El nombre de la ciudad de Utrera estará para siempre asociado al mundo del flamenco, porque en estas tierras nacieron, crecieron y cantaron voces inolvidables como Fernanda y Bernarda, Perrate, Bambino, Curro de Utrera, Gaspar o Enrique Montoya. Voces que se han ido apagando, escribiendo páginas gloriosas. Momentos que ha vivido de cerca Antonio Peña Otero , conocido cariñosamente como ‘El Cuchara’, y que el pasado 7 de enero cumplía nada más y nada menos que 95 años. Antonio vivió toda esta etapa, trabajó codo con codo con todos los integrantes de la generación de oro del flamenco de Utrera y con los primeros compases del año 2025, está siendo el protagonista de una serie de actos de homenaje brindados por su familia y la delegación de Cultura del Ayuntamiento de Utrera. El primero de ellos ha sido la colocación de un azulejo con el retrato del artista que se ha colocado en uno de los bancos que se sitúa en el parque del Muro . Se trata de una obra realizada por el utrerano Joaquín García Anaya y que se ha inspirado en una fotografía de una entrevista realizada a ‘El Cuchara’ en el año 2018. Un homenaje que tendrá su continuidad con un bonito acto en el teatro de Utrera, en el que se espera la presencia de artistas como José Mercé, Tomatito, Los Morancos, Aurora Vargas, Diego Carrasco, José Valencia o Miguel Ángel Heredia.Noticias relacionadas estandar No Muere El Güito, la última leyenda del baile flamenco Israel Viana estandar Si resumen del año 2024 El año en el que la Bienal de Flamenco superó el millón de euros Andrés González-BarbaPara cerrar el reconocimiento a una de las figuras más emblemáticas de Utrera, próximamente tendrá lugar la colocación de un monolito realizado por el escultor utrerano Sebastián Martínez Zaya en la esquina de la calle Fernanda y Bernarda con la Plaza de Santa Ana, mirando hacia la calle Nueva, lugar donde nació el 7 de enero de 1930 . Una obra en la que el propio autor ha explicado que se «recogen las principales características que lo han definido toda su vida: sus camisas, los pañuelos de colores y estampados, y sus cucharas colgadas al cuello».El Cuchara nació un siete de enero de 1930 y comenzó a cantar cuando sólo tenía 11 años a.f.En el acto de inauguración de este azulejo conmemorativo estuvieron presentes el alcalde de Utrera, Francisco Jiménez y la delegada de Cultura, María José García Arroyo, así como otros representantes de la corporación municipal. ‘El Cuchara’, que dio las gracias a todos los asistentes por este homenaje, estuvo acompañado de representantes de su familia. El alcalde de Utrera precisó que «hoy no sólo le estamos ofreciendo un homenaje a Antonio, estamos reconociendo al flamenco de Utrera en su conjunto, un homenaje a todo lo que Utrera ha sido en el mundo del flamenco y lo que sigue siendo». Jiménez destacó como ‘El Cuchara’, ha tenido 16 hijos y 32 nietos , asegurando que «por su forma de ser ha sabido ganarse el corazón de todo el mundo». La historia que une a El Cuchara con el cante flamenco comenzó a inicios de la década de los 40 del pasado siglo, cuando teniendo sólo 11 años realizó sus primeras actuaciones, actuando junto a su hermano Juan en algunos bautizos, a cambió de un poco de pan y vino. Su gracia festera y saber estar encima de los escenarios llamó rápidamente la atención de muchos, en primer lugar de Perrate de Utrera, quién lo ayudó notablemente en aquellos comienzos.El azulejo que homenajea a El Cuchara ha sido inaugurado por el alcalde de Utrera, Francisco Jiménez a.f.Momentos en los que ‘El Cuchara’ sólo cobraba unas cuatro o cinco pesetas por actuación, pero en los que rápidamente fue aumentando el caché hasta ser él mismo el que trataba de forma directa con los señoritos y los organizadores de fiestas flamencas. Su propuesta artística siempre estuvo centrada en la dimensión más festiva del flamenco, llegando a ser un personaje muy importante por ejemplo en la Feria de Sevilla y en fiestas interminables que se extendían hasta las claras del día. Su carácter abierto lo convirtió también en un personaje clave a la hora de introducir en los círculos flamencos a muchos artistas de Utrera que comenzaban su andadura y que poco a poco fueron capaces de labrarse un nombre hasta convertirse en figuras imprescindibles. Antonio nunca se dedicó por entero profesionalmente al mundo del cante, ya que a lo largo de varias décadas trabajó en el matadero municipal como matarife para mantener a su prolífica familia. Una labor que además compaginó durante 40 años con el puesto de puntillero en la plaza de toros de Utrera. El