El poder de Los Javis se demuestra en que Nacho Vigalondo ha hecho la serie que le ha dado la gana sobre Tamara y su troupe. Se te puede ocurrir, pero te la tienen que financiar. Tamara Ámbar Yurena de todos los Santos es la protagonista de ‘Superestar’ (Netflix) , ficción coral con episodios dedicados a cada uno de sus estrafalarios acompañantes. Con conocimiento de ese universo marciano y mamarracho más una documentación exhaustiva, se convierte el agua en vino y la realidad en poesía. En una televisión tan descabellada como aquella en la que campó el Tamarismo. ‘Superestar’ tiene una estética y un lenguaje que la hacen diferente, más allá de su estrafalario paisanaje. Y tiene líneas de diálogo para repetir como las de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ Es importante el punto de vista de cada personaje (Tamara, Margarita Seisdedos, Leonardo Dantés, Tony Genil, Paco Porras, Arlequín y Loli Álvarez; unos fabulosos Ingrid García Jonsson, Rocío Ibáñez, Secun de la Rosa, Pepón Nieto, Carlos Areces, Julián Villagrán y Natalia de Molina). Es un ‘Rashomon’ pasado por ‘Twin Peaks’, ‘The Curse’ y por el cariño a estos seres que tendría John Waters. Vigalondo les ha sacado la esencia, la pulpa, la parte mollar para mostrárnoslos a través de túneles, agujeros negros, multiversos, dobles o la sección del ‘Pronto’ ‘¿Qué habría sido de mi vida si…?».Noticia Relacionada estandar No La vida de Ingrid García Jonsson, Yurena en ‘Superestar’: su desconocido novio y su relación con Broncano Patricia Marcos La actriz, que encarna a Yurena en la nueva serie de Netflix, ha reconocido en varias ocasiones sufrir la inestabilidad de la profesiónEl 2000 no trajo ninguna catástrofe tecnológica, trajo a esta gente (Belén Esteban llegó un poco después) para desestabilizar el concepto de fama. «Sois cochambrosos, pero sois graciosos», dice Leonardo Dantés. Lo eran. Como lo era Paquita de Mónaco, tía del marido acróbata de Estefanía de Mónaco, que sale y era habitual de los programas de Teresa Campos (recreada por Terelu). Vigalondo es Joaquín Sardana y presenta ‘Tiempo de Marte’. Y si te fijas, la Pringada es Pilar Rahola. Tamara apareció como presunta novia de Paco Porras, vidente de hortalizas. Y decía estar embarazada. Luego también dijo haber abortado. En 2000 publicó un disco con ‘No cambié’ y ‘A por ti’. Loly Álvarez ya había grabado la primera. Con la ayuda de Alaska publicó ‘Superestar’, álbum con producción de Carlos Berlanga o Nacho Canut. Y aunque pedíamos en las bodas ‘No cambié’, su carrera musical palidecía ante la criatura televisiva. Margarita Seisdedos fue la verdadera madre de la artista (más que la de la Pantoja)En ‘Crónicas marcianas’ (con madre) o en ‘Hotel Glam’, invento de Gestmusic entre National Geographic, Barrio Sésamo y una película de Rocco Sifredi. Margarita Seisdedos fue la verdadera madre de la artista (más que la de la Pantoja). Se implicó en su carrera, iba a la tele a defenderla y daba bolsazos. Con ladrillo o sin ladrillo, objeto que también poetiza Vigalondo. Era la más normal en ese circo con cámaras (lo que hacen Vito Quiles, Ndongo o Rufián, espectáculo para ser grabado, ya lo hacían estas personas). No era la primera vez que la gente de la tele era objeto de chufla. Ahí está mucho antes José Legrá en ‘Tutti Fruti’, al que hacían leer un texto lleno de obstáculos para que no diera ni una, él se tronchara y el espectador, también.A Tamara (me niego a llamarla de otra manera) se la quiere más después de ‘Superestar’. Y a su madre. A Tamara le ha gustado ‘Superestar’. Ha llorado al verla. Lo que no le habrá gustado es que se escuche ‘Si nos dejan’ en la voz de esa cantante de boleros que le quitó el nombre. El