Decir Victorino es decir Toros. Decir Victorino es decir Cultura. La cultura del mundo rural, la que nace en el campo bravo y muere cuando las mulillas arrastran al sexto de la tarde. Para renacer de nuevo en las faenas de la dehesa, en todo lo que se rumia tras las bambalinas de los chiqueros, de los pórticos que conducen a ese paraíso llamado ‘Las Tiesas de Santa María’. En el marco cacereño de Portezuelo se erigen pinturas herradas con la A coronada mientras Victorino Martín García (Madrid, 1961) vela por la bravura. Y precisamente por ser guardián de un legado único, con la culminación en 2024 de una corrida plena de emoción en la tarde de la Hispanidad, el ganadero ha sido distinguido con e l XVI premio Taurino ABC. El jurado también reconoció su firme defensa de la tauromaquia, de la cultura taurina en definitiva. —Su padre ganó este galardón en 2012 en su quinta edición. ¿Qué supone para usted este premio?—Pensé que todos los premios que recibió mi padre nunca los podría alcanzar. Es la confirmación de mi trabajo, de mi esfuerzo y de una vida dedicada al toro. Estoy muy agradecido, porque es un reconocimiento máximo, el premio que todos queremos.—¿Cómo ha evolucionado su ganadería en estos años?—Como evolucionan los tiempos. A nosotros se nos exige la excelencia, se nos exige un toro completo. A lo mejor con mi padre se era más permisivo: salía un toro bueno, otro complicado… Nosotros hemos tenido que buscar la excelencia, el festejo completo, los toros completos.—¿Qué balance hace de la temporada pasada?—Ha sido importantísima, con triunfos esenciales en Madrid, Sevilla, en Francia (en plazas como Mont-de-Marsan), en Valladolid… Esa corrida en solitario que mató Emilio de Justo, que es un ejemplo de superación, fue un hito, como el cierre en Jaén. Destacaría la regularidad; casi todas han embestido. —A lo largo de la historia de la divisa, hay dos toros claves indultados: Velador, en Madrid, y Cobradiezmos, en Sevilla. Pasado y presente: ¿qué diferencias hay entre uno y otro?—Hay que tener en cuenta que en la época de mi padre prácticamente solo se podían indultar toros en las corridas concurso. Fueron muy diferentes. Velador fue muy encastado, muy complicado para estar delante de él. De hecho, tardó dos horas en volver a los corrales y Ortega Cano ni saludó. En cuanto a Cobradiezmos, siendo encastado y difícil por exigente, tuvo una embestida y una humillación únicas. Era una humillación, por decirlo de alguna forma, casi exagerada. De hecho, hay imágenes en las que está el toro arrastrando el morro por el albero.—¿Cómo lleva lo de ser hijo de una máxima figura ganadera?—De cara a triunfar es un hándicap, pero tiene sus pros y sus contras. Siempre te están comparando con tu padre. Cuando salían las cosas bien, el mérito seguía siendo de mi padre; cuando salían mal, era demérito mío. No ha sido fácil, pero lo tengo asumido. Y yo sé cuál es mi camino y lo ando. No olvidemos que hasta el rabo todo es toro.—¿Son ahora más feroces los ataques antitaurinos que antes?—La cultura animalista no estaba tan arraigada, pero siempre ha habido críticos y detractores del mundo del toro. De cualquier forma, los antitaurinos han sido necesarios para el crecimiento de los taurinos, porque esa oposición nos ha hecho agudizar el ingenio.«Este galardón es la confirmación de mi trabajo, de mi esfuerzo y de una vida dedicada al toro»—¿Cree que el ministro de Cultura ha sido un revulsivo para que los jóvenes se acerquen a las plazas? —Claro, hay que darle las gracias a Urtasun, porque cuando se es tan sectario, cuando se intenta imponer una verdad no real, cuando se intenta perjudicar de una forma tan clara, hay una reacción y ha impulsado la afición. Los totalitarismos no gustan, y mucho menos al pueblo español.—¿Qué le diría si lo tuviese delante?—Gracias. Y, además, le invitaría a mi finca y a ver una corrida de toros.—Usted está al frente de la Fundación Toro de Lidia, pero el sector no acaba de formar un lobby de presión, pese al volumen económico que mueve la tauromaquia.