Cristina Rivera Garza (México, 1964) viene de publicar ‘El invencible verano de Liliana’ , el libro que la ha catapultado como una autora de referencia, al menos en el mercado español. En él, da una vuelta de tuerca al género de la no ficción para contar el asesinato de su hermana Liliana a manos de un exnovio que nunca cumplió condena; y este ejercicio literario de primerísimo nivel le valió un indiscutible premio Pulitzer en la categoría de memorias. Rivera Garza, profesora de escritura creativa, acostumbra a desplegar en sus obras una narrativa entre poética y onírica que puede resultar deslumbrante, como en su primera gran novela, ‘Nadie me verá llorar’ . La autora cree en la hibridación de géneros, en un mestizaje literario enemigo de las categorías, y que al tiempo sea activista: que «produzca presente». ‘Terrestre’ Autora Cristina Rivera Garza Editorial Random House, 2025 Número de páginas 176 Precio 18,90 euros E-book 9,49 eurosEsta es precisamente la línea que sigue en su nuevo libro, ‘Terrestre’, una compilación a medio camino entre el relato y la crónica de viaje, de algunos viajes pasados, ya que se escribe desde una primerísima persona que bien podría confundirse con la Rivera Garza más joven, una muchacha que empieza a descubrir el mundo –y el machismo; el machismo atraviesa todo el libro– a partir de sus viajes por México. «Si es memoria es ficción», escribe en el libro. «Si es memoria es confusión». Léase entonces ‘Terrestre’ como una ficción, como literatura, en fin; el problema, a diferencia de los dos títulos mencionados más arriba, es que en estos relatos hay más manierismo –y activismo, por supuesto está esa reivindicación feminista– que literatura. Noticia Relacionada LIBROS estandar Si Cristina Rivera Garza, premio Pulitzer: «Las batallas del lenguaje son cruentas» Jaime G. Mora La autora mexicana ha ganado el premio Pulitzer de Memorias por ‘El invencible verano de Liliana’, donde recuerda el feminicidio de su hermana en 1990Hay en estos relatos una destreza lingüística envidiable, buenos recursos narrativos y unos cuantos aciertos, como esos choques que plantea entre la juventud de las protagonistas viajeras y la rudeza del mundo que descubren –«Tienen que aprender a tomarse las cosas menos en serio», les dice un conductor a las «chiquitas» en uno de los viajes–, pero falta misterio, falta complejidad, falta conflicto. Por momentos parece que Rivera Garza esté más pendiente de retorcer la narrativa que de trascenderla. Esa escritura tan sugestiva que en ‘El invencible verano de Liliana’ o ‘Nadie me verá llorar’ sirve para desconcertar o incomodar, aquí se queda a medio camino. «¿Así que de esto se trataba todo, amiga?», se preguntan en ‘Sol de otro planeta’, quizá el mejor relato del libro, dos muchachas que tienen que huir por la ventana de un tipo que quería entrar en su habitación de hotel. De esto trata ‘Terrestre’. Cristina Rivera Garza (México, 1964) viene de publicar ‘El invencible verano de Liliana’ , el libro que la ha catapultado como una autora de referencia, al menos en el mercado español. En él, da una vuelta de tuerca al género de la no ficción para contar el asesinato de su hermana Liliana a manos de un exnovio que nunca cumplió condena; y este ejercicio literario de primerísimo nivel le valió un indiscutible premio Pulitzer en la categoría de memorias. Rivera Garza, profesora de escritura creativa, acostumbra a desplegar en sus obras una narrativa entre poética y onírica que puede resultar deslumbrante, como en su primera gran novela, ‘Nadie me verá llorar’ . La autora cree en la hibridación de géneros, en un mestizaje literario enemigo de las categorías, y que al tiempo sea activista: que «produzca presente». ‘Terrestre’ Autora Cristina Rivera Garza Editorial Random House, 2025 Número de páginas 176 Precio 18,90 euros E-book 9,49 eurosEsta es precisamente la línea que sigue en su nuevo libro, ‘Terrestre’, una compilación a medio camino entre el relato y la crónica de viaje, de algunos viajes pasados, ya que se escribe desde una primerísima persona que bien podría confundirse con la Rivera Garza más joven, una muchacha que empieza a descubrir el mundo –y el machismo; el machismo atraviesa todo el libro– a partir de sus viajes por México. «Si es memoria es ficción», escribe en el libro. «Si es memoria es