¿Pueden ser motivo de reproche iniciativas culturales como celebrar a Luis Buñuel, Luisa Carnés o proteger el patrimonio cultural? En esta legislatura, sí, aunque solo sea para escenificar batallas culturales. El debate este martes de varias proposiciones no de ley (PNL) para homenajear al cineasta, a la autora de ‘Tea rooms’ o para salvaguardar el patrimonio español fueron la excusa para que volaran reproches relacionados con la censura franquista, el sectarismo y la cancelación ‘woke’. Y, pese a todo, los partidos fueron capaces de llegar a acuerdos. La política es un género teatral. La alusión a Franco saltó cuando se trató la propuesta del PP de celebrar el 125 aniversario de Buñuel. PSOE y Sumar dijeron que el director «sufrió en primera persona la censura franquista» y siempre se consideró de «izquierdas». Vox, por su parte, afirmó que el cineasta hoy se opondría a la «ideología ‘woke’». A la hora de votar, sin embargo, los diputados de PP, Vox y Sumar dijeron sí y la iniciativa fue aprobada; los socialistas se abstuvieron. El PSOE presentó otra PNL para proteger el patrimonio cultural del cambio climático, pero se negó a aceptar una enmienda del PP para endurecer los castigos ante los ataques vandálicos . Vox tachó de «estúpida» la iniciativa, pensada «solo para crear nuevos chiringuitos». La PNL fue aprobada porque el PSOE obtuvo el apoyo de sus socios.Noticia Relacionada estandar No La ley que la industria cultural lleva años esperando… y Pisarello en la tele Jaime G. Mora El diputado de Sumar y presidente de la Comisión de Cultura se salta la ponencia de la ley de la Oficina de Derechos de Autor para ir al programa de Risto MejideOtra iniciativa que provocó reproches fue una del PSOE para recuperar a Luisa Carnés. Perteneció a la Generación del 27 y a las Sinsombrero, y, según la izquierda, fue una escritora «comprometida». PP y Vox, por el contrario, solo vieron «partidismo» y «sectarismo» en esta PNL; en diciembre el Gobierno vetó una iniciativa del PP más profunda sobre la Generación del 27. Aquí tampoco hubo consenso: la PNL salió con el rechazo de la derecha.La geometría variable de la batalla cultural sí permitió que los grupos políticos se pusieran de acuerdo en otras tres iniciativas. La Comisión de Cultura dio luz verde a promover la candidatura del Castillo de Loarre como Patrimonio Mundial de la Humanidad (Sumar), incentivar el conocimiento sobre la zarzuela entre los jóvenes (PSOE) y promocionar la proyección de la artesanía y los oficios tradicionales (PP). Ahora le toca a Urtasun recoger el guante y darle continuidad a estas propuestas. La Comisión de Cultura, por cierto, llevaba cinco meses sin reunirse . «La última vez que nos vimos fue en otoño y en unos días llega la primavera», denunció el PP. «Pido que nos convoquen todos los meses». ¿Pueden ser motivo de reproche iniciativas culturales como celebrar a Luis Buñuel, Luisa Carnés o proteger el patrimonio cultural? En esta legislatura, sí, aunque solo sea para escenificar batallas culturales. El debate este martes de varias proposiciones no de ley (PNL) para homenajear al cineasta, a la autora de ‘Tea rooms’ o para salvaguardar el patrimonio español fueron la excusa para que volaran reproches relacionados con la censura franquista, el sectarismo y la cancelación ‘woke’. Y, pese a todo, los partidos fueron capaces de llegar a acuerdos. La política es un género teatral. La alusión a Franco saltó cuando se trató la propuesta del PP de celebrar el 125 aniversario de Buñuel. PSOE y Sumar dijeron que el director «sufrió en primera persona la censura franquista» y siempre se consideró de «izquierdas». Vox, por su parte, afirmó que el cineasta hoy se opondría a la «ideología ‘woke’». A la hora de votar, sin embargo, los diputados de PP, Vox y Sumar dijeron sí y la iniciativa fue aprobada; los socialistas se abstuvieron. El PSOE presentó otra PNL para proteger el patrimonio cultural del cambio climático, pero se negó a aceptar una enmienda del PP para endurecer los castigos ante los ataques vandálicos . Vox tachó de «estúpida» la iniciativa, pensada «solo para crear nuevos chiringuitos». La PNL fue aprobada porque el PSOE obtuvo el apoyo de sus socios.Noticia