—Es importante resaltar que la Fundación está muy apoyada por gente que no tiene nada que ver con el mundo del toro, sin intereses económicos. Si mañana desapareciera el toro, a ellos profesionalmente les afectaría cero. Pero son gente muy comprometida con la libertad, gente muy comprometida con la libertad de pensamiento, con la libre elección, con la cultura, con la protección de las distintas expresiones culturales. Lo que pasa es que, al final, somos latinos, somos ibéricos, y es muy difícil que nos agrupemos todos en una misma idea. Si fuéramos alemanes, sería más fácil. Con mayor implicación y unión del sector, podríamos ser todavía mucho más grandes.—¿La creación del Nacional es una respuesta a ese sectarismo político?—Ha sido una reacción unánime. Creo que el mérito de la Fundación ha sido juntar a todos; si no, hubiese habido 25 premios nacionales, pues lo propusieron comunidades, ayuntamientos… No es fácil poner de acuerdo todas esas agendas; son gente muy ocupada, pero creo que es muy representativo de lo que simboliza el toro para todo el territorio nacional, lo que significa la cultura del toro para toda España. —Es significativa la adhesión socialista de Emiliano García-Page.—Page fue de los primeros que se ofreció. Además de significativo, es coherente, pues es el presidente de Castilla-La Mancha, una comunidad supertaurina, con un canal que retransmite más de cien espectáculos al año. También hay ganaderías, grandes profesionales y grandes matadores que son castellanomanchegos, y mucha afición. Y no solo es ahí: en el 60% de los municipios españoles hay algún tipo de festejo taurino a lo largo del año. Y hay algunas comunidades como Madrid, Castilla y León, Andalucía, Aragón… donde la tauromaquia también forma parte consustancial con su forma de vivir y sentir.«La adhesión de tantas comunidades es muy representativa de lo que simboliza la cultura del toro para toda España»—Da la impresión de que el ataque político no va emparejado con la realidad social.—Totalmente, pero aunque no fuéramos tan mayoritarios, que lo somos, ¿qué pasa? ¿Porque no te guste la danza la vas a prohibir? ¿Si no te gusta la música clásica la prohíbes? Precisamente la democracia lo que propugna es eso, la defensa de las minorías, y en el tema cultural más que en ninguna otra parte. Las diversas expresiones culturales son fundamentales para podernos desarrollar, para poder crecer, con la particularidad de que el toro es transversal. El toro no entiende de políticas, en una plaza se sienta gente de todas las ideologías. Miren, Urtasun era un activista antitaurino antes de ser ministro, ya intentó prohibir las subvenciones europeas. Ha sido un activista declarado, pero no se pueden anteponer los gustos personales a la forma de pensar, a la forma de disfrutar y de celebrar de un país. El toreo es una celebración colectiva en la mayoría de municipios, pero aunque fuéramos mucho mucho más minoritarios, tendría que respetarnos. Primero, por sentido común, y segundo, por ley.—¿Y Pedro Sánchez y esa izquierda que se proclama del pueblo no tienen nada que decir?—¿Qué hay más transgresor que un matador de toros? ¿Qué hay más transgresor que una figura del toreo que sale normalmente de las escalas bajas de la sociedad y llega a codearse con los máximos mandatarios y con las grandes figuras mundiales? Lo de Urtasun es una incoherencia: dice que su modelo a seguir es Semprún, que era un supertaurino, íntimo amigo de los Dominguines. —Con tanta polémica, ¿hubiese sido mejor dejar la Fiesta en Interior?—No, no. La Fiesta es cultura sobre todo. El rito sacrificial del toro en pleno siglo XXI se justifica de dos maneras: primero, como la expresión cultural que es, y después, por la importancia del toro.—¿Es el victorino que cría su ideal?—Nunca se llega a la perfección, ya me lo decía un profesor. Sé que no lo conseguiré, pero pienso acercarme lo más posible.—¿El que más próximo ha estado?