La situación de los murales de Sijena está en punto muerto. Por un lado, el MNAC, a través de su patronato, ha dejado clara su «incapacidad técnica» de cumplir la sentencia. Por otro, el Gobierno de Aragón llama a pedir este viernes el cumplimiento forzoso de lo que estipuló el Tribunal Supremo y trasladar como sea los murales al Monasterio de Sijena . Según la sentencia, el desmontaje, el embalado y el traslado de las piezas corre a cargo del MNAC. El museo asegura que no sabe cómo hacerlo sin dañar las piezas. ¿Puede la justicia obligar a conservadores y expertos a realizar una tarea que saben que dañará un valiosísimo patrimonio cultural?Según la ECCO, la Confederación Europea de Organizaciones de Conservadores-Restauradores , en la que están incluidas todas las organizaciones españolas, catalanas o aragonesas, la respuesta es un rotundo no. «El conservador-restaurador tiene el derecho en todas las circunstancias a rechazar cualquier petición que crea que es contraria a los términos o espíritu de este código», deja claro el código ético de sus estatutos. Así que si la responsabilidad, según la sentencia, de llevar a Sijena las obras es del MNAC, la «incompetencia técnica» que ha presentado el patronato del museo en sede judicial está plenamente justificada.Noticia Relacionada estandar Si Sijena: ¿Cuáles son los riesgos reales del traslado de las pinturas murales según el MNAC? Carlos sala«Hasta los técnicos de Aragón saben los riesgos»Todos estos temas se discutieron ayer en el congreso ‘Pinturas murales de Sijena: ¿Y ahora qué?’, organizado por el Nuevo Congreso de Cultura Catalana. La Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi fue el escenario escogido para acoger unas mesas redondas que analizaron este traslado desde el punto de vista histórico, técnico, judicial y de comunicación. La conclusión es clara. «Hasta los técnicos de Aragón saben del riesgo que puede conllevar tanto el desmontaje, como el embalado, traslado y, sobre todo, recolocación de los murales», apuntó Pere Rovira, miembro del Centro de Restauración de Bienes Inmuebles de la Generalitat.Junto a él estuvieron las dos peritos presentadas por el MNAC en 2016 en el Juzgado de Primera Instancia de Huesca para remarcar el riesgo de una operación de este calado. Tanto Mireia Mestre, actualmente responsable del Centro de Restauración de Bienes Inmuebles de la Generalitat, como Rosa Gasol , miembro de la Oficina de Patrimonio Cultural de la Diputación de Barcelona, formaron parte de aquel célebre juicio. La cita que siempre se las atribuye es que declararon que el traslado «no era imposible» y que este apunte sirvió a la jueza para dar la razón a Sijena. Sin embargo, su posición respecto a los infinitos riesgos que corre semejante temeridad es rotunda. «Se ha afirmado que en la Comisión de Trabajo para valorar el traslado con expertos de todas las instituciones afectadas, MNAC, ministerio de Cultura, Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona y Gobierno de Aragón, no había expertos en murales y eso es mentira. Los había de todas las partes, así como del área de conservación preventiva», aseguró Gasol.El problema, según los expertos catalanes en conservación, es hasta qué punto se prima la evaluación de riesgos a la necesidad política. «Llevan años trabajando en el Monasterio de Sijena para recuperar los murales. Los técnicos aragoneses reconocen los riesgos, pero los asumen . Dicen que si se trasladan retablos del siglo I sin dañarlos, como se hace, también se pueden trasladar obras del siglo XIII. Hace años que muchos que viven para el regreso de estas pinturas», añadieron las expertas.A pesar de que la resolución es firme y la devolución prácticamente segura, existen precedentes en que la «incapacidad técnica» presentada por el MNAC en sede judicial sirvió para detener una sentencia de este tipo. No es imposible, por tanto, pensar en un escenario en que las pinturas profanas viajen a Sijena, pero los murales permanezcan en el MNAC. «Los murales son 3.000 veces más frágiles que ‘El Guernica’ de Picasso o ‘La dama de Elche’ y nadie se plantea moverlos», recordó Rovira.Si no es posible y las pinturas, en efecto, se trasladan, la mejor forma de hacerlo para minimizar los riesgos es analizando cada detalle al milímetro. Así que una vuelta precipitada siempre será contraproducente para los que abogan por una devolución exprés forzada judicialmente «Lo que está claro es que primero habrá que hacer unas pruebas para ver cómo responden las pinturas a cualquier movimiento y encontrar la mejor manera de desmontar las estructuras donde están los murales y la mejor manera de embalarlas y