nombre de la ciudad de Utrera estará para siempre asociado al mundo del flamenco, porque en estas tierras nacieron, crecieron y cantaron voces inolvidables como Fernanda y Bernarda, Perrate, Bambino, Curro de Utrera, Gaspar o Enrique Montoya. Voces que se han ido apagando, escribiendo páginas gloriosas. Momentos que ha vivido de cerca Antonio Peña Otero , conocido cariñosamente como ‘El Cuchara’, y que el pasado 7 de enero cumplía nada más y nada menos que 95 años. Antonio vivió toda esta etapa, trabajó codo con codo con todos los integrantes de la generación de oro del flamenco de Utrera y con los primeros compases del año 2025, está siendo el protagonista de una serie de actos de homenaje brindados por su familia y la delegación de Cultura del Ayuntamiento de Utrera. El primero de ellos ha sido la colocación de un azulejo con el retrato del artista que se ha colocado en uno de los bancos que se sitúa en el parque del Muro . Se trata de una obra realizada por el utrerano Joaquín García Anaya y que se ha inspirado en una fotografía de una entrevista realizada a ‘El Cuchara’ en el año 2018. Un homenaje que tendrá su continuidad con un bonito acto en el teatro de Utrera, en el que se espera la presencia de artistas como José Mercé, Tomatito, Los Morancos, Aurora Vargas, Diego Carrasco, José Valencia o Miguel Ángel Heredia.Noticias relacionadas estandar No Muere El Güito, la última leyenda del baile flamenco Israel Viana estandar Si resumen del año 2024 El año en el que la Bienal de Flamenco superó el millón de euros Andrés González-BarbaPara cerrar el reconocimiento a una de las figuras más emblemáticas de Utrera, próximamente tendrá lugar la colocación de un monolito realizado por el escultor utrerano Sebastián Martínez Zaya en la esquina de la calle Fernanda y Bernarda con la Plaza de Santa Ana, mirando hacia la calle Nueva, lugar donde nació el 7 de enero de 1930 . Una obra en la que el propio autor ha explicado que se «recogen las principales características que lo han definido toda su vida: sus camisas, los pañuelos de colores y estampados, y sus cucharas colgadas al cuello».El Cuchara nació un siete de enero de 1930 y comenzó a cantar cuando sólo tenía 11 años a.f.En el acto de inauguración de este azulejo conmemorativo estuvieron presentes el alcalde de Utrera, Francisco Jiménez y la delegada de Cultura, María José García Arroyo, así como otros representantes de la corporación municipal. ‘El Cuchara’, que dio las gracias a todos los asistentes por este homenaje, estuvo acompañado de representantes de su familia. El alcalde de Utrera precisó que «hoy no sólo le estamos ofreciendo un homenaje a Antonio, estamos reconociendo al flamenco de Utrera en su conjunto, un homenaje a todo lo que Utrera ha sido en el mundo del flamenco y lo que sigue siendo». Jiménez destacó como ‘El Cuchara’, ha tenido 16 hijos y 32 nietos , asegurando que «por su forma de ser ha sabido ganarse el corazón de todo el mundo». La historia que une a El Cuchara con el cante flamenco comenzó a inicios de la década de los 40 del pasado siglo, cuando teniendo sólo 11 años realizó sus primeras actuaciones, actuando junto a su hermano Juan en algunos bautizos, a cambió de un poco de pan y vino. Su gracia festera y saber estar encima de los escenarios llamó rápidamente la atención de muchos, en primer lugar de Perrate de Utrera, quién lo ayudó notablemente en aquellos comienzos.El azulejo que homenajea a El Cuchara ha sido inaugurado por el alcalde de Utrera, Francisco Jiménez a.f.Momentos en los que ‘El Cuchara’ sólo cobraba unas cuatro o cinco pesetas por actuación, pero en los que rápidamente fue aumentando el caché hasta ser él mismo el que trataba de forma directa con los señoritos y los organizadores de fiestas flamencas. Su propuesta artística siempre estuvo centrada en la dimensión más festiva del flamenco, llegando a ser un personaje muy importante por ejemplo en la Feria de Sevilla y en fiestas interminables que se extendían hasta las claras del día. Su carácter abierto lo convirtió también en un personaje clave a la hora de introducir en los círculos flamencos a muchos artistas de Utrera que comenzaban su andadura y que poco a poco fueron capaces de labrarse un nombre hasta convertirse en figuras imprescindibles. Antonio nunca se dedicó por entero profesionalmente al mundo del cante, ya que a lo largo de varias décadas trabajó en el matadero municipal como matarife para mantener a su prolífica familia. Una labor que además compaginó durante 40 años con el puesto de puntillero en la plaza de toros de Utrera.
