Hace casi 200 años, Prosper Merimée ponía de moda el tópico romántico y pasional de lo español con ‘Carmen’. Europa cayó rendida al instante a los pies de esa mujer arrolladora y libre. Los tiempos han cambiado, pero quizá no tanto, porque ahora hay otra mujer española imaginada por un escritor francés que está haciendo estragos en los lectores de toda Europa, y en los exigentes amantes del thriller y la novela negra nada menos. Se trata del escritor Bernard Minier y su Lucía Guerrero, la inteligente e impetuosa teniente de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Salamandra acaba de publicar ‘Olvidadas’ , la segunda novela de la serie sobre Lucía Guerrero , esta vez mezclada en un caso doble marcado por la desigualdad social, la violencia y la lucha de clases. Galicia, Cuenca y Madrid son los escenarios de dos asesinos múltiples, uno que secuestra y mata a mujeres trabajadoras que se despiertan muy temprano cada mañana y en el otro un asesino que, bajo el lema: « muerte a los ricos », ha empezado a matar de forma teatral a personajes de las altas esferas. «Lo bueno de la globalización es que tiene su lado cultural y ahora todos leemos novelas negras escandinavas o italianas o egipcias. Da igual. El dominio anglosajón ha acabado. En Noruega o Italia, por ejemplo, mis novelas sobre Lucía están teniendo muchísimo éxito, algo que no me pasaba cuando escribía sobre el inspector francés Martin Servaz . No sé por qué, pero está pasando», comenta Minier en declaraciones a ABC.Noticia Relacionada estandar Si El PSOE cierra filas en torno a Gallardo: «Es víctima de una cacería» Inés Ruiz-Jiménez La portavoz socialista, Esther Peña, niega que el aforamiento del líder extremeño sea una maniobra para sortear a la JusticiaEl libro nos presenta una premisa muy de actualidad: ¿qué ocurriría si un asesino empezase a matar a ricos y hubiese grupúsculos que empezasen a jalearle como un héroe? Esto ya ocurrió el año pasado cuando el joven Luigi Mangione mató a sangre fría al CEO de una de las aseguradoras médicas más importantes de Estados Unidos. Aquí el lema «matad a los ricos» que utiliza el asesino para adornar sus crímenes será mimetizado por jóvenes desilusionados. «Lamentablemente, la realidad acaba por acercarse a mis novelas más de lo que yo querría. Me ha ocurrido muchas veces. En España no sé, pero en Francia estoy seguro que si algo así ocurriera, aparecerían jóvenes que apoyarían el crimen, sin duda. La violencia siempre es mimética», comenta con desconcierto.La desigualdad social es el virus que empieza a corroer a toda la sociedad y Minier lo deja claro con una prosa directa, sin adornos. «Nos bombardean a todas horas en televisión, en periódicos, internet, redes sociales, con imágenes de lujo inasequibles para la gran mayoría de jóvenes. Nunca estarán a su alcance. Esto sólo genera frustración y rabia y no es tan difícil de imaginar que un día acabe por explotar», confirma Minier.¿Qué ocurriría si un asesino empezase a matar a ricos y hubiese grupúsculos que empezasen a jalearle como un héroe? Bernard Minier EscritorDicha violencia soterrada a punto de explotar es otra de las claves de una novela que sabe moverse a la perfección entre los dos polos que la sustentan, los de estas mujeres olvidadas del título, las trabajadoras sin recurso, y la otra cara de la moneda, las personas con privilegios donde el dinero, la arrogancia y la corrupción campan a sus anchas. « Vivimos en sociedades cada vez más violentas y empieza a ser preocupante. Lo único que nos queda para vencer a la corrupción sistemática y la desigualdad es la respuesta del pueblo. En España, de momento, siempre ha sido de manera pacífica. En Francia, no, siempre ha sido violenta, como con los chalecos amarillos, por eso he querido mirar qué pasaría si en España ocurriese una reacción violenta», afirma Minier.El escritor francés se reunió con miembros de la UCO para entender mejor cómo trabajaban y poder escribir sobre ellos con más rigor. Lo que aprendió, sorprendido, es que la Guardia Civil , por vía judicial, tiene más manga ancha que la policía francesa en muchos aspectos. «Para mí ha sido un reto enorme escribir estas novelas. Primero porque no soy español, tampoco soy mujer y además no soy de la misma generación que Lucía. La