trasladarlas. No hay que correr», afirmó Mestre.De Parma a Lascaux, las otras Sijenas y sus fallosEntre los casos de pinturas cuya «incapacidad técnica» frenó traslados o restauraciones están los frescos de la Capilla de San Juan Bautista en Parma. En los años 80, una restauración de frescos renacentistas provocó pérdida de capas pictóricas originales. Lo mismo ocurrió en las Cuevas de Lascaux , en Francia. El uso de biocidas mal controlados provocó la proliferación de hongos. Por último, las pinturas murales de iglesias coloniales en Perú y Bolivia también se paralizaron. Ninguna era un traslado, en efecto, pero en estos casos sí apareció la Unesco para pedir sentido común y detener los innecesarios destrozos del patrimonio cultural universal.Noticia Relacionada estandar No Sijena: el Govern insiste en que devolverá los murales, pero apoya al patronato del MNAC que se declara incapaz Carlos sala Silvia Paneque, portavoz del Govern y consejera de Territorio, reitera que se respetará la sentencia del Tribunal Supremo, pero niega que la Generalitat asuma los riesgos de que se dañen las obrasEsta es una de las grandes dudas que surgió en el congreso. ¿Dónde está la Unesco o la Asociación Española de Conservadores y Restauradores para intentar detener este complejo tema. «Es difícil que estas grandes instituciones consensuen un único mensaje, porque engloban muchas sensibilidades. Además, ahora la moda es apostar por la devolución de las obras de arte a su lugar de origen, pero siempre que ésto no conlleve un riesgo mayor para las obras», concluyó Gasol. La situación de los murales de Sijena está en punto muerto. Por un lado, el MNAC, a través de su patronato, ha dejado clara su «incapacidad técnica» de cumplir la sentencia. Por otro, el Gobierno de Aragón llama a pedir este viernes el cumplimiento forzoso de lo que estipuló el Tribunal Supremo y trasladar como sea los murales al Monasterio de Sijena . Según la sentencia, el desmontaje, el embalado y el traslado de las piezas corre a cargo del MNAC. El museo asegura que no sabe cómo hacerlo sin dañar las piezas. ¿Puede la justicia obligar a conservadores y expertos a realizar una tarea que saben que dañará un valiosísimo patrimonio cultural?Según la ECCO, la Confederación Europea de Organizaciones de Conservadores-Restauradores , en la que están incluidas todas las organizaciones españolas, catalanas o aragonesas, la respuesta es un rotundo no. «El conservador-restaurador tiene el derecho en todas las circunstancias a rechazar cualquier petición que crea que es contraria a los términos o espíritu de este código», deja claro el código ético de sus estatutos. Así que si la responsabilidad, según la sentencia, de llevar a Sijena las obras es del MNAC, la «incompetencia técnica» que ha presentado el patronato del museo en sede judicial está plenamente justificada.Noticia Relacionada estandar Si Sijena: ¿Cuáles son los riesgos reales del traslado de las pinturas murales según el MNAC? Carlos sala«Hasta los técnicos de Aragón saben los riesgos»Todos estos temas se discutieron ayer en el congreso ‘Pinturas murales de Sijena: ¿Y ahora qué?’, organizado por el Nuevo Congreso de Cultura Catalana. La Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi fue el escenario escogido para acoger unas mesas redondas que analizaron este traslado desde el punto de vista histórico, técnico, judicial y de comunicación. La conclusión es clara. «Hasta los técnicos de Aragón saben del riesgo que puede conllevar tanto el desmontaje, como el embalado, traslado y, sobre todo, recolocación de los murales», apuntó Pere Rovira, miembro del Centro de Restauración de Bienes Inmuebles de la Generalitat.Junto a él estuvieron las dos peritos presentadas por el MNAC en 2016 en el Juzgado de Primera Instancia de Huesca para remarcar el riesgo de una operación de este calado. Tanto Mireia Mestre, actualmente responsable del Centro de Restauración de Bienes Inmuebles de la Generalitat, como Rosa Gasol , miembro de la Oficina de Patrimonio Cultural de la Diputación de Barcelona, formaron parte de aquel célebre juicio. La cita que siempre se las atribuye es que declararon que el traslado «no era imposible» y que este apunte sirvió a la jueza para dar la razón a Sijena. Sin embargo, su posición respecto a los infinitos riesgos que corre semejante temeridad es rotunda. «Se ha afirmado que en la Comisión de Trabajo para valorar el traslado con expertos de todas las instituciones afectadas, MNAC, ministerio de Cultura, Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona y Gobierno de Aragón, no había expertos en murales y eso es mentira. Los había de todas las