Es la primera vez que el informe del Comercio Interior del Libro en España, realizado por Conecta para la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), y que cuenta con el patrocinio del Ministerio de Cultura, se presenta en la Feria del Libro de Madrid, dentro de la Biblioteca Eugenio Trías, un lugar que es todo luz y alegría de leer. Como cada año, el titular difundido es una celebración, una fiesta del optimismo: el sector editorial recupera los 3.000 millones de facturación previos a la crisis de 2008. Hay otra forma de leer los datos, y es que en España el negocio del libro aún factura menos que en 2008, a pesar de que lleva una década de crecimiento sostenido. El acto lo abrió Daniel Fernández, presidente de la FGEE, que dijo: «Traemos buenas noticias (…) Este crecimiento sostenido consolida algo que nuestros colegas europeos empiezan a llamar fenómeno español. Pero esto es injusto con Portugal. Habría que hablar de excepción ibérica». Se refería a que mientras en Europa el mercado se contrae o crece con mucha timidez, en España la facturación aumentó un 5,8% con respecto al año anterior y en Portugal un 8,8%: concedió que son (somos) países con más margen de crecimiento que Francia o Alemania, eso sí. Luego, pasó a lo de siempre: a decir que la última encuesta de Hábitos de Lectura , también patrocinada por el Ministerio de Cultura, además de por Cedro, arrojó el sorprendente dato de que los que más leen en España son los jóvenes. «En este reino nuestro cada vez se lee más. Y hay relevo. Prácticamente, el 75% de la población de entre 14 y 24 años se declara lector habitual. Esta, evidentemente, es la mejor noticia que hemos tenido en lo que llevamos año», subrayó. La noticia es contraintuitiva, y la repiten cada vez que pueden desde el Ministerio de Cultura y otros altavoces mediáticos optimistas o buenistas: es el «España va bien» del libro. Mientras el mundo se queja de que cada vez se lee menos y peor por culpa de las pantallas, mientras muchos profesores señalan que cada vez sus alumnos son más incapaces en literatura, resulta que tenemos una juventud de letraheridos. El dato, resultado de una encuesta, no se sostiene si se compara con los resultados en comprensión lectora que arroja el último informe PISA para adultos (PIAAC): el nivel en comprensión lectora de los universitarios españoles ha bajado en la última década, y además estos sacan peor nota que los alumnos de bachillerato de países como Finlandia, Suecia y Holanda. «Si es verdad que se lee más, eso da igual, pues lo que resulta evidente es que se lee peor», lamentaba Elvira Navarro en una columna publicada en ABC Cultural .Preguntado por esa cuestión, Daniel Fernández bromeó: «A veces uno teme que hay dos tipos de encuestas en las que la gente mienta: los hábitos de lectura y los hábitos de vida sexual». Defendió que la encuesta de Hábitos de Lectura es «tremendamente seria», pero aceptó que existe una contradicción entre los datos: no desarrolló mucho más. A su lado, Manuel González, vicepresidente de la FGEE, recordó que España es el séptimo país por la cola de la OCDE en comprensión lectora. «Es algo tremendo (…) Tenemos todos mucho que hacer en educación. Tenemos asignaturas pendientes los adultos y los jóvenes. Y responsabilizar solo a los jóvenes es un poco cínico. Esto es el fracaso de cuatro generaciones que en el sistema democrático no han sido capaces de resolver estos gravísimos problemas», aseveró. Con estos datos sobre la mesa el optimismo de la encuesta parece irresponsable…¿Se publica demasiado?El informe puso datos a otra de las polémicas del mundo editorial, recurrente en cada edición de la Feria del Libro de Madrid: ¿se publica demasiado en España? En 2024 se registraron casi 60.000 nuevos títulos, aunque sería más correcto hablar de ISBNs. Muchos de estos son de libros ya existentes que ahora se publican en tapa dura o en edición de bolsillo, y se vuelven a registrar. Según las estimaciones de Fernández, en 2024 se debieron publicar unas 40.000 novedades, aunque prometió que en el informe del año que viene este dato será más preciso. «Es muy peligroso hablar de sobreproducción cuando hablamos siempre del mundo del libro. No sobran títulos nunca. El mercado nos regula a todos: quien publica demasiado y no vende acaba fracasando, es tan sencillo como eso. A mí esto me preocupa porque cuando empezamos a decir que sobran libros, se me aparece la sombra de quién va a decir cuántos y qué libros sobran, y quién va a autorizar los libros que deben ser publicados o quién va a decir los que no merecen ser publicados», remató. Es