Relacionada estandar No La ley que la industria cultural lleva años esperando… y Pisarello en la tele Jaime G. Mora El diputado de Sumar y presidente de la Comisión de Cultura se salta la ponencia de la ley de la Oficina de Derechos de Autor para ir al programa de Risto MejideOtra iniciativa que provocó reproches fue una del PSOE para recuperar a Luisa Carnés. Perteneció a la Generación del 27 y a las Sinsombrero, y, según la izquierda, fue una escritora «comprometida». PP y Vox, por el contrario, solo vieron «partidismo» y «sectarismo» en esta PNL; en diciembre el Gobierno vetó una iniciativa del PP más profunda sobre la Generación del 27. Aquí tampoco hubo consenso: la PNL salió con el rechazo de la derecha.La geometría variable de la batalla cultural sí permitió que los grupos políticos se pusieran de acuerdo en otras tres iniciativas. La Comisión de Cultura dio luz verde a promover la candidatura del Castillo de Loarre como Patrimonio Mundial de la Humanidad (Sumar), incentivar el conocimiento sobre la zarzuela entre los jóvenes (PSOE) y promocionar la proyección de la artesanía y los oficios tradicionales (PP). Ahora le toca a Urtasun recoger el guante y darle continuidad a estas propuestas. La Comisión de Cultura, por cierto, llevaba cinco meses sin reunirse . «La última vez que nos vimos fue en otoño y en unos días llega la primavera», denunció el PP. «Pido que nos convoquen todos los meses».
La Comisión de Cultura insta a Urtasun a que rinda homenaje a figuras como las de Luis Buñuel y Luisa Carnés
Izquierda y derecha se echan en cara la censura franquista y el sectarismo woke en el primer debate cultural en cinco meses
¿Pueden ser motivo de reproche iniciativas culturales como celebrar a Luis Buñuel, Luisa Carnés o proteger el patrimonio cultural? En esta legislatura, sí, aunque solo sea para escenificar batallas culturales. El debate este martes de varias proposiciones no de ley (PNL) para homenajear al cineasta, a la autora de ‘Tea rooms’ o para salvaguardar el patrimonio español fueron la excusa para que volaran reproches relacionados con la censura franquista, el sectarismo y la cancelación ‘woke’. Y, pese a todo, los partidos fueron capaces de llegar a acuerdos. La política es un género teatral.
La alusión a Franco saltó cuando se trató la propuesta del PP de celebrar el 125 aniversario de Buñuel. PSOE y Sumar dijeron que el director «sufrió en primera persona la censura franquista» y siempre se consideró de «izquierdas». Vox, por su parte, afirmó que el cineasta hoy se opondría a la «ideología ‘woke’». A la hora de votar, sin embargo, los diputados de PP, Vox y Sumar votaron sí y la iniciativa fue aprobada.
El PSOE presentó otra PNL para proteger el patrimonio cultural del cambio climático, pero se negó a aceptar una enmienda del PP para endurecer los castigos ante los ataques vandálicos. Vox tachó de «estúpida» la iniciativa, pensada «solo para crear nuevos chiringuitos». La PNL fue aprobada porque el PSOE obtuvo el apoyo de sus socios.
Otra iniciativa que provocó reproches fue una del PSOE para recuperar a Luisa Carnés. Perteneció a la Generación del 27 y a las Sinsombrero, y, según la izquierda, fue una escritora «comprometida». PP y Vox, por el contrario, solo vieron «partidismo» y «sectarismo» en esta PNL; en diciembre el Gobierno vetó una iniciativa del PP más profunda sobre la Generación del 27. Aquí tampoco hubo consenso: la PNL salió con el rechazo de la derecha.
La geometría variable de la batalla cultural sí permitió que los grupos políticos se pusieran de acuerdo en otras tres iniciativas. La Comisión de Cultura dio luz verde a promover la candidatura del Castillo de Loarre como Patrimonio Mundial de la Humanidad (Sumar), incentivar el conocimiento sobre la zarzuela entre los jóvenes (PSOE) y promocionar la proyección de la artesanía y los oficios tradicionales (PP). Ahora le toca a Urtasun recoger el guante y darle continuidad a estas propuestas.
La Comisión de Cultura, por cierto, llevaba cinco meses sin reunirse. «La última vez que nos vimos fue en otoño y en unos días llega la primavera», denunció el PP. «Pido que nos convoquen todos los meses».
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