Rafael Argullol (Barcelona, 1949) rechaza las etiquetas que le endosan los hacedores de currículums y titulares periodísticos. Ni humanista, ni creador, ni pensador. Tampoco poeta, narrador o profesor. La peor de las etiquetas, filósofo: «¿Existe el oficio de filósofo? No, a excepción de unos cuantos seres ridículos que hacen gala de ello», sentencia. A punto de cumplir 76 años, Argullol piensa y escribe en transversal. Escritura a mano para sentirse más responsable de lo escrito . Treinta y cinco títulos —novelas, ensayos, poemarios— de una obra que agavilla filosofía, estética, memoria personal, episodios históricos, bíblicos y mitológicos, miradas sobre el presente sin caer en la apología presentista, viajes e inmersiones en otras culturas, experiencia del dolor… ENSAYO ‘Rafael Argullol: caminar, pensar, escribir’ Autor Varios autores Editorial Acantilado Año 2025 Páginas 431 Precio 26 euros 4En ‘Rafael Argullol: caminar, pensar, escribir’ Victoria Cirlot, Tamara Djermanovic y Estela Ocampo convocan a colegas y discípulos . Lectores amigos de quien es, sobre todo, escritor. La treintena larga de glosadores destaca el nomadismo y la aventura intelectual, la necesidad del enigma, la mirada sobre el erotismo y el maridaje del mito y la autobiografía. Argullol confiesa a Juan Malpartida que quiso ser cirujano o astrónomo, vocaciones que abandonó, pero que guiarían su forma de ser escritor. Conjunción de microscopio y telescopio: «La lente del microscopio enfoca la intimidad. Pero cuando la intimidad amenaza con ser obscena, cambio de lente. La lente del telescopio enfoca la idea, pero cuando la idea amenaza con ser demasiado abstracta, vuelvo a cambiar de lente y procuro que la escritura aparezca tensa entre el pensamiento y la sensorialidad », explica. Tamara Djermanovic identifica el humus autobiográfico que hace crecer obras como ‘Poema’, ‘Visión desde el fondo del mar’, ‘Una educación sensorial’ (ambas radicadas en la infancia y adolescencia) o ‘Davalú o el dolor’ (sus problemas de salud). De las experiencias viajeras Argullol deja constancia en las novelas ‘Lampedusa’ (Sicilia), ‘El asalto al cielo’ (Guatemala), ‘Desciende río invisible’ (Cabo de Gata). ‘Transeuropa’ (Rusia)…Confiesa que quiso ser cirujano o astrónomo, vocaciones que abandonó, pero que guiarían su forma de ser escritor. Conjunción de microscopio y telescopioSus lectores coinciden que la ‘summa’ argulloliana de lo vivido se halla en ‘Visión desde el fondo del mar’. El volumen recoge una reseña de Eugenio Trías —coautor con Argullol de ‘El cansancio de Occidente’— en el ABC Cultural (30 de septiembre de 2010). Su ‘Visión’ aporta un autorretrato infinito: «Concatenación bien punteada de descensos en los hondones de la memoria —infancia, colegio, Primera Comunión— o en correrías policiales en la época universitaria (con terribles días pasados en comisaría, en tiempos previos a la Transición)», escribe Trías. Una conversación con Félix Riera acerca de ‘Danza humana’ (en el momento de compilar el libro, año 2021, no se había publicado) pone el broche al volumen. Los diez libros que la componen actúan como cantos rodados que Argullol lanza sobre la superficie de la vida para que salten ‘indefinidamente’ sin hundirse jamás: verdad, restitución, desprendimiento, enigma, jovialidad, divinidad, antagonismo, afinidad, luz y libertad. Tras la lectura de ‘El fin del mundo como obra de arte’ el que fue su maestro, José María Valverde , consignaba en 1992 la ‘transversalidad’ que dinamita la estanqueidad del género literario. ¿Poesía, novela, ensayo? Rafael Argullol . Rafael Argullol (Barcelona, 1949) rechaza las etiquetas que le endosan los hacedores de currículums y titulares periodísticos. Ni humanista, ni creador, ni pensador. Tampoco poeta, narrador o profesor. La peor de las etiquetas, filósofo: «¿Existe el oficio de filósofo? No, a excepción de unos cuantos seres ridículos que hacen gala de ello», sentencia. A punto de cumplir 76 años, Argullol piensa y escribe en transversal. Escritura a mano para sentirse más responsable de lo escrito . Treinta y cinco títulos —novelas, ensayos, poemarios— de una obra que agavilla filosofía, estética, memoria personal, episodios históricos, bíblicos y mitológicos, miradas sobre el presente sin caer en la apología presentista, viajes e inmersiones en otras culturas, experiencia del dolor… ENSAYO ‘Rafael Argullol: caminar, pensar, escribir’ Autor Varios autores Editorial Acantilado Año 2025 Páginas 431 Precio 26 euros 4En ‘Rafael Argullol: caminar, pensar, escribir’ Victoria Cirlot, Tamara Djermanovic y Estela Ocampo convocan a colegas y discípulos . Lectores amigos de quien es, sobre todo, escritor. La treintena larga de glosadores destaca el nomadismo y la aventura intelectual, la necesidad del enigma, la mirada sobre el erotismo y el maridaje del mito y la autobiografía. Argullol confiesa a Juan Malpartida que quiso ser cirujano o astrónomo, vocaciones que abandonó, pero que guiarían su forma de ser escritor. Conjunción de microscopio y telescopio: «La lente del microscopio enfoca la intimidad. Pero cuando la intimidad amenaza con ser obscena, cambio de lente. La lente del telescopio enfoca la idea, pero cuando la idea amenaza con ser demasiado abstracta, vuelvo a cambiar de lente y procuro que la escritura aparezca tensa entre el pensamiento y la sensorialidad », explica. Tamara Djermanovic identifica el humus autobiográfico que hace crecer obras como ‘Poema’, ‘Visión desde el fondo del mar’, ‘Una educación sensorial’ (ambas radicadas en la infancia y adolescencia) o ‘Davalú o el dolor’ (sus problemas de salud). De las experiencias viajeras Argullol deja constancia en las novelas ‘Lampedusa’ (Sicilia), ‘El asalto al cielo’ (Guatemala), ‘Desciende río invisible’ (Cabo de Gata). ‘Transeuropa’ (Rusia)…Confiesa que quiso ser cirujano o astrónomo, vocaciones que abandonó, pero que guiarían su forma de ser escritor. Conjunción de microscopio y telescopioSus lectores coinciden que la ‘summa’ argulloliana de lo vivido se halla en ‘Visión desde el fondo del mar’. El volumen recoge una reseña de Eugenio Trías —coautor con Argullol de ‘El cansancio de Occidente’— en el ABC Cultural (30 de septiembre de 2010). Su ‘Visión’ aporta un autorretrato infinito: «Concatenación bien punteada de descensos en los hondones de la memoria —infancia, colegio, Primera Comunión— o en correrías policiales en la época universitaria (con terribles días pasados en comisaría, en tiempos previos a la Transición)», escribe Trías. Una conversación con Félix Riera acerca de ‘Danza humana’ (en el momento de compilar el libro, año 2021, no se había publicado) pone el broche al volumen. Los diez libros que la componen actúan como cantos rodados que Argullol lanza sobre la superficie de la vida para que salten ‘indefinidamente’ sin hundirse jamás: verdad, restitución, desprendimiento, enigma, jovialidad, divinidad, antagonismo, afinidad, luz y libertad. Tras la lectura de ‘El fin del mundo como obra de arte’ el que fue su maestro, José María Valverde , consignaba en 1992 la ‘transversalidad’ que dinamita la estanqueidad del género literario. ¿Poesía, novela, ensayo? Rafael Argullol .
