Día ajetreado el de ayer en el Prado , con la entrada de un Rubens (permanecerá un año en sus salas) y la salida de un Caravaggio (es un enigma si regresará o no al museo).9 de la mañana . Un camión de SIT , empresa especializada en el traslado y montaje de bienes culturales, se halla a las puertas del número 99 de la calle Claudio Coello de Madrid, sede de la Fundación Carlos de Amberes . Aguarda para el traslado de su tesoro ( ‘El martirio de San Andrés’, de Rubens ), que estará un año en depósito en el Prado , mientras duren las obras de rehabilitación y ampliación de su sede, que permitirá ganar 400 metros cuadrados para exposiciones. Las obras empezarán en junio. El presupuesto, más de tres millones de euros. La fachada ya luce restaurada. Observa atentamente los trabajos Miguel Ángel Aguilar, presidente ejecutivo del Patronato de la fundación. Por parte del Prado, supervisan la operación tres personas del museo: José de la Fuente y Javier Calvo, especialistas en soportes de obras, y Álvaro Fernández, restaurador de pintura.Noticias relacionadas reportaje Si Rubens abre taller en el Prado Natividad Pulido estandar Si ‘Caravaggio 2025’: la gran exposición del maestro del Barroco para conquistar Roma en el año jubilar Ángel Gómez FuentesEl cuadro, de grandes dimensiones (óleo sobre lienzo, de 306 por 216 centímetros), fue realizado entre 1638 y 1639. Es una obra maestra del periodo final de Rubens , terminado solo un año antes de su muerte. Por entonces también trabajaba en el ambicioso proyecto para la Torre de la Parada. ‘El martirio de San Andrés’ es descolgado en la capilla de la fundación con mimo, en una coreografía perfectamente sincronizada , por media docena de empleados de SIT. Se coloca sobre unas mesas, es separado del marco y se instala en una caja. ‘El martirio de San Andrés’, de Rubens, es embalado en dos cajas: una para la pintura y otra para el marco De San BernardoEl marco , del siglo XVII, pintado en azul cerúleo con estucos en dorado, es el original. Realizado en el taller de Abraham Lers y Julian Beymar, ebanistas de Felipe IV, según un diseño del propio Rubens, fue hallado en una leñera , seccionado en numerosos trozos. El traslado del cuadro al Prado (apenas 2,7 kilómetros) se realiza en camión. Viaja en dos cajas con todas las garantías : en una va el lienzo, en otra el marco, separado en cuatro fragmentos. Son las mismas cajas usadas en anteriores viajes. Estuvo en Brujas en 1958, en Amberes en 1977, con motivo del IV centenario del nacimiento de Rubens; en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas en 1985, en el pabellón de Bélgica en la Exposición Universal de Sevilla en 1992, en el Museo de Bellas Artes de Lille (Francia) en 2004… En 2018 se trasladó a la Casa Rubens de Amberes para participar en la exposición ‘El maestro vuelve a casa’. En octubre de ese año viajó a Japón para una muestra sobre el pintor en el Museo de Arte Occidental de Tokio , que reunió más de 60 obras de Rubens. Tras su estancia en Amberes y en Tokio, ‘El martirio de San Andrés’ pudo contemplarse en el Museo Thyssen entre marzo y abril de 2019. En mayo de ese año viajaba a México para exponerse en el Museo Internacional del Barroco de Puebla . De septiembre a diciembre de 2019, se expuso en el Museo Nacional de Arte de México (MUNAL). Colgará en el Prado desde el 3 de marzo en la sala 16B del edificio Villanueva . Esta pintura ya estuvo en el museo de 1978 a 1989, cuando regresó a la Fundación Carlos de Amberes, cuya sede, rehabilitada, fue inaugurada en 1992 por Don Juan Carlos y Doña Sofía, acompañados por los Reyes de los Belgas.Según un informe de la casa Sotheby’s de 2016 (ofrece una propuesta de venta que recomienda sea al Prado), al que ha tenido acceso ABC, la estimación en el mercado por entonces de ‘El martirio de San Andrés’, de Rubens, declarado BIC e inexportable , era de unos 20 millones de euros (precio mínimo o reserva, 18 millones), aunque si se subastase en Londres podría alcanzar o superar los 28 millones. Según dicho informe, «una obra más notoria y más