única forma de dar vida convincentemente a un personaje así es utilizar modelos conocidos. Así que hay una Lucía original, de verdad, que yo he ficcionado, como hay una UCO real que yo también he ficcionado», comenta. Lo que no confiesa, y no confesará nunca, dice, es quién es esa Lucía en la vida real.Veranos en Aragón y los discos de la MovidaLo que está claro, al leer la novela, es que Minier conoce como la palma de su mano la sociedad y las costumbres españolas. No en balde, él es hijo de española, que tuvo que emigrar a Francia cuando tenía ocho años. «Nunca nos habló en español. Siempre quiso que nos sintiéramos franceses desde el principio. Pero sí que veraneábamos en Aragón y llevo 50 años empapándome de los cambios políticos y sociales de España», comenta.Tanto es así, asegura, que desde un pequeño pueblo aragonés vivió el final del franquismo, el inicio de la transición, incluso el estallido de la Movida. «Claro, la Movida no sólo ocurría en Madrid. Desde mi pequeño pueblo los jóvenes hablábamos de política, fumábamos porros, escuchábamos a Alaska y veíamos las películas de Almodóvar y compartíamos toda una serie de vivencias con esa generación», recuerda.También se ha nutrido de escritores españoles, que ahora conoce personalmente del circuito de festivales de novela negra. Por ejemplo, conoció a Andreu Martín en Argentina. También a Carlos Salem, Carlos Zanón o los tres escritores bajo el nombre Carmen Mola. Y le encanta Dolores Redondo, aunque no la conoce personalmente todavía. «Ahora el mundo de las traducciones está tan abierto. Es una pena que no fuera siempre así, que alguien como Manuel Vázquez Montalbán no escribiera en una época como ésta. Mucha más gente en todo el mundo se hubiese acercado a sus novelas», dice Minier.Después de más de 6 millones de libros vendidos en 27 lenguas, el escritor asegura que ya prepara nuevas aventuras de Lucía Guerrero. Y sus libros tienen fans de lo más inesperado. Por ejemplo, la última imagen que captaron las cámaras de vigilancia del asesino Xavier Dupont de Ligonnès , el más buscado en Francia, aparecía con un ejemplar de ‘Bajo el hielo’, la primera y exitosa novela de Minier. «Hubiese preferido que llevase una novela de cualquier otro escritor, pero como ya he dicho, la realidad siempre acaba infectando a todas mis historias», asegura.Noticia Relacionada estandar Si Irvine Welsh: «El mundo no ha cambiado nada desde ‘Trainspotting’ hasta hoy» Karina Sainz Borgo ‘Los cuchillos largos’, publicado en inglés en 2022, llega ahora a España editado por Anagrama y traducido por Arturo González y Laura Salas. Sobre su escritura salvaje, perturbadora, a ratos desternillante, incorrecta y faltona, conversa Irvine Welsh desde su casa en EscociaEl escritor era un funcionario de aduanas en los Pirineos cuando consiguió que le publicasen su primera novela. Entonces ya tenía 50 años. «Era un ahora o nunca y para mi sorpresa el éxito fue arrollador. Todavía hoy me preguntó qué hubiera pasado si hubiese intentado publicar antes, diez o quince años antes. Pero bueno, eso es lo que hace la literatura, no, contestar a esa pregunta, ‘qué hubiera pasado si…’». Hace casi 200 años, Prosper Merimée ponía de moda el tópico romántico y pasional de lo español con ‘Carmen’. Europa cayó rendida al instante a los pies de esa mujer arrolladora y libre. Los tiempos han cambiado, pero quizá no tanto, porque ahora hay otra mujer española imaginada por un escritor francés que está haciendo estragos en los lectores de toda Europa, y en los exigentes amantes del thriller y la novela negra nada menos. Se trata del escritor Bernard Minier y su Lucía Guerrero, la inteligente e impetuosa teniente de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Salamandra acaba de publicar ‘Olvidadas’ , la segunda novela de la serie sobre Lucía Guerrero , esta vez mezclada en un caso doble marcado por la desigualdad social, la violencia y la lucha de clases. Galicia, Cuenca y Madrid son los escenarios de dos asesinos múltiples, uno que secuestra y mata a mujeres trabajadoras que se despiertan muy temprano cada mañana y en el otro un asesino que, bajo el lema: « muerte a los ricos », ha empezado a matar de forma teatral a personajes de las altas esferas. «Lo bueno de la globalización es que tiene su