A la bisnieta de Wagner, Katharina, se le está atragantando su propia producción de ‘ Lohengrin ‘. Tenía que estrenarse en el Liceo en 2020, justo cuando se decretó el primer confinamiento por la pandemia. Luego el estreno se trasladó a Leipzig, pero ahí el teatro acabó renunciando a representar el montaje debido a su complejidad técnica. El Liceo la volvió a programar para este 2025: las funciones empezarán el próximo lunes, día 17 de marzo. En plenos ensayos, se anunció que la soprano Iréne Theorin , toda una diosa para el público del Liceo, no participaría en la función del día del estreno, «por discrepancias artísticas» con Katharina Wagner , según el comunicado oficial. Ayer, cuando por fin llegó el día de lucir su puesta en escena en rueda de prensa, la ilustre bisnieta decidió, en el último momento, plantar al Liceo y la prensa y no presentarse a la cita.El azorado director artístico del Liceo, Victor García de Goma r, salió al paso con una explicación poco convincente, en la que trató de hacer pasar por profesionalidad la actitud de la creadora: «Los procesos creativos traen momentos álgidos de euforia y otros que pueden ser más frustrantes. Todos estamos seguros de que el lunes estrenaremos. Salvar estos retos y activar las palancas necesarias es lo que nos convierte a todos en buenos profesionales, y no tengo ninguna duda de que los problemas que pueda haber serán resueltos a favor del la producción, a favor del Liceo y a favor de Katharina Wagner, de los cantantes, etcétera». Una producción, dicho sea de paso, que ha tenido un coste de 1,2 millones de euros para solamente seis funciones.García de Gomar también explicó que el desencuentro entre Wagner y Théorin viene de antes de la producción de ‘ Lohengrin ‘, y es totalmente ajena al teatro, si bien ha acabado salpicándolo al encontrarse en medio de esta «discrepancia» entre divas. «Hemos buscado una solución que permitiese vencer los obstáculos», aseguró. La solución es que Theorin cantará cinco de las seis funciones, pero no subirá al escenario la noche del estreno. Una maniobra con escasos precedentes para la que se ha necesitado la complicidad de otra gran soprano wagneriana, Miina-Liisa Värelä , que asumirá el rol de Ortrud una sola función, la del lunes.El ‘Lohengrin’ de Katharina Wagner, como todos los que ha hecho anteriormente con óperas de su bisabuelo, promete generar controversia cuando se estrene por fin. La directora de escena ha decidido convertir en buenos los personajes malos, y viceversa. Tanto es así que incluso el cisne, tradicionalmente de un blanco impoluto, es aquí de color negro. Precisamente el pobre anátido se ha erigido como uno de los «retos» del montaje, ya que el que aparece en escena es un robot con control remoto que, según explicaciones de García de Gomar, ha dado problemas de índole diversa para moverse por el escenario y abrir las alas. Sobre los cambios en el carácter de los personajes, el tenor Klaus Florian Vogt señala que «es la primera producción en la que tengo que hacer de malo, y me encanta, porque he encontrado colores en la partitura que no había encontrado nunca antes». Al elenco se añaden Elisabeth Teige como Elsa y Günther Groissböck en el papel de rey Heinrich.El director musical, Josep Pons , asegura que en el libreto Wagner dejó deliberadamente «grietas» que son las que permiten hacer lecturas más o menos libres, como es el caso. Pons destacó que, cronológicamente, ‘Lohengrin’ está más cerca del último clasicismo, «como el ‘Fidelio’ de Beethoven y las obras de Schubert» que de las obras de madurez del propio Wagner. Escrita en un momento en que «lo que se llevaba era el belcanto», la partitura del alemán bebe de esas fuentes al mismo tiempo que adelanta algunos de los rasgos que caracterizarán su producción posterior. Una obra maestra, pues, de instrumentación opulenta y uso semántico del ‘leitmotiv’ como nunca antes había hecho ningún otro compositor.Noticia Relacionada Cartas entre el músico y el filósofo estandar Si Wagner-Nietzsche, diez años de ‘pasión’ y una feroz ruptura Julio Bravo Se publica la correspondencia del músico y el filósofo, editada por Luis Enrique de SantiagoAhora falta por ver si Katharina Wagner estará presente o no el día del estreno, para recibir los aplausos o los abucheos del público. Preguntado por esta cuestión, García de Gomar no pudo sino responder, resignado: «Yo no soy Katharina Wagner, y no puedo asegurar nada ahora mismo». A