Los personajes son interesantes. Parecen existir por ahí, en algún ‘mundo’ más allá de las páginas. Todos, hasta los secundarios, hasta los que apenas aparecen. Las conversaciones son interesantes. Los temas son interesantes. La historia es interesante. No, es apasionante, ya que esta es, en realidad, una novela de misterio, una especie de ‘thriller’. Un ‘thriller’ inmensamente elegante que es una doble historia, de amor por un lado y de explotación y violencia mental y física por el otro. En cuanto al estilo. Uf. Uno siente que puede quedarse corto al alabarlo, pero que si dice de verdad lo que piensa no será creído. Este galimatías mental acecha siempre al crítico. El estilo. Ernesto Pérez Zúñiga ha encontrado un estilo que es tan poético como tenso y eficaz. NOVELA ‘Veníamos de la noche’ Autor Ernesto Pérez Zúñiga Editorial Galaxia Gutenberg Año 2025 Páginas 384 Precio 22,50 euros 5Un estilo rápido hecho de frases cortas y pequeñas pinceladas que resulta enormemente ágil y que posee una de las cualidades más raras que puede tener un prosista: verdadero encanto. Parece brotar de la luz de Roma, de ese ritmo de colinas, de pinos, de estatuas, de arte y de historia. Esta no solo es una gran novela española sino también una gran novela europea. No queremos contar la trama para no revelarle al lector lo que debe ser una sorpresa. ¡Ojalá pudiéramos, para hacerle partícipe de lo mucho que nos gusta Lucía Dávila, tan atractiva que todos los personajes parecen enamorados de ella, y Enrico Tomasi, el sempiterno lector de Dante, y lo mucho que odiamos a Sebastián Osuna, el científico que no entiende el valor del arte! El debate entre el humanismo y la ciencia está en el corazón de la novela. Porque Sebastián, el ex marido de Lucía, no solo desprecia el arte y lo considera un lujo inútil, sino que está dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir sus objetivos, hasta a contratar a un delincuente para atacar a los que se interesan por su ex mujer, a desacreditarla ante sus colegas y ante sus hijos, a acosarla hasta el punto de que ella se cambia de apellido para intentar huir. Ciencia que se cree único criterio de verdad , que se deja corromper por el capital y los negocios y que al convertirse en un «absoluto incuestionable» se alía con esos «titanes» del imaginario griego que representan lo inhumano. Un ‘thriller’ inmensamente elegante que es una doble historia, escrito con un estilo que es tan poético como tenso y eficazFrente a Sebastián, «el señor de las ratas», que trata a sus semejantes como si fueran las ratas que utiliza en sus experimentos, aparece el misterioso, quimérico Enrico , lector de Dante, defensor del humanismo y de la vida del alma, con el que Lucía vivirá una historia de amor de enorme intensidad y delicadeza. El capítulo del lago. Y el de Bomarzo. «El cuerpo es agua. El agua es alma». El tono, la fascinación de las palabras de un narrador que ha alcanzado la plena maestría de su oficio.No hay un personaje en esta novela que no sea memorable: Lancaster, el delincuente; Gustavo Setién, director de la Academia de España en Roma, que es el narrador de la historia, ya que ‘Veníamos de la noche’ es también la historia de cómo se escribe ‘Veníamos de la noche’; Laura, la hija de Lucía obsesionada de forma enfermiza con la ecología y la crisis climática; Francesca, la hija de Gianfranco, que trabaja con inmigrantes y personas sin techo… Hebras que forman juntas el tapiz de una gran novela. Los personajes son interesantes. Parecen existir por ahí, en algún ‘mundo’ más allá de las páginas. Todos, hasta los secundarios, hasta los que apenas aparecen. Las conversaciones son interesantes. Los temas son interesantes. La historia es interesante. No, es apasionante, ya que esta es, en realidad, una novela de misterio, una especie de ‘thriller’. Un ‘thriller’ inmensamente elegante que es una doble historia, de amor por un lado y de explotación y violencia mental y física por el otro. En cuanto al estilo. Uf. Uno siente que puede quedarse corto al alabarlo, pero que si dice de verdad lo que piensa no será creído. Este galimatías mental acecha siempre al crítico. El estilo. Ernesto Pérez Zúñiga ha encontrado un estilo que es tan poético como tenso y eficaz. NOVELA ‘Veníamos de la noche’ Autor Ernesto Pérez Zúñiga Editorial Galaxia Gutenberg Año 2025 Páginas 384 Precio 22,50 euros 5Un estilo rápido hecho de frases cortas y pequeñas pinceladas que resulta enormemente ágil y que posee una de las cualidades más raras que puede tener un prosista: verdadero encanto. Parece brotar de la luz de Roma, de ese ritmo de colinas, de pinos, de estatuas, de arte y de historia. Esta no solo es una gran novela española sino también una gran novela europea. No queremos contar la trama para no revelarle al lector lo que debe ser una sorpresa. ¡Ojalá pudiéramos, para hacerle partícipe de lo mucho que nos gusta Lucía Dávila, tan atractiva que todos los personajes parecen enamorados de ella, y Enrico Tomasi, el sempiterno lector de Dante, y lo mucho que odiamos a Sebastián Osuna, el científico que no entiende el valor del arte! El debate entre el humanismo y la ciencia está en el corazón de la novela. Porque Sebastián, el ex marido de Lucía, no solo desprecia el arte