Dice el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, que le “duele en el alma la imagen repetida en todos los medios” de las protestas ciudadanas ante la presencia de un equipo israelí en la Vuelta Ciclista a España. Y de paso desliza que duda de la verdadera intención de los manifestantes. Qué lástima de personas esas que, ante una duda, solo saben sospechar.
Ya debería estar superado eso de que todas las opiniones son respetables, de que hay que alejar la política del deporte, que es mejor no meterse en líos, la maldita equidistancia
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Ya debería estar superado eso de que todas las opiniones son respetables, de que hay que alejar la política del deporte, que es mejor no meterse en líos, la maldita equidistancia


Dice el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, que le “duele en el alma la imagen repetida en todos los medios” de las protestas ciudadanas ante la presencia de un equipo israelí en la Vuelta Ciclista a España. Y de paso desliza que duda de la verdadera intención de los manifestantes. Qué lástima de personas esas que, ante una duda, solo saben sospechar.
Es una pena que considere que lo que pasó la tarde del miércoles hiere a la ciudad, cuando lo que hace es engrandecerla. Cuando ese gesto, después de tanta tragadera y tanta actitud pacata —ese “confort bienestante” del que habla el periodista Mario Saavedra—, ennoblece porque ante un genocidio, lo mínimo es molestar un poco. E incomodar, y tocar las narices lo máximo que se pueda. Porque ya debería estar superado eso de que todas las opiniones son respetables, de que hay que alejar la política del deporte, que es mejor no meterse en líos, la maldita equidistancia. Ya no. Mil y una veces no.
También dice que le preocupan la salud y la vida de los ciclistas ante esta reacción de parte del público. Yo tampoco quiero que los ciclistas sufran percances, porque mi padre me repitió muchas veces, mientras Induráin y Delgado y Contador ganaban, que es un deporte peligroso, donde eres tú y la bicicleta. Pero he visto repetidas en bucle (y en colas, como se dice en el lenguaje televisivo) las imágenes. La Ertzaintza intentando proteger a los corredores y contener a los que gritan Palestina libre. Y me surgen preguntas.
¿Vale más la salud y la vida de un ciclista que la de un gazatí al que el gobierno israelí está dejando morir de inanición? ¿Duele en el alma más, menos o por igual? ¿Ha escuchado el señor Aburto las declaraciones de Sylvan Adams, propietario del equipo ciclista Israel-Premier Tech, defendiendo a Netanyahu? ¿Las han escuchado los corredores de ese y otros equipos? ¿No saben que el silencio también comunica?
Escribe Patricia Simón en Narrar el abismo que cuando todo se derrumba y solo queda desolación, lo único que queda es poner palabras a lo inefable “para ver si así, observando el impacto del relato en la mirada del otro, cobra algún sentido”. Lo de Bilbao es un grito y una protesta y salir a la calle y decir que ya no podemos más con ese dolor en el alma. Por muchos más.
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Sobre la firma

Nació en Madrid porque en Getafe, de donde se considera, no había hospital en 1976. Estudió Periodismo por vocación y ahí sigue, a pesar de todo. Ha pasado por ABC, Actualidad Económica, Qué!, El Economista, Onda Cero, Vanity Fair y El Confidencial. Fundó Ctxt. Ahora colabora en la SER, La Sexta y en EL PAÍS hace entrevistas, crónicas y columnas.
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