El pasado lunes, Leire Martínez contaba a este periódico que le estaba costando elegir un cebo de unos segundos de duración de su nueva canción para publicar en redes los días antes del lanzamiento del tema. “Es que cualquier cosa que cojas dice mucho”, explicaba divertida. Y ponía algunos ejemplos de la letra: “Rompiste todo cuando casi estaba perfecto”, “nunca fui tuya, búscate a alguien que me sustituya”, “¿dónde firmo para que te cobren las mentiras que tan bien escondes?”. Hoy, viernes 11, ya no hay que recurrir a señuelos, porque la canción, titulada Mi nombre y acompañada de un vídeo, se puede escuchar entera en las plataformas digitales.
Leire (Errenteria, Gipuzkoa, 45 años) ha estado toda la semana abordando con diferentes medios de comunicación el final de sus 17 años como cantante de La Oreja de Van Gogh. Un desenlace controvertido que provocó un debate pocas veces visto en torno a una banda española de pop. Se habló de traiciones, de hombres ninguneando a una mujer, de estrategias maquiavélicas… La cantante ha aguantado el bombardeo de los periodistas con elegancia, sin convertir sus respuestas en un cúmulo de reproches. En Mi nombre, sin embargo, se ha desquitado: destila rabia, desgarro, poderío y explicitez.
“Estuve las semanas siguientes a la ruptura [en octubre de 2024] en shock, pero intentando llevar una vida normal. Desde el primer día le dije a mi marido: ‘Nos levantamos y vamos al cole a llevar al niño, a hacer la compra… Y si la gente mira, que mire. Pero lo más importante era darle normalidad”, cuenta la cantante a EL PAÍS. “En enero de 2025 es cuando compongo Mi nombre, y lo hago desde el dolor. Es la primera canción que escribo de lo que será el nuevo disco, y me sale rabiosa. Así me sentía hace cuatro meses, pero ya no estoy con esa sensación. Con esta canción paso página”.
En los siguientes dos meses (febrero y marzo), la cantante escribió varios temas más, que ya no tratan de forma tan clara sobre su salida de un grupo al que entró en 2008 en sustitución de Amaia Montero, la cantante de la primera etapa de la banda donostiarra, de 1996 a 2007. “Tengo maquetadas [grabaciones de prueba] ya unas 12 canciones. A mí misma me ha sorprendido toda esta creatividad, porque cuando dejas de participar en la composición estás un poco agarrotada. Pero siempre me ha gustado escribir, y tengo muchos diarios y anotaciones. El resto del disco no trata sobre la ruptura. Sí es un álbum reivindicativo y hablo de disfrutar del aquí y del ahora y de buscar lo que a cada uno nos hace felices. Es un trabajo reivindicativo hacia mi persona. Hay canciones dedicadas a mí, a mi hijo…”, explica. Cuenta que el proceso de grabación le ha servido emocionalmente: “Para no regocijarme en mi dolor, para salir de la rueda del hámster”.
Mi nombre es una canción de pop comercial con una duración de menos de tres minutos (en concreto 2,52), el tiempo máximo recomendado por los gurús de la música actual al que llega la capacidad de atención del oyente, y donde la letra ofrece lo más interesante. De su relato se infiere que se dirige a una persona: “Y eres el miedo vestido tras cada canción”, “vete corriendo a encontrar quien se crea tus cuentos”, “nunca fui tuya, búscate a alguien que me sustituya”, “ya lo hiciste una vez, pero tú ya no podrás esconder más dos caras y un nombre”. Leire ha sorteado con cintura el asunto y no ha desvelado a quién realmente está dedicada la letra, más allá de expresar el desgarrador proceso de la separación. Pero en sus respuestas deja pistas. “Lo que ocurrió fue que no solo había motivaciones personales: hay intereses de negocio”, señaló a este periódico esta semana. ¿Se entiende entonces que había alguien en el grupo que creía que con Leire fuera y con otra cantante [se habla desde hace mucho del retorno de Amaia Montero] se podía ganar más dinero? “Ummm. Tanto como en el grupo, no creo. Creo que es más… Llegó un momento en que hablábamos idiomas distintos. Y las mayorías tienden a ganar. El hecho de que habláramos idiomas distintos nos había distanciado. Y a eso se le puede sumar… no sé cómo llamarlo… un asesoramiento empresarial que te pueda llevar a plantearte otras alternativas. No tengo pruebas, pero mi sensación es esa”. La Oreja de Van Gogh está representada por Get In, una de las empresas musicales más potentes de España, funcionando desde 1991 en Donosti y que tiene entre sus clientes, además de a La Oreja de Van Gogh, a Amaia Montero, Mikel Erentxun, Iván Ferreiro, Ariel Rot, Álex Ubago o José Mercé. La página web de Get In aún no ha actualizado la situación, y mantiene imágenes de La Oreja de Van Gogh con Leire bajo el epígrafe “contratación”.
