Abrió la tarde un toro de Ángeles Sánchez y Sánchez distraído que miraba a las tablas más que otra cosa. Ventura , con su magisterio habitual, supo engolosinarlo y llevarlo pegadito al caballo. Tuvieron mucho mérito los quiebros pegados a las tablas, ya que el animal apretaba hacia los adentros. Se inventó una faena a un toro de pocas opciones, dejando las banderillas clavando al estribo, muy reunidas y cortó la primera oreja del festejo, tras un gran rejonazo de muerte, posterior a un pinchazo en lo alto. Con más alegría embistió Sereno, con el que expuso mucho el sevillano, llegando a veces a límites temerarios. Además, puso la alegría que le faltaba al toro, tanto con los caballos, como animando a la gente y pidiendo a la banda que tocara. Le costaba ya al toro arrancarse en las cortas, lo que no supuso problema para Diego en realizar un gran tercio. Reventó, nuevamente, al animal con el rejón de muerte, y a sus manos fueron las dos orejas, entre gritos de «¡torero, torero!». Poco toro tuvo Castella , que comenzó de rodillas en el tercio, para conducir a Mariposo a los medios rodilla en tierra después. Intentó sacar algo del toro de García Jiménez, pero el noble animal, manso y descastado, poco le permitió. Muy voluntarioso estuvo Sebastián con el quinto, tanto en el recibo a la verónica y el quite por chicuelinas, como durante la faena, tras la buena brega de José Chacón. El animal salía desentendido, pero el buen hacer del torero logró meterlo en la muleta, dejándosela siempre puesta en la cara, haciendo así que repitiera, e incluso colocara bien la cara en algunos pases. Los naturales a pies juntos fueron francamente buenos, pese a que el de Matilla ya se iba quedando corto y sin fuelle. Completamente dominado este Industrial, terminó Castella metido entre los pitones, antes de dejar una media en buen sitio.Noticia Relacionada estandar Si Alcalá se viste de Chenel y oro a la espera de Morante Alicia P. Velarde La terna, compuesta por Castella -que sustituía al Genio-, Marco y Olga, corta una oreja por coleta a las puertas de Madrid Preciosa fue la media con al que Rufo abrochó el saludo al tercero, y otra buena dio tras el quite por tafalleras. Buena fue la brega de Blasco, y estuvieron bien con los palos Revuelta y Fernando Sánchez. Toreramente se llevó Tomás a Derribado a los medios, cerrando este inicio con un derechazo de tal despaciosidad, que hizo surgir de los tendidos un ‘olé’ muy sentido. Sin embargo, ahí se acabó el animal. A media alturita, con buen hacer, lo toreó el toledano, sacándole todo el partido posible, viendo recompensado su esfuerzo con una oreja. Tras volver a sobresalir los subalternos con el último de la tarde, comenzó el de Pepino conduciendo al animal a los medios por bajo, con suavidad, frente a la brusquedad de este Esabonío, que, aunque no le iba del todo mal su nombre, su mayor defecto era esa falta de clase. Técnico, templado, y entendiendo a su oponente en tiempos y distancias estuvo Tomás. Le costaba repetir al de García Jiménez, especialmente al natural, donde molestó una brisilla que comenzó a soplar además. Pero ni en una ocasión le tropezó la pañosa, gracias al buen hacer del toledano. Una lástima que el mal uso del acero le impidiera abrir la puerta grande, aunque hubiera petición, pero no mayoritaria.FERIA DEL CRISTO DE LOS REMEDIOS Plaza de toros de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Sábado, 30 de agosto de 2025. Toros de Ángel Sánchez y Sánchez para rejones, y Hnos. García Jiménez para a pie. Diego Ventura, pinchazo y rejón (oreja). Rejón (dos orejas). Sebastián Castella, de carmelita y plata. Estocada trasera y dos descabellos (silencio). Media (oreja con petición). Tomás Rufo, de obispo y oro. Casi entera desprendidilla (oreja). Pinchazo y estocada caída (petición no mayoritaria). Abrió