—Uff, una combinación de varios, que sea fiero, bravo en el caballo, pronto en banderillas, que humille, repita, vaya largo y que, además, dure mucho. Eso es muy difícil. Pero, bueno, ha habido toros. —En la corrida de la Hispanidad salieron dos ejemplares de bandera, Escusano y Director.—Por la forma de humillar me encantó Escusano.—¿Y qué se necesita para que haya un indulto en Las Ventas?—Algún día llegará…—Muchos sentencian que hoy se torea mejor que nunca. ¿Los toros embisten mejor que nunca?—No se torea mejor que nunca, pero el toro es mucho más permisivo, aunque reconozco que el nuestro no admite errores y se violenta con los toques bruscos. Hoy se torea con más estética que nunca, con una expresión artística mayor y las faenas son más largas, con los toreros mejor preparados, pero sobra mecanicismo y falta imaginación y capacidad de crear. Aunque para ponerse delante de un toro hay que tener una personalidad fuerte y los toreros la tienen, en mi opinión sobra convencionalismo y falta un poco de locura.—¿Cómo ha evolucionado la lidia?—Habría que darle más importancia a la suerte de varas, donde el toro es protagonista o debería serlo. Ahora se acorta y es un trámite para preparar la faena de muleta, que a veces se hace eterna. —Adelante a nuestros lectores de ABC las plazas de su temporada 2025.—Estaré en Madrid (San Isidro y Otoño), Sevilla, Dax, Mont de Marsan, Nimes, Pontevedra, Valladolid, Jaén, Alicante, Santander, Granada y La Línea.—¿Algún gesto de figuras?—Se han interesado todas; algo podría haber…Acta del juradoEl ganadero Victorino Martín García ha sido distinguido con el XVI premio Taurino ABC «como guardián de un legado único de bravura, con una gran temporada 2024 –coronada en una corrida de la Hispanidad plena de emoción y casta–, y como firme defensor de la cultura taurina». Éste fue el veredicto del jurado que ha premiado al responsable actual de una ganadería legendaria. Presidido por Santiago de León y Domecq, teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Sevilla, el jurado, que se ha reunido en la Casa de ABC, estuvo compuesto por Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’, Pilar Vega de Anzo, Joaquín Moeckel, François Zumbiehl, José María Álvarez del Manzano, Rosario Pérez y Ángel González Abad como secretario. Victorino decidió ausentarse de la reunión del jurado cuando su nombre sonó entre las propuestas. Casi 4.000 toros lidiados en más de 200 plazas, 2.000 orejas y 50 rabos cortados, más de 300 salidas de toreros a hombros, más de 150 toros de vuelta al ruedo, 20 veces se llevaron al ganadero y al mayoral por la puerta grande y 18 ejemplares indultados. Es el legado que recibió, mantiene y acrecienta Victorino. Decir Victorino es decir Toros. Decir Victorino es decir Cultura. La cultura del mundo rural, la que nace en el campo bravo y muere cuando las mulillas arrastran al sexto de la tarde. Para renacer de nuevo en las faenas de la dehesa, en todo lo que se rumia tras las bambalinas de los chiqueros, de los pórticos que conducen a ese paraíso llamado ‘Las Tiesas de Santa María’. En el marco cacereño de Portezuelo se erigen pinturas herradas con la A coronada mientras Victorino Martín García (Madrid, 1961) vela por la bravura. Y precisamente por ser guardián de un legado único, con la culminación en 2024 de una corrida plena de emoción en la tarde de la Hispanidad, el ganadero ha sido distinguido con e l XVI premio Taurino ABC. El jurado también reconoció su firme defensa de la tauromaquia, de la cultura taurina en definitiva. —Su padre ganó este galardón en 2012 en su quinta edición. ¿Qué supone para usted este premio?—Pensé que todos los premios que recibió mi padre nunca los podría alcanzar. Es la confirmación de mi trabajo, de mi esfuerzo y de una vida dedicada al toro. Estoy muy agradecido, porque es un reconocimiento máximo, el premio que todos queremos.—¿Cómo ha evolucionado su ganadería en estos años?