Para la elaboración de la música, Leire ha contado con varios colaboradores, como los compositores y productores Pedro Elipe y Marc Montserrat, que han trabajado con Carlos Baute, Omar Montes o Edurne. “Yo he estudiado en el conservatorio, pero tocaba el violín, que para componer pop no es un instrumento muy adecuado. Además, lo pasé tan mal con el violín que ya no quise tocar ningún instrumento. A la hora de escribir me siento segura, pero dudo cuando se trata de componer música. Pero en este disco me estoy dando cuenta de que tengo instinto musical y la capacidad de inventarme melodías”, explica. Y añade: “También me he quitado la presión de tener que agradar, de gustar obligatoriamente a la gente. Para mí el reto de este disco era hacerlo. Si a la gente le gusta, mejor. Pero si no le gusta, no me van a quitar el mérito de haber grabado un disco. El mérito era demostrarme que soy capaz de escribir un álbum”.
Leire comienza con Mi nombre una nueva etapa que se completará con la publicación de un disco de larga duración que probablemente no se edite hasta 2026, quizá el año que se anuncie oficialmente la reunión de Amaia Montero con La Oreja de Van Gogh.
– Letra completa de ‘Mi nombre’
Llegan las dudas
gritando que sí fue mi culpa.
Están gritando palabras usando tu voz.
Imaginando que van a escuchar mis disculpas.
Rompiste todo cuando casi estaba perfecto.
Y eres el miedo vestido tras cada canción.
Siempre pensaste que yo guardaría el secreto.
Pero solo dame tiempo.
Para demostrar que yo.
Nunca fui tuya.
Búscate a alguien que me sustituya.
Ya lo hiciste una vez
pero tú ya no podrás esconder más
dos caras y un nombre.
Rompe.
¿Dónde firmo para que te cobren
las mentiras que tan bien escondes?
Pero que te volverán
gritando mi nombre.
No quiero oír nada más
ya conozco tus miedos.
Aunque los disfraces.
Detrás de ti puedo verlos
usando mi voz.
Aunque tú los calles.
Vete corriendo a encontrar
quien se crea tus cuentos.
Que yo seguiré leyendo
hasta demostrar que no.
Nunca fui tuya.
Búscate a alguien que me sustituya.
Ya lo hiciste una vez
pero tú ya no podrás esconder más
dos caras y un nombre.
Rompe
¿Dónde firmo para que te cobren
las mentiras que tan bien escondes?
Pero que te volverán.
Sabes que yo
aunque duela no voy a olvidar
esos años y siempre serás
bienvenido a este lugar.
En el que nunca fui tuya.
Búscate a alguien que me sustituya.
Ya lo hiciste una vez
pero tú ya no podrás esconder más
dos caras y un nombre.
Rompe
¿Dónde firmo para que te cobren
las mentiras que tan bien escondes?
Pero que te volverán
gritando mi nombre.