valiosa», ‘La condesa de Chinchón’, de Goya , fue adquirida por el Prado en 2000 por 24 millones de euros. Y «considerablemente más valiosa», ‘La masacre de los inocentes’, de Rubens , vendida en Sotheby’s-Londres en 2002 por 49,5 millones de libras (unos 79,7 millones de euros), récord del artista. Momento en que el cuadro de Rubens es separado del marco De San Bernardo’El martirio de San Andrés’ fue encargado a Rubens por Jan van Vucht , un flamenco que residía en Madrid como agente del célebre impresor Balthasar Moretus , de la Imprenta Plantiniana de Amberes. Quiso legarlo tras su muerte en 1639 al Real Hospital de San Andrés de los Flamencos, origen de la actual Fundación Carlos de Amberes. Estaba destinado al altar mayor de la iglesia. En el testamento, firmado el 24 de abril de 1639, se encargaba un marco para el cuadro, que es el actual. La pintura representa el momento del suplicio, con el santo crucificado en aspa, y sus ojos elevados al cielo. El Hospital e Iglesia de la Fundación Carlos de Amberes se crearon a principios del siglo XVII bajo la advocación de San Andrés, patrón de Borgoña y de los caballeros de la Orden del Toisón de Oro. Primero, se estableció en la calle San Marcos de Madrid; después en la calle Claudio Coello , sede desde 1877. En 1848, debido a los problemas económicos de la institución, el lienzo fue trasladado al Monasterio de San Lorenzo de El Escoria l, donde permaneció hasta la inauguración de la nueva sede, con permanencias temporales en la Real Fábrica de Tapices . El 10 de diciembre de 1858 se anunciaba en varios diarios la subasta pública del cuadro. Quedó suspendida. Años después, un marchante norteamericano que trabajaba para e l Metropolitan Museum de Nueva York hizo una oferta de compra por 15.000.000 de las antiguas pesetas. De nuevo se suspendió la venta. A comienzos de diciembre de 1936 un obús cayó sobre la bóveda de la iglesia , encima del altar mayor, convirtiéndolo en escombros. El lienzo resultó intacto y fue trasladado a una de las capillas laterales. En marzo de 1937 un enviado de la Junta del Tesoro Artístico, encargada de la conservación de objetos de arte, aconsejó al cónsul belga que el cuadro de Rubens se pusiera en lugar seguro y propuso llevarlo al Prado , donde se restauró el pequeño desperfecto ocasionado por el obús y quedó custodiado por el museo.En 1977 el Rubens fue restaurado por el Ministerio de Educación Nacional y de Cultura de Bélgica, con motivo de la exposición conmemorativa del IV centenario del nacimiento del pintor. En 1991 le tocó el turno al marco, intervenido en el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura de España. En 2014 se restauró de nuevo el marco y se limpió el lienzo por encargo de la Fundación Carlos de Amberes a María Jofre. Entre abril y mayo de 2019, la obra fue sometida a un proceso de conservación preventiva en los talleres de restauración de SIT Spain. Fotograma de ‘The Sleeper. El Caravaggio perdido’, en el que los especialistas del pintor contemplan el cuadro en la calle, a plena luz del día © MORENA FILMS, ESTRATEGIA AUDIOVISUAL, MEDIACREST, FANDANGOMientras ‘El martirio de San Andrés’ de Rubens llegaba ayer al Prado, el ‘Ecce Homo’ de Caravaggio salía del museo rumbo a Roma : formará parte de la gran monográfica del artista, que abrirá sus puertas en el Palazzo Barberini, del 7 de marzo al 6 de julio , como parte del año jubilar. ‘Caravaggio 2025’ , comisariada por Francesca Cappelletti, Maria Cristina Terzaghi y Thomas Clement Salomon, reunirá más de 40 pinturas del artista, incluidas algunas de las más famosas, cedidas por museos de Europa y Estados Unidos. El Thyssen ha cedido su ‘Santa Catalina de Alejandría’ . Uno de los atractivos será la presencia del ‘Ecce Homo’ y el ‘Retrato de Maffeo Barberini’ –antes de convertirse en el Papa Urbano VIII–, un cuadro solo conocido por los estudiosos y que forma parte de una colección privada. El ‘Ecce Homo’, de Caravaggio, que iba a subastarse en la sala Ansorena de Madrid en 2021 como una ‘Coronación de espinas’, del Círculo de Ribera, y