Como Martin Luther King, la catedral de Cuenca tiene un sueño. «Quizá todos podemos hacer posible lo imposible», ha compartido recientemente en sus redes sociales. La seo conquense busca fotografías antiguas de una «magnífica obra» renacentista, lamentablemente dañada en una «nefasta intervención» anterior a 1964.En algún momento que no han podido precisar antes de esa fecha, alguien utilizó « algún producto abrasivo y demasiado enérgico » que «barrió» múltiples rostros de la Adoración de los Pastores de la Capilla de los Peso, un óleo sobre tabla que Fernando Yáñez de la Almedina pintó entre 1526 y 1527. En enero de 1964, cuando la pintura llegó al Instituto Central de Conservación y Restauración, del entonces Ministerio de Educación Nacional, «ya detectaron las grandes zonas ‘barridas’ que afectaban a múltiples rostros , consecuencia de una mala praxis anterior sobre la obra», explica la catedral de Santa María y San Julián en su mensaje. Entonces, los restauradores «no pudieron hacer más que lo que ahora vemos», lamentan desde la sede de la diócesis, muy interesada ahora en conocer cómo eran esos rostros lamentablemente borrados.«¡Cómo nos gustaría poder encontrar alguna fotografía anterior a esa nefasta intervención y poder ver de nuevo los rostros de Yáñez de Almedina!», resaltan esperanzados en que alguien aporte alguna antigua imagen del óleo de Yáñez de la Almedina.«El más exquisito del Renacimiento en España»Para el historiador y crítico Elías Tormo, este artista nacido en Almedina (Ciudad Real) hacia 1475 fue el «más exquisito pintor del Renacimiento en España». Se relacionó con Fernando Llanos, que colaboró con Leonardo da Vinci en la inconclusa Batalla de Anghiari y, según refiere el Museo del Prado, le influyeron otros pintores como Pollaiuolo, Rafael, Filippino Lippi o Perugino, y grabados como los de Durero. Su nombre aparece por primera vez en 1506 en un documento sobre el contrato de un retablo para la catedral de Valencia, dedicado a los santos Cosme y Damián, del que tan solo se conserva una Piedad. La misma seo le encargó después el retablo del altar mayor de la misma seo y se le atribuyen obras excepcionales, entre las que destaca una Santa Catalina , conservada en el Prado. Noticias relacionadas estandar Si Los expertos analizan si Arquillo arrancó madera de los párpados de la Macarena Mario Daza estandar No dimisión Dávila Miura dimite como teniente hermano mayor de la Macarena tras la fallida restauración de la Virgen M. J. R. RechiTras varios años en Valencia y un breve paso por Barcelona, volvió a su localidad de origen, donde se le cita como ‘Hernandiañez’ y a partir de 1525 trabajó en la Catedral de Cuenca hasta 1531. Las últimas referencias del artista se documentan en Almedina hasta octubre de 1537. Según el Museo del Prado , «su estilo único bien merece situarle entre los más grandes de nuestra historia de la pintura del siglo XVI ». Como Martin Luther King, la catedral de Cuenca tiene un sueño. «Quizá todos podemos hacer posible lo imposible», ha compartido recientemente en sus redes sociales. La seo conquense busca fotografías antiguas de una «magnífica obra» renacentista, lamentablemente dañada en una «nefasta intervención» anterior a 1964.En algún momento que no han podido precisar antes de esa fecha, alguien utilizó « algún producto abrasivo y demasiado enérgico » que «barrió» múltiples rostros de la Adoración de los Pastores de la Capilla de los Peso, un óleo sobre tabla que Fernando Yáñez de la Almedina pintó entre 1526 y 1527. En enero de 1964, cuando la pintura llegó al Instituto Central de Conservación y Restauración, del entonces Ministerio de Educación Nacional, «ya detectaron las grandes zonas ‘barridas’ que afectaban a múltiples rostros , consecuencia de una mala praxis anterior sobre la obra», explica la catedral de Santa María y San Julián en su mensaje. Entonces, los restauradores «no pudieron hacer más que lo que ahora vemos», lamentan desde la sede de la diócesis, muy interesada ahora en conocer cómo eran esos rostros lamentablemente borrados.«¡Cómo nos gustaría poder encontrar alguna fotografía anterior a esa nefasta intervención y poder ver de nuevo los rostros de Yáñez de Almedina!», resaltan esperanzados en que alguien aporte alguna antigua imagen del óleo de Yáñez de la Almedina.