Desde hace setenta años, el Odeón de Herodes Ático, en la falda sur de la Acrópolis y el Antiguo Teatro de Epidauro, se han convertido en templos vivos donde la música y la dramaturgia antigua dialogan con los lenguajes escénicos contemporáneos.En el verano de 1955, una Grecia hecha añicos tras la ocupación nazi trataba de recomponerse. Aprovechando su increíble patrimonio histórico , el país heleno quiso subirse al carro de los grandes movimientos culturales europeos surgidos tras la II Guerra Mundial, y organizar un evento internacional que pusiese el foco en la herencia cultural del país: nacían así los festivales de Epidauro y Atenas, dedicados al teatro clásico, el primero, y a la música clásica el segundo. Ambos acabarían fusionándose en el año 1998, configurando el evento más importante del calendario cultural del país y que el año pasado atrajo a más de 240.000 espectadores.El Festival comenzó su andadura programando obras de teatro clásico en el incomparable marco del Antiguo Teatro de Epidauro, mientras que el Odeón de Herodes Ático, en la falda sur de la Acrópolis, acogía conciertos de música clásica.Construido por Policleto alrededor de 330-340 a.C ., el teatro de Epidauro era la sede de los espectáculos musicales y teatrales de los Juegos dedicados a Asclepio , dios de la medicina en la Grecia antigua. Con capacidad para unos 14.000 espectadores, es uno de los teatros antiguos mejor conservados del mundo y su magnífica acústica sigue sorprendiendo a los expertos.Habrá variedad de géneros y lenguajes artísticos en los más de cien eventos programadosAunque en un primer momento el Odeón romano solo acogía a grandes orquestas internacionales, en el año 1964 tuvo lugar la primera actuación del gran compositor griego Mikis Theodorakis. Desde entonces, la puerta de este edificio romano está abierta a artistas consagrados y, en la jerga artística actual, actuar en el auditorio más antiguo de Atenas es sinónimo de consagrarse como artista.Para celebrar los setenta años del festival, su directora artística, Katerina Evanguelatu, ha tratado de incluir la mayor variedad de géneros y lenguajes artísticos en los más de cien eventos programados en esta edición y en los que participarán cerca de 3.000 artistas de todo el mundo. En esta edición, los dos grandes ejes de la programación seguirán siendo el teatro de la Grecia antigua y la música clásica: el Odeón de Herodes acogerá a grandes orquestas del panorama internacional, pero también a destacados solitas como Yuja Wang, Daniil Trifonov, Inmanuel Ax o la reputada Hillary Hahn, a quien veremos con la Filarmónica de Múnich dirigida por la batuta del maestro colombiano Andrés Orozco-Estrada.En el marco del centenario del nacimiento de Mikis Theodorakis, el Festival de Atenas y Epidauro se presentará la obra poética ‘Axion Estí’, compuesta por Odiseas Elitis, ganador del Nobel de Literatura en 1979 y musicalizada por Theodorakis, que en esta ocasión será ejecutada por intérpretes griegos de primer nivel en el incomparable marco de la Acrópolis. En el Antiguo Teatro de Epidauro se llevarán a cabo iniciativas para fomentar la investigación y la renovación del género. «Nuestra misión es vincular dialécticamente la herencia del teatro clásico con las formas escénicas y dramatúrgicas contemporáneas», señaló Evanguelatu durante la presentación del programa de este 2025. Muestra de ello es el ciclo ‘Antiguos contemporáneos’ que en el último lustro ha presentado 13 obras originales inspiradas en textos antiguos y que este año corre a cargo del destacado dramaturgo y director Wadji Mouawad , quien presentará la obra ‘El Juramento de Europa’, protagonizada por Juliette Binoche , en la primera aparición de la actriz en el escenario en el teatro milenario de Epidauro.En paralelo, grandes figuras de la escena griega como Theodoros Terzopoulos, Yannis Houvardas y Michael Marmarinos estrenarán sus nuevas creaciones. Concretamente, Marmarinos —quien asumirá la dirección artística del festival a finales del próximo mes de agosto—, presentará una obra inspirada en tres rapsodas de ‘La Odisea’.Siguiendo la tradición de invitar a reconocidos directores internacionales a colaborar con elencos griegos, Ulrich