lado cultural y ahora todos leemos novelas negras escandinavas o italianas o egipcias. Da igual. El dominio anglosajón ha acabado. En Noruega o Italia, por ejemplo, mis novelas sobre Lucía están teniendo muchísimo éxito, algo que no me pasaba cuando escribía sobre el inspector francés Martin Servaz . No sé por qué, pero está pasando», comenta Minier en declaraciones a ABC.Noticia Relacionada estandar Si El PSOE cierra filas en torno a Gallardo: «Es víctima de una cacería» Inés Ruiz-Jiménez La portavoz socialista, Esther Peña, niega que el aforamiento del líder extremeño sea una maniobra para sortear a la JusticiaEl libro nos presenta una premisa muy de actualidad: ¿qué ocurriría si un asesino empezase a matar a ricos y hubiese grupúsculos que empezasen a jalearle como un héroe? Esto ya ocurrió el año pasado cuando el joven Luigi Mangione mató a sangre fría al CEO de una de las aseguradoras médicas más importantes de Estados Unidos. Aquí el lema «matad a los ricos» que utiliza el asesino para adornar sus crímenes será mimetizado por jóvenes desilusionados. «Lamentablemente, la realidad acaba por acercarse a mis novelas más de lo que yo querría. Me ha ocurrido muchas veces. En España no sé, pero en Francia estoy seguro que si algo así ocurriera, aparecerían jóvenes que apoyarían el crimen, sin duda. La violencia siempre es mimética», comenta con desconcierto.La desigualdad social es el virus que empieza a corroer a toda la sociedad y Minier lo deja claro con una prosa directa, sin adornos. «Nos bombardean a todas horas en televisión, en periódicos, internet, redes sociales, con imágenes de lujo inasequibles para la gran mayoría de jóvenes. Nunca estarán a su alcance. Esto sólo genera frustración y rabia y no es tan difícil de imaginar que un día acabe por explotar», confirma Minier.¿Qué ocurriría si un asesino empezase a matar a ricos y hubiese grupúsculos que empezasen a jalearle como un héroe? Bernard Minier EscritorDicha violencia soterrada a punto de explotar es otra de las claves de una novela que sabe moverse a la perfección entre los dos polos que la sustentan, los de estas mujeres olvidadas del título, las trabajadoras sin recurso, y la otra cara de la moneda, las personas con privilegios donde el dinero, la arrogancia y la corrupción campan a sus anchas. « Vivimos en sociedades cada vez más violentas y empieza a ser preocupante. Lo único que nos queda para vencer a la corrupción sistemática y la desigualdad es la respuesta del pueblo. En España, de momento, siempre ha sido de manera pacífica. En Francia, no, siempre ha sido violenta, como con los chalecos amarillos, por eso he querido mirar qué pasaría si en España ocurriese una reacción violenta», afirma Minier.El escritor francés se reunió con miembros de la UCO para entender mejor cómo trabajaban y poder escribir sobre ellos con más rigor. Lo que aprendió, sorprendido, es que la Guardia Civil , por vía judicial, tiene más manga ancha que la policía francesa en muchos aspectos. «Para mí ha sido un reto enorme escribir estas novelas. Primero porque no soy español, tampoco soy mujer y además no soy de la misma generación que Lucía. La única forma de dar vida convincentemente a un personaje así es utilizar modelos conocidos. Así que hay una Lucía original, de verdad, que yo he ficcionado, como hay una UCO real que yo también he ficcionado», comenta. Lo que no confiesa, y no confesará nunca, dice, es quién es esa Lucía en la vida real.Veranos en Aragón y los discos de la MovidaLo que está claro, al leer la novela, es que Minier conoce como la palma de su mano la sociedad y las costumbres españolas. No en balde, él es hijo de española, que tuvo que emigrar a Francia cuando tenía ocho años. «Nunca nos habló en español. Siempre quiso que nos sintiéramos franceses desde el principio. Pero sí que veraneábamos en Aragón y llevo 50 años empapándome de los cambios políticos y sociales de España», comenta.Tanto es así, asegura, que desde un pequeño pueblo aragonés vivió el final del franquismo, el inicio de la transición, incluso el estallido de la Movida. «Claro, la Movida no sólo ocurría en Madrid. Desde mi pequeño pueblo los jóvenes hablábamos de política, fumábamos porros, escuchábamos a Alaska y veíamos las películas de Almodóvar y compartíamos toda una