Una verdad a voces confirmada por ellos mismos en alguna que otra entrevista, la de la relación de amor-odio que vivieron Cristina del Valle y Alberto Comesaña en sus años como ‘ Amistades Peligrosas ‘. De esto se comenta especialmente en los últimos días por una entrevista que han concedido y en la que han hablado al respecto y es por ello que Sonsoles Ónega los ha recibido en ‘Y Ahora Sonsoles’ (Antena 3) para preguntarles por esas vivencias «tensas». Nada más comenzar, Comesaña ha querido dar muestras de lo que hay tras todo ello: «Nuestra relación fue complicada, lo es, pero no pasa nada. ¡Que levante la mano el que no ha tenido una discusión con su pareja o que la aguante llevando 35 años con ella!». Es ahí que Cristina ha tomado el testigo, dando muestras de su carácter y de «lo mucho que habla» –refería su compañero–: «No estábamos preparados, a ver. Al mes nos fuimos a vivir juntos y bueno, pues sufrimos mucho nosotros, sufrieron mucho nuestras familias. Pero bueno, creo que volver a revolver todo eso no aporta nada, de verdad. Echo de menos las historias en positivos en los medios, el trabajar la parte humana, las cosas maravillosas que hemos experimentado. La reconciliación, el sanar heridas, y no siempre comentando sobre cómo de mal nos llevábamos». Aunque a buen entendedor pocas palabras bastan, a Sonsoles Ónega no le parecía suficiente y ha seguido insistiendo al respecto. «Cristina, es que las anécdotas que habéis contado son divertidas», le ha dicho, a lo que la cantante ha vuelto a responder con un zasca: «Sí, claro, pero el sufrimiento es el sufrimiento». Alberto Comesaña ha recogido de nuevo el testigo de su pareja y compañera artística durante 30 años y ha puntualizado a Ónega y a su equipo que vieron el programa del martes 18 de febrero, donde se habló de ellos, «y se comentaron cosas que eran ciertas y otras falsas. Sabemos que es un programa muy popular y queríamos puntualizar al respecto». Ha desmentido que pusieran un tabique en su casa –«compramos dos pisos unidos, el A y el B, y se unían por una puerta, pero no pusimos un muro, para nada. Las viviendas estaban construidas así». Ha recordado igualmente lo que se refirió de que «la mandé callar en una gala, algo por lo que le pedí perdón, pero que fue simplemente porque ella hablaba mucho e intenté reconducir». Cristina del Valle asentía y ha querido poner de relieve otras historias que ha vivido en primera persona. Desde un productor que le exigía «llevar minifaldas y tratar de calentar al público» a un activismo social y político que la ha llevado «a vetos y a amenazas para detener todo eso. Me han llegado a amenazar de muerte». A día de hoy afirman llevarse muy bien y tenerse mucho cariño por los años vividos juntos como pareja sentimental y musical. Una verdad a voces confirmada por ellos mismos en alguna que otra entrevista, la de la relación de amor-odio que vivieron Cristina del Valle y Alberto Comesaña en sus años como ‘ Amistades Peligrosas ‘. De esto se comenta especialmente en los últimos días por una entrevista que han concedido y en la que han hablado al respecto y es por ello que Sonsoles Ónega los ha recibido en ‘Y Ahora Sonsoles’ (Antena 3) para preguntarles por esas vivencias «tensas». Nada más comenzar, Comesaña ha querido dar muestras de lo que hay tras todo ello: «Nuestra relación fue complicada, lo es, pero no pasa nada. ¡Que levante la mano el que no ha tenido una discusión con su pareja o que la aguante llevando 35 años con ella!». Es ahí que Cristina ha tomado el testigo, dando muestras de su carácter y de «lo mucho que habla» –refería su compañero–: «No estábamos preparados, a ver. Al mes nos fuimos a vivir juntos y bueno, pues sufrimos mucho nosotros, sufrieron mucho nuestras familias. Pero bueno, creo que volver a revolver todo eso no aporta nada, de verdad. Echo de menos las historias en positivos en los medios, el trabajar la parte humana, las cosas maravillosas que hemos experimentado. La reconciliación, el sanar heridas, y no siempre comentando sobre cómo de mal nos llevábamos». Aunque a buen entendedor pocas palabras bastan, a Sonsoles Ónega no le parecía suficiente y ha seguido insistiendo al respecto. «Cristina, es que las anécdotas que habéis contado son divertidas», le ha dicho, a lo que