partes, así como del área de conservación preventiva», aseguró Gasol.El problema, según los expertos catalanes en conservación, es hasta qué punto se prima la evaluación de riesgos a la necesidad política. «Llevan años trabajando en el Monasterio de Sijena para recuperar los murales. Los técnicos aragoneses reconocen los riesgos, pero los asumen . Dicen que si se trasladan retablos del siglo I sin dañarlos, como se hace, también se pueden trasladar obras del siglo XIII. Hace años que muchos que viven para el regreso de estas pinturas», añadieron las expertas.A pesar de que la resolución es firme y la devolución prácticamente segura, existen precedentes en que la «incapacidad técnica» presentada por el MNAC en sede judicial sirvió para detener una sentencia de este tipo. No es imposible, por tanto, pensar en un escenario en que las pinturas profanas viajen a Sijena, pero los murales permanezcan en el MNAC. «Los murales son 3.000 veces más frágiles que ‘El Guernica’ de Picasso o ‘La dama de Elche’ y nadie se plantea moverlos», recordó Rovira.Si no es posible y las pinturas, en efecto, se trasladan, la mejor forma de hacerlo para minimizar los riesgos es analizando cada detalle al milímetro. Así que una vuelta precipitada siempre será contraproducente para los que abogan por una devolución exprés forzada judicialmente «Lo que está claro es que primero habrá que hacer unas pruebas para ver cómo responden las pinturas a cualquier movimiento y encontrar la mejor manera de desmontar las estructuras donde están los murales y la mejor manera de embalarlas y trasladarlas. No hay que correr», afirmó Mestre.De Parma a Lascaux, las otras Sijenas y sus fallosEntre los casos de pinturas cuya «incapacidad técnica» frenó traslados o restauraciones están los frescos de la Capilla de San Juan Bautista en Parma. En los años 80, una restauración de frescos renacentistas provocó pérdida de capas pictóricas originales. Lo mismo ocurrió en las Cuevas de Lascaux , en Francia. El uso de biocidas mal controlados provocó la proliferación de hongos. Por último, las pinturas murales de iglesias coloniales en Perú y Bolivia también se paralizaron. Ninguna era un traslado, en efecto, pero en estos casos sí apareció la Unesco para pedir sentido común y detener los innecesarios destrozos del patrimonio cultural universal.Noticia Relacionada estandar No Sijena: el Govern insiste en que devolverá los murales, pero apoya al patronato del MNAC que se declara incapaz Carlos sala Silvia Paneque, portavoz del Govern y consejera de Territorio, reitera que se respetará la sentencia del Tribunal Supremo, pero niega que la Generalitat asuma los riesgos de que se dañen las obrasEsta es una de las grandes dudas que surgió en el congreso. ¿Dónde está la Unesco o la Asociación Española de Conservadores y Restauradores para intentar detener este complejo tema. «Es difícil que estas grandes instituciones consensuen un único mensaje, porque engloban muchas sensibilidades. Además, ahora la moda es apostar por la devolución de las obras de arte a su lugar de origen, pero siempre que ésto no conlleve un riesgo mayor para las obras», concluyó Gasol.
Un congreso de expertos debate al detalle la operación de traslado de las obras del MNAC y se pregunta por qué la Unesco o la Asociación Española de Conservadores y Restauradores no han proclamado el peligro de mover las piezas
La situación de los murales de Sijena está en punto muerto. Por un lado, el MNAC, a través de su patronato, ha dejado clara su «incapacidad técnica» de cumplir la sentencia. Por otro, el Gobierno de Aragón llama a pedir este viernes el cumplimiento forzoso de lo que estipuló el Tribunal Supremo y trasladar como sea los murales al Monasterio de Sijena. Según la sentencia, el desmontaje, el embalado y el traslado de las piezas corre a cargo del MNAC. El museo asegura que no sabe cómo hacerlo sin dañar las piezas. ¿Puede la justicia obligar a conservadores y expertos a realizar una tarea que saben que dañará un valiosísimo patrimonio cultural?
Según la ECCO, la Confederación Europea de Organizaciones de Conservadores-Restauradores, en la que están incluidas todas las organizaciones españolas, catalanas o aragonesas, la respuesta es un rotundo no. «El conservador-restaurador tiene el derecho en todas las circunstancias a rechazar cualquier petición que crea que es contraria a los términos o espíritu de este código», deja claro el código ético de sus estatutos. Así que si la responsabilidad, según la sentencia, de llevar a Sijena las obras es del MNAC, la «incompetencia técnica» que ha presentado el patronato del museo en sede judicial está plenamente justificada.
