Quedan cinco días para que el último genio de la tauromaquia vuelva a enfundarse el traje de torear. Por segundo año consecutivo, el pasado verano tuvo que cortar su temporada por el agravamiento del cuadro depresivo que nuevamente padece. Como confesaba ayer en su entrevista más íntima, «sólo hacía llorar y llorar». Ahora cree estar recuperando la serenidad, aunque sabe que la «incertidumbre» y el «miedo» le acompañarán en su coche de cuadrilla. Ha pasado tanto tiempo sin entrenar que al retomar la práctica deportiva ha sufrido una sobrecarga muscular: «He ido a un fisio, pero no creo que vuelva porque esa crema fría que usan es horrible. Llegué tiritando a la casa». La finca de Álvaro Núñez Benjumea, el ganadero de Núñez del Cuvillo que también buscó refugio en Portugal, se ha convertido en una segunda casa para Morante. Cuentan quienes ahí le han visto que, si su mente lo permite, esta temporada vendrán momentos gloriosos.El torero y empresario Rui Bento le ha abierto las puertas de la plaza de toros de Nazaré, a veinte minutos de su residencia en Marinha Grande. Su apoderado, Pedro Marques, le ha pedido al ganadero de Pinto Barreiros un par de becerras para que el torero entrene y el cronista pueda certificar su buen estado físico y artístico. Pasada la prueba, damos fe de ello. El tentadero está previsto a las cinco de la tarde. Dos horas antes, torero, apoderado, fotógrafo y periodista se sientan en la mesa. «Comed vosotros que yo tengo que torear». Y aguantó el ir y venir de platos hasta que el camarero ofreció los postres. Morante, que quería llegar aliviado al tentadero, pidió dos pasteles con trapío y hechuras de plaza de primera. Las cosas del genio…La plaza de toros de Nazaré tiene un encanto especial Raúl DobladoVestido de corto, su expresión parecía transformarse. «Ya necesitaba recuperar el rito, celebrar este culto al toreo», dice. La ganadería de Pinto Barreiros fue la madre de la cabaña brava portuguesa, encumbrada por aquel toro Ratón al que Manolete bordó en Las Ventas la faena de su vida. Después de tentar las dos becerras, que traían la velocidad de un tren bala japonés y el carácter de un toro de la época de Bombita, Morante lo tuvo aún más claro: «¡Qué fenómeno debió ser Manolete!».El torero tiene ganas de terminar el tratamiento para volver a su tierra. Allí tiene a su gente, y también su incipiente ganadería. Junto a Pedro ha comprado el hierro de Pérez de la Concha, donde con cinco años dio sus primeros muletazos. Se han hecho con una punta de vacas de Alcurrucén y tienen a todos los ganaderos a su disposición para proveerles de vacas y sementales en su finca ‘Malvaloca’, en los términos municipales de Utrera y Las Cabezas de San Juan (Sevilla).—Pero vamos a ver, Pedro, ¿quién va a querer torear nuestra ganadería? —le dice Morante.—Nadie, José Antonio. Nadie.Y ríen a carcajadas. Que en la figura de Morante es la mejor noticia de todas las que podemos ofrecerles de este inolvidable viaje a Portugal. Aunque aún no se les ve muy convencidos, Morante confía en que este «proyecto romántico» termine dando sus frutos. Han encargado un hermoso libro ganadero, como los de antaño. De momento, su mente sólo piensa en la reaparición. Sale a correr por los pinares, camina por la playa, practica esgrima –«por si tengo que dar algún sablazo»– y torea todo lo que puede.El hombre se observa frente al espejo con la convicción de estar viendo nuevamente al torero Raúl Doblado–Le he visto ilusionado y con buena expresión ante las becerras.–Eso procuro. Tengo la preocupación de que físicamente no está siendo fácil después de tanto tiempo parado. Pero cuando estoy delante de las becerras me imagino delante del público e intento animarme. Todos los que me han visto estos días en los tentaderos, que ya he estado en varios en Salamanca y Portugal, me dicen que me han visto bastante bien. Eso me anima, pese a que uno siempre tenga esa duda. –Para ejercitarse ha empezado a practicar esgrima.