—Como evolucionan los tiempos. A nosotros se nos exige la excelencia, se nos exige un toro completo. A lo mejor con mi padre se era más permisivo: salía un toro bueno, otro complicado… Nosotros hemos tenido que buscar la excelencia, el festejo completo, los toros completos.—¿Qué balance hace de la temporada pasada?—Ha sido importantísima, con triunfos esenciales en Madrid, Sevilla, en Francia (en plazas como Mont-de-Marsan), en Valladolid… Esa corrida en solitario que mató Emilio de Justo, que es un ejemplo de superación, fue un hito, como el cierre en Jaén. Destacaría la regularidad; casi todas han embestido. —A lo largo de la historia de la divisa, hay dos toros claves indultados: Velador, en Madrid, y Cobradiezmos, en Sevilla. Pasado y presente: ¿qué diferencias hay entre uno y otro?—Hay que tener en cuenta que en la época de mi padre prácticamente solo se podían indultar toros en las corridas concurso. Fueron muy diferentes. Velador fue muy encastado, muy complicado para estar delante de él. De hecho, tardó dos horas en volver a los corrales y Ortega Cano ni saludó. En cuanto a Cobradiezmos, siendo encastado y difícil por exigente, tuvo una embestida y una humillación únicas. Era una humillación, por decirlo de alguna forma, casi exagerada. De hecho, hay imágenes en las que está el toro arrastrando el morro por el albero.—¿Cómo lleva lo de ser hijo de una máxima figura ganadera?—De cara a triunfar es un hándicap, pero tiene sus pros y sus contras. Siempre te están comparando con tu padre. Cuando salían las cosas bien, el mérito seguía siendo de mi padre; cuando salían mal, era demérito mío. No ha sido fácil, pero lo tengo asumido. Y yo sé cuál es mi camino y lo ando. No olvidemos que hasta el rabo todo es toro.—¿Son ahora más feroces los ataques antitaurinos que antes?—La cultura animalista no estaba tan arraigada, pero siempre ha habido críticos y detractores del mundo del toro. De cualquier forma, los antitaurinos han sido necesarios para el crecimiento de los taurinos, porque esa oposición nos ha hecho agudizar el ingenio.«Este galardón es la confirmación de mi trabajo, de mi esfuerzo y de una vida dedicada al toro»—¿Cree que el ministro de Cultura ha sido un revulsivo para que los jóvenes se acerquen a las plazas? —Claro, hay que darle las gracias a Urtasun, porque cuando se es tan sectario, cuando se intenta imponer una verdad no real, cuando se intenta perjudicar de una forma tan clara, hay una reacción y ha impulsado la afición. Los totalitarismos no gustan, y mucho menos al pueblo español.—¿Qué le diría si lo tuviese delante?—Gracias. Y, además, le invitaría a mi finca y a ver una corrida de toros.—Usted está al frente de la Fundación Toro de Lidia, pero el sector no acaba de formar un lobby de presión, pese al volumen económico que mueve la tauromaquia.—Es importante resaltar que la Fundación está muy apoyada por gente que no tiene nada que ver con el mundo del toro, sin intereses económicos. Si mañana desapareciera el toro, a ellos profesionalmente les afectaría cero. Pero son gente muy comprometida con la libertad, gente muy comprometida con la libertad de pensamiento, con la libre elección, con la cultura, con la protección de las distintas expresiones culturales. Lo que pasa es que, al final, somos latinos, somos ibéricos, y es muy difícil que nos agrupemos todos en una misma idea. Si fuéramos alemanes, sería más fácil. Con mayor implicación y unión del sector, podríamos ser todavía mucho más grandes.—¿La creación del Nacional es una respuesta a ese sectarismo político?—Ha sido una reacción unánime. Creo que el mérito de la Fundación ha sido juntar a todos; si no, hubiese habido 25 premios nacionales, pues lo propusieron comunidades, ayuntamientos… No es fácil poner de acuerdo todas esas agendas; son gente muy ocupada, pero creo que es muy representativo de lo que simboliza el toro para todo el territorio nacional, lo que significa la cultura del toro para toda España. —Es significativa la adhesión socialista de Emiliano García-Page.