serie de vivencias con esa generación», recuerda.También se ha nutrido de escritores españoles, que ahora conoce personalmente del circuito de festivales de novela negra. Por ejemplo, conoció a Andreu Martín en Argentina. También a Carlos Salem, Carlos Zanón o los tres escritores bajo el nombre Carmen Mola. Y le encanta Dolores Redondo, aunque no la conoce personalmente todavía. «Ahora el mundo de las traducciones está tan abierto. Es una pena que no fuera siempre así, que alguien como Manuel Vázquez Montalbán no escribiera en una época como ésta. Mucha más gente en todo el mundo se hubiese acercado a sus novelas», dice Minier.Después de más de 6 millones de libros vendidos en 27 lenguas, el escritor asegura que ya prepara nuevas aventuras de Lucía Guerrero. Y sus libros tienen fans de lo más inesperado. Por ejemplo, la última imagen que captaron las cámaras de vigilancia del asesino Xavier Dupont de Ligonnès , el más buscado en Francia, aparecía con un ejemplar de ‘Bajo el hielo’, la primera y exitosa novela de Minier. «Hubiese preferido que llevase una novela de cualquier otro escritor, pero como ya he dicho, la realidad siempre acaba infectando a todas mis historias», asegura.Noticia Relacionada estandar Si Irvine Welsh: «El mundo no ha cambiado nada desde ‘Trainspotting’ hasta hoy» Karina Sainz Borgo ‘Los cuchillos largos’, publicado en inglés en 2022, llega ahora a España editado por Anagrama y traducido por Arturo González y Laura Salas. Sobre su escritura salvaje, perturbadora, a ratos desternillante, incorrecta y faltona, conversa Irvine Welsh desde su casa en EscociaEl escritor era un funcionario de aduanas en los Pirineos cuando consiguió que le publicasen su primera novela. Entonces ya tenía 50 años. «Era un ahora o nunca y para mi sorpresa el éxito fue arrollador. Todavía hoy me preguntó qué hubiera pasado si hubiese intentado publicar antes, diez o quince años antes. Pero bueno, eso es lo que hace la literatura, no, contestar a esa pregunta, ‘qué hubiera pasado si…’».
Hace casi 200 años, Prosper Merimée ponía de moda el tópico romántico y pasional de lo español con ‘Carmen’. Europa cayó rendida al instante a los pies de esa mujer arrolladora y libre. Los tiempos han cambiado, pero quizá no tanto, porque ahora hay otra mujer española imaginada por un escritor francés que está haciendo estragos en los lectores de toda Europa, y en los exigentes amantes del thriller y la novela negra nada menos. Se trata del escritor Bernard Minier y su Lucía Guerrero, la inteligente e impetuosa teniente de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.
Salamandra acaba de publicar ‘Olvidadas’, la segunda novela de la serie sobre Lucía Guerrero, esta vez mezclada en un caso doble marcado por la desigualdad social, la violencia y la lucha de clases. Galicia, Cuenca y Madrid son los escenarios de dos asesinos múltiples, uno que secuestra y mata a mujeres trabajadoras que se despiertan muy temprano cada mañana y en el otro un asesino que, bajo el lema: «muerte a los ricos», ha empezado a matar de forma teatral a personajes de las altas esferas. «Lo bueno de la globalización es que tiene su lado cultural y ahora todos leemos novelas negras escandinavas o italianas o egipcias. Da igual. El dominio anglosajón ha acabado. En Noruega o Italia, por ejemplo, mis novelas sobre Lucía están teniendo muchísimo éxito, algo que no me pasaba cuando escribía sobre el inspector francés Martin Servaz. No sé por qué, pero está pasando», comenta Minier en declaraciones a ABC.
El libro nos presenta una premisa muy de actualidad: ¿qué ocurriría si un asesino empezase a matar a ricos y hubiese grupúsculos que empezasen a jalearle como un héroe? Esto ya ocurrió el año pasado cuando el joven Luigi Mangione mató a sangre fría al CEO de una de las aseguradoras médicas más importantes de Estados Unidos. Aquí el lema «matad a los ricos» que utiliza el asesino para adornar sus crímenes será mimetizado por jóvenes desilusionados. «Lamentablemente, la realidad acaba por acercarse a mis novelas más de lo que yo querría. Me ha ocurrido muchas veces. En España no sé, pero en Francia estoy seguro que si algo así ocurriera, aparecerían jóvenes que apoyarían el crimen, sin duda. La violencia siempre es mimética», comenta con desconcierto.