–Sí, es verdad. En Sevilla nunca vi a nadie practicarlo, pero aquí lo he conocido y me está gustando: se ejercita mucho la concentración y la rapidez. He encontrado a un buen maestro para que me enseñe. Y también es bueno para dar ciertos sablazos [ríe]. –La afición le espera con ilusión e incertidumbre. No saben qué torero encontrarán en Olivenza, e incluso hay quienes siguen con la duda de que no esté. ¿Qué les diría?–La afición está igual que yo. También tengo esa incertidumbre, pero una certeza sí les puedo dar: estaré en Olivenza. Ya veremos después qué torero se van a encontrar. Lo que sí tengo claro es que voy con las mejores intenciones, y por eso he vuelto a asumir la responsabilidad de anunciarme cinco tardes en la Maestranza.–Aunque los carteles de la Feria de Abril se hayan anunciado ahora, usted se comprometió con el empresario allá por el mes de diciembre cuando no las tenía todas consigo. Usted no se alivia con Sevilla ni en los peores momentos.–Sevilla es especial para mí. Soy sevillano y debo estar. Y también agradecer al empresario Ramón Valencia, como a todo el toreo en general, su preocupación y las visitas que me han hecho. Ramón ha venido a verme varias veces a Portugal y le estoy muy agradecido. He querido estar en todas las plazas, aunque ahora tenga esa preocupación por la responsabilidad de Sevilla.Que tuviera el gesto de poner un par de banderillas demuestra que confía en su estado físico Raúl Doblado–Con todo su proceso de recuperación, ¿ha seguido la actualidad taurina? ¿Cómo está viendo la fiesta?–La veo sin tanto peligro, porque hubo un tiempo que me preocupó mucho y por eso hacía aquellos esfuerzos. Quería que se le tuviese atención a nuestra cultura taurina. Sin duda, culturalmente está mejor tratada. Debería decir políticamente, pero la palabra política no suena bien con los toros. –Si procuraba que los políticos se acercaran sin complejos, lo ha conseguido en casos significativos como Santiago Abascal, Juanma Moreno o Antonio Sanz, con los que además mantiene una buena relación.–Sí, por supuesto. Debo decir que Santiago ha estado muy preocupado conmigo todo este tiempo. Y también la Junta de Andalucía. Tanto con uno como con otro mantengo una buena relación. Pero mi verdadera preocupación es que se cuide al toro y al toreo. Creo que por parte de ellos se está consiguiendo y desde aquí quiero darle las gracias. –No dirá lo mismo de Urtasun.–No sé qué es lo que ha dicho. –Más que decir, ha hecho: excluir a la tauromaquia de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes, quitar el Premio Nacional de Tauromaquia…–Lo desconocía. Supongo que será del PSOE, ¿no?–De Sumar.–No me extraña nada. Pero no tiene mandamiento ninguno, ¿no?–Es el ministro de Cultura.–¿Ministro de Cultura? Pues vaya Cultura que tiene ese ministro. Conviene recordar que Morante de la Puebla se ha sometido a un duro tratamiento de electroshocks para aminorar su problema depresivo y poder regresar a los ruedos, teniendo como efecto secundario una amnesia transitoria que le ha borrado muchos recuerdos de su mente. Aunque el maestro no está del todo seguro de que antes de esta terapia conociera realmente quién es el ministro antitaurino. –Ahora es ganadero de bravo. –Es un proyecto romántico que he empezado junto a Pedro. Después de comprar el hierro de Pérez de la Concha fuimos a por unas vacas de Alcurrucén. Es algo que dará sus frutos cuando pasen muchos años y que me parece muy bonito, aunque por el momento no sea demasiado serio. Quizás pronto emprendamos un proyecto más profundo. –Creo que preguntó por la situación de Emilio de Justo en Sevilla.