—Page fue de los primeros que se ofreció. Además de significativo, es coherente, pues es el presidente de Castilla-La Mancha, una comunidad supertaurina, con un canal que retransmite más de cien espectáculos al año. También hay ganaderías, grandes profesionales y grandes matadores que son castellanomanchegos, y mucha afición. Y no solo es ahí: en el 60% de los municipios españoles hay algún tipo de festejo taurino a lo largo del año. Y hay algunas comunidades como Madrid, Castilla y León, Andalucía, Aragón… donde la tauromaquia también forma parte consustancial con su forma de vivir y sentir.«La adhesión de tantas comunidades es muy representativa de lo que simboliza la cultura del toro para toda España»—Da la impresión de que el ataque político no va emparejado con la realidad social.—Totalmente, pero aunque no fuéramos tan mayoritarios, que lo somos, ¿qué pasa? ¿Porque no te guste la danza la vas a prohibir? ¿Si no te gusta la música clásica la prohíbes? Precisamente la democracia lo que propugna es eso, la defensa de las minorías, y en el tema cultural más que en ninguna otra parte. Las diversas expresiones culturales son fundamentales para podernos desarrollar, para poder crecer, con la particularidad de que el toro es transversal. El toro no entiende de políticas, en una plaza se sienta gente de todas las ideologías. Miren, Urtasun era un activista antitaurino antes de ser ministro, ya intentó prohibir las subvenciones europeas. Ha sido un activista declarado, pero no se pueden anteponer los gustos personales a la forma de pensar, a la forma de disfrutar y de celebrar de un país. El toreo es una celebración colectiva en la mayoría de municipios, pero aunque fuéramos mucho mucho más minoritarios, tendría que respetarnos. Primero, por sentido común, y segundo, por ley.—¿Y Pedro Sánchez y esa izquierda que se proclama del pueblo no tienen nada que decir?—¿Qué hay más transgresor que un matador de toros? ¿Qué hay más transgresor que una figura del toreo que sale normalmente de las escalas bajas de la sociedad y llega a codearse con los máximos mandatarios y con las grandes figuras mundiales? Lo de Urtasun es una incoherencia: dice que su modelo a seguir es Semprún, que era un supertaurino, íntimo amigo de los Dominguines. —Con tanta polémica, ¿hubiese sido mejor dejar la Fiesta en Interior?—No, no. La Fiesta es cultura sobre todo. El rito sacrificial del toro en pleno siglo XXI se justifica de dos maneras: primero, como la expresión cultural que es, y después, por la importancia del toro.—¿Es el victorino que cría su ideal?—Nunca se llega a la perfección, ya me lo decía un profesor. Sé que no lo conseguiré, pero pienso acercarme lo más posible.—¿El que más próximo ha estado?—Uff, una combinación de varios, que sea fiero, bravo en el caballo, pronto en banderillas, que humille, repita, vaya largo y que, además, dure mucho. Eso es muy difícil. Pero, bueno, ha habido toros. —En la corrida de la Hispanidad salieron dos ejemplares de bandera, Escusano y Director.—Por la forma de humillar me encantó Escusano.—¿Y qué se necesita para que haya un indulto en Las Ventas?—Algún día llegará…—Muchos sentencian que hoy se torea mejor que nunca. ¿Los toros embisten mejor que nunca?—No se torea mejor que nunca, pero el toro es mucho más permisivo, aunque reconozco que el nuestro no admite errores y se violenta con los toques bruscos. Hoy se torea con más estética que nunca, con una expresión artística mayor y las faenas son más largas, con los toreros mejor preparados, pero sobra mecanicismo y falta imaginación y capacidad de crear. Aunque para ponerse delante de un toro hay que tener una personalidad fuerte y los toreros la tienen, en mi opinión sobra convencionalismo y falta un poco de locura.—¿Cómo ha evolucionado la lidia?—Habría que darle más importancia a la suerte de varas, donde el toro es protagonista o debería serlo. Ahora se acorta y es un trámite para preparar la faena de muleta, que a veces se hace eterna. —Adelante a nuestros lectores de ABC las plazas de su temporada 2025.