la primera vez que el informe del Comercio Interior del Libro en España, realizado por Conecta para la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), y que cuenta con el patrocinio del Ministerio de Cultura, se presenta en la Feria del Libro de Madrid, dentro de la Biblioteca Eugenio Trías, un lugar que es todo luz y alegría de leer. Como cada año, el titular difundido es una celebración, una fiesta del optimismo: el sector editorial recupera los 3.000 millones de facturación previos a la crisis de 2008. Hay otra forma de leer los datos, y es que en España el negocio del libro aún factura menos que en 2008, a pesar de que lleva una década de crecimiento sostenido. El acto lo abrió Daniel Fernández, presidente de la FGEE, que dijo: «Traemos buenas noticias (…) Este crecimiento sostenido consolida algo que nuestros colegas europeos empiezan a llamar fenómeno español. Pero esto es injusto con Portugal. Habría que hablar de excepción ibérica». Se refería a que mientras en Europa el mercado se contrae o crece con mucha timidez, en España la facturación aumentó un 5,8% con respecto al año anterior y en Portugal un 8,8%: concedió que son (somos) países con más margen de crecimiento que Francia o Alemania, eso sí. Luego, pasó a lo de siempre: a decir que la última encuesta de Hábitos de Lectura , también patrocinada por el Ministerio de Cultura, además de por Cedro, arrojó el sorprendente dato de que los que más leen en España son los jóvenes. «En este reino nuestro cada vez se lee más. Y hay relevo. Prácticamente, el 75% de la población de entre 14 y 24 años se declara lector habitual. Esta, evidentemente, es la mejor noticia que hemos tenido en lo que llevamos año», subrayó. La noticia es contraintuitiva, y la repiten cada vez que pueden desde el Ministerio de Cultura y otros altavoces mediáticos optimistas o buenistas: es el «España va bien» del libro. Mientras el mundo se queja de que cada vez se lee menos y peor por culpa de las pantallas, mientras muchos profesores señalan que cada vez sus alumnos son más incapaces en literatura, resulta que tenemos una juventud de letraheridos. El dato, resultado de una encuesta, no se sostiene si se compara con los resultados en comprensión lectora que arroja el último informe PISA para adultos (PIAAC): el nivel en comprensión lectora de los universitarios españoles ha bajado en la última década, y además estos sacan peor nota que los alumnos de bachillerato de países como Finlandia, Suecia y Holanda. «Si es verdad que se lee más, eso da igual, pues lo que resulta evidente es que se lee peor», lamentaba Elvira Navarro en una columna publicada en ABC Cultural .Preguntado por esa cuestión, Daniel Fernández bromeó: «A veces uno teme que hay dos tipos de encuestas en las que la gente mienta: los hábitos de lectura y los hábitos de vida sexual». Defendió que la encuesta de Hábitos de Lectura es «tremendamente seria», pero aceptó que existe una contradicción entre los datos: no desarrolló mucho más. A su lado, Manuel González, vicepresidente de la FGEE, recordó que España es el séptimo país por la cola de la OCDE en comprensión lectora. «Es algo tremendo (…) Tenemos todos mucho que hacer en educación. Tenemos asignaturas pendientes los adultos y los jóvenes. Y responsabilizar solo a los jóvenes es un poco cínico. Esto es el fracaso de cuatro generaciones que en el sistema democrático no han sido capaces de resolver estos gravísimos problemas», aseveró. Con estos datos sobre la mesa el optimismo de la encuesta parece irresponsable…¿Se publica demasiado?El informe puso datos a otra de las polémicas del mundo editorial, recurrente en cada edición de la Feria del Libro de Madrid: ¿se publica demasiado en España? En 2024 se registraron casi 60.000 nuevos títulos, aunque sería más correcto hablar de ISBNs. Muchos de estos son de libros ya existentes que ahora se publican en tapa dura o en edición de bolsillo, y se vuelven a registrar. Según las estimaciones de Fernández, en 2024 se debieron publicar unas 40.000 novedades, aunque prometió que en el informe del año que viene este dato será más preciso. «Es muy peligroso hablar de sobreproducción cuando hablamos siempre del mundo del libro. No sobran títulos nunca. El mercado nos regula a todos: quien publica demasiado y no vende acaba fracasando, es tan sencillo como eso. A mí esto me preocupa porque cuando empezamos a decir que sobran libros, se me aparece la sombra de quién va a decir cuántos y qué libros sobran, y quién va a autorizar los libros que deben ser publicados o quién va a decir los que no merecen ser publicados», remató.