–Fue una labor de Pedro. Pero, bajo mi punto de vista, tenía que estar en el abono sevillano. Sólo sé que se ofreció para matar seis toros de La Quinta. No sé los entresijos que habrán tenido, y no los quiero saber; pero a mí, como compañero, me hubiera gustado verlo en los carteles. –Por segundo año no habrá toros en una plaza de especial significado en la temporada taurina y en su carrera: Ronda.–Es un tema que me preocupa mucho. Como parece que el problema está en la estructura del graderío, he pensado que la Goyesca se podría celebrar con la mitad del aforo y que los beneficios sean para ayudar a la Real Maestranza a pagar las obras. Me pongo a disposición de Francisco [Rivera Ordóñez]. Estoy dispuesto a hacer el esfuerzo e incluso a hablar con mis compañeros que, seguramente, estarían encantados con tal de que se celebrase ese día tan bonito y lleno de cultura. Ronda no puede estar dos años sin toros. Me da miedo, no quiero que se convierta en otra Barcelona. Es muy importante para el pueblo y para su economía. –También es preocupante que, en principio, la Feria de Abril no se vaya a retransmitir. Hay aficionados que no tienen medios o facultades para ir a las plazas de toros.–Me preocupa, sí. Y ahí está el ejemplo de la Comunidad de Madrid con San Isidro. Ojalá Canal Sur encuentre la manera de participar en la Feria de Sevilla para que esa gente que no puede ir a los toros, la vea. Es importante que las corridas vuelvan a las televisiones públicas. Quedan cinco días para que el último genio de la tauromaquia vuelva a enfundarse el traje de torear. Por segundo año consecutivo, el pasado verano tuvo que cortar su temporada por el agravamiento del cuadro depresivo que nuevamente padece. Como confesaba ayer en su entrevista más íntima, «sólo hacía llorar y llorar». Ahora cree estar recuperando la serenidad, aunque sabe que la «incertidumbre» y el «miedo» le acompañarán en su coche de cuadrilla. Ha pasado tanto tiempo sin entrenar que al retomar la práctica deportiva ha sufrido una sobrecarga muscular: «He ido a un fisio, pero no creo que vuelva porque esa crema fría que usan es horrible. Llegué tiritando a la casa». La finca de Álvaro Núñez Benjumea, el ganadero de Núñez del Cuvillo que también buscó refugio en Portugal, se ha convertido en una segunda casa para Morante. Cuentan quienes ahí le han visto que, si su mente lo permite, esta temporada vendrán momentos gloriosos.El torero y empresario Rui Bento le ha abierto las puertas de la plaza de toros de Nazaré, a veinte minutos de su residencia en Marinha Grande. Su apoderado, Pedro Marques, le ha pedido al ganadero de Pinto Barreiros un par de becerras para que el torero entrene y el cronista pueda certificar su buen estado físico y artístico. Pasada la prueba, damos fe de ello. El tentadero está previsto a las cinco de la tarde. Dos horas antes, torero, apoderado, fotógrafo y periodista se sientan en la mesa. «Comed vosotros que yo tengo que torear». Y aguantó el ir y venir de platos hasta que el camarero ofreció los postres. Morante, que quería llegar aliviado al tentadero, pidió dos pasteles con trapío y hechuras de plaza de primera. Las cosas del genio…La plaza de toros de Nazaré tiene un encanto especial Raúl DobladoVestido de corto, su expresión parecía transformarse. «Ya necesitaba recuperar el rito, celebrar este culto al toreo», dice. La ganadería de Pinto Barreiros fue la madre de la cabaña brava portuguesa, encumbrada por aquel toro Ratón al que Manolete bordó en Las Ventas la faena de su vida. Después de tentar las dos becerras, que traían la velocidad de un tren bala japonés y el carácter de un toro de la época de Bombita, Morante lo tuvo aún más claro: «¡Qué fenómeno debió ser Manolete!».El torero tiene ganas de terminar el tratamiento para volver a su tierra. Allí tiene a su gente, y también su incipiente ganadería. Junto a Pedro ha comprado el hierro de Pérez de la Concha, donde con cinco años dio sus primeros muletazos. Se han hecho con una punta de vacas de Alcurrucén y tienen a todos los ganaderos a su disposición para proveerles de vacas y sementales en su finca ‘Malvaloca’, en los términos municipales de Utrera y Las Cabezas de San Juan (Sevilla).