—Estaré en Madrid (San Isidro y Otoño), Sevilla, Dax, Mont de Marsan, Nimes, Pontevedra, Valladolid, Jaén, Alicante, Santander, Granada y La Línea.—¿Algún gesto de figuras?—Se han interesado todas; algo podría haber…Acta del juradoEl ganadero Victorino Martín García ha sido distinguido con el XVI premio Taurino ABC «como guardián de un legado único de bravura, con una gran temporada 2024 –coronada en una corrida de la Hispanidad plena de emoción y casta–, y como firme defensor de la cultura taurina». Éste fue el veredicto del jurado que ha premiado al responsable actual de una ganadería legendaria. Presidido por Santiago de León y Domecq, teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Sevilla, el jurado, que se ha reunido en la Casa de ABC, estuvo compuesto por Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’, Pilar Vega de Anzo, Joaquín Moeckel, François Zumbiehl, José María Álvarez del Manzano, Rosario Pérez y Ángel González Abad como secretario. Victorino decidió ausentarse de la reunión del jurado cuando su nombre sonó entre las propuestas. Casi 4.000 toros lidiados en más de 200 plazas, 2.000 orejas y 50 rabos cortados, más de 300 salidas de toreros a hombros, más de 150 toros de vuelta al ruedo, 20 veces se llevaron al ganadero y al mayoral por la puerta grande y 18 ejemplares indultados. Es el legado que recibió, mantiene y acrecienta Victorino.
Decir Victorino es decir Toros. Decir Victorino es decir Cultura. La cultura del mundo rural, la que nace en el campo bravo y muere cuando las mulillas arrastran al sexto de la tarde. Para renacer de nuevo en las faenas de la dehesa, en … todo lo que se rumia tras las bambalinas de los chiqueros, de los pórticos que conducen a ese paraíso llamado ‘Las Tiesas de Santa María’. En el marco cacereño de Portezuelo se erigen pinturas herradas con la A coronada mientras Victorino Martín García (Madrid, 1961) vela por la bravura. Y precisamente por ser guardián de un legado único, con la culminación en 2024 de una corrida plena de emoción en la tarde de la Hispanidad, el ganadero ha sido distinguido con el XVI premio Taurino ABC. El jurado también reconoció su firme defensa de la tauromaquia, de la cultura taurina en definitiva.
—Su padre ganó este galardón en 2012 en su quinta edición. ¿Qué supone para usted este premio?
—Pensé que todos los premios que recibió mi padre nunca los podría alcanzar. Es la confirmación de mi trabajo, de mi esfuerzo y de una vida dedicada al toro. Estoy muy agradecido, porque es un reconocimiento máximo, el premio que todos queremos.
—¿Cómo ha evolucionado su ganadería en estos años?
—Como evolucionan los tiempos. A nosotros se nos exige la excelencia, se nos exige un toro completo. A lo mejor con mi padre se era más permisivo: salía un toro bueno, otro complicado… Nosotros hemos tenido que buscar la excelencia, el festejo completo, los toros completos.
—¿Qué balance hace de la temporada pasada?
—Ha sido importantísima, con triunfos esenciales en Madrid, Sevilla, en Francia (en plazas como Mont-de-Marsan), en Valladolid… Esa corrida en solitario que mató Emilio de Justo, que es un ejemplo de superación, fue un hito, como el cierre en Jaén. Destacaría la regularidad; casi todas han embestido.
—A lo largo de la historia de la divisa, hay dos toros claves indultados: Velador, en Madrid, y Cobradiezmos, en Sevilla. Pasado y presente: ¿qué diferencias hay entre uno y otro?
—Hay que tener en cuenta que en la época de mi padre prácticamente solo se podían indultar toros en las corridas concurso. Fueron muy diferentes. Velador fue muy encastado, muy complicado para estar delante de él. De hecho, tardó dos horas en volver a los corrales y Ortega Cano ni saludó. En cuanto a Cobradiezmos, siendo encastado y difícil por exigente, tuvo una embestida y una humillación únicas. Era una humillación, por decirlo de alguna forma, casi exagerada. De hecho, hay imágenes en las que está el toro arrastrando el morro por el albero.
—¿Cómo lleva lo de ser hijo de una máxima figura ganadera?