Rasche será el encargado de poner en escena la tragedia de Sófocles ‘Antígona’, en coproducción con el Teatro Nacional de Grecia.Los nuevos talentosEn el espacio Piraeus 260, que forma parte del ecosistema del festival desde hace dos décadas y es el epicentro de la vanguardia escénica en Grecia, nuevos talentos griegos como Noemi Vassiliadou, Daphni Antoniadou, Konstantinos Papanikolaou, Sofia Antoniou, Alexandros Stavropoulos o Emily Louizou dialogarán con creadores internacionales como Carolina Bianchi, Indio Sisava, Faye Driscoll , Mitt Varlop o ‘El Conde de Torrefiel’, entre otros. También estarán presentes figuras consagradas como Ariane Mnouchkine y el ‘Théâtre du Soleil’ con su ‘Hic sunt Dracones’.Además, el festival retoma el Subset Festival, dedicado a la música contemporánea y electrónica, mientras que el ciclo ‘La Escena de los Libros’, pondrá en la palestra ocho nuevas producciones basadas en obras de los premios Nobel Annie Ernaux, Han Kang o José Saramago.Como señala Evanguelatu, setenta años después de su fundación, el Festival de Atenas y Epidauro reafirma su papel como « trampolín creativo hacia el futuro» en un contexto global donde el Arte y la libertad de expresión están «en riesgo» y «la retórica del odio gana terreno» por lo que es imperativo presentar obras que nos ayuden a navegar en tiempos inhóspitos. Desde hace setenta años, el Odeón de Herodes Ático, en la falda sur de la Acrópolis y el Antiguo Teatro de Epidauro, se han convertido en templos vivos donde la música y la dramaturgia antigua dialogan con los lenguajes escénicos contemporáneos.En el verano de 1955, una Grecia hecha añicos tras la ocupación nazi trataba de recomponerse. Aprovechando su increíble patrimonio histórico , el país heleno quiso subirse al carro de los grandes movimientos culturales europeos surgidos tras la II Guerra Mundial, y organizar un evento internacional que pusiese el foco en la herencia cultural del país: nacían así los festivales de Epidauro y Atenas, dedicados al teatro clásico, el primero, y a la música clásica el segundo. Ambos acabarían fusionándose en el año 1998, configurando el evento más importante del calendario cultural del país y que el año pasado atrajo a más de 240.000 espectadores.El Festival comenzó su andadura programando obras de teatro clásico en el incomparable marco del Antiguo Teatro de Epidauro, mientras que el Odeón de Herodes Ático, en la falda sur de la Acrópolis, acogía conciertos de música clásica.Construido por Policleto alrededor de 330-340 a.C ., el teatro de Epidauro era la sede de los espectáculos musicales y teatrales de los Juegos dedicados a Asclepio , dios de la medicina en la Grecia antigua. Con capacidad para unos 14.000 espectadores, es uno de los teatros antiguos mejor conservados del mundo y su magnífica acústica sigue sorprendiendo a los expertos.Habrá variedad de géneros y lenguajes artísticos en los más de cien eventos programadosAunque en un primer momento el Odeón romano solo acogía a grandes orquestas internacionales, en el año 1964 tuvo lugar la primera actuación del gran compositor griego Mikis Theodorakis. Desde entonces, la puerta de este edificio romano está abierta a artistas consagrados y, en la jerga artística actual, actuar en el auditorio más antiguo de Atenas es sinónimo de consagrarse como artista.Para celebrar los setenta años del festival, su directora artística, Katerina Evanguelatu, ha tratado de incluir la mayor variedad de géneros y lenguajes artísticos en los más de cien eventos programados en esta edición y en los que participarán cerca de 3.000 artistas de todo el mundo. En esta edición, los dos grandes ejes de la programación seguirán siendo el teatro de la Grecia antigua y la música clásica: el Odeón de Herodes acogerá a grandes orquestas del panorama internacional, pero también a destacados solitas como Yuja Wang, Daniil Trifonov, Inmanuel Ax o la reputada Hillary Hahn, a quien veremos con la Filarmónica de Múnich dirigida por la batuta del maestro colombiano Andrés Orozco-Estrada.En el marco del centenario del nacimiento de Mikis Theodorakis, el Festival de Atenas y Epidauro se presentará la obra poética ‘Axion Estí’, compuesta por Odiseas