partía con un precio de 1.500 euros , se paralizó ‘in extremis’. Fue el Prado el que advirtió al Ministerio de Cultura de la atribución errónea. Cultura reaccionó con celeridad para decretar su inexportabilidad, la misma con la que la Comunidad de Madrid actuó para incoar su calificación como BIC. Tras su restauración y estudio y la atribución de su autoría a Caravaggio, su nuevo propietario (un coleccionista británico con residencia en España, que lo adquirió por 36 millones de euros a los hermanos Pérez de Castro con Colnaghi como intermediario) lo depositó en 2024 en el Prado durante nueve meses. Por expreso deseo del dueño, el cuadro se exhibió desde mayo hasta el 13 de octubre en solitario en una sala del museo (la 8A) a modo de capilla. Desde entonces y hasta el pasado domingo 23 de febrero colgaba en las salas de pintura naturalista europea del Prado, junto al único Caravaggio del museo: ‘David vencedor de Goliat’. Ayer era descolgado y ponía rumbo a Italia. Al ser BIC e inexportable, para su salida a Roma el propietario ha tenido que pedir un permiso especial de exportación temporal a la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico, dependiente del Ministerio de Cultura. Preguntado sobre si volverá el cuadro al Prado tras la exposición en Roma, el director del museo, Miguel Falomir , decía en enero que aún no había sido informado de los planes del propietario: «No sabemos qué va a pasar cuando regrese a España». El ‘Ecce Homo’, de Caravaggio, mientras estuvo colgado en solitario en el Prado ABCCoincidiendo con la exposición en Roma, se estrenará en los cines italianos los días 10, 11 y 12 de marzo el documental ‘The Sleeper. El Caravaggio perdido’ , dirigido por Álvaro Longoria (el preestreno será en Roma el 5 de marzo). Rodado en España, Italia, Gran Bretaña y Mónaco, ha sido producido por Morena Films, Mediacrest y Estrategia Audiovisual, Fandango. El 15 de marzo se proyectará en el Festival de Cine de Málaga , donde competirá como mejor documental en la sección oficial. En los cines españoles se estrenará el 13 de mayo, distribuido por Elastica Films. Incluye entrevistas a Jorge Coll y sus socios en la autentificación y la venta del cuadro, Andrea Lullo y Filippo Benappi; el restaurador del ‘Ecce Homo’, Andrea Cipriani; el director de Ansorena, Jaime Mato; especialistas en la obra del artista, como María Cristina Terzaghi, Gianni Papi o Nicola Spinosa… En conversación telefónica con ABC, Longoria explica que durante tres años siguió el descubrimiento del ‘Ecce Homo’, su restauración, la atribución de su autoría y su venta. Este ‘thriller documental’ , una historia real, cuenta el misterioso mundo de los ‘sleepers’ (durmientes) , obras de arte de gran valor que permanecen ocultas o erróneamente atribuidas. Ya conocía a Jorge Coll de antes y, cuando saltó la noticia, vio la posibilidad de realizar este documental. En cuanto al dueño del Caravaggio, mantiene su anonimato y no ha querido participar, aunque Longoria ha podido hablar con él. Día ajetreado el de ayer en el Prado , con la entrada de un Rubens (permanecerá un año en sus salas) y la salida de un Caravaggio (es un enigma si regresará o no al museo).9 de la mañana . Un camión de SIT , empresa especializada en el traslado y montaje de bienes culturales, se halla a las puertas del número 99 de la calle Claudio Coello de Madrid, sede de la Fundación Carlos de Amberes . Aguarda para el traslado de su tesoro ( ‘El martirio de San Andrés’, de Rubens ), que estará un año en depósito en el Prado , mientras duren las obras de rehabilitación y ampliación de su sede, que permitirá ganar 400 metros cuadrados para exposiciones. Las obras empezarán en junio. El presupuesto, más de tres millones de euros. La fachada ya luce restaurada. Observa atentamente los trabajos Miguel Ángel Aguilar, presidente ejecutivo del Patronato de la fundación. Por parte del Prado, supervisan la operación tres personas del museo: José de la Fuente y Javier Calvo, especialistas en soportes de obras, y Álvaro Fernández, restaurador de pintura.Noticias