Rafael Argullol (Barcelona, 1949) rechaza las etiquetas que le endosan los hacedores de currículums y titulares periodísticos. Ni humanista, ni creador, ni pensador. Tampoco poeta, narrador o profesor. La peor de las etiquetas, filósofo: «¿Existe el oficio de filósofo? No, a excepción de … unos cuantos seres ridículos que hacen gala de ello», sentencia.
A punto de cumplir 76 años, Argullol piensa y escribe en transversal. Escritura a mano para sentirse más responsable de lo escrito. Treinta y cinco títulos —novelas, ensayos, poemarios— de una obra que agavilla filosofía, estética, memoria personal, episodios históricos, bíblicos y mitológicos, miradas sobre el presente sin caer en la apología presentista, viajes e inmersiones en otras culturas, experiencia del dolor…
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Autor
Varios autores -
Editorial
Acantilado -
Año
2025 -
Páginas
431 -
Precio
26 euros
En ‘Rafael Argullol: caminar, pensar, escribir’ Victoria Cirlot, Tamara Djermanovic y Estela Ocampo convocan a colegas y discípulos. Lectores amigos de quien es, sobre todo, escritor. La treintena larga de glosadores destaca el nomadismo y la aventura intelectual, la necesidad del enigma, la mirada sobre el erotismo y el maridaje del mito y la autobiografía.
Argullol confiesa a Juan Malpartida que quiso ser cirujano o astrónomo, vocaciones que abandonó, pero que guiarían su forma de ser escritor. Conjunción de microscopio y telescopio: «La lente del microscopio enfoca la intimidad. Pero cuando la intimidad amenaza con ser obscena, cambio de lente. La lente del telescopio enfoca la idea, pero cuando la idea amenaza con ser demasiado abstracta, vuelvo a cambiar de lente y procuro que la escritura aparezca tensa entre el pensamiento y la sensorialidad», explica.
Tamara Djermanovic identifica el humus autobiográfico que hace crecer obras como ‘Poema’, ‘Visión desde el fondo del mar’, ‘Una educación sensorial’ (ambas radicadas en la infancia y adolescencia) o ‘Davalú o el dolor’ (sus problemas de salud). De las experiencias viajeras Argullol deja constancia en las novelas ‘Lampedusa’ (Sicilia), ‘El asalto al cielo’ (Guatemala), ‘Desciende río invisible’ (Cabo de Gata). ‘Transeuropa’ (Rusia)…
Confiesa que quiso ser cirujano o astrónomo, vocaciones que abandonó, pero que guiarían su forma de ser escritor. Conjunción de microscopio y telescopio
Sus lectores coinciden que la ‘summa’ argulloliana de lo vivido se halla en ‘Visión desde el fondo del mar’. El volumen recoge una reseña de Eugenio Trías —coautor con Argullol de ‘El cansancio de Occidente’— en el ABC Cultural (30 de septiembre de 2010). Su ‘Visión’ aporta un autorretrato infinito: «Concatenación bien punteada de descensos en los hondones de la memoria —infancia, colegio, Primera Comunión— o en correrías policiales en la época universitaria (con terribles días pasados en comisaría, en tiempos previos a la Transición)», escribe Trías.
Una conversación con Félix Riera acerca de ‘Danza humana’ (en el momento de compilar el libro, año 2021, no se había publicado) pone el broche al volumen. Los diez libros que la componen actúan como cantos rodados que Argullol lanza sobre la superficie de la vida para que salten ‘indefinidamente’ sin hundirse jamás: verdad, restitución, desprendimiento, enigma, jovialidad, divinidad, antagonismo, afinidad, luz y libertad.
Tras la lectura de ‘El fin del mundo como obra de arte’ el que fue su maestro, José María Valverde, consignaba en 1992 la ‘transversalidad’ que dinamita la estanqueidad del género literario. ¿Poesía, novela, ensayo? Rafael Argullol.
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