confusión». Léase entonces ‘Terrestre’ como una ficción, como literatura, en fin; el problema, a diferencia de los dos títulos mencionados más arriba, es que en estos relatos hay más manierismo –y activismo, por supuesto está esa reivindicación feminista– que literatura. Noticia Relacionada LIBROS estandar Si Cristina Rivera Garza, premio Pulitzer: «Las batallas del lenguaje son cruentas» Jaime G. Mora La autora mexicana ha ganado el premio Pulitzer de Memorias por ‘El invencible verano de Liliana’, donde recuerda el feminicidio de su hermana en 1990Hay en estos relatos una destreza lingüística envidiable, buenos recursos narrativos y unos cuantos aciertos, como esos choques que plantea entre la juventud de las protagonistas viajeras y la rudeza del mundo que descubren –«Tienen que aprender a tomarse las cosas menos en serio», les dice un conductor a las «chiquitas» en uno de los viajes–, pero falta misterio, falta complejidad, falta conflicto. Por momentos parece que Rivera Garza esté más pendiente de retorcer la narrativa que de trascenderla. Esa escritura tan sugestiva que en ‘El invencible verano de Liliana’ o ‘Nadie me verá llorar’ sirve para desconcertar o incomodar, aquí se queda a medio camino. «¿Así que de esto se trataba todo, amiga?», se preguntan en ‘Sol de otro planeta’, quizá el mejor relato del libro, dos muchachas que tienen que huir por la ventana de un tipo que quería entrar en su habitación de hotel. De esto trata ‘Terrestre’.
Crítica
Esa escritura tan sugestiva de ‘El invencible verano de Liliana’ o ‘Nadie me verá llorar’, aquí se queda a medio camino
Cristina Rivera Garza (México, 1964) viene de publicar ‘El invencible verano de Liliana’, el libro que la ha catapultado como una autora de referencia, al menos en el mercado español. En él, da una vuelta de tuerca al género de la no … ficción para contar el asesinato de su hermana Liliana a manos de un exnovio que nunca cumplió condena; y este ejercicio literario de primerísimo nivel le valió un indiscutible premio Pulitzer en la categoría de memorias. Rivera Garza, profesora de escritura creativa, acostumbra a desplegar en sus obras una narrativa entre poética y onírica que puede resultar deslumbrante, como en su primera gran novela, ‘Nadie me verá llorar’. La autora cree en la hibridación de géneros, en un mestizaje literario enemigo de las categorías, y que al tiempo sea activista: que «produzca presente».
‘Terrestre’

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Autora
Cristina Rivera Garza -
Editorial
Random House, 2025 -
Número de páginas
176 -
Precio
18,90 euros -
E-book
9,49 euros
Esta es precisamente la línea que sigue en su nuevo libro, ‘Terrestre’, una compilación a medio camino entre el relato y la crónica de viaje, de algunos viajes pasados, ya que se escribe desde una primerísima persona que bien podría confundirse con la Rivera Garza más joven, una muchacha que empieza a descubrir el mundo –y el machismo; el machismo atraviesa todo el libro– a partir de sus viajes por México. «Si es memoria es ficción», escribe en el libro. «Si es memoria es confusión». Léase entonces ‘Terrestre’ como una ficción, como literatura, en fin; el problema, a diferencia de los dos títulos mencionados más arriba, es que en estos relatos hay más manierismo –y activismo, por supuesto está esa reivindicación feminista– que literatura.
Hay en estos relatos una destreza lingüística envidiable, buenos recursos narrativos y unos cuantos aciertos, como esos choques que plantea entre la juventud de las protagonistas viajeras y la rudeza del mundo que descubren –«Tienen que aprender a tomarse las cosas menos en serio», les dice un conductor a las «chiquitas» en uno de los viajes–, pero falta misterio, falta complejidad, falta conflicto. Por momentos parece que Rivera Garza esté más pendiente de retorcer la narrativa que de trascenderla. Esa escritura tan sugestiva que en ‘El invencible verano de Liliana’ o ‘Nadie me verá llorar’ sirve para desconcertar o incomodar, aquí se queda a medio camino. «¿Así que de esto se trataba todo, amiga?», se preguntan en ‘Sol de otro planeta’, quizá el mejor relato del libro, dos muchachas que tienen que huir por la ventana de un tipo que quería entrar en su habitación de hotel. De esto trata ‘Terrestre’.
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