relacionadas reportaje Si Rubens abre taller en el Prado Natividad Pulido estandar Si ‘Caravaggio 2025’: la gran exposición del maestro del Barroco para conquistar Roma en el año jubilar Ángel Gómez FuentesEl cuadro, de grandes dimensiones (óleo sobre lienzo, de 306 por 216 centímetros), fue realizado entre 1638 y 1639. Es una obra maestra del periodo final de Rubens , terminado solo un año antes de su muerte. Por entonces también trabajaba en el ambicioso proyecto para la Torre de la Parada. ‘El martirio de San Andrés’ es descolgado en la capilla de la fundación con mimo, en una coreografía perfectamente sincronizada , por media docena de empleados de SIT. Se coloca sobre unas mesas, es separado del marco y se instala en una caja. ‘El martirio de San Andrés’, de Rubens, es embalado en dos cajas: una para la pintura y otra para el marco De San BernardoEl marco , del siglo XVII, pintado en azul cerúleo con estucos en dorado, es el original. Realizado en el taller de Abraham Lers y Julian Beymar, ebanistas de Felipe IV, según un diseño del propio Rubens, fue hallado en una leñera , seccionado en numerosos trozos. El traslado del cuadro al Prado (apenas 2,7 kilómetros) se realiza en camión. Viaja en dos cajas con todas las garantías : en una va el lienzo, en otra el marco, separado en cuatro fragmentos. Son las mismas cajas usadas en anteriores viajes. Estuvo en Brujas en 1958, en Amberes en 1977, con motivo del IV centenario del nacimiento de Rubens; en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas en 1985, en el pabellón de Bélgica en la Exposición Universal de Sevilla en 1992, en el Museo de Bellas Artes de Lille (Francia) en 2004… En 2018 se trasladó a la Casa Rubens de Amberes para participar en la exposición ‘El maestro vuelve a casa’. En octubre de ese año viajó a Japón para una muestra sobre el pintor en el Museo de Arte Occidental de Tokio , que reunió más de 60 obras de Rubens. Tras su estancia en Amberes y en Tokio, ‘El martirio de San Andrés’ pudo contemplarse en el Museo Thyssen entre marzo y abril de 2019. En mayo de ese año viajaba a México para exponerse en el Museo Internacional del Barroco de Puebla . De septiembre a diciembre de 2019, se expuso en el Museo Nacional de Arte de México (MUNAL). Colgará en el Prado desde el 3 de marzo en la sala 16B del edificio Villanueva . Esta pintura ya estuvo en el museo de 1978 a 1989, cuando regresó a la Fundación Carlos de Amberes, cuya sede, rehabilitada, fue inaugurada en 1992 por Don Juan Carlos y Doña Sofía, acompañados por los Reyes de los Belgas.Según un informe de la casa Sotheby’s de 2016 (ofrece una propuesta de venta que recomienda sea al Prado), al que ha tenido acceso ABC, la estimación en el mercado por entonces de ‘El martirio de San Andrés’, de Rubens, declarado BIC e inexportable , era de unos 20 millones de euros (precio mínimo o reserva, 18 millones), aunque si se subastase en Londres podría alcanzar o superar los 28 millones. Según dicho informe, «una obra más notoria y más valiosa», ‘La condesa de Chinchón’, de Goya , fue adquirida por el Prado en 2000 por 24 millones de euros. Y «considerablemente más valiosa», ‘La masacre de los inocentes’, de Rubens , vendida en Sotheby’s-Londres en 2002 por 49,5 millones de libras (unos 79,7 millones de euros), récord del artista. Momento en que el cuadro de Rubens es separado del marco De San Bernardo’El martirio de San Andrés’ fue encargado a Rubens por Jan van Vucht , un flamenco que residía en Madrid como agente del célebre impresor Balthasar Moretus , de la Imprenta Plantiniana de Amberes. Quiso legarlo tras su muerte en 1639 al Real Hospital de San Andrés de los Flamencos, origen de la actual Fundación Carlos de Amberes. Estaba destinado al altar mayor de la iglesia. En el testamento, firmado el 24 de abril de 1639, se encargaba un marco para el cuadro, que es el actual. La pintura representa el momento del suplicio, con el santo crucificado en aspa, y sus ojos elevados al cielo. El Hospital e Iglesia de la Fundación Carlos de Amberes se crearon a principios