Entre los próximos 10 de enero y 20 de junio, María Dueñas (Granada, 2002) ofrecerá veintitrés conciertos (uno cada siete días) en catorce ciudades de Europa y América: Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife, Madrid, Barcelona, Miami, Pittsburgh, Berlín, Valladolid, Madrid de nuevo, Turín, Budapest, Pécs, Helsinki y Tenerife componen el itinerario de los próximos meses de esta joven que acaba de cumplir (hoy hace un mes) los 22 años; pero ésta es la vida de los grandes músicos, y María Dueñas se encuentra entre ellos: es una de las violinistas más aplaudidas y solicitadas de la actualidad. Este año lo empezará en nuestro país, donde actuará en el Festival Internacional de Música de Canarias (el día 10 en Las Palmas y el 11 en Tenerife); en Madrid, en el Auditorio Nacional, dentro del ciclo de Ibermúsica (12), y en el Palau de la Música de Barcelona (13) junto a Marin Alsop y la Philharmonia Orchestra. María Dueñas interpretará el ‘Concierto para violín’ de Erich Wolfgang Korngold . «Es un concierto muy inusual -dice la intérprete-; tiene mucha influencia de la música cinematográfica, de Hollywood; Korngold estuvo trabajando mucho en Estados Unidos intentando encontrar su estilo y su lugar en el mundo de la música clásica. Es un concierto que muestra una parte muy brillante del violín, una parte que no se ve en otro tipo de repertorio de conciertos para este instrumento, y creo que puede atraer a un público muy diferente por tener este componente muy jovial, de mucha alegría, muy brillante. Me apetecía mucho presentarlo en España».2024 ha sido un año frenético para la joven violinista: «He debutado en varias ciudades, he aprendido repertorio nuevo, como el concierto de Halvorsen … La verdad es que ha sido un año con proyectos muy interesantes», dice, y destaca el trabajo con Gustavo Dudamel , con el que tocó el concierto de Gabriela Ortiz : «Es una persona muy humana, me inspiró mucho». El año que acaba de empezar se presenta para María Dueñas igual de prometedor. Conciertos aparte, algo le ilusiona especialmente: la publicación, en febrero, de su nuevo disco, en el que interpreta los 24 ‘Caprichos’ de Paganini . «Es un álbum que ha llevado muchísimo trabajo técnico, musical e incluso en su planificación. Estoy muy ansiosa de ver cómo lo recibe el público». Paganini tiene fama de ser un compositor endiablado. «Los aspectos técnicos que se presentan en los ‘Caprichos’ son una muy buena base para cualquier violinista, sí. Después del primer disco con el Concierto de Beethoven, yo quería presentar algo que tuviera un significado personal para mí, y los ‘ Caprichos ‘ han estado muy presentes en mi formación, para reforzar algunos aspectos técnicos; los he tocado mucho en concursos, también como bis. Tengo una relación muy personal con ellos y me interesaba mostrar no solamente ese aspecto virtuosista, que por supuesto está en el centro de esta obra, sino también sacar a relucir otro componente, más ‘musical’, que conecte con el público».La técnica, reconoce María Dueñas, es una gran preocupación hoy en día. Sin embargo, dice que para ella lo principal es «el sonido». «Escucho, por ejemplo, alguna grabación de David Óistraj o Jascha Heifetz y no todo es técnicamente perfecto. Pero su personalidad musical, su sonido, lo compensaban; el centro era siempre el sentimiento y la música. Al fin y al cabo, se conecta con el público a través de la música, de la emoción. Por supuesto, el aspecto técnico es la base, pero siempre debe haber algo más. Una buena técnica, muy buena entonación, es la base, pero yo le quiero enseñar al público un poco de mi personalidad, porque eso es lo que al fin y al cabo define a un músico. Hay muchísima gente que seguro que toca más rápido que yo».DesconectarMaría Dueñas habla desde Viena, donde reside desde hace años. Ha podido pasar unos días, sin embargo, en Granada. Ha podido, reconoce, desconectar… pero de aquella manera. «Es muy difícil desconectar del violín, pero intento tener un poco de tiempo para mí entre conciertos y entre proyectos, no para desconectar, pero sí para trabajar. Soy una persona muy disciplinada y me gusta preparar mucho cada concierto; necesito tener un poco de tiempo y no estar viajando constantemente porque al final se ensucia un poco la forma de tocar».