Elitis, ganador del Nobel de Literatura en 1979 y musicalizada por Theodorakis, que en esta ocasión será ejecutada por intérpretes griegos de primer nivel en el incomparable marco de la Acrópolis. En el Antiguo Teatro de Epidauro se llevarán a cabo iniciativas para fomentar la investigación y la renovación del género. «Nuestra misión es vincular dialécticamente la herencia del teatro clásico con las formas escénicas y dramatúrgicas contemporáneas», señaló Evanguelatu durante la presentación del programa de este 2025. Muestra de ello es el ciclo ‘Antiguos contemporáneos’ que en el último lustro ha presentado 13 obras originales inspiradas en textos antiguos y que este año corre a cargo del destacado dramaturgo y director Wadji Mouawad , quien presentará la obra ‘El Juramento de Europa’, protagonizada por Juliette Binoche , en la primera aparición de la actriz en el escenario en el teatro milenario de Epidauro.En paralelo, grandes figuras de la escena griega como Theodoros Terzopoulos, Yannis Houvardas y Michael Marmarinos estrenarán sus nuevas creaciones. Concretamente, Marmarinos —quien asumirá la dirección artística del festival a finales del próximo mes de agosto—, presentará una obra inspirada en tres rapsodas de ‘La Odisea’.Siguiendo la tradición de invitar a reconocidos directores internacionales a colaborar con elencos griegos, Ulrich Rasche será el encargado de poner en escena la tragedia de Sófocles ‘Antígona’, en coproducción con el Teatro Nacional de Grecia.Los nuevos talentosEn el espacio Piraeus 260, que forma parte del ecosistema del festival desde hace dos décadas y es el epicentro de la vanguardia escénica en Grecia, nuevos talentos griegos como Noemi Vassiliadou, Daphni Antoniadou, Konstantinos Papanikolaou, Sofia Antoniou, Alexandros Stavropoulos o Emily Louizou dialogarán con creadores internacionales como Carolina Bianchi, Indio Sisava, Faye Driscoll , Mitt Varlop o ‘El Conde de Torrefiel’, entre otros. También estarán presentes figuras consagradas como Ariane Mnouchkine y el ‘Théâtre du Soleil’ con su ‘Hic sunt Dracones’.Además, el festival retoma el Subset Festival, dedicado a la música contemporánea y electrónica, mientras que el ciclo ‘La Escena de los Libros’, pondrá en la palestra ocho nuevas producciones basadas en obras de los premios Nobel Annie Ernaux, Han Kang o José Saramago.Como señala Evanguelatu, setenta años después de su fundación, el Festival de Atenas y Epidauro reafirma su papel como « trampolín creativo hacia el futuro» en un contexto global donde el Arte y la libertad de expresión están «en riesgo» y «la retórica del odio gana terreno» por lo que es imperativo presentar obras que nos ayuden a navegar en tiempos inhóspitos.
Desde hace setenta años, el Odeón de Herodes Ático, en la falda sur de la Acrópolis y el Antiguo Teatro de Epidauro, se han convertido en templos vivos donde la música y la dramaturgia antigua dialogan con los lenguajes escénicos contemporáneos.
En el verano de … 1955, una Grecia hecha añicos tras la ocupación nazi trataba de recomponerse. Aprovechando su increíble patrimonio histórico, el país heleno quiso subirse al carro de los grandes movimientos culturales europeos surgidos tras la II Guerra Mundial, y organizar un evento internacional que pusiese el foco en la herencia cultural del país: nacían así los festivales de Epidauro y Atenas, dedicados al teatro clásico, el primero, y a la música clásica el segundo. Ambos acabarían fusionándose en el año 1998, configurando el evento más importante del calendario cultural del país y que el año pasado atrajo a más de 240.000 espectadores.
El Festival comenzó su andadura programando obras de teatro clásico en el incomparable marco del Antiguo Teatro de Epidauro, mientras que el Odeón de Herodes Ático, en la falda sur de la Acrópolis, acogía conciertos de música clásica.
Construido por Policleto alrededor de 330-340 a.C., el teatro de Epidauro era la sede de los espectáculos musicales y teatrales de los Juegos dedicados a Asclepio, dios de la medicina en la Grecia antigua. Con capacidad para unos 14.000 espectadores, es uno de los teatros antiguos mejor conservados del mundo y su magnífica acústica sigue sorprendiendo a los expertos.