del siglo XVII bajo la advocación de San Andrés, patrón de Borgoña y de los caballeros de la Orden del Toisón de Oro. Primero, se estableció en la calle San Marcos de Madrid; después en la calle Claudio Coello , sede desde 1877. En 1848, debido a los problemas económicos de la institución, el lienzo fue trasladado al Monasterio de San Lorenzo de El Escoria l, donde permaneció hasta la inauguración de la nueva sede, con permanencias temporales en la Real Fábrica de Tapices . El 10 de diciembre de 1858 se anunciaba en varios diarios la subasta pública del cuadro. Quedó suspendida. Años después, un marchante norteamericano que trabajaba para e l Metropolitan Museum de Nueva York hizo una oferta de compra por 15.000.000 de las antiguas pesetas. De nuevo se suspendió la venta. A comienzos de diciembre de 1936 un obús cayó sobre la bóveda de la iglesia , encima del altar mayor, convirtiéndolo en escombros. El lienzo resultó intacto y fue trasladado a una de las capillas laterales. En marzo de 1937 un enviado de la Junta del Tesoro Artístico, encargada de la conservación de objetos de arte, aconsejó al cónsul belga que el cuadro de Rubens se pusiera en lugar seguro y propuso llevarlo al Prado , donde se restauró el pequeño desperfecto ocasionado por el obús y quedó custodiado por el museo.En 1977 el Rubens fue restaurado por el Ministerio de Educación Nacional y de Cultura de Bélgica, con motivo de la exposición conmemorativa del IV centenario del nacimiento del pintor. En 1991 le tocó el turno al marco, intervenido en el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura de España. En 2014 se restauró de nuevo el marco y se limpió el lienzo por encargo de la Fundación Carlos de Amberes a María Jofre. Entre abril y mayo de 2019, la obra fue sometida a un proceso de conservación preventiva en los talleres de restauración de SIT Spain. Fotograma de ‘The Sleeper. El Caravaggio perdido’, en el que los especialistas del pintor contemplan el cuadro en la calle, a plena luz del día © MORENA FILMS, ESTRATEGIA AUDIOVISUAL, MEDIACREST, FANDANGOMientras ‘El martirio de San Andrés’ de Rubens llegaba ayer al Prado, el ‘Ecce Homo’ de Caravaggio salía del museo rumbo a Roma : formará parte de la gran monográfica del artista, que abrirá sus puertas en el Palazzo Barberini, del 7 de marzo al 6 de julio , como parte del año jubilar. ‘Caravaggio 2025’ , comisariada por Francesca Cappelletti, Maria Cristina Terzaghi y Thomas Clement Salomon, reunirá más de 40 pinturas del artista, incluidas algunas de las más famosas, cedidas por museos de Europa y Estados Unidos. El Thyssen ha cedido su ‘Santa Catalina de Alejandría’ . Uno de los atractivos será la presencia del ‘Ecce Homo’ y el ‘Retrato de Maffeo Barberini’ –antes de convertirse en el Papa Urbano VIII–, un cuadro solo conocido por los estudiosos y que forma parte de una colección privada. El ‘Ecce Homo’, de Caravaggio, que iba a subastarse en la sala Ansorena de Madrid en 2021 como una ‘Coronación de espinas’, del Círculo de Ribera, y partía con un precio de 1.500 euros , se paralizó ‘in extremis’. Fue el Prado el que advirtió al Ministerio de Cultura de la atribución errónea. Cultura reaccionó con celeridad para decretar su inexportabilidad, la misma con la que la Comunidad de Madrid actuó para incoar su calificación como BIC. Tras su restauración y estudio y la atribución de su autoría a Caravaggio, su nuevo propietario (un coleccionista británico con residencia en España, que lo adquirió por 36 millones de euros a los hermanos Pérez de Castro con Colnaghi como intermediario) lo depositó en 2024 en el Prado durante nueve meses. Por expreso deseo del dueño, el cuadro se exhibió desde mayo hasta el 13 de octubre en solitario en una sala del museo (la 8A) a modo de capilla. Desde entonces y hasta el pasado domingo 23 de febrero colgaba en las salas de pintura naturalista europea del Prado, junto al único Caravaggio del museo: ‘David vencedor de Goliat’. Ayer era descolgado y ponía rumbo a Italia. Al ser BIC e inexportable, para su salida a Roma el propietario