Hoy viernes se lanza el primer tema de la carrera en solitario de la excantante de La Oreja de Van Gogh, una composición rabiosa y explícita sobre su salida del grupo
El pasado lunes, Leire Martínez contaba a este periódico que le estaba costando elegir un cebo de unos segundos de duración de su nueva canción para publicar en redes los días antes del lanzamiento del tema. “Es que cualquier cosa que cojas dice mucho”, explicaba divertida. Y ponía algunos ejemplos de la letra: “Rompiste todo cuando casi estaba perfecto”, “nunca fui tuya, búscate a alguien que me sustituya”, “¿dónde firmo para que te cobren las mentiras que tan bien escondes?”. Hoy, viernes 11, ya no hay que recurrir a señuelos, porque la canción, titulada Mi nombre y acompañada de un vídeo, se puede escuchar entera en las plataformas digitales.
Leire (Errenteria, Gipuzkoa, 45 años) ha estado toda la semana abordando con diferentes medios de comunicación el final de sus 17 años como cantante de La Oreja de Van Gogh. Un desenlace controvertido que provocó un debate pocas veces visto en torno a una banda española de pop. Se habló de traiciones, de hombres ninguneando a una mujer, de estrategias maquiavélicas… La cantante ha aguantado el bombardeo de los periodistas con elegancia, sin convertir sus respuestas en un cúmulo de reproches. En Mi nombre, sin embargo, se ha desquitado: destila rabia, desgarro, poderío y explicitez.
“Estuve las semanas siguientes a la ruptura [en octubre de 2024] en shock, pero intentando llevar una vida normal. Desde el primer día le dije a mi marido: ‘Nos levantamos y vamos al cole a llevar al niño, a hacer la compra… Y si la gente mira, que mire. Pero lo más importante era darle normalidad”, cuenta la cantante a EL PAÍS. “En enero de 2025 es cuando compongo Mi nombre, y lo hago desde el dolor. Es la primera canción que escribo de lo que será el nuevo disco, y me sale rabiosa. Así me sentía hace cuatro meses, pero ya no estoy con esa sensación. Con esta canción paso página”.
En los siguientes dos meses (febrero y marzo), la cantante escribió varios temas más, que ya no tratan de forma tan clara sobre su salida de un grupo al que entró en 2008 en sustitución de Amaia Montero, la cantante de la primera etapa de la banda donostiarra, de 1996 a 2007. “Tengo maquetadas [grabaciones de prueba] ya unas 12 canciones. A mí misma me ha sorprendido toda esta creatividad, porque cuando dejas de participar en la composición estás un poco agarrotada. Pero siempre me ha gustado escribir, y tengo muchos diarios y anotaciones. El resto del disco no trata sobre la ruptura. Sí es un álbum reivindicativo y hablo de disfrutar del aquí y del ahora y de buscar lo que a cada uno nos hace felices. Es un trabajo reivindicativo hacia mi persona. Hay canciones dedicadas a mí, a mi hijo…”, explica. Cuenta que el proceso de grabación le ha servido emocionalmente: “Para no regocijarme en mi dolor, para salir de la rueda del hámster”.
