoca. Es, por otra parte, muy original lo que ofrece sobre la caligrafía a la que Suyin se ha entregado. Delicada historia con un final creíble que confirma la buena altura de la novela.
‘Mañana’ es la primera novela que publica Olalla Castro, poeta granadina con tradición en la poesía, género en el que ha publicado varios libros, algunos premiados. Una de las singularidades destacables de la joven narrativa femenina es que se han animado a … ella escritoras con mayor tradición en la lírica.
Quizá haya colaborado en este caso a que una ópera prima haya sido escrita con una prosa muy elaborada, eligiendo matices e imágenes, que revelan un cuidado de la forma que no siempre tiene la novela de hoy.

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Autora
Olalla Castro -
Editorial
Lumen -
Año
2025 -
Páginas
198 -
Precio
19,90 euros
Es una novela que mantiene una estructura narrativa muy clara. Esta dividida en tres partes, y una coda, que le da título. Cada una de las dos primeras partes está dedicada a narrar la historia desgraciada de una las dos mujeres protagonistas, Virginia y Sùyin, quienes en primera persona relatan una vida de dolor solitario. En el caso de Virginia, una profesora universitaria de Barcelona, por haber perdido a su hija pequeña, de nombre Moira.
En el caso de Sùyin, una campesina china, por sufrir las consecuencias de un matrimonio sin amor, pues como era común en sociedades rurales, se fraguó por los padres sin consentimiento de los cónyuges. Eso no justifica la brutalidad que el marido de Súyin exhibe, que reúne todos los rasgos de violencia dentro del matrimonio. La parte narrada por Virginia ofrece las condiciones de la elegía y el duelo. Adopta la forma de un diario, que incide notablemente en la idea de que su dolor no encuentra cauce expresivo.
Lo que me ha parecido más inteligente desde el punto de vista estilístico es que haya renunciado casi del todo a la verbalidad
Sumergida en esa pérdida, Virginia huye a China, primero a Pekín, donde friega platos, y luego a los arrozales donde lleva una vida de trabajo manual sin hablar con nadie. En ese mismo lugar trabaja Súyin. La tercera parte de la novela, con el titulo ‘Virginia y Súyin, o la reconstrucción’ recoge el encuentro de ambas y la historia de su relación amorosa salvadora para las dos, si bien tiene que ser furtiva. Esta tercera parte alterna las dos voces, en un delicado y muy pautado dúo de vivencia y deseo que cada una de ellas va componiendo hasta que se deciden a mostrarlo a la otra.
Lo que me ha parecido más inteligente y valioso desde el punto de vista estilístico es que la novela haya renunciado casi del todo a la verbalidad. Al no conocer Virginia el idioma chino, toda la relación se establece desde signos de la mirada y el tacto, lo que obliga a un despliegue lleno de sutilezas expresivas, muy lírico, pero sobre todo muy primario. Si ese amor resulta salvador, es porque se ha reducido a lo fundamental, a lo que no tiene engaño, ni necesidad de justificación.
Hay, por así decirlo, una apuesta por la autenticidad, único reducto desde el que puede cada una de ellas cobrar fuerza renovada. También me ha parecido un acierto que la novela apenas ofrezca atmósferas externas, salvo las necesarias de una sociedad rural y un leve desencanto de la madre de Sùyin hacia la deriva de la revolución maoísta.
Pero no hay mucho más, un campo de arroz, algún camino, un río, y una cabaña que contempla el encuentro de ambas en dichoso tálamo. Tal reducción de medios hace que la novela se fije mucho en las percepciones y en la vivencia interior de las dos protagonistas, lo que hacía necesaria la rica expresividad de las imágenes que Olalla Castro convoca. Es, por otra parte, muy original lo que ofrece sobre la caligrafía a la que Suyin se ha entregado. Delicada historia con un final creíble que confirma la buena altura de la novela.
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