Un antiguo mosaico romano que representa a una pareja de amantes ha sido devuelto a Pompeya , décadas después de que fuera robado por un oficial nazi en 1944 . El mosaico, en pequeñas teselas sobre una losa de travertino, representa una escena erótica . Se supone que decoraba el suelo de una habitación reservada al propietario de una domus pompeyana , antes de que la erupción del Vesubio la sepultara en el año 79 d. C. El capitán de las fuerzas armadas de la Alemania nazi que robó el mosaico gestionaba la cadena de suministros militares en Italia. Se lo llevó a Alemania y se lo dio a un amigo, quien lo conservó hasta su muerte. Sus herederos han devuelto la obra al Núcleo de Tutela del Patrimonio Cultural italiano. Los expertos apuntan a que el mosaico data de un periodo comprendido entre mediados del siglo I a. C. y el siglo I d. C. Para el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, su valor es doble, ya que ilustra un punto de inflexión cultural en Pompeya. En esa época, el arte, además de representar a los dioses y héroes mitológicos, se adentró en algo más humano: la intimidad del hogar y el amor conyugal. « Es el momento en el que el tema del amor doméstico se convierte en un tema artístico », explicó el director, y añadió un detalle curioso: La expresión del hombre parece «casi un poco aburrida». No es un secreto que Pompeya es conocida por su arte erótico. Los pompeyanos pintaban símbolos fálicos en sus hogares, creyendo que traían riqueza, fertilidad y buena suerte. Célebres son las representaciones de Príapo , el dios de la fertilidad, pesando su pene en una balanza; o la imagen de Leda , la reina de Esparta en la mitología griega, seducida por Zeus, transformado en un cisne. Este último fresco, descubierto en 2018 en el dormitorio de una domus, fue descrito por el director del Parque Arqueológico de Pompeya como «único y excepcional» por su ejecución y su temática especialmente sensual. En octubre del pasado año, los arqueólogos sacaron también a la luz una pintura mural en la Casa de Fedra que muestra una escena de sexo entre un sátiro y una ninfa , que, según los expertos, pueden ser Venus y Adonis. Una herida que se cierraGabriel Zuchtriegel ha celebrado la recuperación de este mosaico robado: « Cada obra de arte saqueada que regresa es una herida que se cierra », declaró el director del Parque Arqueológico de Pompeya, al recibir de manos del general Francesco Gargaro, comandante de los Carabinieri para la Protección del Patrimonio Cultural. «El perjuicio -añadió el director del Parque- no reside tanto en el valor material de la obra como en su valor histórico; un valor muy comprometido por el tráfico ilícito de antigüedades . No conocemos la procedencia exacta de la obra y probablemente nunca la conoceremos; realizaremos más estudios y análisis para reconstruir su historia en la medida de lo posible. El estudio, el conocimiento y el disfrute público del patrimonio son las flores de loto que crecen sobre el fango del saqueo impulsado por el ansia de posesión y el egoísmo de quienes arrebatan los hallazgos arqueológicos a la comunidad».Vista frontal del mosaico de Pompeya PARQUE ARQUEOLÓGICO DE POMPEYAAl mismo tiempo, el director del Parque Arqueológico ha destacado que la decisión de los herederos del propietario de devolver el mosaico refleja un cambio en la mentalidad de quienes poseen objetos robados, ya que «la sensación de posesión de una obra robada se convierte en una pesada carga ». Así lo explica el director del Parque: «Vemos esto a menudo en las numerosas cartas que recibimos de personas que quizás hayan robado solo una piedra para traer a casa un trozo de Pompeya». El general de División Francesco Gargaro, que lidera los Carabinieri para la Protección del Patrimonio Cultural, detalló el minucioso trabajo que llevó a la repatriación. Aunque la pieza no estaba en su base de datos de obras robadas , la colaboración con la Superintendencia Arqueológica de Pompeya fue clave para confirmar su autenticidad y su procedencia. La repatriación fue un complejo proceso diplomático gestionado por el Consulado General de Italia en Stuttgart, que culminó con la entrega a Pompeya. Este retorno del mosaico no es un caso aislado. De hecho, se suma a una lista creciente de restituciones, y muchos lo atribuyen a la famosa « maldición de Pompeya ». La leyenda dice que quienes se llevan objetos del parque arqueológico están condenados a sufrir desgracias. Se han dado numerosos casos de turistas que, arrepentidos, han devuelto sus recuerdos robados, citando problemas de salud, financieros o de mala suerte en general. Noticias relacionadas estandar Si A la desesperada Pompeya revela el intento de una familia por escapar de la erupción del Vesubio Ángel Gómez Fuentes | Corresponsal en Roma estandar Si Las mujeres que el Vesubio no pudo borrar: historias reales desde Pompeya Ángel Gómez FuentesMuchos de los turistas que se llevaron algún objeto antiguo de Pompeya, en sus cartas justifican su devolución explicando que les ha traído mala suerte. Conocido es el caso de una mujer canadiense que robó en el 2005 un fragmento de ánfora y un trozo de cerámica, devolviéndolos 15 años después, con una carta en la que explicaba que le habían traído desgracias, incluyendo un cáncer de mama y problemas económicos a la familia. Un