—Pero vamos a ver, Pedro, ¿quién va a querer torear nuestra ganadería? —le dice Morante.—Nadie, José Antonio. Nadie.Y ríen a carcajadas. Que en la figura de Morante es la mejor noticia de todas las que podemos ofrecerles de este inolvidable viaje a Portugal. Aunque aún no se les ve muy convencidos, Morante confía en que este «proyecto romántico» termine dando sus frutos. Han encargado un hermoso libro ganadero, como los de antaño. De momento, su mente sólo piensa en la reaparición. Sale a correr por los pinares, camina por la playa, practica esgrima –«por si tengo que dar algún sablazo»– y torea todo lo que puede.El hombre se observa frente al espejo con la convicción de estar viendo nuevamente al torero Raúl Doblado–Le he visto ilusionado y con buena expresión ante las becerras.–Eso procuro. Tengo la preocupación de que físicamente no está siendo fácil después de tanto tiempo parado. Pero cuando estoy delante de las becerras me imagino delante del público e intento animarme. Todos los que me han visto estos días en los tentaderos, que ya he estado en varios en Salamanca y Portugal, me dicen que me han visto bastante bien. Eso me anima, pese a que uno siempre tenga esa duda. –Para ejercitarse ha empezado a practicar esgrima.–Sí, es verdad. En Sevilla nunca vi a nadie practicarlo, pero aquí lo he conocido y me está gustando: se ejercita mucho la concentración y la rapidez. He encontrado a un buen maestro para que me enseñe. Y también es bueno para dar ciertos sablazos [ríe]. –La afición le espera con ilusión e incertidumbre. No saben qué torero encontrarán en Olivenza, e incluso hay quienes siguen con la duda de que no esté. ¿Qué les diría?–La afición está igual que yo. También tengo esa incertidumbre, pero una certeza sí les puedo dar: estaré en Olivenza. Ya veremos después qué torero se van a encontrar. Lo que sí tengo claro es que voy con las mejores intenciones, y por eso he vuelto a asumir la responsabilidad de anunciarme cinco tardes en la Maestranza.–Aunque los carteles de la Feria de Abril se hayan anunciado ahora, usted se comprometió con el empresario allá por el mes de diciembre cuando no las tenía todas consigo. Usted no se alivia con Sevilla ni en los peores momentos.–Sevilla es especial para mí. Soy sevillano y debo estar. Y también agradecer al empresario Ramón Valencia, como a todo el toreo en general, su preocupación y las visitas que me han hecho. Ramón ha venido a verme varias veces a Portugal y le estoy muy agradecido. He querido estar en todas las plazas, aunque ahora tenga esa preocupación por la responsabilidad de Sevilla.Que tuviera el gesto de poner un par de banderillas demuestra que confía en su estado físico Raúl Doblado–Con todo su proceso de recuperación, ¿ha seguido la actualidad taurina? ¿Cómo está viendo la fiesta?–La veo sin tanto peligro, porque hubo un tiempo que me preocupó mucho y por eso hacía aquellos esfuerzos. Quería que se le tuviese atención a nuestra cultura taurina. Sin duda, culturalmente está mejor tratada. Debería decir políticamente, pero la palabra política no suena bien con los toros. –Si procuraba que los políticos se acercaran sin complejos, lo ha conseguido en casos significativos como Santiago Abascal, Juanma Moreno o Antonio Sanz, con los que además mantiene una buena relación.