Carmen (66) se casó a los 19 años y ha estado con su marido hasta hace año y medio. Pasar página después de 45 años unida a la misma persona no es asunto fácil, pero ella intentó encontrar un nuevo amor recurriendo al equipo de ‘First Dates’ . Escritora e intérprete de lengua de signos, la madrileña se presentó a la cita ataviada con un «visón del Ártico», jactándose de ser bisnieta de marquesa y exdelfín en otra vida, y una mujer llena de vida y experiencias. «El hombre se cree que es el cazador, pero es la mujer la que caza. Yo voy a una discoteca y elijo, pero a mí me vienen 30 y les digo que lo siento, pero no bailo», comentó en los totales. Carlos Sobera elogió la maravillosa actitud de Carmen tras presumir de que su percentil mental es unos 20 años menor a su edad biológica. La comensal aseguró que «me pongo por la mañana las gafas de color rosa para ver todo de ese color». Noticia Relacionada FIrst Dates estandar No El horror de una soltera al reencontrarse con un ‘fantasma’ que ya conocía: «Preferiría morirme antes» María Robert A Paqui le tocó compartir cena con la última persona que esperaba ver en el restaurante de citas de CuatroMomentos antes de conocer a su pretendiente, el presentador la instó a que describiera a su hombre ideal. La madrileña pidió que fuese «alto, guapo, culto y con sentido del humor, con quien pueda mantener una conversación coherente». Según la soltera, puede hablar de cualquier tema «y te destrozo a ti en cualquier juego de mesa», le dijo a Sobera. El jefe del restaurante alucinó con la rotunda afirmación de Carmen , pero no se achantó. «¿A mí? ¿Quieres ver cómo te barro en el póker?», la desafió. «Se nota que es vasco», espetaba la comensal con un ataque de risa. El Cupido del programa aprovechaba el pique para dar paso a su cita. «Otra más que se me viene abajo con un insulto para evitar el duelo directo. Eres cobarde, te voy a presentar a un jugador con el que vas a poder porque conmigo, no». Carmen y Julián se besan en el reservado Acto seguido entraba en el restaurante Julián (64) un contable también de Madrid que buscaba una mujer con personalidad fuerte y las ideas muy claras. Carmen encajaba con el ideal del viudo, sin embargo, ella esperaba «un hombre más joven, con pelo y más elegante, con traje y corbata, me hubiera encantado».Ya en la mesa, Julián le costó seguirle el ritmo así cita porque hablaba muy rápido y saltaba de un tema a otro sin control. Carmen le contó que tenía 99 años, que en su otra vida había sido delfín y que en México se había hecho un tatuaje en el pecho. También alucinó al saber que su acompañante tenía casa en Córdoba, en A Coruña y que su bisabuela era la marquesa de Villanueva. Los solteros en el reservado de ‘First Dates’ CuatroPor eso, «siempre he vivido en el barrio de Salamanca, hasta que me casé que me fui a vivir a Ventas y mi madre me dijo ‘Carmencita, te vas al extrarradio’. Mis abuelos tenían el chalé en Arturo Soria para pasar los fines de semana, que es ahora donde yo vivo». Dejó claro que no le importa el dinero «porque lo tengo, si no, buscaría un pretendiente con dinero».Al final terminaron encajando, e incluso llegaron a hablar de sexo con cierta naturalidad. Eso sí, Carmen aprovechó la charla con el equipo para hacer una confesión. «Yo solo el coito por la vagina, por su sitio. Y tampoco hago jamás felaciones. Hay líneas rojas que no traspaso». Y en el reservado del restaurante sellaron la cita con un beso. Pero a Carmen pasar por ‘First Dates’ le sirvió para darse cuenta que aún no había sanado las heridas de su separación, pues ha pasado tres cuartas partes de su vida con él. Julián aceptaba una segunda cita porque «tenemos los dos mucho sentido del humor y porque necesita a alguien para superar su ruptura». No se esperaba que en la decisión final ella confesara que seguía soñando con su ex todas las noches. «Tengo que pasar un periodo de duelo y no lo he terminado. Cuando lo cierre, empezaré a pensar en otros hombres». Carmen (66) se casó a los 19 años y ha estado con su marido hasta hace año y medio. Pasar página después de 45 años unida a la misma persona no es asunto fácil, pero ella intentó encontrar un nuevo amor recurriendo al equipo de ‘First Dates’ . Escritora e intérprete de lengua de signos, la madrileña se presentó a la cita ataviada con un «visón del Ártico», jactándose de ser bisnieta de marquesa y exdelfín en otra vida, y una mujer llena de vida y experiencias. «El hombre se cree que es el cazador, pero es la mujer la que caza. Yo voy a una discoteca y elijo, pero a mí me vienen 30 y les digo que lo siento, pero no bailo», comentó en los totales. Carlos Sobera elogió la maravillosa actitud de Carmen tras presumir de que su percentil mental es unos 20 años menor a su edad biológica. La comensal aseguró que «me pongo por la mañana las gafas de color rosa para ver todo de ese color». Noticia Relacionada FIrst Dates estandar No El horror de una soltera al reencontrarse con un ‘fantasma’ que ya conocía: «Preferiría morirme antes» María Robert A Paqui le tocó compartir cena con la última persona que esperaba ver en el restaurante de citas de CuatroMomentos antes de conocer a su pretendiente, el presentador la instó a que describiera a su hombre ideal. La madrileña pidió que fuese «alto, guapo, culto y con sentido del humor, con quien pueda mantener una conversación coherente». Según la soltera, puede hablar de cualquier tema «y te destrozo a ti en cualquier juego de mesa», le dijo a Sobera. El jefe del restaurante alucinó con la rotunda afirmación de Carmen , pero no se achantó. «¿A mí? ¿Quieres ver cómo te barro en el póker?», la desafió. «Se nota que es vasco», espetaba la comensal con un ataque de risa. El Cupido del programa aprovechaba el pique para dar paso a su cita. «Otra más que se me viene abajo con un insulto para evitar el duelo directo. Eres cobarde, te voy a presentar a un jugador con el que vas a poder porque conmigo, no». Carmen y Julián se besan en el reservado Acto seguido entraba en el restaurante Julián (64) un contable también de Madrid que buscaba una mujer con personalidad fuerte y las ideas muy claras. Carmen encajaba con el ideal del viudo, sin embargo, ella esperaba «un hombre más joven, con pelo y más elegante, con traje y corbata, me hubiera encantado».Ya en la mesa, Julián le costó seguirle el ritmo así cita porque hablaba muy rápido y saltaba de un tema a otro sin control. Carmen le contó que tenía 99 años, que en su otra vida había sido delfín y que en México se había hecho un tatuaje en el pecho. También alucinó al saber que su acompañante tenía casa en Córdoba, en A Coruña y que su bisabuela era la marquesa de Villanueva. Los solteros en el reservado de ‘First Dates’ CuatroPor eso, «siempre he vivido en el barrio de Salamanca, hasta que me casé que me fui a vivir a Ventas y mi madre me dijo ‘Carmencita, te vas al extrarradio’. Mis abuelos tenían el chalé en Arturo Soria para pasar los fines de semana, que es ahora donde yo vivo». Dejó claro que no le importa el dinero «porque lo tengo, si no, buscaría un pretendiente con dinero».Al final terminaron encajando, e incluso llegaron a hablar de sexo con cierta naturalidad. Eso sí, Carmen aprovechó la charla con el equipo para hacer una confesión. «Yo solo el coito por la vagina, por su sitio. Y tampoco hago jamás felaciones. Hay líneas rojas que no traspaso». Y en el reservado del restaurante sellaron la cita con un beso. Pero a Carmen pasar por ‘First Dates’ le sirvió para darse cuenta que aún no había sanado las heridas de su separación, pues ha pasado tres cuartas partes de su vida con él. Julián aceptaba una segunda cita porque «tenemos los dos mucho sentido del humor y porque necesita a alguien para superar su ruptura». No se esperaba que en la decisión final ella confesara que seguía soñando con su ex todas las noches. «Tengo que pasar un periodo de duelo y no lo he terminado. Cuando lo cierre, empezaré a pensar en otros hombres».