y lo considera un lujo inútil, sino que está dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir sus objetivos, hasta a contratar a un delincuente para atacar a los que se interesan por su ex mujer, a desacreditarla ante sus colegas y ante sus hijos, a acosarla hasta el punto de que ella se cambia de apellido para intentar huir. Ciencia que se cree único criterio de verdad , que se deja corromper por el capital y los negocios y que al convertirse en un «absoluto incuestionable» se alía con esos «titanes» del imaginario griego que representan lo inhumano. Un ‘thriller’ inmensamente elegante que es una doble historia, escrito con un estilo que es tan poético como tenso y eficazFrente a Sebastián, «el señor de las ratas», que trata a sus semejantes como si fueran las ratas que utiliza en sus experimentos, aparece el misterioso, quimérico Enrico , lector de Dante, defensor del humanismo y de la vida del alma, con el que Lucía vivirá una historia de amor de enorme intensidad y delicadeza. El capítulo del lago. Y el de Bomarzo. «El cuerpo es agua. El agua es alma». El tono, la fascinación de las palabras de un narrador que ha alcanzado la plena maestría de su oficio.No hay un personaje en esta novela que no sea memorable: Lancaster, el delincuente; Gustavo Setién, director de la Academia de España en Roma, que es el narrador de la historia, ya que ‘Veníamos de la noche’ es también la historia de cómo se escribe ‘Veníamos de la noche’; Laura, la hija de Lucía obsesionada de forma enfermiza con la ecología y la crisis climática; Francesca, la hija de Gianfranco, que trabaja con inmigrantes y personas sin techo… Hebras que forman juntas el tapiz de una gran novela.
Los personajes son interesantes. Parecen existir por ahí, en algún ‘mundo’ más allá de las páginas. Todos, hasta los secundarios, hasta los que apenas aparecen. Las conversaciones son interesantes. Los temas son interesantes. La historia es interesante. No, es apasionante, ya que esta es, en … realidad, una novela de misterio, una especie de ‘thriller’. Un ‘thriller’ inmensamente elegante que es una doble historia, de amor por un lado y de explotación y violencia mental y física por el otro.
En cuanto al estilo. Uf. Uno siente que puede quedarse corto al alabarlo, pero que si dice de verdad lo que piensa no será creído. Este galimatías mental acecha siempre al crítico. El estilo. Ernesto Pérez Zúñiga ha encontrado un estilo que es tan poético como tenso y eficaz.

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Autor
Ernesto Pérez Zúñiga -
Editorial
Galaxia Gutenberg -
Año
2025 -
Páginas
384 -
Precio
22,50 euros
Un estilo rápido hecho de frases cortas y pequeñas pinceladas que resulta enormemente ágil y que posee una de las cualidades más raras que puede tener un prosista: verdadero encanto. Parece brotar de la luz de Roma, de ese ritmo de colinas, de pinos, de estatuas, de arte y de historia. Esta no solo es una gran novela española sino también una gran novela europea.
No queremos contar la trama para no revelarle al lector lo que debe ser una sorpresa. ¡Ojalá pudiéramos, para hacerle partícipe de lo mucho que nos gusta Lucía Dávila, tan atractiva que todos los personajes parecen enamorados de ella, y Enrico Tomasi, el sempiterno lector de Dante, y lo mucho que odiamos a Sebastián Osuna, el científico que no entiende el valor del arte!
El debate entre el humanismo y la ciencia está en el corazón de la novela. Porque Sebastián, el ex marido de Lucía, no solo desprecia el arte y lo considera un lujo inútil, sino que está dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir sus objetivos, hasta a contratar a un delincuente para atacar a los que se interesan por su ex mujer, a desacreditarla ante sus colegas y ante sus hijos, a acosarla hasta el punto de que ella se cambia de apellido para intentar huir.
Ciencia que se cree único criterio de verdad, que se deja corromper por el capital y los negocios y que al convertirse en un «absoluto incuestionable» se alía con esos «titanes» del imaginario griego que representan lo inhumano.
Un ‘thriller’ inmensamente elegante que es una doble historia, escrito con un estilo que es tan poético como tenso y eficaz
Frente a Sebastián, «el señor de las ratas», que trata a sus semejantes como si fueran las ratas que utiliza en sus experimentos, aparece el misterioso, quimérico Enrico, lector de Dante, defensor del humanismo y de la vida del alma, con el que Lucía vivirá una historia de amor de enorme intensidad y delicadeza. El capítulo del lago. Y el de Bomarzo. «El cuerpo es agua. El agua es alma». El tono, la fascinación de las palabras de un narrador que ha alcanzado la plena maestría de su oficio.
No hay un personaje en esta novela que no sea memorable: Lancaster, el delincuente; Gustavo Setién, director de la Academia de España en Roma, que es el narrador de la historia, ya que ‘Veníamos de la noche’ es también la historia de cómo se escribe ‘Veníamos de la noche’; Laura, la hija de Lucía obsesionada de forma enfermiza con la ecología y la crisis climática; Francesca, la hija de Gianfranco, que trabaja con inmigrantes y personas sin techo… Hebras que forman juntas el tapiz de una gran novela.
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