–Sí, por supuesto. Debo decir que Santiago ha estado muy preocupado conmigo todo este tiempo. Y también la Junta de Andalucía. Tanto con uno como con otro mantengo una buena relación. Pero mi verdadera preocupación es que se cuide al toro y al toreo. Creo que por parte de ellos se está consiguiendo y desde aquí quiero darle las gracias. –No dirá lo mismo de Urtasun.–No sé qué es lo que ha dicho. –Más que decir, ha hecho: excluir a la tauromaquia de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes, quitar el Premio Nacional de Tauromaquia…–Lo desconocía. Supongo que será del PSOE, ¿no?–De Sumar.–No me extraña nada. Pero no tiene mandamiento ninguno, ¿no?–Es el ministro de Cultura.–¿Ministro de Cultura? Pues vaya Cultura que tiene ese ministro. Conviene recordar que Morante de la Puebla se ha sometido a un duro tratamiento de electroshocks para aminorar su problema depresivo y poder regresar a los ruedos, teniendo como efecto secundario una amnesia transitoria que le ha borrado muchos recuerdos de su mente. Aunque el maestro no está del todo seguro de que antes de esta terapia conociera realmente quién es el ministro antitaurino. –Ahora es ganadero de bravo. –Es un proyecto romántico que he empezado junto a Pedro. Después de comprar el hierro de Pérez de la Concha fuimos a por unas vacas de Alcurrucén. Es algo que dará sus frutos cuando pasen muchos años y que me parece muy bonito, aunque por el momento no sea demasiado serio. Quizás pronto emprendamos un proyecto más profundo. –Creo que preguntó por la situación de Emilio de Justo en Sevilla.–Fue una labor de Pedro. Pero, bajo mi punto de vista, tenía que estar en el abono sevillano. Sólo sé que se ofreció para matar seis toros de La Quinta. No sé los entresijos que habrán tenido, y no los quiero saber; pero a mí, como compañero, me hubiera gustado verlo en los carteles. –Por segundo año no habrá toros en una plaza de especial significado en la temporada taurina y en su carrera: Ronda.–Es un tema que me preocupa mucho. Como parece que el problema está en la estructura del graderío, he pensado que la Goyesca se podría celebrar con la mitad del aforo y que los beneficios sean para ayudar a la Real Maestranza a pagar las obras. Me pongo a disposición de Francisco [Rivera Ordóñez]. Estoy dispuesto a hacer el esfuerzo e incluso a hablar con mis compañeros que, seguramente, estarían encantados con tal de que se celebrase ese día tan bonito y lleno de cultura. Ronda no puede estar dos años sin toros. Me da miedo, no quiero que se convierta en otra Barcelona. Es muy importante para el pueblo y para su economía. –También es preocupante que, en principio, la Feria de Abril no se vaya a retransmitir. Hay aficionados que no tienen medios o facultades para ir a las plazas de toros.–Me preocupa, sí. Y ahí está el ejemplo de la Comunidad de Madrid con San Isidro. Ojalá Canal Sur encuentre la manera de participar en la Feria de Sevilla para que esa gente que no puede ir a los toros, la vea. Es importante que las corridas vuelvan a las televisiones públicas.
Quedan cinco días para que el último genio de la tauromaquia vuelva a enfundarse el traje de torear. Por segundo año consecutivo, el pasado verano tuvo que cortar su temporada por el agravamiento del cuadro depresivo que nuevamente padece. Como confesaba ayer en su entrevista … más íntima, «sólo hacía llorar y llorar». Ahora cree estar recuperando la serenidad, aunque sabe que la «incertidumbre» y el «miedo» le acompañarán en su coche de cuadrilla. Ha pasado tanto tiempo sin entrenar que al retomar la práctica deportiva ha sufrido una sobrecarga muscular: «He ido a un fisio, pero no creo que vuelva porque esa crema fría que usan es horrible. Llegué tiritando a la casa». La finca de Álvaro Núñez Benjumea, el ganadero de Núñez del Cuvillo que también buscó refugio en Portugal, se ha convertido en una segunda casa para Morante. Cuentan quienes ahí le han visto que, si su mente lo permite, esta temporada vendrán momentos gloriosos.