antiguo mosaico romano que representa a una pareja de amantes ha sido devuelto a Pompeya , décadas después de que fuera robado por un oficial nazi en 1944 . El mosaico, en pequeñas teselas sobre una losa de travertino, representa una escena erótica . Se supone que decoraba el suelo de una habitación reservada al propietario de una domus pompeyana , antes de que la erupción del Vesubio la sepultara en el año 79 d. C. El capitán de las fuerzas armadas de la Alemania nazi que robó el mosaico gestionaba la cadena de suministros militares en Italia. Se lo llevó a Alemania y se lo dio a un amigo, quien lo conservó hasta su muerte. Sus herederos han devuelto la obra al Núcleo de Tutela del Patrimonio Cultural italiano. Los expertos apuntan a que el mosaico data de un periodo comprendido entre mediados del siglo I a. C. y el siglo I d. C. Para el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, su valor es doble, ya que ilustra un punto de inflexión cultural en Pompeya. En esa época, el arte, además de representar a los dioses y héroes mitológicos, se adentró en algo más humano: la intimidad del hogar y el amor conyugal. « Es el momento en el que el tema del amor doméstico se convierte en un tema artístico », explicó el director, y añadió un detalle curioso: La expresión del hombre parece «casi un poco aburrida». No es un secreto que Pompeya es conocida por su arte erótico. Los pompeyanos pintaban símbolos fálicos en sus hogares, creyendo que traían riqueza, fertilidad y buena suerte. Célebres son las representaciones de Príapo , el dios de la fertilidad, pesando su pene en una balanza; o la imagen de Leda , la reina de Esparta en la mitología griega, seducida por Zeus, transformado en un cisne. Este último fresco, descubierto en 2018 en el dormitorio de una domus, fue descrito por el director del Parque Arqueológico de Pompeya como «único y excepcional» por su ejecución y su temática especialmente sensual. En octubre del pasado año, los arqueólogos sacaron también a la luz una pintura mural en la Casa de Fedra que muestra una escena de sexo entre un sátiro y una ninfa , que, según los expertos, pueden ser Venus y Adonis. Una herida que se cierraGabriel Zuchtriegel ha celebrado la recuperación de este mosaico robado: « Cada obra de arte saqueada que regresa es una herida que se cierra », declaró el director del Parque Arqueológico de Pompeya, al recibir de manos del general Francesco Gargaro, comandante de los Carabinieri para la Protección del Patrimonio Cultural. «El perjuicio -añadió el director del Parque- no reside tanto en el valor material de la obra como en su valor histórico; un valor muy comprometido por el tráfico ilícito de antigüedades . No conocemos la procedencia exacta de la obra y probablemente nunca la conoceremos; realizaremos más estudios y análisis para reconstruir su historia en la medida de lo posible. El estudio, el conocimiento y el disfrute público del patrimonio son las flores de loto que crecen sobre el fango del saqueo impulsado por el ansia de posesión y el egoísmo de quienes arrebatan los hallazgos arqueológicos a la comunidad».Vista frontal del mosaico de Pompeya PARQUE ARQUEOLÓGICO DE POMPEYAAl mismo tiempo, el director del Parque Arqueológico ha destacado que la decisión de los herederos del propietario de devolver el mosaico refleja un cambio en la mentalidad de quienes poseen objetos robados, ya que «la sensación de posesión de una obra robada se convierte en una pesada carga ». Así lo explica el director del Parque: «Vemos esto a menudo en las numerosas cartas que recibimos de personas que quizás hayan robado solo una piedra para traer a casa un trozo de Pompeya». El general de División Francesco Gargaro, que lidera los Carabinieri para la Protección del Patrimonio Cultural, detalló el minucioso trabajo que llevó a la repatriación. Aunque la pieza no estaba en su base de datos de obras robadas , la colaboración con la Superintendencia Arqueológica de Pompeya fue clave para confirmar su autenticidad y su procedencia. La repatriación fue un complejo proceso diplomático gestionado por el Consulado General de Italia en Stuttgart, que culminó con la entrega a Pompeya. Este retorno del mosaico no es un caso aislado. De hecho, se suma a una lista creciente de restituciones, y muchos lo atribuyen a la famosa « maldición de Pompeya ». La leyenda dice que quienes se llevan objetos del parque arqueológico están condenados a sufrir desgracias. Se han dado numerosos casos de turistas que, arrepentidos, han devuelto sus recuerdos robados, citando problemas de salud, financieros o de mala suerte en general. Noticias relacionadas estandar Si A la desesperada Pompeya revela el intento de una familia por escapar de la erupción del Vesubio Ángel Gómez Fuentes | Corresponsal en Roma estandar Si Las mujeres que el Vesubio no pudo borrar: historias reales desde Pompeya Ángel Gómez FuentesMuchos de los turistas que se llevaron algún objeto antiguo de Pompeya, en sus cartas justifican su devolución explicando que les ha traído mala suerte. Conocido es el caso de una mujer canadiense que robó en el 2005 un fragmento de ánfora y un trozo de cerámica, devolviéndolos 15 años después, con una carta en la que explicaba que le habían traído desgracias, incluyendo un cáncer de mama y problemas económicos a la familia.