la cantante ha vuelto a responder con un zasca: «Sí, claro, pero el sufrimiento es el sufrimiento». Alberto Comesaña ha recogido de nuevo el testigo de su pareja y compañera artística durante 30 años y ha puntualizado a Ónega y a su equipo que vieron el programa del martes 18 de febrero, donde se habló de ellos, «y se comentaron cosas que eran ciertas y otras falsas. Sabemos que es un programa muy popular y queríamos puntualizar al respecto». Ha desmentido que pusieran un tabique en su casa –«compramos dos pisos unidos, el A y el B, y se unían por una puerta, pero no pusimos un muro, para nada. Las viviendas estaban construidas así». Ha recordado igualmente lo que se refirió de que «la mandé callar en una gala, algo por lo que le pedí perdón, pero que fue simplemente porque ella hablaba mucho e intenté reconducir». Cristina del Valle asentía y ha querido poner de relieve otras historias que ha vivido en primera persona. Desde un productor que le exigía «llevar minifaldas y tratar de calentar al público» a un activismo social y político que la ha llevado «a vetos y a amenazas para detener todo eso. Me han llegado a amenazar de muerte». A día de hoy afirman llevarse muy bien y tenerse mucho cariño por los años vividos juntos como pareja sentimental y musical.
Y Ahora Sonsoles
Cristina del Valle ha querido zanjar las polémicas sobre los enfrentamientos y la tensión que vivió con Alberto Comesaña en los años dorados del grupo.
Una verdad a voces confirmada por ellos mismos en alguna que otra entrevista, la de la relación de amor-odio que vivieron Cristina del Valle y Alberto Comesaña en sus años como ‘Amistades Peligrosas‘. De esto se comenta especialmente en los últimos días por una entrevista que han concedido y en la que han hablado al respecto y es por ello que Sonsoles Ónega los ha recibido en ‘Y Ahora Sonsoles’ (Antena 3) para preguntarles por esas vivencias «tensas».
Nada más comenzar, Comesaña ha querido dar muestras de lo que hay tras todo ello: «Nuestra relación fue complicada, lo es, pero no pasa nada. ¡Que levante la mano el que no ha tenido una discusión con su pareja o que la aguante llevando 35 años con ella!». Es ahí que Cristina ha tomado el testigo, dando muestras de su carácter y de «lo mucho que habla» –refería su compañero–: «No estábamos preparados, a ver. Al mes nos fuimos a vivir juntos y bueno, pues sufrimos mucho nosotros, sufrieron mucho nuestras familias. Pero bueno, creo que volver a revolver todo eso no aporta nada, de verdad. Echo de menos las historias en positivos en los medios, el trabajar la parte humana, las cosas maravillosas que hemos experimentado. La reconciliación, el sanar heridas, y no siempre comentando sobre cómo de mal nos llevábamos».
Aunque a buen entendedor pocas palabras bastan, a Sonsoles Ónega no le parecía suficiente y ha seguido insistiendo al respecto. «Cristina, es que las anécdotas que habéis contado son divertidas», le ha dicho, a lo que la cantante ha vuelto a responder con un zasca: «Sí, claro, pero el sufrimiento es el sufrimiento».
Alberto Comesaña ha recogido de nuevo el testigo de su pareja y compañera artística durante 30 años y ha puntualizado a Ónega y a su equipo que vieron el programa del martes 18 de febrero, donde se habló de ellos, «y se comentaron cosas que eran ciertas y otras falsas. Sabemos que es un programa muy popular y queríamos puntualizar al respecto». Ha desmentido que pusieran un tabique en su casa –«compramos dos pisos unidos, el A y el B, y se unían por una puerta, pero no pusimos un muro, para nada. Las viviendas estaban construidas así». Ha recordado igualmente lo que se refirió de que «la mandé callar en una gala, algo por lo que le pedí perdón, pero que fue simplemente porque ella hablaba mucho e intenté reconducir».
Cristina del Valle asentía y ha querido poner de relieve otras historias que ha vivido en primera persona. Desde un productor que le exigía «llevar minifaldas y tratar de calentar al público» a un activismo social y político que la ha llevado «a vetos y a amenazas para detener todo eso. Me han llegado a amenazar de muerte». A día de hoy afirman llevarse muy bien y tenerse mucho cariño por los años vividos juntos como pareja sentimental y musical.
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