ha tenido que pedir un permiso especial de exportación temporal a la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico, dependiente del Ministerio de Cultura. Preguntado sobre si volverá el cuadro al Prado tras la exposición en Roma, el director del museo, Miguel Falomir , decía en enero que aún no había sido informado de los planes del propietario: «No sabemos qué va a pasar cuando regrese a España». El ‘Ecce Homo’, de Caravaggio, mientras estuvo colgado en solitario en el Prado ABCCoincidiendo con la exposición en Roma, se estrenará en los cines italianos los días 10, 11 y 12 de marzo el documental ‘The Sleeper. El Caravaggio perdido’ , dirigido por Álvaro Longoria (el preestreno será en Roma el 5 de marzo). Rodado en España, Italia, Gran Bretaña y Mónaco, ha sido producido por Morena Films, Mediacrest y Estrategia Audiovisual, Fandango. El 15 de marzo se proyectará en el Festival de Cine de Málaga , donde competirá como mejor documental en la sección oficial. En los cines españoles se estrenará el 13 de mayo, distribuido por Elastica Films. Incluye entrevistas a Jorge Coll y sus socios en la autentificación y la venta del cuadro, Andrea Lullo y Filippo Benappi; el restaurador del ‘Ecce Homo’, Andrea Cipriani; el director de Ansorena, Jaime Mato; especialistas en la obra del artista, como María Cristina Terzaghi, Gianni Papi o Nicola Spinosa… En conversación telefónica con ABC, Longoria explica que durante tres años siguió el descubrimiento del ‘Ecce Homo’, su restauración, la atribución de su autoría y su venta. Este ‘thriller documental’ , una historia real, cuenta el misterioso mundo de los ‘sleepers’ (durmientes) , obras de arte de gran valor que permanecen ocultas o erróneamente atribuidas. Ya conocía a Jorge Coll de antes y, cuando saltó la noticia, vio la posibilidad de realizar este documental. En cuanto al dueño del Caravaggio, mantiene su anonimato y no ha querido participar, aunque Longoria ha podido hablar con él.
Día ajetreado el de ayer en el Prado, con la entrada de un Rubens (permanecerá un año en sus salas) y la salida de un Caravaggio (es un enigma si regresará o no al museo).
9 de la mañana. Un camión … de SIT, empresa especializada en el traslado y montaje de bienes culturales, se halla a las puertas del número 99 de la calle Claudio Coello de Madrid, sede de la Fundación Carlos de Amberes. Aguarda para el traslado de su tesoro (‘El martirio de San Andrés’, de Rubens), que estará un año en depósito en el Prado, mientras duren las obras de rehabilitación y ampliación de su sede, que permitirá ganar 400 metros cuadrados para exposiciones. Las obras empezarán en junio. El presupuesto, más de tres millones de euros. La fachada ya luce restaurada. Observa atentamente los trabajos Miguel Ángel Aguilar, presidente ejecutivo del Patronato de la fundación. Por parte del Prado, supervisan la operación tres personas del museo: José de la Fuente y Javier Calvo, especialistas en soportes de obras, y Álvaro Fernández, restaurador de pintura.
El cuadro, de grandes dimensiones (óleo sobre lienzo, de 306 por 216 centímetros), fue realizado entre 1638 y 1639. Es una obra maestra del periodo final de Rubens, terminado solo un año antes de su muerte. Por entonces también trabajaba en el ambicioso proyecto para la Torre de la Parada. ‘El martirio de San Andrés’ es descolgado en la capilla de la fundación con mimo, en una coreografía perfectamente sincronizada, por media docena de empleados de SIT. Se coloca sobre unas mesas, es separado del marco y se instala en una caja.
De San Bernardo
El marco, del siglo XVII, pintado en azul cerúleo con estucos en dorado, es el original. Realizado en el taller de Abraham Lers y Julian Beymar, ebanistas de Felipe IV, según un diseño del propio Rubens, fue hallado en una leñera, seccionado en numerosos trozos. El traslado del cuadro al Prado (apenas 2,7 kilómetros) se realiza en camión. Viaja en dos cajas con todas las garantías: en una va el lienzo, en otra el marco, separado en cuatro fragmentos. Son las mismas cajas usadas en anteriores viajes.