El torero y empresario Rui Bento le ha abierto las puertas de la plaza de toros de Nazaré, a veinte minutos de su residencia en Marinha Grande. Su apoderado, Pedro Marques, le ha pedido al ganadero de Pinto Barreiros un par de becerras para que el torero entrene y el cronista pueda certificar su buen estado físico y artístico. Pasada la prueba, damos fe de ello. El tentadero está previsto a las cinco de la tarde. Dos horas antes, torero, apoderado, fotógrafo y periodista se sientan en la mesa. «Comed vosotros que yo tengo que torear». Y aguantó el ir y venir de platos hasta que el camarero ofreció los postres. Morante, que quería llegar aliviado al tentadero, pidió dos pasteles con trapío y hechuras de plaza de primera. Las cosas del genio…
Raúl Doblado
Vestido de corto, su expresión parecía transformarse. «Ya necesitaba recuperar el rito, celebrar este culto al toreo», dice. La ganadería de Pinto Barreiros fue la madre de la cabaña brava portuguesa, encumbrada por aquel toro Ratón al que Manolete bordó en Las Ventas la faena de su vida. Después de tentar las dos becerras, que traían la velocidad de un tren bala japonés y el carácter de un toro de la época de Bombita, Morante lo tuvo aún más claro: «¡Qué fenómeno debió ser Manolete!».
El torero tiene ganas de terminar el tratamiento para volver a su tierra. Allí tiene a su gente, y también su incipiente ganadería. Junto a Pedro ha comprado el hierro de Pérez de la Concha, donde con cinco años dio sus primeros muletazos. Se han hecho con una punta de vacas de Alcurrucén y tienen a todos los ganaderos a su disposición para proveerles de vacas y sementales en su finca ‘Malvaloca’, en los términos municipales de Utrera y Las Cabezas de San Juan (Sevilla).
—Pero vamos a ver, Pedro, ¿quién va a querer torear nuestra ganadería? —le dice Morante.
—Nadie, José Antonio. Nadie.
Y ríen a carcajadas. Que en la figura de Morante es la mejor noticia de todas las que podemos ofrecerles de este inolvidable viaje a Portugal. Aunque aún no se les ve muy convencidos, Morante confía en que este «proyecto romántico» termine dando sus frutos. Han encargado un hermoso libro ganadero, como los de antaño. De momento, su mente sólo piensa en la reaparición. Sale a correr por los pinares, camina por la playa, practica esgrima –«por si tengo que dar algún sablazo»– y torea todo lo que puede.
Raúl Doblado
–Le he visto ilusionado y con buena expresión ante las becerras.
–Eso procuro. Tengo la preocupación de que físicamente no está siendo fácil después de tanto tiempo parado. Pero cuando estoy delante de las becerras me imagino delante del público e intento animarme. Todos los que me han visto estos días en los tentaderos, que ya he estado en varios en Salamanca y Portugal, me dicen que me han visto bastante bien. Eso me anima, pese a que uno siempre tenga esa duda.
–Para ejercitarse ha empezado a practicar esgrima.
–Sí, es verdad. En Sevilla nunca vi a nadie practicarlo, pero aquí lo he conocido y me está gustando: se ejercita mucho la concentración y la rapidez. He encontrado a un buen maestro para que me enseñe. Y también es bueno para dar ciertos sablazos [ríe].
–La afición le espera con ilusión e incertidumbre. No saben qué torero encontrarán en Olivenza, e incluso hay quienes siguen con la duda de que no esté. ¿Qué les diría?
–La afición está igual que yo. También tengo esa incertidumbre, pero una certeza sí les puedo dar: estaré en Olivenza. Ya veremos después qué torero se van a encontrar. Lo que sí tengo claro es que voy con las mejores intenciones, y por eso he vuelto a asumir la responsabilidad de anunciarme cinco tardes en la Maestranza.
–Aunque los carteles de la Feria de Abril se hayan anunciado ahora, usted se comprometió con el empresario allá por el mes de diciembre cuando no las tenía todas consigo. Usted no se alivia con Sevilla ni en los peores momentos.
–Sevilla es especial para mí. Soy sevillano y debo estar. Y también agradecer al empresario Ramón Valencia, como a todo el toreo en general, su preocupación y las visitas que me han hecho. Ramón ha venido a verme varias veces a Portugal y le estoy muy agradecido. He querido estar en todas las plazas, aunque ahora tenga esa preocupación por la responsabilidad de Sevilla.
