Tras su estreno a finales de 2024, la película ‘Cónclave’ se ha convertido en un inesperado éxito de taquilla, recaudando casi 100 millones de dólares. En las listas de los títulos más vistos no suelen figurar dramas adultos de este corte, pero siempre hay espacio para las sorpresas. El largometraje, dirigido por el alemán Edward Berger (‘Sin novedad en el frente’) y basado en la novela homónima de Robert Harris, opta además a ocho premios Oscar , incluyendo a la Mejor Película.Protagonizada por actores de la talla de Ralph Fiennes, Isabella Rossellini, Stanley Tucci, Sergio Castellitto o John Lithgow, la película arranca con el fallecimiento de un Papa ficticio y se desarrolla durante el proceso de elección de un nuevo Pontífice.La cinta es sorprendentemente fiel a la realidad , respetando en general las históricas normas y el particular protocolo y nomenclatura de los cónclaves y todo lo que los rodea. Aun así, hay algunos detalles incorrectos y, en concreto, un error muy grave que empañan el filme.Los errores y aciertos de ‘Cónclave’Desde que el cine es cine, las industrias de Hollywood y Europa han tenido especial interés en el Vaticano. Así, se han rodado películas interesantes como, a pesar de sus licencias, ‘Habemus Papam’ (Nanni Moretti, 2011) o ‘Los dos papas’ (Fernando Meirelles, 2019). También hay otras -una mayoría, quizás- que han retratado la Santa Sede y al Pontífice con sonrojante ignorancia, torpeza y amarillismo.’Cónclave’, sin embargo, conoce y respeta muy bien el proceso de la elección de un nuevo Papa, así como muchos detalles sobre el funcionamiento de la Iglesia. La película acierta en cómo muestra, por ejemplo, el protocolo posterior al fallecimiento del Pontífice : la verificación de la muerte por parte del cardenal camarlengo y la toma posesión del anillo del Pescador. Ralph Fiennes interpreta al cardenal decano , la figura encargada de presidir el Colegio Cardenalicio y al que se suele referir como ‘primero entre sus pares’. Entre sus funciones, como correctamente muestra la película, está comunicar oficialmente la muerte del Papa o decir Misa diaria durante el proceso de cónclave. Aunque en la cinta no se ve, también sería el encargado de oficiar el funeral del Pontífice fallecido; de hecho, Benedicto XVI, que fue cardenal decano entre 2002 y 2005, celebró el de Juan Pablo II.[Un aviso antes de continuar con la lectura : si no ha visto todavía la película, le advertimos de que en esta noticia se desvelarán fragmentos clave de la misma y de su desenlace final].El error más grave de la películaAl principio de la película se introduce la que será una de sus aristas principales: la llegada al Vaticano de Vincent Benítez, que asegura haber sido nombrado cardenal ‘in pectore’ y arzobispo de Kabul un año antes por el Papa que acaba de fallecer, reclamando su participación en el cónclave. Normalmente, el rango de un cardenal es público, aunque el Pontífice puede reservarse hacerlo ‘in pectore’ (en latín, ‘en el pecho’), un método por el que se mantiene en secreto este nombramiento, en principio por cuestiones de seguridad (por ejemplo, si su congregación está en un lugar donde los católicos sean perseguidos).El cardenal decano le da la bienvenida a Benítez, que no sólo participa en el cónclave, sino que incluso termina siendo elegido nuevo Papa al final de la película. Todo esto es un error grave .Es cierto que existen los cardenales ‘in pectore’, pero si el Papa que lo ha nombrado no lo hace público antes de su muerte, el cardenalato expira . Por lo tanto, no sería ni elector ni menos aún nuevo Pontífice.Aunque este es quizás el error más grave de la película (porque, entre otras cosas, desmonta la trama y el final por completo), hay otros detalles inexactos. Por ejemplo, el vestuario , pues ni es ese el color adecuado ni los ornamentos de los cardenales son los correctos, pues no coinciden con los posteriores al Concilio Vaticano II. En cualquier caso, al parecer ha sido una decisión consciente de la directora de vestuario de la película, la diseñadora Lisy Christl. Tras