Mi nombre es una canción de pop comercial con una duración de menos de tres minutos (en concreto 2,52), el tiempo máximo recomendado por los gurús de la música actual al que llega la capacidad de atención del oyente, y donde la letra ofrece lo más interesante. De su relato se infiere que se dirige a una persona: “Y eres el miedo vestido tras cada canción”, “vete corriendo a encontrar quien se crea tus cuentos”, “nunca fui tuya, búscate a alguien que me sustituya”, “ya lo hiciste una vez, pero tú ya no podrás esconder más dos caras y un nombre”. Leire ha sorteado con cintura el asunto y no ha desvelado a quién realmente está dedicada la letra, más allá de expresar el desgarrador proceso de la separación. Pero en sus respuestas deja pistas. “Lo que ocurrió fue que no solo había motivaciones personales: hay intereses de negocio”, señaló a este periódico esta semana. ¿Se entiende entonces que había alguien en el grupo que creía que con Leire fuera y con otra cantante [se habla desde hace mucho del retorno de Amaia Montero] se podía ganar más dinero? “Ummm. Tanto como en el grupo, no creo. Creo que es más… Llegó un momento en que hablábamos idiomas distintos. Y las mayorías tienden a ganar. El hecho de que habláramos idiomas distintos nos había distanciado. Y a eso se le puede sumar… no sé cómo llamarlo… un asesoramiento empresarial que te pueda llevar a plantearte otras alternativas. No tengo pruebas, pero mi sensación es esa”. La Oreja de Van Gogh está representada por Get In, una de las empresas musicales más potentes de España, funcionando desde 1991 en Donosti y que tiene entre sus clientes, además de a La Oreja de Van Gogh, a Amaia Montero, Mikel Erentxun, Iván Ferreiro, Ariel Rot, Álex Ubago o José Mercé. La página web de Get In aún no ha actualizado la situación, y mantiene imágenes de La Oreja de Van Gogh con Leire bajo el epígrafe “contratación”.
Para la elaboración de la música, Leire ha contado con varios colaboradores, como los compositores y productores Pedro Elipe y Marc Montserrat, que han trabajado con Carlos Baute, Omar Montes o Edurne.“Yo he estudiado en el conservatorio, pero tocaba el violín, que para componer pop no es un instrumento muy adecuado. Además, lo pasé tan mal con el violín que ya no quise tocar ningún instrumento. A la hora de escribir me siento segura, pero dudo cuando se trata de componer música. Pero en este disco me estoy dando cuenta de que tengo instinto musical y la capacidad de inventarme melodías”, explica. Y añade: “También me he quitado la presión de tener que agradar, de gustar obligatoriamente a la gente. Para mí el reto de este disco era hacerlo. Si a la gente le gusta, mejor. Pero si no le gusta, no me van a quitar el mérito de haber grabado un disco. El mérito era demostrarme que soy capaz de escribir un álbum”.
Leire comienza con Mi nombre una nueva etapa que se completará con la publicación de un disco de larga duración que probablemente no se edite hasta 2026, quizá el año que se anuncie oficialmente la reunión de Amaia Montero con La Oreja de Van Gogh.
– Letra completa de ‘Mi nombre’
Llegan las dudas
gritando que sí fue mi culpa.
Están gritando palabras usando tu voz.
Imaginando que van a escuchar mis disculpas.
Rompiste todo cuando casi estaba perfecto.
Y eres el miedo vestido tras cada canción.
Siempre pensaste que yo guardaría el secreto.
Pero solo dame tiempo.
Para demostrar que yo.
Nunca fui tuya.
Búscate a alguien que me sustituya.
Ya lo hiciste una vez
pero tú ya no podrás esconder más
dos caras y un nombre.
Rompe.
¿Dónde firmo para que te cobren
las mentiras que tan bien escondes?
Pero que te volverán
gritando mi nombre.
No quiero oír nada más
ya conozco tus miedos.
Aunque los disfraces.
Detrás de ti puedo verlos
usando mi voz.
Aunque tú los calles.
Vete corriendo a encontrar
quien se crea tus cuentos.
Que yo seguiré leyendo
hasta demostrar que no.
Nunca fui tuya.
Búscate a alguien que me sustituya.
Ya lo hiciste una vez
pero tú ya no podrás esconder más
dos caras y un nombre.
Rompe
¿Dónde firmo para que te cobren
las mentiras que tan bien escondes?
Pero que te volverán.
Sabes que yo
aunque duela no voy a olvidar
esos años y siempre serás
bienvenido a este lugar.
En el que nunca fui tuya.
Búscate a alguien que me sustituya.
Ya lo hiciste una vez
pero tú ya no podrás esconder más
dos caras y un nombre.
Rompe
¿Dónde firmo para que te cobren
las mentiras que tan bien escondes?
Pero que te volverán
gritando mi nombre.
EL PAÍS