—De cara a triunfar es un hándicap, pero tiene sus pros y sus contras. Siempre te están comparando con tu padre. Cuando salían las cosas bien, el mérito seguía siendo de mi padre; cuando salían mal, era demérito mío. No ha sido fácil, pero lo tengo asumido. Y yo sé cuál es mi camino y lo ando. No olvidemos que hasta el rabo todo es toro.
—¿Son ahora más feroces los ataques antitaurinos que antes?
—La cultura animalista no estaba tan arraigada, pero siempre ha habido críticos y detractores del mundo del toro. De cualquier forma, los antitaurinos han sido necesarios para el crecimiento de los taurinos, porque esa oposición nos ha hecho agudizar el ingenio.
«Este galardón es la confirmación de mi trabajo, de mi esfuerzo y de una vida dedicada al toro»
—¿Cree que el ministro de Cultura ha sido un revulsivo para que los jóvenes se acerquen a las plazas?
—Claro, hay que darle las gracias a Urtasun, porque cuando se es tan sectario, cuando se intenta imponer una verdad no real, cuando se intenta perjudicar de una forma tan clara, hay una reacción y ha impulsado la afición. Los totalitarismos no gustan, y mucho menos al pueblo español.
—¿Qué le diría si lo tuviese delante?
—Gracias. Y, además, le invitaría a mi finca y a ver una corrida de toros.
—Usted está al frente de la Fundación Toro de Lidia, pero el sector no acaba de formar un lobby de presión, pese al volumen económico que mueve la tauromaquia.
—Es importante resaltar que la Fundación está muy apoyada por gente que no tiene nada que ver con el mundo del toro, sin intereses económicos. Si mañana desapareciera el toro, a ellos profesionalmente les afectaría cero. Pero son gente muy comprometida con la libertad, gente muy comprometida con la libertad de pensamiento, con la libre elección, con la cultura, con la protección de las distintas expresiones culturales. Lo que pasa es que, al final, somos latinos, somos ibéricos, y es muy difícil que nos agrupemos todos en una misma idea. Si fuéramos alemanes, sería más fácil. Con mayor implicación y unión del sector, podríamos ser todavía mucho más grandes.
—¿La creación del Nacional es una respuesta a ese sectarismo político?
—Ha sido una reacción unánime. Creo que el mérito de la Fundación ha sido juntar a todos; si no, hubiese habido 25 premios nacionales, pues lo propusieron comunidades, ayuntamientos… No es fácil poner de acuerdo todas esas agendas; son gente muy ocupada, pero creo que es muy representativo de lo que simboliza el toro para todo el territorio nacional, lo que significa la cultura del toro para toda España.
—Es significativa la adhesión socialista de Emiliano García-Page.
—Page fue de los primeros que se ofreció. Además de significativo, es coherente, pues es el presidente de Castilla-La Mancha, una comunidad supertaurina, con un canal que retransmite más de cien espectáculos al año. También hay ganaderías, grandes profesionales y grandes matadores que son castellanomanchegos, y mucha afición. Y no solo es ahí: en el 60% de los municipios españoles hay algún tipo de festejo taurino a lo largo del año. Y hay algunas comunidades como Madrid, Castilla y León, Andalucía, Aragón… donde la tauromaquia también forma parte consustancial con su forma de vivir y sentir.
«La adhesión de tantas comunidades es muy representativa de lo que simboliza la cultura del toro para toda España»
—Da la impresión de que el ataque político no va emparejado con la realidad social.
—Totalmente, pero aunque no fuéramos tan mayoritarios, que lo somos, ¿qué pasa? ¿Porque no te guste la danza la vas a prohibir? ¿Si no te gusta la música clásica la prohíbes? Precisamente la democracia lo que propugna es eso, la defensa de las minorías, y en el tema cultural más que en ninguna otra parte. Las diversas expresiones culturales son fundamentales para podernos desarrollar, para poder crecer, con la particularidad de que el toro es transversal. El toro no entiende de políticas, en una plaza se sienta gente de todas las ideologías. Miren, Urtasun era un activista antitaurino antes de ser ministro, ya intentó prohibir las subvenciones europeas. Ha sido un activista declarado, pero no se pueden anteponer los gustos personales a la forma de pensar, a la forma de disfrutar y de celebrar de un país. El toreo es una celebración colectiva en la mayoría de municipios, pero aunque fuéramos mucho mucho más minoritarios, tendría que respetarnos. Primero, por sentido común, y segundo, por ley.