poder de Los Javis se demuestra en que Nacho Vigalondo ha hecho la serie que le ha dado la gana sobre Tamara y su troupe. Se te puede ocurrir, pero te la tienen que financiar. Tamara Ámbar Yurena de todos los Santos es la protagonista de ‘Superestar’ (Netflix) , ficción coral con episodios dedicados a cada uno de sus estrafalarios acompañantes. Con conocimiento de ese universo marciano y mamarracho más una documentación exhaustiva, se convierte el agua en vino y la realidad en poesía. En una televisión tan descabellada como aquella en la que campó el Tamarismo. ‘Superestar’ tiene una estética y un lenguaje que la hacen diferente, más allá de su estrafalario paisanaje. Y tiene líneas de diálogo para repetir como las de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ Es importante el punto de vista de cada personaje (Tamara, Margarita Seisdedos, Leonardo Dantés, Tony Genil, Paco Porras, Arlequín y Loli Álvarez; unos fabulosos Ingrid García Jonsson, Rocío Ibáñez, Secun de la Rosa, Pepón Nieto, Carlos Areces, Julián Villagrán y Natalia de Molina). Es un ‘Rashomon’ pasado por ‘Twin Peaks’, ‘The Curse’ y por el cariño a estos seres que tendría John Waters. Vigalondo les ha sacado la esencia, la pulpa, la parte mollar para mostrárnoslos a través de túneles, agujeros negros, multiversos, dobles o la sección del ‘Pronto’ ‘¿Qué habría sido de mi vida si…?».Noticia Relacionada estandar No La vida de Ingrid García Jonsson, Yurena en ‘Superestar’: su desconocido novio y su relación con Broncano Patricia Marcos La actriz, que encarna a Yurena en la nueva serie de Netflix, ha reconocido en varias ocasiones sufrir la inestabilidad de la profesiónEl 2000 no trajo ninguna catástrofe tecnológica, trajo a esta gente (Belén Esteban llegó un poco después) para desestabilizar el concepto de fama. «Sois cochambrosos, pero sois graciosos», dice Leonardo Dantés. Lo eran. Como lo era Paquita de Mónaco, tía del marido acróbata de Estefanía de Mónaco, que sale y era habitual de los programas de Teresa Campos (recreada por Terelu). Vigalondo es Joaquín Sardana y presenta ‘Tiempo de Marte’. Y si te fijas, la Pringada es Pilar Rahola. Tamara apareció como presunta novia de Paco Porras, vidente de hortalizas. Y decía estar embarazada. Luego también dijo haber abortado. En 2000 publicó un disco con ‘No cambié’ y ‘A por ti’. Loly Álvarez ya había grabado la primera. Con la ayuda de Alaska publicó ‘Superestar’, álbum con producción de Carlos Berlanga o Nacho Canut. Y aunque pedíamos en las bodas ‘No cambié’, su carrera musical palidecía ante la criatura televisiva. Margarita Seisdedos fue la verdadera madre de la artista (más que la de la Pantoja)En ‘Crónicas marcianas’ (con madre) o en ‘Hotel Glam’, invento de Gestmusic entre National Geographic, Barrio Sésamo y una película de Rocco Sifredi. Margarita Seisdedos fue la verdadera madre de la artista (más que la de la Pantoja). Se implicó en su carrera, iba a la tele a defenderla y daba bolsazos. Con ladrillo o sin ladrillo, objeto que también poetiza Vigalondo. Era la más normal en ese circo con cámaras (lo que hacen Vito Quiles, Ndongo o Rufián, espectáculo para ser grabado, ya lo hacían estas personas). No era la primera vez que la gente de la tele era objeto de chufla. Ahí está mucho antes José Legrá en ‘Tutti Fruti’, al que hacían leer un texto lleno de obstáculos para que no diera ni una, él se tronchara y el espectador, también.A Tamara (me niego a llamarla de otra manera) se la quiere más después de ‘Superestar’. Y a su madre. A Tamara le ha gustado ‘Superestar’. Ha llorado al verla. Lo que no le habrá gustado es que se escuche ‘Si nos dejan’ en la voz de esa cantante de boleros que le quitó el nombre.
