Carmen ha compartido con Joaquín Prat las condiciones en las que vive. A sus 47 años, el alto precio de la vivienda la ha llevado a tener que seguir compartiendo piso, algo que no vive con agrado tanto por el número de personas que viven en el mismo inmueble como por el perfil de sus compañeros. Lo ha contado con pelos y señales a ‘ El tiempo justo ‘ (Telecinco), donde ha dado detalles sobre cómo consigue llegar a final de mes: «Ajustándome mucho y haciendo cuentas todo el rato». Y es que Carmen vive en el centro de Madrid y cobra «mil euros, mileurista ». Este punto es el que le ha imposibilitado poder acceder a un inmueble en alquiler y tener que optar por compartir piso , una residencia grande en la que está con otras nueve personas, «estudiantes, gente de Erasmus, por lo que el día a día lo hago metida en mi habitación». Su estancia es de apenas ocho metros cuadrados y la ha mostrado a las cámaras del programa, con una cama, el armario, un escritorio con una televisión y un mueble para ropa. A la hora de ir al baño se genera otra situación de conflicto, pues son nueve para un único aseo, con ducha, y la cocina es «minúscula, con apenas útiles para preparar la cocina». No hay sala de estar ni salón para compartir momentos, «sino que una de las habitaciones se ha utilizado para poner el frigorífico y el microondas, la cafetera, que es lo que tenemos para preparar las cosas». Ella se ha mostrado muy estresada por la situación y ha llegado a decir que va «a caer en una depresión , me voy a volver más loca de lo que ya estoy». Carmen ha referido que ha tratado de buscar alternativas pero no lo consigue. Según ha explicado a Joaquín Prat vive en este piso desde diciembre de 2021 y no puede afrontar un alquiler ella sola. De hecho, ya el pago de la habitación en esta vivienda le supone casi la mitad del sueldo: «Pago 480 euros por estos ocho metros cuadrados». «Soy asalariada así que bueno, más el abono transportes, los gastos de comida y todo eso, pues no llego a nada más. Hasta hago trabajos alternativos, si me llaman de canguro o lo que sea», ha sentenciado.Sobre poder acceder a ayudas para tener su propia casa , ella se ha mostrado negativa. «Soy soltera, no tengo hijos ni soy mujer maltratada, así que no tienen nada para mi, es indignante», ha terminado diciendo ante las cámaras de Telecinco. Carmen ha compartido con Joaquín Prat las condiciones en las que vive. A sus 47 años, el alto precio de la vivienda la ha llevado a tener que seguir compartiendo piso, algo que no vive con agrado tanto por el número de personas que viven en el mismo inmueble como por el perfil de sus compañeros. Lo ha contado con pelos y señales a ‘ El tiempo justo ‘ (Telecinco), donde ha dado detalles sobre cómo consigue llegar a final de mes: «Ajustándome mucho y haciendo cuentas todo el rato». Y es que Carmen vive en el centro de Madrid y cobra «mil euros, mileurista ». Este punto es el que le ha imposibilitado poder acceder a un inmueble en alquiler y tener que optar por compartir piso , una residencia grande en la que está con otras nueve personas, «estudiantes, gente de Erasmus, por lo que el día a día lo hago metida en mi habitación». Su estancia es de apenas ocho metros cuadrados y la ha mostrado a las cámaras del programa, con una cama, el armario, un escritorio con una televisión y un mueble para ropa. A la hora de ir al baño se genera otra situación de conflicto, pues son nueve para un único aseo, con ducha, y la cocina es «minúscula, con apenas útiles para preparar la cocina». No hay sala de estar ni salón para compartir momentos, «sino que una de las habitaciones se ha utilizado para poner el frigorífico y el microondas, la cafetera, que es lo que tenemos para preparar las cosas». Ella se ha mostrado muy estresada por la situación y ha llegado a decir que va «a caer en una depresión , me voy a volver más loca de lo que ya estoy». Carmen ha referido que ha tratado de buscar alternativas pero no lo consigue. Según ha explicado a Joaquín Prat vive en este piso desde diciembre de 2021 y no puede afrontar un alquiler ella sola. De hecho, ya el pago de la habitación en esta vivienda le supone casi la mitad del sueldo: «Pago 480 euros por estos ocho metros cuadrados». «Soy asalariada así que bueno, más el abono transportes, los gastos de comida y todo eso, pues no llego a nada más. Hasta hago trabajos alternativos, si me llaman de canguro o lo que sea», ha sentenciado.Sobre poder acceder a ayudas para tener su propia casa , ella se ha mostrado negativa. «Soy soltera, no tengo hijos ni soy mujer maltratada, así que no tienen nada para mi, es indignante», ha terminado diciendo ante las cámaras de Telecinco.
El tiempo justo
El piso solo cuenta con un baño, compartido por los 10 residentes, y una pequeña sala común con un frigorífico y microondas: «No me puedo permitir otra cosa».
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