Es la primera vez que el informe del Comercio Interior del Libro en España, realizado por Conecta para la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), y que cuenta con el patrocinio del Ministerio de Cultura, se presenta en la Feria del Libro de … Madrid, dentro de la Biblioteca Eugenio Trías, un lugar que es todo luz y alegría de leer. Como cada año, el titular difundido es una celebración, una fiesta del optimismo: el sector editorial recupera los 3.000 millones de facturación previos a la crisis de 2008. Hay otra forma de leer los datos, y es que en España el negocio del libro aún factura menos que en 2008, a pesar de que lleva una década de crecimiento sostenido.
El acto lo abrió Daniel Fernández, presidente de la FGEE, que dijo: «Traemos buenas noticias (…) Este crecimiento sostenido consolida algo que nuestros colegas europeos empiezan a llamar fenómeno español. Pero esto es injusto con Portugal. Habría que hablar de excepción ibérica». Se refería a que mientras en Europa el mercado se contrae o crece con mucha timidez, en España la facturación aumentó un 5,8% con respecto al año anterior y en Portugal un 8,8%: concedió que son (somos) países con más margen de crecimiento que Francia o Alemania, eso sí. Luego, pasó a lo de siempre: a decir que la última encuesta de Hábitos de Lectura, también patrocinada por el Ministerio de Cultura, además de por Cedro, arrojó el sorprendente dato de que los que más leen en España son los jóvenes. «En este reino nuestro cada vez se lee más. Y hay relevo. Prácticamente, el 75% de la población de entre 14 y 24 años se declara lector habitual. Esta, evidentemente, es la mejor noticia que hemos tenido en lo que llevamos año», subrayó.
La noticia es contraintuitiva, y la repiten cada vez que pueden desde el Ministerio de Cultura y otros altavoces mediáticos optimistas o buenistas: es el «España va bien» del libro. Mientras el mundo se queja de que cada vez se lee menos y peor por culpa de las pantallas, mientras muchos profesores señalan que cada vez sus alumnos son más incapaces en literatura, resulta que tenemos una juventud de letraheridos. El dato, resultado de una encuesta, no se sostiene si se compara con los resultados en comprensión lectora que arroja el último informe PISA para adultos (PIAAC): el nivel en comprensión lectora de los universitarios españoles ha bajado en la última década, y además estos sacan peor nota que los alumnos de bachillerato de países como Finlandia, Suecia y Holanda. «Si es verdad que se lee más, eso da igual, pues lo que resulta evidente es que se lee peor», lamentaba Elvira Navarro en una columna publicada en ABC Cultural.
Preguntado por esa cuestión, Daniel Fernández bromeó: «A veces uno teme que hay dos tipos de encuestas en las que la gente mienta: los hábitos de lectura y los hábitos de vida sexual». Defendió que la encuesta de Hábitos de Lectura es «tremendamente seria», pero aceptó que existe una contradicción entre los datos: no desarrolló mucho más. A su lado, Manuel González, vicepresidente de la FGEE, recordó que España es el séptimo país por la cola de la OCDE en comprensión lectora. «Es algo tremendo (…) Tenemos todos mucho que hacer en educación. Tenemos asignaturas pendientes los adultos y los jóvenes. Y responsabilizar solo a los jóvenes es un poco cínico. Esto es el fracaso de cuatro generaciones que en el sistema democrático no han sido capaces de resolver estos gravísimos problemas», aseveró.
Con estos datos sobre la mesa el optimismo de la encuesta parece irresponsable…
¿Se publica demasiado?
El informe puso datos a otra de las polémicas del mundo editorial, recurrente en cada edición de la Feria del Libro de Madrid: ¿se publica demasiado en España? En 2024 se registraron casi 60.000 nuevos títulos, aunque sería más correcto hablar de ISBNs. Muchos de estos son de libros ya existentes que ahora se publican en tapa dura o en edición de bolsillo, y se vuelven a registrar. Según las estimaciones de Fernández, en 2024 se debieron publicar unas 40.000 novedades, aunque prometió que en el informe del año que viene este dato será más preciso.
«Es muy peligroso hablar de sobreproducción cuando hablamos siempre del mundo del libro. No sobran títulos nunca. El mercado nos regula a todos: quien publica demasiado y no vende acaba fracasando, es tan sencillo como eso. A mí esto me preocupa porque cuando empezamos a decir que sobran libros, se me aparece la sombra de quién va a decir cuántos y qué libros sobran, y quién va a autorizar los libros que deben ser publicados o quién va a decir los que no merecen ser publicados», remató.
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