la tarde un toro de Ángeles Sánchez y Sánchez distraído que miraba a las tablas más que otra cosa. Ventura , con su magisterio habitual, supo engolosinarlo y llevarlo pegadito al caballo. Tuvieron mucho mérito los quiebros pegados a las tablas, ya que el animal apretaba hacia los adentros. Se inventó una faena a un toro de pocas opciones, dejando las banderillas clavando al estribo, muy reunidas y cortó la primera oreja del festejo, tras un gran rejonazo de muerte, posterior a un pinchazo en lo alto. Con más alegría embistió Sereno, con el que expuso mucho el sevillano, llegando a veces a límites temerarios. Además, puso la alegría que le faltaba al toro, tanto con los caballos, como animando a la gente y pidiendo a la banda que tocara. Le costaba ya al toro arrancarse en las cortas, lo que no supuso problema para Diego en realizar un gran tercio. Reventó, nuevamente, al animal con el rejón de muerte, y a sus manos fueron las dos orejas, entre gritos de «¡torero, torero!». Poco toro tuvo Castella , que comenzó de rodillas en el tercio, para conducir a Mariposo a los medios rodilla en tierra después. Intentó sacar algo del toro de García Jiménez, pero el noble animal, manso y descastado, poco le permitió. Muy voluntarioso estuvo Sebastián con el quinto, tanto en el recibo a la verónica y el quite por chicuelinas, como durante la faena, tras la buena brega de José Chacón. El animal salía desentendido, pero el buen hacer del torero logró meterlo en la muleta, dejándosela siempre puesta en la cara, haciendo así que repitiera, e incluso colocara bien la cara en algunos pases. Los naturales a pies juntos fueron francamente buenos, pese a que el de Matilla ya se iba quedando corto y sin fuelle. Completamente dominado este Industrial, terminó Castella metido entre los pitones, antes de dejar una media en buen sitio.Noticia Relacionada estandar Si Alcalá se viste de Chenel y oro a la espera de Morante Alicia P. Velarde La terna, compuesta por Castella -que sustituía al Genio-, Marco y Olga, corta una oreja por coleta a las puertas de Madrid Preciosa fue la media con al que Rufo abrochó el saludo al tercero, y otra buena dio tras el quite por tafalleras. Buena fue la brega de Blasco, y estuvieron bien con los palos Revuelta y Fernando Sánchez. Toreramente se llevó Tomás a Derribado a los medios, cerrando este inicio con un derechazo de tal despaciosidad, que hizo surgir de los tendidos un ‘olé’ muy sentido. Sin embargo, ahí se acabó el animal. A media alturita, con buen hacer, lo toreó el toledano, sacándole todo el partido posible, viendo recompensado su esfuerzo con una oreja. Tras volver a sobresalir los subalternos con el último de la tarde, comenzó el de Pepino conduciendo al animal a los medios por bajo, con suavidad, frente a la brusquedad de este Esabonío, que, aunque no le iba del todo mal su nombre, su mayor defecto era esa falta de clase. Técnico, templado, y entendiendo a su oponente en tiempos y distancias estuvo Tomás. Le costaba repetir al de García Jiménez, especialmente al natural, donde molestó una brisilla que comenzó a soplar además. Pero ni en una ocasión le tropezó la pañosa, gracias al buen hacer del toledano. Una lástima que el mal uso del acero le impidiera abrir la puerta grande, aunque hubiera petición, pero no mayoritaria.FERIA DEL CRISTO DE LOS REMEDIOS Plaza de toros de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Sábado, 30 de agosto de 2025. Toros de Ángel Sánchez y Sánchez para rejones, y Hnos. García Jiménez para a pie. Diego Ventura, pinchazo y rejón (oreja). Rejón (dos orejas). Sebastián Castella, de carmelita y plata. Estocada trasera y dos descabellos (silencio). Media (oreja con petición). Tomás Rufo, de obispo y oro. Casi entera desprendidilla (oreja). Pinchazo y estocada caída (petición no mayoritaria).