El poder de Los Javis se demuestra en que Nacho Vigalondo ha hecho la serie que le ha dado la gana sobre Tamara y su troupe
El poder de Los Javis se demuestra en que Nacho Vigalondo ha hecho la serie que le ha dado la gana sobre Tamara y su troupe. Se te puede ocurrir, pero te la tienen que financiar. Tamara Ámbar Yurena de todos … los Santos es la protagonista de ‘Superestar’ (Netflix), ficción coral con episodios dedicados a cada uno de sus estrafalarios acompañantes. Con conocimiento de ese universo marciano y mamarracho más una documentación exhaustiva, se convierte el agua en vino y la realidad en poesía. En una televisión tan descabellada como aquella en la que campó el Tamarismo. ‘Superestar’ tiene una estética y un lenguaje que la hacen diferente, más allá de su estrafalario paisanaje. Y tiene líneas de diálogo para repetir como las de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’
Es importante el punto de vista de cada personaje (Tamara, Margarita Seisdedos, Leonardo Dantés, Tony Genil, Paco Porras, Arlequín y Loli Álvarez; unos fabulosos Ingrid García Jonsson, Rocío Ibáñez, Secun de la Rosa, Pepón Nieto, Carlos Areces, Julián Villagrán y Natalia de Molina). Es un ‘Rashomon’ pasado por ‘Twin Peaks’, ‘The Curse’ y por el cariño a estos seres que tendría John Waters. Vigalondo les ha sacado la esencia, la pulpa, la parte mollar para mostrárnoslos a través de túneles, agujeros negros, multiversos, dobles o la sección del ‘Pronto’ ‘¿Qué habría sido de mi vida si…?».
El 2000 no trajo ninguna catástrofe tecnológica, trajo a esta gente (Belén Esteban llegó un poco después) para desestabilizar el concepto de fama. «Sois cochambrosos, pero sois graciosos», dice Leonardo Dantés. Lo eran. Como lo era Paquita de Mónaco, tía del marido acróbata de Estefanía de Mónaco, que sale y era habitual de los programas de Teresa Campos (recreada por Terelu). Vigalondo es Joaquín Sardana y presenta ‘Tiempo de Marte’. Y si te fijas, la Pringada es Pilar Rahola.
Tamara apareció como presunta novia de Paco Porras, vidente de hortalizas. Y decía estar embarazada. Luego también dijo haber abortado. En 2000 publicó un disco con ‘No cambié’ y ‘A por ti’. Loly Álvarez ya había grabado la primera. Con la ayuda de Alaska publicó ‘Superestar’, álbum con producción de Carlos Berlanga o Nacho Canut. Y aunque pedíamos en las bodas ‘No cambié’, su carrera musical palidecía ante la criatura televisiva.
Margarita Seisdedos fue la verdadera madre de la artista (más que la de la Pantoja)
En ‘Crónicas marcianas’ (con madre) o en ‘Hotel Glam’, invento de Gestmusic entre National Geographic, Barrio Sésamo y una película de Rocco Sifredi. Margarita Seisdedos fue la verdadera madre de la artista (más que la de la Pantoja). Se implicó en su carrera, iba a la tele a defenderla y daba bolsazos. Con ladrillo o sin ladrillo, objeto que también poetiza Vigalondo. Era la más normal en ese circo con cámaras (lo que hacen Vito Quiles, Ndongo o Rufián, espectáculo para ser grabado, ya lo hacían estas personas). No era la primera vez que la gente de la tele era objeto de chufla. Ahí está mucho antes José Legrá en ‘Tutti Fruti’, al que hacían leer un texto lleno de obstáculos para que no diera ni una, él se tronchara y el espectador, también.
A Tamara (me niego a llamarla de otra manera) se la quiere más después de ‘Superestar’. Y a su madre. A Tamara le ha gustado ‘Superestar’. Ha llorado al verla. Lo que no le habrá gustado es que se escuche ‘Si nos dejan’ en la voz de esa cantante de boleros que le quitó el nombre.
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