Un antiguo mosaico romano que representa a una pareja de amantes ha sido devuelto a Pompeya, décadas después de que fuera robado por un oficial nazi en 1944. El mosaico, en pequeñas teselas sobre una losa de travertino, representa una escena … erótica. Se supone que decoraba el suelo de una habitación reservada al propietario de una domus pompeyana, antes de que la erupción del Vesubio la sepultara en el año 79 d. C. El capitán de las fuerzas armadas de la Alemania nazi que robó el mosaico gestionaba la cadena de suministros militares en Italia. Se lo llevó a Alemania y se lo dio a un amigo, quien lo conservó hasta su muerte. Sus herederos han devuelto la obra al Núcleo de Tutela del Patrimonio Cultural italiano.
Los expertos apuntan a que el mosaico data de un periodo comprendido entre mediados del siglo I a. C. y el siglo I d. C. Para el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, su valor es doble, ya que ilustra un punto de inflexión cultural en Pompeya. En esa época, el arte, además de representar a los dioses y héroes mitológicos, se adentró en algo más humano: la intimidad del hogar y el amor conyugal. «Es el momento en el que el tema del amor doméstico se convierte en un tema artístico», explicó el director, y añadió un detalle curioso: La expresión del hombre parece «casi un poco aburrida».
No es un secreto que Pompeya es conocida por su arte erótico. Los pompeyanos pintaban símbolos fálicos en sus hogares, creyendo que traían riqueza, fertilidad y buena suerte. Célebres son las representaciones de Príapo, el dios de la fertilidad, pesando su pene en una balanza; o la imagen de Leda, la reina de Esparta en la mitología griega, seducida por Zeus, transformado en un cisne. Este último fresco, descubierto en 2018 en el dormitorio de una domus, fue descrito por el director del Parque Arqueológico de Pompeya como «único y excepcional» por su ejecución y su temática especialmente sensual. En octubre del pasado año, los arqueólogos sacaron también a la luz una pintura mural en la Casa de Fedra que muestra una escena de sexo entre un sátiro y una ninfa, que, según los expertos, pueden ser Venus y Adonis.
Una herida que se cierra
Gabriel Zuchtriegel ha celebrado la recuperación de este mosaico robado: «Cada obra de arte saqueada que regresa es una herida que se cierra», declaró el director del Parque Arqueológico de Pompeya, al recibir de manos del general Francesco Gargaro, comandante de los Carabinieri para la Protección del Patrimonio Cultural. «El perjuicio -añadió el director del Parque- no reside tanto en el valor material de la obra como en su valor histórico; un valor muy comprometido por el tráfico ilícito de antigüedades. No conocemos la procedencia exacta de la obra y probablemente nunca la conoceremos; realizaremos más estudios y análisis para reconstruir su historia en la medida de lo posible. El estudio, el conocimiento y el disfrute público del patrimonio son las flores de loto que crecen sobre el fango del saqueo impulsado por el ansia de posesión y el egoísmo de quienes arrebatan los hallazgos arqueológicos a la comunidad».
PARQUE ARQUEOLÓGICO DE POMPEYA
Al mismo tiempo, el director del Parque Arqueológico ha destacado que la decisión de los herederos del propietario de devolver el mosaico refleja un cambio en la mentalidad de quienes poseen objetos robados, ya que «la sensación de posesión de una obra robada se convierte en una pesada carga». Así lo explica el director del Parque: «Vemos esto a menudo en las numerosas cartas que recibimos de personas que quizás hayan robado solo una piedra para traer a casa un trozo de Pompeya».
El general de División Francesco Gargaro, que lidera los Carabinieri para la Protección del Patrimonio Cultural, detalló el minucioso trabajo que llevó a la repatriación. Aunque la pieza no estaba en su base de datos de obras robadas, la colaboración con la Superintendencia Arqueológica de Pompeya fue clave para confirmar su autenticidad y su procedencia. La repatriación fue un complejo proceso diplomático gestionado por el Consulado General de Italia en Stuttgart, que culminó con la entrega a Pompeya.
Este retorno del mosaico no es un caso aislado. De hecho, se suma a una lista creciente de restituciones, y muchos lo atribuyen a la famosa «maldición de Pompeya». La leyenda dice que quienes se llevan objetos del parque arqueológico están condenados a sufrir desgracias. Se han dado numerosos casos de turistas que, arrepentidos, han devuelto sus recuerdos robados, citando problemas de salud, financieros o de mala suerte en general.
Muchos de los turistas que se llevaron algún objeto antiguo de Pompeya, en sus cartas justifican su devolución explicando que les ha traído mala suerte. Conocido es el caso de una mujer canadiense que robó en el 2005 un fragmento de ánfora y un trozo de cerámica, devolviéndolos 15 años después, con una carta en la que explicaba que le habían traído desgracias, incluyendo un cáncer de mama y problemas económicos a la familia.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
RSS de noticias de cultura