Abrió la tarde un toro de Ángeles Sánchez y Sánchez distraí do que miraba a las tablas más que otra cosa. Ventura, con su magisterio habitual, supo engolosinarlo y llevarlo pegadito al caballo. Tuvieron mucho mérito los quiebros pegados a las tablas, ya que … el animal apretaba hacia los adentros. Se inventó una faena a un toro de pocas opciones, dejando las banderillas clavando al estribo, muy reunidas y cortó la primera oreja del festejo, tras un gran rejonazo de muerte, posterior a un pinchazo en lo alto.
Con más alegría embistió Sereno, con el que expuso mucho el sevillano, llegando a veces a límites temerarios. Además, puso la alegría que le faltaba al toro, tanto con los caballos, como animando a la gente y pidiendo a la banda que tocara. Le costaba ya al toro arrancarse en las cortas, lo que no supuso problema para Diego en realizar un gran tercio. Reventó, nuevamente, al animal con el rejón de muerte, y a sus manos fueron las dos orejas, entre gritos de «¡torero, torero!».
Poco toro tuvo Castella, que comenzó de rodillas en el tercio, para conducir a Mariposo a los medios rodilla en tierra después. Intentó sacar algo del toro de García Jiménez, pero el noble animal, manso y descastado, poco le permitió. Muy voluntarioso estuvo Sebastián con el quinto, tanto en el recibo a la verónica y el quite por chicuelinas, como durante la faena, tras la buena brega de José Chacón. El animal salía desentendido, pero el buen hacer del torero logró meterlo en la muleta, dejándosela siempre puesta en la cara, haciendo así que repitiera, e incluso colocara bien la cara en algunos pases. Los naturales a pies juntos fueron francamente buenos, pese a que el de Matilla ya se iba quedando corto y sin fuelle. Completamente dominado este Industrial, terminó Castella metido entre los pitones, antes de dejar una media en buen sitio.
Preciosa fue la media con al que Rufo abrochó el saludo al tercero, y otra buena dio tras el quite por tafalleras. Buena fue la brega de Blasco, y estuvieron bien con los palos Revuelta y Fernando Sánchez. Toreramente se llevó Tomás a Derribado a los medios, cerrando este inicio con un derechazo de tal despaciosidad, que hizo surgir de los tendidos un ‘olé’ muy sentido. Sin embargo, ahí se acabó el animal. A media alturita, con buen hacer, lo toreó el toledano, sacándole todo el partido posible, viendo recompensado su esfuerzo con una oreja.
Tras volver a sobresalir los subalternos con el último de la tarde, comenzó el de Pepino conduciendo al animal a los medios por bajo, con suavidad, frente a la brusquedad de este Esabonío, que, aunque no le iba del todo mal su nombre, su mayor defecto era esa falta de clase. Técnico, templado, y entendiendo a su oponente en tiempos y distancias estuvo Tomás. Le costaba repetir al de García Jiménez, especialmente al natural, donde molestó una brisilla que comenzó a soplar además. Pero ni en una ocasión le tropezó la pañosa, gracias al buen hacer del toledano. Una lástima que el mal uso del acero le impidiera abrir la puerta grande, aunque hubiera petición, pero no mayoritaria.
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Plaza de toros de San Sebastián de los Reyes (Madrid).
Sábado, 30 de agosto de 2025. Toros de Ángel Sánchez y Sánchez para rejones, y Hnos. García Jiménez para a pie. -
Diego Ventura,
pinchazo y rejón (oreja). Rejón (dos orejas). -
Sebastián Castella,
de carmelita y plata. Estocada trasera y dos descabellos (silencio). Media (oreja con petición). -
Tomás Rufo,
de obispo y oro. Casi entera desprendidilla (oreja). Pinchazo y estocada caída (petición no mayoritaria).
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