El nombre de la ciudad de Utrera estará para siempre asociado al mundo del flamenco, porque en estas tierras nacieron, crecieron y cantaron voces inolvidables como Fernanda y Bernarda, Perrate, Bambino, Curro de Utrera, Gaspar o Enrique Montoya. Voces que se han ido apagando, escribiendo páginas gloriosas. Momentos que ha vivido de cerca Antonio Peña Otero, conocido cariñosamente como ‘El Cuchara’, y que el pasado 7 de enero cumplía nada más y nada menos que 95 años.
Antonio vivió toda esta etapa, trabajó codo con codo con todos los integrantes de la generación de oro del flamenco de Utrera y con los primeros compases del año 2025, está siendo el protagonista de una serie de actos de homenaje brindados por su familia y la delegación de Cultura del Ayuntamiento de Utrera.
El primero de ellos ha sido la colocación de un azulejo con el retrato del artista que se ha colocado en uno de los bancos que se sitúa en el parque del Muro. Se trata de una obra realizada por el utrerano Joaquín García Anaya y que se ha inspirado en una fotografía de una entrevista realizada a ‘El Cuchara’ en el año 2018. Un homenaje que tendrá su continuidad con un bonito acto en el teatro de Utrera, en el que se espera la presencia de artistas como José Mercé, Tomatito, Los Morancos, Aurora Vargas, Diego Carrasco, José Valencia o Miguel Ángel Heredia.
Para cerrar el reconocimiento a una de las figuras más emblemáticas de Utrera, próximamente tendrá lugar la colocación de un monolito realizado por el escultor utrerano Sebastián Martínez Zaya en la esquina de la calle Fernanda y Bernarda con la Plaza de Santa Ana, mirando hacia la calle Nueva, lugar donde nació el 7 de enero de 1930. Una obra en la que el propio autor ha explicado que se «recogen las principales características que lo han definido toda su vida: sus camisas, los pañuelos de colores y estampados, y sus cucharas colgadas al cuello».
a.f.
En el acto de inauguración de este azulejo conmemorativo estuvieron presentes el alcalde de Utrera, Francisco Jiménez y la delegada de Cultura, María José García Arroyo, así como otros representantes de la corporación municipal. ‘El Cuchara’, que dio las gracias a todos los asistentes por este homenaje, estuvo acompañado de representantes de su familia.
El alcalde de Utrera precisó que «hoy no sólo le estamos ofreciendo un homenaje a Antonio, estamos reconociendo al flamenco de Utrera en su conjunto, un homenaje a todo lo que Utrera ha sido en el mundo del flamenco y lo que sigue siendo». Jiménez destacó como ‘El Cuchara’, ha tenido 16 hijos y 32 nietos, asegurando que «por su forma de ser ha sabido ganarse el corazón de todo el mundo».
La historia que une a El Cuchara con el cante flamenco comenzó a inicios de la década de los 40 del pasado siglo, cuando teniendo sólo 11 años realizó sus primeras actuaciones, actuando junto a su hermano Juan en algunos bautizos, a cambió de un poco de pan y vino. Su gracia festera y saber estar encima de los escenarios llamó rápidamente la atención de muchos, en primer lugar de Perrate de Utrera, quién lo ayudó notablemente en aquellos comienzos.
a.f.
Momentos en los que ‘El Cuchara’ sólo cobraba unas cuatro o cinco pesetas por actuación, pero en los que rápidamente fue aumentando el caché hasta ser él mismo el que trataba de forma directa con los señoritos y los organizadores de fiestas flamencas. Su propuesta artística siempre estuvo centrada en la dimensión más festiva del flamenco, llegando a ser un personaje muy importante por ejemplo en la Feria de Sevilla y en fiestas interminables que se extendían hasta las claras del día.
Su carácter abierto lo convirtió también en un personaje clave a la hora de introducir en los círculos flamencos a muchos artistas de Utrera que comenzaban su andadura y que poco a poco fueron capaces de labrarse un nombre hasta convertirse en figuras imprescindibles.
Antonio nunca se dedicó por entero profesionalmente al mundo del cante, ya que a lo largo de varias décadas trabajó en el matadero municipal como matarife para mantener a su prolífica familia. Una labor que además compaginó durante 40 años con el puesto de puntillero en la plaza de toros de Utrera.
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