Carmen (66) se casó a los 19 años y ha estado con su marido hasta hace año y medio. Pasar página después de 45 años unida a la misma persona no es asunto fácil, pero ella intentó encontrar un nuevo amor recurriendo al equipo de ‘First Dates’ … . Escritora e intérprete de lengua de signos, la madrileña se presentó a la cita ataviada con un «visón del Ártico», jactándose de ser bisnieta de marquesa y exdelfín en otra vida, y una mujer llena de vida y experiencias. «El hombre se cree que es el cazador, pero es la mujer la que caza. Yo voy a una discoteca y elijo, pero a mí me vienen 30 y les digo que lo siento, pero no bailo», comentó en los totales.
Carlos Sobera elogió la maravillosa actitud de Carmen tras presumir de que su percentil mental es unos 20 años menor a su edad biológica. La comensal aseguró que «me pongo por la mañana las gafas de color rosa para ver todo de ese color».
Momentos antes de conocer a su pretendiente, el presentador la instó a que describiera a su hombre ideal. La madrileña pidió que fuese «alto, guapo, culto y con sentido del humor, con quien pueda mantener una conversación coherente». Según la soltera, puede hablar de cualquier tema «y te destrozo a ti en cualquier juego de mesa», le dijo a Sobera.
El jefe del restaurante alucinó con la rotunda afirmación de Carmen, pero no se achantó. «¿A mí? ¿Quieres ver cómo te barro en el póker?», la desafió. «Se nota que es vasco», espetaba la comensal con un ataque de risa. El Cupido del programa aprovechaba el pique para dar paso a su cita. «Otra más que se me viene abajo con un insulto para evitar el duelo directo. Eres cobarde, te voy a presentar a un jugador con el que vas a poder porque conmigo, no».
Carmen y Julián se besan en el reservado
Acto seguido entraba en el restaurante Julián (64) un contable también de Madrid que buscaba una mujer con personalidad fuerte y las ideas muy claras. Carmen encajaba con el ideal del viudo, sin embargo, ella esperaba «un hombre más joven, con pelo y más elegante, con traje y corbata, me hubiera encantado».
Ya en la mesa, Julián le costó seguirle el ritmo así cita porque hablaba muy rápido y saltaba de un tema a otro sin control. Carmen le contó que tenía 99 años, que en su otra vida había sido delfín y que en México se había hecho un tatuaje en el pecho. También alucinó al saber que su acompañante tenía casa en Córdoba, en A Coruña y que su bisabuela era la marquesa de Villanueva.
Cuatro
Por eso, «siempre he vivido en el barrio de Salamanca, hasta que me casé que me fui a vivir a Ventas y mi madre me dijo ‘Carmencita, te vas al extrarradio’. Mis abuelos tenían el chalé en Arturo Soria para pasar los fines de semana, que es ahora donde yo vivo». Dejó claro que no le importa el dinero «porque lo tengo, si no, buscaría un pretendiente con dinero».
Al final terminaron encajando, e incluso llegaron a hablar de sexo con cierta naturalidad. Eso sí, Carmen aprovechó la charla con el equipo para hacer una confesión. «Yo solo el coito por la vagina, por su sitio. Y tampoco hago jamás felaciones. Hay líneas rojas que no traspaso». Y en el reservado del restaurante sellaron la cita con un beso.
Pero a Carmen pasar por ‘First Dates’ le sirvió para darse cuenta que aún no había sanado las heridas de su separación, pues ha pasado tres cuartas partes de su vida con él. Julián aceptaba una segunda cita porque «tenemos los dos mucho sentido del humor y porque necesita a alguien para superar su ruptura». No se esperaba que en la decisión final ella confesara que seguía soñando con su ex todas las noches. «Tengo que pasar un periodo de duelo y no lo he terminado. Cuando lo cierre, empezaré a pensar en otros hombres».
Artículo solo para suscriptores
RSS de noticias de play

 
								
				 
								
				 
								
				