El verano está aquí y la temporada de playa y piscina más que inaugurada. Las temperaturas suben y el sol brilla con más fuerza que nunca, de ahí la importancia de tomar protección cuando se va a tomar el sol o a tomarse un chapuzón para refrescarse ante el calor extremo. Y es que sino puede ocurrir como le ha sucedido a una joven que ha hablado con Sonsoles Ónega en el directo de ‘ Y Ahora Sonsoles ‘ (Antena 3). Vega Seder, una chica valenciana, ha sufrido una insolación y ha querido contar su experiencia para advertir a la población de lo que puede llegar a suponer para la salud. Ella se fue a pasar un rato a la playa y a desconectar. Según ha referido, se puso crema protectora alta en varias ocasiones. Se echó sobre la toalla y, ante tanta relajación, terminó quedándose dormida. Lo que vino después fue de todo menos placentero: dolores de cabeza, vómitos, fatiga, fiebre muy alta y un malestar notable que la llevó hasta las urgencias de un hospital. ¿El diagnóstico ? Insolación. Fue cerrar los ojos y, cuando los abrió, habían pasado prácticamente tres horas: «Recuerdo que me preocupé mucho por los síntomas que estaba teniendo». En el centro sanitario la atendieron con celeridad y le recomendaron ducharse «cada media hora con agua templada y poner paños en la cabeza con agua fresquita, para ir bajando la temperatura». «Era la primera vez que me ocurría así que no supe bien cómo actuar», ha explicado en directo a Sonsoles Ónega . En plato estaba Rosalía Gozalo, farmacéutica que colabora con asiduidad en el programa, y ella ha advertido sobre los riesgos que conlleva la insolación. «Ojo con las exposiciones muy prolongadas al sol, que pueden tener consecuencias para la salud», ha dicho. Gozalo ha apuntado que es algo que pasa con facilidad, «el quedarse dormido en la playa », y esto se debe a que «cuando aumenta la temperatura corporal, se produce somnolencia. La exposición al sol produce una relajación psicológica y física, a lo que sumamos la postura cómoda, tal vez reclinados. Nos vamos deshidratando, pues no reponemos agua, y pasan estas cosas». Ella tiene claro que «no somos conscientes de los peligros de estas situaciones, no tenemos suficiente vigilancia. El malestar puede ser grande y lo peor es lo que podría conllevar para la salud», ha terminado diciendo. El verano está aquí y la temporada de playa y piscina más que inaugurada. Las temperaturas suben y el sol brilla con más fuerza que nunca, de ahí la importancia de tomar protección cuando se va a tomar el sol o a tomarse un chapuzón para refrescarse ante el calor extremo. Y es que sino puede ocurrir como le ha sucedido a una joven que ha hablado con Sonsoles Ónega en el directo de ‘ Y Ahora Sonsoles ‘ (Antena 3). Vega Seder, una chica valenciana, ha sufrido una insolación y ha querido contar su experiencia para advertir a la población de lo que puede llegar a suponer para la salud. Ella se fue a pasar un rato a la playa y a desconectar. Según ha referido, se puso crema protectora alta en varias ocasiones. Se echó sobre la toalla y, ante tanta relajación, terminó quedándose dormida. Lo que vino después fue de todo menos placentero: dolores de cabeza, vómitos, fatiga, fiebre muy alta y un malestar notable que la llevó hasta las urgencias de un hospital. ¿El diagnóstico ? Insolación. Fue cerrar los ojos y, cuando los abrió, habían pasado prácticamente tres horas: «Recuerdo que me preocupé mucho por los síntomas que estaba teniendo». En el centro sanitario la atendieron con celeridad y le recomendaron ducharse «cada media hora con agua templada y poner paños en la cabeza con agua fresquita, para ir bajando la temperatura». «Era la primera vez que me ocurría así que no supe bien cómo actuar», ha explicado en directo a Sonsoles Ónega . En plato estaba Rosalía Gozalo, farmacéutica que colabora con asiduidad en el programa, y ella ha advertido sobre los riesgos que conlleva la insolación. «Ojo con las exposiciones muy prolongadas al sol, que pueden tener consecuencias para la salud», ha dicho. Gozalo ha apuntado que es algo que pasa con facilidad, «el quedarse dormido en la playa », y esto se debe a que «cuando aumenta la temperatura corporal, se produce somnolencia. La exposición al sol produce una relajación psicológica y física, a lo que sumamos la postura cómoda, tal vez reclinados. Nos vamos deshidratando, pues no reponemos agua, y pasan estas cosas». Ella tiene claro que «no somos conscientes de los peligros de estas situaciones, no tenemos suficiente vigilancia. El malestar puede ser grande y lo peor es lo que podría conllevar para la salud», ha terminado diciendo.
Y Ahora Sonsoles
Fue a pasar un rato a la playa y terminó en un hospital con síntomas como fatiga, fiebre extrema y mareos. «No somos conscientes de lo que puede suponer para la salud», ha comentado una especialista.
El verano está aquí y la temporada de playa y piscina más que inaugurada. Las temperaturas suben y el sol brilla con más fuerza que nunca, de ahí la importancia de tomar protección cuando se va a tomar el sol o a tomarse un chapuzón para refrescarse ante el calor extremo. Y es que sino puede ocurrir como le ha sucedido a una joven que ha hablado con Sonsoles Ónega en el directo de ‘Y Ahora Sonsoles‘ (Antena 3). Vega Seder, una chica valenciana, ha sufrido una insolación y ha querido contar su experiencia para advertir a la población de lo que puede llegar a suponer para la salud.
Ella se fue a pasar un rato a la playa y a desconectar. Según ha referido, se puso crema protectora alta en varias ocasiones. Se echó sobre la toalla y, ante tanta relajación, terminó quedándose dormida. Lo que vino después fue de todo menos placentero: dolores de cabeza, vómitos, fatiga, fiebre muy alta y un malestar notable que la llevó hasta las urgencias de un hospital. ¿El diagnóstico? Insolación. Fue cerrar los ojos y, cuando los abrió, habían pasado prácticamente tres horas: «Recuerdo que me preocupé mucho por los síntomas que estaba teniendo».
En el centro sanitario la atendieron con celeridad y le recomendaron ducharse «cada media hora con agua templada y poner paños en la cabeza con agua fresquita, para ir bajando la temperatura». «Era la primera vez que me ocurría así que no supe bien cómo actuar», ha explicado en directo a Sonsoles Ónega. En plato estaba Rosalía Gozalo, farmacéutica que colabora con asiduidad en el programa, y ella ha advertido sobre los riesgos que conlleva la insolación. «Ojo con las exposiciones muy prolongadas al sol, que pueden tener consecuencias para la salud», ha dicho.
Gozalo ha apuntado que es algo que pasa con facilidad, «el quedarse dormido en la playa», y esto se debe a que «cuando aumenta la temperatura corporal, se produce somnolencia. La exposición al sol produce una relajación psicológica y física, a lo que sumamos la postura cómoda, tal vez reclinados. Nos vamos deshidratando, pues no reponemos agua, y pasan estas cosas». Ella tiene claro que «no somos conscientes de los peligros de estas situaciones, no tenemos suficiente vigilancia. El malestar puede ser grande y lo peor es lo que podría conllevar para la salud», ha terminado diciendo.
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