Estuvo en Brujas en 1958, en Amberes en 1977, con motivo del IV centenario del nacimiento de Rubens; en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas en 1985, en el pabellón de Bélgica en la Exposición Universal de Sevilla en 1992, en el Museo de Bellas Artes de Lille (Francia) en 2004… En 2018 se trasladó a la Casa Rubens de Amberes para participar en la exposición ‘El maestro vuelve a casa’. En octubre de ese año viajó a Japón para una muestra sobre el pintor en el Museo de Arte Occidental de Tokio, que reunió más de 60 obras de Rubens. Tras su estancia en Amberes y en Tokio, ‘El martirio de San Andrés’ pudo contemplarse en el Museo Thyssen entre marzo y abril de 2019. En mayo de ese año viajaba a México para exponerse en el Museo Internacional del Barroco de Puebla. De septiembre a diciembre de 2019, se expuso en el Museo Nacional de Arte de México (MUNAL).
Colgará en el Prado desde el 3 de marzo en la sala 16B del edificio Villanueva. Esta pintura ya estuvo en el museo de 1978 a 1989, cuando regresó a la Fundación Carlos de Amberes, cuya sede, rehabilitada, fue inaugurada en 1992 por Don Juan Carlos y Doña Sofía, acompañados por los Reyes de los Belgas.
Según un informe de la casa Sotheby’s de 2016 (ofrece una propuesta de venta que recomienda sea al Prado), al que ha tenido acceso ABC, la estimación en el mercado por entonces de ‘El martirio de San Andrés’, de Rubens, declarado BIC e inexportable, era de unos 20 millones de euros (precio mínimo o reserva, 18 millones), aunque si se subastase en Londres podría alcanzar o superar los 28 millones. Según dicho informe, «una obra más notoria y más valiosa», ‘La condesa de Chinchón’, de Goya, fue adquirida por el Prado en 2000 por 24 millones de euros. Y «considerablemente más valiosa», ‘La masacre de los inocentes’, de Rubens, vendida en Sotheby’s-Londres en 2002 por 49,5 millones de libras (unos 79,7 millones de euros), récord del artista.
De San Bernardo
‘El martirio de San Andrés’ fue encargado a Rubens por Jan van Vucht, un flamenco que residía en Madrid como agente del célebre impresor Balthasar Moretus, de la Imprenta Plantiniana de Amberes. Quiso legarlo tras su muerte en 1639 al Real Hospital de San Andrés de los Flamencos, origen de la actual Fundación Carlos de Amberes. Estaba destinado al altar mayor de la iglesia. En el testamento, firmado el 24 de abril de 1639, se encargaba un marco para el cuadro, que es el actual. La pintura representa el momento del suplicio, con el santo crucificado en aspa, y sus ojos elevados al cielo.
El Hospital e Iglesia de la Fundación Carlos de Amberes se crearon a principios del siglo XVII bajo la advocación de San Andrés, patrón de Borgoña y de los caballeros de la Orden del Toisón de Oro. Primero, se estableció en la calle San Marcos de Madrid; después en la calle Claudio Coello, sede desde 1877.
En 1848, debido a los problemas económicos de la institución, el lienzo fue trasladado al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde permaneció hasta la inauguración de la nueva sede, con permanencias temporales en la Real Fábrica de Tapices. El 10 de diciembre de 1858 se anunciaba en varios diarios la subasta pública del cuadro. Quedó suspendida. Años después, un marchante norteamericano que trabajaba para el Metropolitan Museum de Nueva York hizo una oferta de compra por 15.000.000 de las antiguas pesetas. De nuevo se suspendió la venta.
A comienzos de diciembre de 1936 un obús cayó sobre la bóveda de la iglesia, encima del altar mayor, convirtiéndolo en escombros. El lienzo resultó intacto y fue trasladado a una de las capillas laterales. En marzo de 1937 un enviado de la Junta del Tesoro Artístico, encargada de la conservación de objetos de arte, aconsejó al cónsul belga que el cuadro de Rubens se pusiera en lugar seguro y propuso llevarlo al Prado, donde se restauró el pequeño desperfecto ocasionado por el obús y quedó custodiado por el museo.
En 1977 el Rubens fue restaurado por el Ministerio de Educación Nacional y de Cultura de Bélgica, con motivo de la exposición conmemorativa del IV centenario del nacimiento del pintor. En 1991 le tocó el turno al marco, intervenido en el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura de España. En 2014 se restauró de nuevo el marco y se limpió el lienzo por encargo de la Fundación Carlos de Amberes a María Jofre. Entre abril y mayo de 2019, la obra fue sometida a un proceso de conservación preventiva en los talleres de restauración de SIT Spain.