su estreno a finales de 2024, la película ‘Cónclave’ se ha convertido en un inesperado éxito de taquilla, recaudando casi 100 millones de dólares. En las listas de los títulos más vistos no suelen figurar dramas adultos de este corte, pero siempre hay espacio para las sorpresas. El largometraje, dirigido por el alemán Edward Berger (‘Sin novedad en el frente’) y basado en la novela homónima de Robert Harris, opta además a ocho premios Oscar , incluyendo a la Mejor Película.Protagonizada por actores de la talla de Ralph Fiennes, Isabella Rossellini, Stanley Tucci, Sergio Castellitto o John Lithgow, la película arranca con el fallecimiento de un Papa ficticio y se desarrolla durante el proceso de elección de un nuevo Pontífice.La cinta es sorprendentemente fiel a la realidad , respetando en general las históricas normas y el particular protocolo y nomenclatura de los cónclaves y todo lo que los rodea. Aun así, hay algunos detalles incorrectos y, en concreto, un error muy grave que empañan el filme.Los errores y aciertos de ‘Cónclave’Desde que el cine es cine, las industrias de Hollywood y Europa han tenido especial interés en el Vaticano. Así, se han rodado películas interesantes como, a pesar de sus licencias, ‘Habemus Papam’ (Nanni Moretti, 2011) o ‘Los dos papas’ (Fernando Meirelles, 2019). También hay otras -una mayoría, quizás- que han retratado la Santa Sede y al Pontífice con sonrojante ignorancia, torpeza y amarillismo.’Cónclave’, sin embargo, conoce y respeta muy bien el proceso de la elección de un nuevo Papa, así como muchos detalles sobre el funcionamiento de la Iglesia. La película acierta en cómo muestra, por ejemplo, el protocolo posterior al fallecimiento del Pontífice : la verificación de la muerte por parte del cardenal camarlengo y la toma posesión del anillo del Pescador. Ralph Fiennes interpreta al cardenal decano , la figura encargada de presidir el Colegio Cardenalicio y al que se suele referir como ‘primero entre sus pares’. Entre sus funciones, como correctamente muestra la película, está comunicar oficialmente la muerte del Papa o decir Misa diaria durante el proceso de cónclave. Aunque en la cinta no se ve, también sería el encargado de oficiar el funeral del Pontífice fallecido; de hecho, Benedicto XVI, que fue cardenal decano entre 2002 y 2005, celebró el de Juan Pablo II.[Un aviso antes de continuar con la lectura : si no ha visto todavía la película, le advertimos de que en esta noticia se desvelarán fragmentos clave de la misma y de su desenlace final].El error más grave de la películaAl principio de la película se introduce la que será una de sus aristas principales: la llegada al Vaticano de Vincent Benítez, que asegura haber sido nombrado cardenal ‘in pectore’ y arzobispo de Kabul un año antes por el Papa que acaba de fallecer, reclamando su participación en el cónclave. Normalmente, el rango de un cardenal es público, aunque el Pontífice puede reservarse hacerlo ‘in pectore’ (en latín, ‘en el pecho’), un método por el que se mantiene en secreto este nombramiento, en principio por cuestiones de seguridad (por ejemplo, si su congregación está en un lugar donde los católicos sean perseguidos).El cardenal decano le da la bienvenida a Benítez, que no sólo participa en el cónclave, sino que incluso termina siendo elegido nuevo Papa al final de la película. Todo esto es un error grave .Es cierto que existen los cardenales ‘in pectore’, pero si el Papa que lo ha nombrado no lo hace público antes de su muerte, el cardenalato expira . Por lo tanto, no sería ni elector ni menos aún nuevo Pontífice.Aunque este es quizás el error más grave de la película (porque, entre otras cosas, desmonta la trama y el final por completo), hay otros detalles inexactos. Por ejemplo, el vestuario , pues ni es ese el color adecuado ni los ornamentos de los cardenales son los correctos, pues no coinciden con los posteriores al Concilio Vaticano II. En cualquier caso, al parecer ha sido una decisión consciente de la directora de vestuario de la película, la diseñadora Lisy Christl.