«El más exquisito del Renacimiento en España»Para el historiador y crítico Elías Tormo, este artista nacido en Almedina (Ciudad Real) hacia 1475 fue el «más exquisito pintor del Renacimiento en España». Se relacionó con Fernando Llanos, que colaboró con Leonardo da Vinci en la inconclusa Batalla de Anghiari y, según refiere el Museo del Prado, le influyeron otros pintores como Pollaiuolo, Rafael, Filippino Lippi o Perugino, y grabados como los de Durero. Su nombre aparece por primera vez en 1506 en un documento sobre el contrato de un retablo para la catedral de Valencia, dedicado a los santos Cosme y Damián, del que tan solo se conserva una Piedad. La misma seo le encargó después el retablo del altar mayor de la misma seo y se le atribuyen obras excepcionales, entre las que destaca una Santa Catalina , conservada en el Prado. Noticias relacionadas estandar Si Los expertos analizan si Arquillo arrancó madera de los párpados de la Macarena Mario Daza estandar No dimisión Dávila Miura dimite como teniente hermano mayor de la Macarena tras la fallida restauración de la Virgen M. J. R. RechiTras varios años en Valencia y un breve paso por Barcelona, volvió a su localidad de origen, donde se le cita como ‘Hernandiañez’ y a partir de 1525 trabajó en la Catedral de Cuenca hasta 1531. Las últimas referencias del artista se documentan en Almedina hasta octubre de 1537. Según el Museo del Prado , «su estilo único bien merece situarle entre los más grandes de nuestra historia de la pintura del siglo XVI ».
La catedral conquense busca fotografías anteriores a 1964 de la Adoración de los Pastores pintada por Yáñez de Almedilla en el siglo XVI
Como Martin Luther King, la catedral de Cuenca tiene un sueño. «Quizá todos podemos hacer posible lo imposible», ha compartido recientemente en sus redes sociales. La seo conquense busca fotografías antiguas de una «magnífica obra» renacentista, lamentablemente dañada en una «nefasta intervención» anterior a 1964.
En algún momento que no han podido precisar antes de esa fecha, alguien utilizó «algún producto abrasivo y demasiado enérgico» que «barrió» múltiples rostros de la Adoración de los Pastores de la Capilla de los Peso, un óleo sobre tabla que Fernando Yáñez de la Almedina pintó entre 1526 y 1527.
En enero de 1964, cuando la pintura llegó al Instituto Central de Conservación y Restauración, del entonces Ministerio de Educación Nacional, «ya detectaron las grandes zonas ‘barridas’ que afectaban a múltiples rostros, consecuencia de una mala praxis anterior sobre la obra», explica la catedral de Santa María y San Julián en su mensaje. Entonces, los restauradores «no pudieron hacer más que lo que ahora vemos», lamentan desde la sede de la diócesis, muy interesada ahora en conocer cómo eran esos rostros lamentablemente borrados.
«¡Cómo nos gustaría poder encontrar alguna fotografía anterior a esa nefasta intervención y poder ver de nuevo los rostros de Yáñez de Almedina!», resaltan esperanzados en que alguien aporte alguna antigua imagen del óleo de Yáñez de la Almedina.
«El más exquisito del Renacimiento en España»
Para el historiador y crítico Elías Tormo, este artista nacido en Almedina (Ciudad Real) hacia 1475 fue el «más exquisito pintor del Renacimiento en España». Se relacionó con Fernando Llanos, que colaboró con Leonardo da Vinci en la inconclusa Batalla de Anghiari y, según refiere el Museo del Prado, le influyeron otros pintores como Pollaiuolo, Rafael, Filippino Lippi o Perugino, y grabados como los de Durero.
Su nombre aparece por primera vez en 1506 en un documento sobre el contrato de un retablo para la catedral de Valencia, dedicado a los santos Cosme y Damián, del que tan solo se conserva una Piedad. La misma seo le encargó después el retablo del altar mayor de la misma seo y se le atribuyen obras excepcionales, entre las que destaca una Santa Catalina, conservada en el Prado.
Tras varios años en Valencia y un breve paso por Barcelona, volvió a su localidad de origen, donde se le cita como ‘Hernandiañez’ y a partir de 1525 trabajó en la Catedral de Cuenca hasta 1531. Las últimas referencias del artista se documentan en Almedina hasta octubre de 1537. Según el Museo del Prado, «su estilo único bien merece situarle entre los más grandes de nuestra historia de la pintura del siglo XVI».
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