«Hasta los técnicos de Aragón saben los riesgos»
Todos estos temas se discutieron ayer en el congreso ‘Pinturas murales de Sijena: ¿Y ahora qué?’, organizado por el Nuevo Congreso de Cultura Catalana. La Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi fue el escenario escogido para acoger unas mesas redondas que analizaron este traslado desde el punto de vista histórico, técnico, judicial y de comunicación. La conclusión es clara. «Hasta los técnicos de Aragón saben del riesgo que puede conllevar tanto el desmontaje, como el embalado, traslado y, sobre todo, recolocación de los murales», apuntó Pere Rovira, miembro del Centro de Restauración de Bienes Inmuebles de la Generalitat.
Junto a él estuvieron las dos peritos presentadas por el MNAC en 2016 en el Juzgado de Primera Instancia de Huesca para remarcar el riesgo de una operación de este calado. Tanto Mireia Mestre, actualmente responsable del Centro de Restauración de Bienes Inmuebles de la Generalitat, como Rosa Gasol, miembro de la Oficina de Patrimonio Cultural de la Diputación de Barcelona, formaron parte de aquel célebre juicio. La cita que siempre se las atribuye es que declararon que el traslado «no era imposible» y que este apunte sirvió a la jueza para dar la razón a Sijena. Sin embargo, su posición respecto a los infinitos riesgos que corre semejante temeridad es rotunda. «Se ha afirmado que en la Comisión de Trabajo para valorar el traslado con expertos de todas las instituciones afectadas, MNAC, ministerio de Cultura, Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona y Gobierno de Aragón, no había expertos en murales y eso es mentira. Los había de todas las partes, así como del área de conservación preventiva», aseguró Gasol.
El problema, según los expertos catalanes en conservación, es hasta qué punto se prima la evaluación de riesgos a la necesidad política. «Llevan años trabajando en el Monasterio de Sijena para recuperar los murales. Los técnicos aragoneses reconocen los riesgos, pero los asumen. Dicen que si se trasladan retablos del siglo I sin dañarlos, como se hace, también se pueden trasladar obras del siglo XIII. Hace años que muchos que viven para el regreso de estas pinturas», añadieron las expertas.
A pesar de que la resolución es firme y la devolución prácticamente segura, existen precedentes en que la «incapacidad técnica» presentada por el MNAC en sede judicial sirvió para detener una sentencia de este tipo. No es imposible, por tanto, pensar en un escenario en que las pinturas profanas viajen a Sijena, pero los murales permanezcan en el MNAC. «Los murales son 3.000 veces más frágiles que ‘El Guernica’ de Picasso o ‘La dama de Elche’ y nadie se plantea moverlos», recordó Rovira.
Si no es posible y las pinturas, en efecto, se trasladan, la mejor forma de hacerlo para minimizar los riesgos es analizando cada detalle al milímetro. Así que una vuelta precipitada siempre será contraproducente para los que abogan por una devolución exprés forzada judicialmente «Lo que está claro es que primero habrá que hacer unas pruebas para ver cómo responden las pinturas a cualquier movimiento y encontrar la mejor manera de desmontar las estructuras donde están los murales y la mejor manera de embalarlas y trasladarlas. No hay que correr», afirmó Mestre.
De Parma a Lascaux, las otras Sijenas y sus fallos
Entre los casos de pinturas cuya «incapacidad técnica» frenó traslados o restauraciones están los frescos de la Capilla de San Juan Bautista en Parma. En los años 80, una restauración de frescos renacentistas provocó pérdida de capas pictóricas originales. Lo mismo ocurrió en las Cuevas de Lascaux, en Francia. El uso de biocidas mal controlados provocó la proliferación de hongos. Por último, las pinturas murales de iglesias coloniales en Perú y Bolivia también se paralizaron. Ninguna era un traslado, en efecto, pero en estos casos sí apareció la Unesco para pedir sentido común y detener los innecesarios destrozos del patrimonio cultural universal.
Esta es una de las grandes dudas que surgió en el congreso. ¿Dónde está la Unesco o la Asociación Española de Conservadores y Restauradores para intentar detener este complejo tema. «Es difícil que estas grandes instituciones consensuen un único mensaje, porque engloban muchas sensibilidades. Además, ahora la moda es apostar por la devolución de las obras de arte a su lugar de origen, pero siempre que ésto no conlleve un riesgo mayor para las obras», concluyó Gasol.
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