¿Pero dejar de trabajar para trabajar? «Sí, pero es diferente…. Cuando se está viajando constantemente se pierde esa paz interior. No solamente se trabaja con el violín; me encanta poder ver partituras, pensar sin el violín en las manos…». Cuando se le pregunta si de alguna manera se considera ‘un bicho raro’ teniendo en cuenta que es una chica de 22 años, dice que no. «Intento tener un poco una vida aparte de mi trabajo y de los viajes. Me gusta estar en casa y hacer cualquier cosa normal, salir…» Cuando se alcanza el nivel que tiene actualmente María Dueñas la responsabilidad se vuelve inevitable. «Hay gente que espera mucho de mí, y por supuesto tengo que ser muy responsable. La organización es clave para una carrera; yo ya estoy planificando los próximos cuatro o cinco años». ¿La responsabilidad abruma? «En mi caso no; yo elegí esta profesión y realmente me encanta. Claro que hay que ser muy consciente de que has de tener tiempo para pensar y para descansar, es importante organizar también el tiempo libre».Su familia fue y sigue siendo un apoyo fundamental para María Dueñas – «no estaría donde estoy ahora sin ellos», dice-, y siempre viaja con ella alguien cercano. No sabe decir cuántos viajes hace al año -«nunca estoy un mes entero fuera de casa, eso sí lo tengo claro»-, pero reconoce que le resulta complicado aprovecharlos. «Normalmente no tengo tiempo para visitar la ciudad, pero en los últimos tiempos estoy intentando quedarme al menos una mañana después del concierto para poder ver algo. Pero sí, lamentablemente no conozco muchas ciudades en las que he tocado».María es mujer y tiene 22 años. ¿Siente alguna reacción negativa por parte de los músicos de las orquestas por ello? «Por el hecho de ser mujer, no; quizás por mi juventud sí haya algún prejuicio , y yo lo entiendo; pero a los dos minutos siempre encontramos una conexión. Las cosas han evolucionado mucho, yo nunca me he sentido mal». Entre los próximos 10 de enero y 20 de junio, María Dueñas (Granada, 2002) ofrecerá veintitrés conciertos (uno cada siete días) en catorce ciudades de Europa y América: Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife, Madrid, Barcelona, Miami, Pittsburgh, Berlín, Valladolid, Madrid de nuevo, Turín, Budapest, Pécs, Helsinki y Tenerife componen el itinerario de los próximos meses de esta joven que acaba de cumplir (hoy hace un mes) los 22 años; pero ésta es la vida de los grandes músicos, y María Dueñas se encuentra entre ellos: es una de las violinistas más aplaudidas y solicitadas de la actualidad. Este año lo empezará en nuestro país, donde actuará en el Festival Internacional de Música de Canarias (el día 10 en Las Palmas y el 11 en Tenerife); en Madrid, en el Auditorio Nacional, dentro del ciclo de Ibermúsica (12), y en el Palau de la Música de Barcelona (13) junto a Marin Alsop y la Philharmonia Orchestra. María Dueñas interpretará el ‘Concierto para violín’ de Erich Wolfgang Korngold . «Es un concierto muy inusual -dice la intérprete-; tiene mucha influencia de la música cinematográfica, de Hollywood; Korngold estuvo trabajando mucho en Estados Unidos intentando encontrar su estilo y su lugar en el mundo de la música clásica. Es un concierto que muestra una parte muy brillante del violín, una parte que no se ve en otro tipo de repertorio de conciertos para este instrumento, y creo que puede atraer a un público muy diferente por tener este componente muy jovial, de mucha alegría, muy brillante. Me apetecía mucho presentarlo en España».2024 ha sido un año frenético para la joven violinista: «He debutado en varias ciudades, he aprendido repertorio nuevo, como el concierto de Halvorsen … La verdad es que ha sido un año con proyectos muy interesantes», dice, y destaca el trabajo con Gustavo Dudamel , con el que tocó el concierto de Gabriela Ortiz : «Es una persona muy humana, me inspiró mucho». El año que acaba de empezar se presenta para María Dueñas igual de prometedor. Conciertos aparte, algo le ilusiona especialmente: la publicación, en febrero, de su nuevo disco, en el que interpreta los 24 ‘Caprichos’ de Paganini . «Es un álbum que ha llevado muchísimo trabajo técnico, musical e incluso en su planificación. Estoy muy ansiosa de ver cómo lo recibe el público». Paganini tiene fama de ser un compositor endiablado. «Los aspectos técnicos que se