Habrá variedad de géneros y lenguajes artísticos en los más de cien eventos programados
Aunque en un primer momento el Odeón romano solo acogía a grandes orquestas internacionales, en el año 1964 tuvo lugar la primera actuación del gran compositor griego Mikis Theodorakis. Desde entonces, la puerta de este edificio romano está abierta a artistas consagrados y, en la jerga artística actual, actuar en el auditorio más antiguo de Atenas es sinónimo de consagrarse como artista.
Para celebrar los setenta años del festival, su directora artística, Katerina Evanguelatu, ha tratado de incluir la mayor variedad de géneros y lenguajes artísticos en los más de cien eventos programados en esta edición y en los que participarán cerca de 3.000 artistas de todo el mundo.
En esta edición, los dos grandes ejes de la programación seguirán siendo el teatro de la Grecia antigua y la música clásica: el Odeón de Herodes acogerá a grandes orquestas del panorama internacional, pero también a destacados solitas como Yuja Wang, Daniil Trifonov, Inmanuel Ax o la reputada Hillary Hahn, a quien veremos con la Filarmónica de Múnich dirigida por la batuta del maestro colombiano Andrés Orozco-Estrada.
En el marco del centenario del nacimiento de Mikis Theodorakis, el Festival de Atenas y Epidauro se presentará la obra poética ‘Axion Estí’, compuesta por Odiseas Elitis, ganador del Nobel de Literatura en 1979 y musicalizada por Theodorakis, que en esta ocasión será ejecutada por intérpretes griegos de primer nivel en el incomparable marco de la Acrópolis.
En el Antiguo Teatro de Epidauro se llevarán a cabo iniciativas para fomentar la investigación y la renovación del género. «Nuestra misión es vincular dialécticamente la herencia del teatro clásico con las formas escénicas y dramatúrgicas contemporáneas», señaló Evanguelatu durante la presentación del programa de este 2025.
Muestra de ello es el ciclo ‘Antiguos contemporáneos’ que en el último lustro ha presentado 13 obras originales inspiradas en textos antiguos y que este año corre a cargo del destacado dramaturgo y director Wadji Mouawad, quien presentará la obra ‘El Juramento de Europa’, protagonizada por Juliette Binoche, en la primera aparición de la actriz en el escenario en el teatro milenario de Epidauro.
En paralelo, grandes figuras de la escena griega como Theodoros Terzopoulos, Yannis Houvardas y Michael Marmarinos estrenarán sus nuevas creaciones. Concretamente, Marmarinos —quien asumirá la dirección artística del festival a finales del próximo mes de agosto—, presentará una obra inspirada en tres rapsodas de ‘La Odisea’.
Siguiendo la tradición de invitar a reconocidos directores internacionales a colaborar con elencos griegos, Ulrich Rasche será el encargado de poner en escena la tragedia de Sófocles ‘Antígona’, en coproducción con el Teatro Nacional de Grecia.
Los nuevos talentos
En el espacio Piraeus 260, que forma parte del ecosistema del festival desde hace dos décadas y es el epicentro de la vanguardia escénica en Grecia, nuevos talentos griegos como Noemi Vassiliadou, Daphni Antoniadou, Konstantinos Papanikolaou, Sofia Antoniou, Alexandros Stavropoulos o Emily Louizou dialogarán con creadores internacionales como Carolina Bianchi, Indio Sisava, Faye Driscoll , Mitt Varlop o ‘El Conde de Torrefiel’, entre otros. También estarán presentes figuras consagradas como Ariane Mnouchkine y el ‘Théâtre du Soleil’ con su ‘Hic sunt Dracones’.
Además, el festival retoma el Subset Festival, dedicado a la música contemporánea y electrónica, mientras que el ciclo ‘La Escena de los Libros’, pondrá en la palestra ocho nuevas producciones basadas en obras de los premios Nobel Annie Ernaux, Han Kang o José Saramago.
Como señala Evanguelatu, setenta años después de su fundación, el Festival de Atenas y Epidauro reafirma su papel como «trampolín creativo hacia el futuro» en un contexto global donde el Arte y la libertad de expresión están «en riesgo» y «la retórica del odio gana terreno» por lo que es imperativo presentar obras que nos ayuden a navegar en tiempos inhóspitos.
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