la bisnieta de Wagner, Katharina, se le está atragantando su propia producción de ‘ Lohengrin ‘. Tenía que estrenarse en el Liceo en 2020, justo cuando se decretó el primer confinamiento por la pandemia. Luego el estreno se trasladó a Leipzig, pero ahí el teatro acabó renunciando a representar el montaje debido a su complejidad técnica. El Liceo la volvió a programar para este 2025: las funciones empezarán el próximo lunes, día 17 de marzo. En plenos ensayos, se anunció que la soprano Iréne Theorin , toda una diosa para el público del Liceo, no participaría en la función del día del estreno, «por discrepancias artísticas» con Katharina Wagner , según el comunicado oficial. Ayer, cuando por fin llegó el día de lucir su puesta en escena en rueda de prensa, la ilustre bisnieta decidió, en el último momento, plantar al Liceo y la prensa y no presentarse a la cita.El azorado director artístico del Liceo, Victor García de Goma r, salió al paso con una explicación poco convincente, en la que trató de hacer pasar por profesionalidad la actitud de la creadora: «Los procesos creativos traen momentos álgidos de euforia y otros que pueden ser más frustrantes. Todos estamos seguros de que el lunes estrenaremos. Salvar estos retos y activar las palancas necesarias es lo que nos convierte a todos en buenos profesionales, y no tengo ninguna duda de que los problemas que pueda haber serán resueltos a favor del la producción, a favor del Liceo y a favor de Katharina Wagner, de los cantantes, etcétera». Una producción, dicho sea de paso, que ha tenido un coste de 1,2 millones de euros para solamente seis funciones.García de Gomar también explicó que el desencuentro entre Wagner y Théorin viene de antes de la producción de ‘ Lohengrin ‘, y es totalmente ajena al teatro, si bien ha acabado salpicándolo al encontrarse en medio de esta «discrepancia» entre divas. «Hemos buscado una solución que permitiese vencer los obstáculos», aseguró. La solución es que Theorin cantará cinco de las seis funciones, pero no subirá al escenario la noche del estreno. Una maniobra con escasos precedentes para la que se ha necesitado la complicidad de otra gran soprano wagneriana, Miina-Liisa Värelä , que asumirá el rol de Ortrud una sola función, la del lunes.El ‘Lohengrin’ de Katharina Wagner, como todos los que ha hecho anteriormente con óperas de su bisabuelo, promete generar controversia cuando se estrene por fin. La directora de escena ha decidido convertir en buenos los personajes malos, y viceversa. Tanto es así que incluso el cisne, tradicionalmente de un blanco impoluto, es aquí de color negro. Precisamente el pobre anátido se ha erigido como uno de los «retos» del montaje, ya que el que aparece en escena es un robot con control remoto que, según explicaciones de García de Gomar, ha dado problemas de índole diversa para moverse por el escenario y abrir las alas. Sobre los cambios en el carácter de los personajes, el tenor Klaus Florian Vogt señala que «es la primera producción en la que tengo que hacer de malo, y me encanta, porque he encontrado colores en la partitura que no había encontrado nunca antes». Al elenco se añaden Elisabeth Teige como Elsa y Günther Groissböck en el papel de rey Heinrich.El director musical, Josep Pons , asegura que en el libreto Wagner dejó deliberadamente «grietas» que son las que permiten hacer lecturas más o menos libres, como es el caso. Pons destacó que, cronológicamente, ‘Lohengrin’ está más cerca del último clasicismo, «como el ‘Fidelio’ de Beethoven y las obras de Schubert» que de las obras de madurez del propio Wagner. Escrita en un momento en que «lo que se llevaba era el belcanto», la partitura del alemán bebe de esas fuentes al mismo tiempo que adelanta algunos de los rasgos que caracterizarán su producción posterior. Una obra maestra, pues, de instrumentación opulenta y uso semántico del ‘leitmotiv’ como nunca antes había hecho ningún otro compositor.Noticia Relacionada Cartas entre el músico y el filósofo estandar Si Wagner-Nietzsche, diez años de ‘pasión’ y una feroz ruptura Julio Bravo Se publica la correspondencia del músico y el filósofo, editada por Luis Enrique de SantiagoAhora falta por ver si Katharina Wagner estará presente o no el día del estreno, para recibir los aplausos o los abucheos del público. Preguntado por esta cuestión, García de Gomar no pudo sino responder, resignado: «Yo no soy Katharina Wagner, y no puedo asegurar nada ahora mismo».