presentan en los ‘Caprichos’ son una muy buena base para cualquier violinista, sí. Después del primer disco con el Concierto de Beethoven, yo quería presentar algo que tuviera un significado personal para mí, y los ‘ Caprichos ‘ han estado muy presentes en mi formación, para reforzar algunos aspectos técnicos; los he tocado mucho en concursos, también como bis. Tengo una relación muy personal con ellos y me interesaba mostrar no solamente ese aspecto virtuosista, que por supuesto está en el centro de esta obra, sino también sacar a relucir otro componente, más ‘musical’, que conecte con el público».La técnica, reconoce María Dueñas, es una gran preocupación hoy en día. Sin embargo, dice que para ella lo principal es «el sonido». «Escucho, por ejemplo, alguna grabación de David Óistraj o Jascha Heifetz y no todo es técnicamente perfecto. Pero su personalidad musical, su sonido, lo compensaban; el centro era siempre el sentimiento y la música. Al fin y al cabo, se conecta con el público a través de la música, de la emoción. Por supuesto, el aspecto técnico es la base, pero siempre debe haber algo más. Una buena técnica, muy buena entonación, es la base, pero yo le quiero enseñar al público un poco de mi personalidad, porque eso es lo que al fin y al cabo define a un músico. Hay muchísima gente que seguro que toca más rápido que yo».DesconectarMaría Dueñas habla desde Viena, donde reside desde hace años. Ha podido pasar unos días, sin embargo, en Granada. Ha podido, reconoce, desconectar… pero de aquella manera. «Es muy difícil desconectar del violín, pero intento tener un poco de tiempo para mí entre conciertos y entre proyectos, no para desconectar, pero sí para trabajar. Soy una persona muy disciplinada y me gusta preparar mucho cada concierto; necesito tener un poco de tiempo y no estar viajando constantemente porque al final se ensucia un poco la forma de tocar».¿Pero dejar de trabajar para trabajar? «Sí, pero es diferente…. Cuando se está viajando constantemente se pierde esa paz interior. No solamente se trabaja con el violín; me encanta poder ver partituras, pensar sin el violín en las manos…». Cuando se le pregunta si de alguna manera se considera ‘un bicho raro’ teniendo en cuenta que es una chica de 22 años, dice que no. «Intento tener un poco una vida aparte de mi trabajo y de los viajes. Me gusta estar en casa y hacer cualquier cosa normal, salir…» Cuando se alcanza el nivel que tiene actualmente María Dueñas la responsabilidad se vuelve inevitable. «Hay gente que espera mucho de mí, y por supuesto tengo que ser muy responsable. La organización es clave para una carrera; yo ya estoy planificando los próximos cuatro o cinco años». ¿La responsabilidad abruma? «En mi caso no; yo elegí esta profesión y realmente me encanta. Claro que hay que ser muy consciente de que has de tener tiempo para pensar y para descansar, es importante organizar también el tiempo libre».Su familia fue y sigue siendo un apoyo fundamental para María Dueñas – «no estaría donde estoy ahora sin ellos», dice-, y siempre viaja con ella alguien cercano. No sabe decir cuántos viajes hace al año -«nunca estoy un mes entero fuera de casa, eso sí lo tengo claro»-, pero reconoce que le resulta complicado aprovecharlos. «Normalmente no tengo tiempo para visitar la ciudad, pero en los últimos tiempos estoy intentando quedarme al menos una mañana después del concierto para poder ver algo. Pero sí, lamentablemente no conozco muchas ciudades en las que he tocado».María es mujer y tiene 22 años. ¿Siente alguna reacción negativa por parte de los músicos de las orquestas por ello? «Por el hecho de ser mujer, no; quizás por mi juventud sí haya algún prejuicio , y yo lo entiendo; pero a los dos minutos siempre encontramos una conexión. Las cosas han evolucionado mucho, yo nunca me he sentido mal».
La violinista granadina, de 22 años, empieza el año con varios conciertos en España junto a la Philharmonia Orchestra
Entre los próximos 10 de enero y 20 de junio, María Dueñas (Granada, 2002) ofrecerá veintitrés conciertos (uno cada siete días) en catorce ciudades de Europa y América: Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife, Madrid, Barcelona, Miami, Pittsburgh, Berlín, Valladolid, Madrid de nuevo, Turín, …
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