La cinta es sorprendentemente fiel a la realidad, pero hay algunos detalles incorrectos y, en concreto, un error muy grave que empaña el largometraje
Tras su estreno a finales de 2024, la película ‘Cónclave’ se ha convertido en un inesperado éxito de taquilla, recaudando casi 100 millones de dólares. En las listas de los títulos más vistos no suelen figurar dramas adultos de este corte, pero siempre hay espacio para las sorpresas. El largometraje, dirigido por el alemán Edward Berger (‘Sin novedad en el frente’) y basado en la novela homónima de Robert Harris, opta además a ocho premios Oscar, incluyendo a la Mejor Película.
Protagonizada por actores de la talla de Ralph Fiennes, Isabella Rossellini, Stanley Tucci, Sergio Castellitto o John Lithgow, la película arranca con el fallecimiento de un Papa ficticio y se desarrolla durante el proceso de elección de un nuevo Pontífice.
La cinta es sorprendentemente fiel a la realidad, respetando en general las históricas normas y el particular protocolo y nomenclatura de los cónclaves y todo lo que los rodea. Aun así, hay algunos detalles incorrectos y, en concreto, un error muy grave que empañan el filme.
Los errores y aciertos de ‘Cónclave’
Desde que el cine es cine, las industrias de Hollywood y Europa han tenido especial interés en el Vaticano. Así, se han rodado películas interesantes como, a pesar de sus licencias, ‘Habemus Papam’ (Nanni Moretti, 2011) o ‘Los dos papas’ (Fernando Meirelles, 2019). También hay otras -una mayoría, quizás- que han retratado la Santa Sede y al Pontífice con sonrojante ignorancia, torpeza y amarillismo.
‘Cónclave’, sin embargo, conoce y respeta muy bien el proceso de la elección de un nuevo Papa, así como muchos detalles sobre el funcionamiento de la Iglesia. La película acierta en cómo muestra, por ejemplo, el protocolo posterior al fallecimiento del Pontífice: la verificación de la muerte por parte del cardenal camarlengo y la toma posesión del anillo del Pescador.
Ralph Fiennes interpreta al cardenal decano, la figura encargada de presidir el Colegio Cardenalicio y al que se suele referir como ‘primero entre sus pares’. Entre sus funciones, como correctamente muestra la película, está comunicar oficialmente la muerte del Papa o decir Misa diaria durante el proceso de cónclave. Aunque en la cinta no se ve, también sería el encargado de oficiar el funeral del Pontífice fallecido; de hecho, Benedicto XVI, que fue cardenal decano entre 2002 y 2005, celebró el de Juan Pablo II.
[Un aviso antes de continuar con la lectura: si no ha visto todavía la película, le advertimos de que en esta noticia se desvelarán fragmentos clave de la misma y de su desenlace final].
El error más grave de la película
Al principio de la película se introduce la que será una de sus aristas principales: la llegada al Vaticano de Vincent Benítez, que asegura haber sido nombrado cardenal ‘in pectore’ y arzobispo de Kabul un año antes por el Papa que acaba de fallecer, reclamando su participación en el cónclave.
Normalmente, el rango de un cardenal es público, aunque el Pontífice puede reservarse hacerlo ‘in pectore’ (en latín, ‘en el pecho’), un método por el que se mantiene en secreto este nombramiento, en principio por cuestiones de seguridad (por ejemplo, si su congregación está en un lugar donde los católicos sean perseguidos).
El cardenal decano le da la bienvenida a Benítez, que no sólo participa en el cónclave, sino que incluso termina siendo elegido nuevo Papa al final de la película. Todo esto es un error grave.
Es cierto que existen los cardenales ‘in pectore’, pero si el Papa que lo ha nombrado no lo hace público antes de su muerte, el cardenalato expira. Por lo tanto, no sería ni elector ni menos aún nuevo Pontífice.
Aunque este es quizás el error más grave de la película (porque, entre otras cosas, desmonta la trama y el final por completo), hay otros detalles inexactos. Por ejemplo, el vestuario, pues ni es ese el color adecuado ni los ornamentos de los cardenales son los correctos, pues no coinciden con los posteriores al Concilio Vaticano II. En cualquier caso, al parecer ha sido una decisión consciente de la directora de vestuario de la película, la diseñadora Lisy Christl.
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