© MORENA FILMS, ESTRATEGIA AUDIOVISUAL, MEDIACREST, FANDANGO
Mientras ‘El martirio de San Andrés’ de Rubens llegaba ayer al Prado, el ‘Ecce Homo’ de Caravaggio salía del museo rumbo a Roma: formará parte de la gran monográfica del artista, que abrirá sus puertas en el Palazzo Barberini, del 7 de marzo al 6 de julio, como parte del año jubilar. ‘Caravaggio 2025’, comisariada por Francesca Cappelletti, Maria Cristina Terzaghi y Thomas Clement Salomon, reunirá más de 40 pinturas del artista, incluidas algunas de las más famosas, cedidas por museos de Europa y Estados Unidos. El Thyssen ha cedido su ‘Santa Catalina de Alejandría’. Uno de los atractivos será la presencia del ‘Ecce Homo’ y el ‘Retrato de Maffeo Barberini’ –antes de convertirse en el Papa Urbano VIII–, un cuadro solo conocido por los estudiosos y que forma parte de una colección privada.
El ‘Ecce Homo’, de Caravaggio, que iba a subastarse en la sala Ansorena de Madrid en 2021 como una ‘Coronación de espinas’, del Círculo de Ribera, y partía con un precio de 1.500 euros, se paralizó ‘in extremis’. Fue el Prado el que advirtió al Ministerio de Cultura de la atribución errónea. Cultura reaccionó con celeridad para decretar su inexportabilidad, la misma con la que la Comunidad de Madrid actuó para incoar su calificación como BIC.
Tras su restauración y estudio y la atribución de su autoría a Caravaggio, su nuevo propietario (un coleccionista británico con residencia en España, que lo adquirió por 36 millones de euros a los hermanos Pérez de Castro con Colnaghi como intermediario) lo depositó en 2024 en el Prado durante nueve meses. Por expreso deseo del dueño, el cuadro se exhibió desde mayo hasta el 13 de octubre en solitario en una sala del museo (la 8A) a modo de capilla. Desde entonces y hasta el pasado domingo 23 de febrero colgaba en las salas de pintura naturalista europea del Prado, junto al único Caravaggio del museo: ‘David vencedor de Goliat’. Ayer era descolgado y ponía rumbo a Italia.
Al ser BIC e inexportable, para su salida a Roma el propietario ha tenido que pedir un permiso especial de exportación temporal a la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico, dependiente del Ministerio de Cultura. Preguntado sobre si volverá el cuadro al Prado tras la exposición en Roma, el director del museo, Miguel Falomir, decía en enero que aún no había sido informado de los planes del propietario: «No sabemos qué va a pasar cuando regrese a España».
ABC
Coincidiendo con la exposición en Roma, se estrenará en los cines italianos los días 10, 11 y 12 de marzo el documental ‘The Sleeper. El Caravaggio perdido’, dirigido por Álvaro Longoria (el preestreno será en Roma el 5 de marzo). Rodado en España, Italia, Gran Bretaña y Mónaco, ha sido producido por Morena Films, Mediacrest y Estrategia Audiovisual, Fandango. El 15 de marzo se proyectará en el Festival de Cine de Málaga, donde competirá como mejor documental en la sección oficial. En los cines españoles se estrenará el 13 de mayo, distribuido por Elastica Films.
Incluye entrevistas a Jorge Coll y sus socios en la autentificación y la venta del cuadro, Andrea Lullo y Filippo Benappi; el restaurador del ‘Ecce Homo’, Andrea Cipriani; el director de Ansorena, Jaime Mato; especialistas en la obra del artista, como María Cristina Terzaghi, Gianni Papi o Nicola Spinosa… En conversación telefónica con ABC, Longoria explica que durante tres años siguió el descubrimiento del ‘Ecce Homo’, su restauración, la atribución de su autoría y su venta. Este ‘thriller documental’, una historia real, cuenta el misterioso mundo de los ‘sleepers’ (durmientes), obras de arte de gran valor que permanecen ocultas o erróneamente atribuidas. Ya conocía a Jorge Coll de antes y, cuando saltó la noticia, vio la posibilidad de realizar este documental. En cuanto al dueño del Caravaggio, mantiene su anonimato y no ha querido participar, aunque Longoria ha podido hablar con él.
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