Raúl Doblado
–Con todo su proceso de recuperación, ¿ha seguido la actualidad taurina? ¿Cómo está viendo la fiesta?
–La veo sin tanto peligro, porque hubo un tiempo que me preocupó mucho y por eso hacía aquellos esfuerzos. Quería que se le tuviese atención a nuestra cultura taurina. Sin duda, culturalmente está mejor tratada. Debería decir políticamente, pero la palabra política no suena bien con los toros.
–Si procuraba que los políticos se acercaran sin complejos, lo ha conseguido en casos significativos como Santiago Abascal, Juanma Moreno o Antonio Sanz, con los que además mantiene una buena relación.
–Sí, por supuesto. Debo decir que Santiago ha estado muy preocupado conmigo todo este tiempo. Y también la Junta de Andalucía. Tanto con uno como con otro mantengo una buena relación. Pero mi verdadera preocupación es que se cuide al toro y al toreo. Creo que por parte de ellos se está consiguiendo y desde aquí quiero darle las gracias.
–No dirá lo mismo de Urtasun.
–No sé qué es lo que ha dicho.
–Más que decir, ha hecho: excluir a la tauromaquia de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes, quitar el Premio Nacional de Tauromaquia…
–Lo desconocía. Supongo que será del PSOE, ¿no?
–De Sumar.
–No me extraña nada. Pero no tiene mandamiento ninguno, ¿no?
–Es el ministro de Cultura.
–¿Ministro de Cultura? Pues vaya Cultura que tiene ese ministro.
Conviene recordar que Morante de la Puebla se ha sometido a un duro tratamiento de electroshocks para aminorar su problema depresivo y poder regresar a los ruedos, teniendo como efecto secundario una amnesia transitoria que le ha borrado muchos recuerdos de su mente. Aunque el maestro no está del todo seguro de que antes de esta terapia conociera realmente quién es el ministro antitaurino.
–Ahora es ganadero de bravo.
–Es un proyecto romántico que he empezado junto a Pedro. Después de comprar el hierro de Pérez de la Concha fuimos a por unas vacas de Alcurrucén. Es algo que dará sus frutos cuando pasen muchos años y que me parece muy bonito, aunque por el momento no sea demasiado serio. Quizás pronto emprendamos un proyecto más profundo.
–Creo que preguntó por la situación de Emilio de Justo en Sevilla.
–Fue una labor de Pedro. Pero, bajo mi punto de vista, tenía que estar en el abono sevillano. Sólo sé que se ofreció para matar seis toros de La Quinta. No sé los entresijos que habrán tenido, y no los quiero saber; pero a mí, como compañero, me hubiera gustado verlo en los carteles.
–Por segundo año no habrá toros en una plaza de especial significado en la temporada taurina y en su carrera: Ronda.
–Es un tema que me preocupa mucho. Como parece que el problema está en la estructura del graderío, he pensado que la Goyesca se podría celebrar con la mitad del aforo y que los beneficios sean para ayudar a la Real Maestranza a pagar las obras. Me pongo a disposición de Francisco [Rivera Ordóñez]. Estoy dispuesto a hacer el esfuerzo e incluso a hablar con mis compañeros que, seguramente, estarían encantados con tal de que se celebrase ese día tan bonito y lleno de cultura. Ronda no puede estar dos años sin toros. Me da miedo, no quiero que se convierta en otra Barcelona. Es muy importante para el pueblo y para su economía.
–También es preocupante que, en principio, la Feria de Abril no se vaya a retransmitir. Hay aficionados que no tienen medios o facultades para ir a las plazas de toros.
–Me preocupa, sí. Y ahí está el ejemplo de la Comunidad de Madrid con San Isidro. Ojalá Canal Sur encuentre la manera de participar en la Feria de Sevilla para que esa gente que no puede ir a los toros, la vea. Es importante que las corridas vuelvan a las televisiones públicas.
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