La desigualdad social es el virus que empieza a corroer a toda la sociedad y Minier lo deja claro con una prosa directa, sin adornos. «Nos bombardean a todas horas en televisión, en periódicos, internet, redes sociales, con imágenes de lujo inasequibles para la gran mayoría de jóvenes. Nunca estarán a su alcance. Esto sólo genera frustración y rabia y no es tan difícil de imaginar que un día acabe por explotar», confirma Minier.
¿Qué ocurriría si un asesino empezase a matar a ricos y hubiese grupúsculos que empezasen a jalearle como un héroe?
Bernard Minier
Escritor
Dicha violencia soterrada a punto de explotar es otra de las claves de una novela que sabe moverse a la perfección entre los dos polos que la sustentan, los de estas mujeres olvidadas del título, las trabajadoras sin recurso, y la otra cara de la moneda, las personas con privilegios donde el dinero, la arrogancia y la corrupción campan a sus anchas. «Vivimos en sociedades cada vez más violentas y empieza a ser preocupante. Lo único que nos queda para vencer a la corrupción sistemática y la desigualdad es la respuesta del pueblo. En España, de momento, siempre ha sido de manera pacífica. En Francia, no, siempre ha sido violenta, como con los chalecos amarillos, por eso he querido mirar qué pasaría si en España ocurriese una reacción violenta», afirma Minier.
El escritor francés se reunió con miembros de la UCO para entender mejor cómo trabajaban y poder escribir sobre ellos con más rigor. Lo que aprendió, sorprendido, es que la Guardia Civil, por vía judicial, tiene más manga ancha que la policía francesa en muchos aspectos. «Para mí ha sido un reto enorme escribir estas novelas. Primero porque no soy español, tampoco soy mujer y además no soy de la misma generación que Lucía. La única forma de dar vida convincentemente a un personaje así es utilizar modelos conocidos. Así que hay una Lucía original, de verdad, que yo he ficcionado, como hay una UCO real que yo también he ficcionado», comenta. Lo que no confiesa, y no confesará nunca, dice, es quién es esa Lucía en la vida real.
Veranos en Aragón y los discos de la Movida
Lo que está claro, al leer la novela, es que Minier conoce como la palma de su mano la sociedad y las costumbres españolas. No en balde, él es hijo de española, que tuvo que emigrar a Francia cuando tenía ocho años. «Nunca nos habló en español. Siempre quiso que nos sintiéramos franceses desde el principio. Pero sí que veraneábamos en Aragón y llevo 50 años empapándome de los cambios políticos y sociales de España», comenta.
Tanto es así, asegura, que desde un pequeño pueblo aragonés vivió el final del franquismo, el inicio de la transición, incluso el estallido de la Movida. «Claro, la Movida no sólo ocurría en Madrid. Desde mi pequeño pueblo los jóvenes hablábamos de política, fumábamos porros, escuchábamos a Alaska y veíamos las películas de Almodóvar y compartíamos toda una serie de vivencias con esa generación», recuerda.
También se ha nutrido de escritores españoles, que ahora conoce personalmente del circuito de festivales de novela negra. Por ejemplo, conoció a Andreu Martín en Argentina. También a Carlos Salem, Carlos Zanón o los tres escritores bajo el nombre Carmen Mola. Y le encanta Dolores Redondo, aunque no la conoce personalmente todavía. «Ahora el mundo de las traducciones está tan abierto. Es una pena que no fuera siempre así, que alguien como Manuel Vázquez Montalbán no escribiera en una época como ésta. Mucha más gente en todo el mundo se hubiese acercado a sus novelas», dice Minier.
Después de más de 6 millones de libros vendidos en 27 lenguas, el escritor asegura que ya prepara nuevas aventuras de Lucía Guerrero. Y sus libros tienen fans de lo más inesperado. Por ejemplo, la última imagen que captaron las cámaras de vigilancia del asesino Xavier Dupont de Ligonnès, el más buscado en Francia, aparecía con un ejemplar de ‘Bajo el hielo’, la primera y exitosa novela de Minier. «Hubiese preferido que llevase una novela de cualquier otro escritor, pero como ya he dicho, la realidad siempre acaba infectando a todas mis historias», asegura.
El escritor era un funcionario de aduanas en los Pirineos cuando consiguió que le publicasen su primera novela. Entonces ya tenía 50 años. «Era un ahora o nunca y para mi sorpresa el éxito fue arrollador. Todavía hoy me preguntó qué hubiera pasado si hubiese intentado publicar antes, diez o quince años antes. Pero bueno, eso es lo que hace la literatura, no, contestar a esa pregunta, ‘qué hubiera pasado si…’».
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