Ser militante socialista en estos últimos días se ha vuelto algo desconcertante y doloroso. Saber que personas se han aprovechado de nuestras siglas y de nuestro proyecto es desgarrador e injusto, te noquea y te desanima. Y si se le suman las repugnantes palabras sobre algunas mujeres, aumentan la rabia y el asco. Por eso me atrevo a decir en nombre de mis compañeras y compañeros que no somos así, el PSOE no es así. Este partido lo forman miles y miles de personas honradas, honestas y comprometidas con nuestros principios y valores, y nuestro país. No vamos a permitir que se mancillen casi 150 años, y quien piense que es el final del PSOE se equivoca. El desconcierto, el dolor y el shock quedarán a un lado dando paso a algo tan poderoso como transformador. Esta carta no es un intento de escurrir el bulto, lo ocurrido es grave y serio. De ahí la necesidad de expresar y compartir lo que, percibo, sentimos la militancia socialista en estos días. Estaremos a la altura y nos sobrepondremos, no por nosotras ni por nosotros, sino por la democracia, por la ciudadanía, por el progreso y por este país.
Hugo Báez Díaz. Firgas (Las Palmas)
Dimisiones por vergüenza
Uno tiene la sensación de que en este país se dimite más por vergüenza que por una auténtica asunción de responsabilidades. Cifuentes no dimitió por la corrupción universitaria que le regaló su máster, sino más bien por el vídeo filtrado del hurto de unas simples cremas en un supermercado. Ayuso, en cambio, no dimite por las 7.291 muertes de las residencias causadas presuntamente por sus llamados “protocolos de la vergüenza”; Mazón se aferra al cargo pese a que su pésima gestión coadyuvó a que 228 personas perecieran el 29-O con los pulmones llenos de fango. Pero, ¿qué pasaría si mañana se filtraran fotos en actitud bochornosa de la presidenta madrileña o qué ocurriría si trascendieran imágenes del presidente valenciano el día de la dana en el Ventorro? ¿Alguien duda que ambos abandonarían ipso facto sus puestos?
Gonzalo de Miguel Renedo. Logroño
Arde Madrid
Paso por la plaza de Santa Ana, solo sol y asfalto. Ya no hay árboles por la construcción, en realidad ampliación, de un parking para que quepan más coches. Más todavía. Me siento en una terraza, oigo alemán, inglés y veo solo Airbnbs a mi alrededor. No hay barrios, no hay comunidad, no hay planes que no impliquen consumismo. Todo en esta ciudad está dirigido a los turistas, como si fuera un parque temático. Espero que las políticas públicas cambien o de aquí a unos años Madrid será irreconocible.
Marta Pérez de las Bacas Sánchez. Madrid
Gracias, Zafón
El pasado Sant Jordi no encontré mi autor de cabecera en Barcelona. Miré con resignación las colas de lectores. De pequeño pensaba que algún día Ruiz Zafón firmaría mis libros y que entonces podría darle las gracias. Gracias por despertar pasión lectora. Por forjar sueños ajenos. Por crear una Barcelona que no existía hasta que él la escribió. Hay días plomizos en los que, en Barcelona, vivimos esa realidad. La Sagrada Familia se difumina y pareciera que el autor sigue tejiendo nuestras historias. Zafón nos dejó un día como hoy hace cinco años. Lo hizo solamente en parte; como él escribió, nos dejó una parte de su alma escondida en sus libros.
Juan Muñoz Hurtado. Barcelona
Los lectores escriben sobre los recientes casos de corrupción en el Partido Socialista, la dimisión de los políticos, la transformación de Madrid, y la muerte, hace cinco años, de Carlos Ruiz Zafón
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión
Los lectores escriben sobre los recientes casos de corrupción en el partido socialista, la dimisión de los políticos, el turismo en Madrid, y la muerte, hace cinco años, de Carlos Ruiz Zafón

Ser militante socialista en estos últimos días se ha vuelto algo desconcertante y doloroso. Saber que personas se han aprovechado de nuestras siglas y de nuestro proyecto es desgarrador e injusto, te noquea y te desanima. Y si se le suman las repugnantes palabras sobre algunas mujeres, aumentan la rabia y el asco. Por eso me atrevo a decir en nombre de mis compañeras y compañeros que no somos así, el PSOE no es así. Este partido lo forman miles y miles de personas honradas, honestas y comprometidas con nuestros principios y valores, y nuestro país. No vamos a permitir que se mancillen casi 150 años, y quien piense que es el final del PSOE se equivoca. El desconcierto, el dolor y el shock quedarán a un lado dando paso a algo tan poderoso como transformador. Esta carta no es un intento de escurrir el bulto, lo ocurrido es grave y serio. De ahí la necesidad de expresar y compartir lo que, percibo, sentimos la militancia socialista en estos días. Estaremos a la altura y nos sobrepondremos, no por nosotras ni por nosotros, sino por la democracia, por la ciudadanía, por el progreso y por este país.
Hugo Báez Díaz. Firgas (Las Palmas)
Dimisiones por vergüenza
Uno tiene la sensación de que en este país se dimite más por vergüenza que por una auténtica asunción de responsabilidades. Cifuentes no dimitió por la corrupción universitaria que le regaló su máster, sino más bien por el vídeo filtrado del hurto de unas simples cremas en un supermercado. Ayuso, en cambio, no dimite por las 7.291 muertes de las residencias causadas presuntamente por sus llamados “protocolos de la vergüenza”; Mazón se aferra al cargo pese a que su pésima gestión coadyuvó a que 228 personas perecieran el 29-O con los pulmones llenos de fango. Pero, ¿qué pasaría si mañana se filtraran fotos en actitud bochornosa de la presidenta madrileña o qué ocurriría si trascendieran imágenes del presidente valenciano el día de la dana en el Ventorro? ¿Alguien duda que ambos abandonarían ipso facto sus puestos?
Gonzalo de Miguel Renedo. Logroño
Arde Madrid
Paso por la plaza de Santa Ana, solo sol y asfalto. Ya no hay árboles por la construcción, en realidad ampliación, de un parking para que quepan más coches. Más todavía. Me siento en una terraza, oigo alemán, inglés y veo solo Airbnbsa mi alrededor. No hay barrios, no hay comunidad, no hay planes que no impliquen consumismo. Todo en esta ciudad está dirigido a los turistas, como si fuera un parque temático. Espero que las políticas públicas cambien o de aquí a unos años Madrid será irreconocible.
Marta Pérez de las Bacas Sánchez. Madrid
Gracias, Zafón
El pasado Sant Jordi no encontré mi autor de cabecera en Barcelona. Miré con resignación las colas de lectores. De pequeño pensaba que algún día Ruiz Zafón firmaría mis libros y que entonces podría darle las gracias. Gracias por despertar pasión lectora. Por forjar sueños ajenos. Por crear una Barcelona que no existía hasta que él la escribió. Hay días plomizos en los que, en Barcelona, vivimos esa realidad. La Sagrada Familia se difumina y pareciera que el autor sigue tejiendo nuestras historias. Zafón nos dejó un día como hoy hace cinco años. Lo hizo solamente en parte; como él escribió, nos dejó una parte de su alma escondida en sus libros.
Juan Muñoz Hurtado. Barcelona
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Añadir usuarioContinuar leyendo aquí
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Flecha
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos
Más información
Archivado En
EL PAÍS