A la bisnieta de Wagner, Katharina, se le está atragantando su propia producción de ‘Lohengrin‘. Tenía que estrenarse en el Liceo en 2020, justo cuando se decretó el primer confinamiento por la pandemia. Luego el estreno se trasladó a Leipzig, pero ahí el teatro … acabó renunciando a representar el montaje debido a su complejidad técnica. El Liceo la volvió a programar para este 2025: las funciones empezarán el próximo lunes, día 17 de marzo. En plenos ensayos, se anunció que la soprano Iréne Theorin, toda una diosa para el público del Liceo, no participaría en la función del día del estreno, «por discrepancias artísticas» con Katharina Wagner, según el comunicado oficial. Ayer, cuando por fin llegó el día de lucir su puesta en escena en rueda de prensa, la ilustre bisnieta decidió, en el último momento, plantar al Liceo y la prensa y no presentarse a la cita.
El azorado director artístico del Liceo, Victor García de Gomar, salió al paso con una explicación poco convincente, en la que trató de hacer pasar por profesionalidad la actitud de la creadora: «Los procesos creativos traen momentos álgidos de euforia y otros que pueden ser más frustrantes. Todos estamos seguros de que el lunes estrenaremos. Salvar estos retos y activar las palancas necesarias es lo que nos convierte a todos en buenos profesionales, y no tengo ninguna duda de que los problemas que pueda haber serán resueltos a favor del la producción, a favor del Liceo y a favor de Katharina Wagner, de los cantantes, etcétera». Una producción, dicho sea de paso, que ha tenido un coste de 1,2 millones de euros para solamente seis funciones.
García de Gomar también explicó que el desencuentro entre Wagner y Théorin viene de antes de la producción de ‘Lohengrin‘, y es totalmente ajena al teatro, si bien ha acabado salpicándolo al encontrarse en medio de esta «discrepancia» entre divas. «Hemos buscado una solución que permitiese vencer los obstáculos», aseguró. La solución es que Theorin cantará cinco de las seis funciones, pero no subirá al escenario la noche del estreno. Una maniobra con escasos precedentes para la que se ha necesitado la complicidad de otra gran soprano wagneriana, Miina-Liisa Värelä, que asumirá el rol de Ortrud una sola función, la del lunes.
El ‘Lohengrin’ de Katharina Wagner, como todos los que ha hecho anteriormente con óperas de su bisabuelo, promete generar controversia cuando se estrene por fin. La directora de escena ha decidido convertir en buenos los personajes malos, y viceversa. Tanto es así que incluso el cisne, tradicionalmente de un blanco impoluto, es aquí de color negro. Precisamente el pobre anátido se ha erigido como uno de los «retos» del montaje, ya que el que aparece en escena es un robot con control remoto que, según explicaciones de García de Gomar, ha dado problemas de índole diversa para moverse por el escenario y abrir las alas.
Sobre los cambios en el carácter de los personajes, el tenor Klaus Florian Vogt señala que «es la primera producción en la que tengo que hacer de malo, y me encanta, porque he encontrado colores en la partitura que no había encontrado nunca antes». Al elenco se añaden Elisabeth Teige como Elsa y Günther Groissböck en el papel de rey Heinrich.
El director musical, Josep Pons, asegura que en el libreto Wagner dejó deliberadamente «grietas» que son las que permiten hacer lecturas más o menos libres, como es el caso. Pons destacó que, cronológicamente, ‘Lohengrin’ está más cerca del último clasicismo, «como el ‘Fidelio’ de Beethoven y las obras de Schubert» que de las obras de madurez del propio Wagner. Escrita en un momento en que «lo que se llevaba era el belcanto», la partitura del alemán bebe de esas fuentes al mismo tiempo que adelanta algunos de los rasgos que caracterizarán su producción posterior. Una obra maestra, pues, de instrumentación opulenta y uso semántico del ‘leitmotiv’ como nunca antes había hecho ningún otro compositor.
Ahora falta por ver si Katharina Wagner estará presente o no el día del estreno, para recibir los aplausos o los abucheos del público. Preguntado por esta cuestión, García de Gomar no pudo sino responder, resignado: «Yo no soy Katharina Wagner, y no puedo asegurar nada ahora mismo».
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