—¿Y Pedro Sánchez y esa izquierda que se proclama del pueblo no tienen nada que decir?
—¿Qué hay más transgresor que un matador de toros? ¿Qué hay más transgresor que una figura del toreo que sale normalmente de las escalas bajas de la sociedad y llega a codearse con los máximos mandatarios y con las grandes figuras mundiales? Lo de Urtasun es una incoherencia: dice que su modelo a seguir es Semprún, que era un supertaurino, íntimo amigo de los Dominguines.
—Con tanta polémica, ¿hubiese sido mejor dejar la Fiesta en Interior?
—No, no. La Fiesta es cultura sobre todo. El rito sacrificial del toro en pleno siglo XXI se justifica de dos maneras: primero, como la expresión cultural que es, y después, por la importancia del toro.
—¿Es el victorino que cría su ideal?
—Nunca se llega a la perfección, ya me lo decía un profesor. Sé que no lo conseguiré, pero pienso acercarme lo más posible.
—¿El que más próximo ha estado?
—Uff, una combinación de varios, que sea fiero, bravo en el caballo, pronto en banderillas, que humille, repita, vaya largo y que, además, dure mucho. Eso es muy difícil. Pero, bueno, ha habido toros.
—En la corrida de la Hispanidad salieron dos ejemplares de bandera, Escusano y Director.
—Por la forma de humillar me encantó Escusano.
—¿Y qué se necesita para que haya un indulto en Las Ventas?
—Algún día llegará…
—Muchos sentencian que hoy se torea mejor que nunca. ¿Los toros embisten mejor que nunca?
—No se torea mejor que nunca, pero el toro es mucho más permisivo, aunque reconozco que el nuestro no admite errores y se violenta con los toques bruscos. Hoy se torea con más estética que nunca, con una expresión artística mayor y las faenas son más largas, con los toreros mejor preparados, pero sobra mecanicismo y falta imaginación y capacidad de crear. Aunque para ponerse delante de un toro hay que tener una personalidad fuerte y los toreros la tienen, en mi opinión sobra convencionalismo y falta un poco de locura.
—¿Cómo ha evolucionado la lidia?
—Habría que darle más importancia a la suerte de varas, donde el toro es protagonista o debería serlo. Ahora se acorta y es un trámite para preparar la faena de muleta, que a veces se hace eterna.
—Adelante a nuestros lectores de ABC las plazas de su temporada 2025.
—Estaré en Madrid (San Isidro y Otoño), Sevilla, Dax, Mont de Marsan, Nimes, Pontevedra, Valladolid, Jaén, Alicante, Santander, Granada y La Línea.
—¿Algún gesto de figuras?
—Se han interesado todas; algo podría haber…
Acta del jurado
El ganadero Victorino Martín García ha sido distinguido con el XVI premio Taurino ABC «como guardián de un legado único de bravura, con una gran temporada 2024 –coronada en una corrida de la Hispanidad plena de emoción y casta–, y como firme defensor de la cultura taurina». Éste fue el veredicto del jurado que ha premiado al responsable actual de una ganadería legendaria. Presidido por Santiago de León y Domecq, teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Sevilla, el jurado, que se ha reunido en la Casa de ABC, estuvo compuesto por Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’, Pilar Vega de Anzo, Joaquín Moeckel, François Zumbiehl, José María Álvarez del Manzano, Rosario Pérez y Ángel González Abad como secretario. Victorino decidió ausentarse de la reunión del jurado cuando su nombre sonó entre las propuestas. Casi 4.000 toros lidiados en más de 200 plazas, 2.000 orejas y 50 rabos cortados, más de 300 salidas de toreros a hombros, más de 150 toros de vuelta al ruedo, 20 veces se llevaron al ganadero y al mayoral por la puerta grande y 18 ejemplares indultados. Es el legado que recibió, mantiene y acrecienta Victorino.
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