Juan de Dios Vargas es un detective privado que suele investigar casos de todo tipo, entre estos numerosos los que tratan de conocer si se cometen infidelidades . Fue este el motivo por el que acudió a él y contrató sus servicios un joven «de una localidad valenciana, una capital de provincia», que sospechaba de su futura mujer. Se iba a casar pero empezaba a tener sospechas de que su chica lo engañaba y le llegó un chivatazo que lo puso especialmente tras la pista.Así lo ha explicado este profesional a Sonsoles Ónega en ‘ Y Ahora Sonsoles ‘ (Antena 3), que no daba crédito a lo que estaba escuchando. Juan de Dios Vargas dice que el chispazo le llegó a su cliente ahí, cuando uno de sus amigos le contó que su pareja se había citado con un amigo «de la cuadrilla». «Seguimos las indicaciones, el día y la hora señalada, y lo verificamos. Le comentaron que días más tarde iría con otro y así fue que empezamos s tirar del hilo, hasta llegar a contabilizar cuatro situaciones de infidelidad de ella con íntimos del chico», ha relatado este detective privado. Vargas ha recordado que fue un caso muy sonado en la ciudad donde sucedió y es «el caso más escandaloso de infidelidad que se ha investigado nunca, al menos que haya llegado a mi». Y es que si la historia en sí, ese encadenamiento de engaños por parte de ella y de los amigos, es fuerte, la resolución final del que fuera a casarse con la infiel está a la altura de las circunstancias. Según Juan de Dios Vargas , la venganza llegó «reuniéndolos a todos en la despedida de soltero, una cena en la que el hombre proyectó un video con imágenes de las que habíamos captado reaten la investigación». El chico, «a partir del quinto descubrimiento de infidelidad nos dijo que ya no hacía falta, que ya podíamos parar». El detective ha apuntado que si es fuerte el engaño de la que iba a casarse con su cliente, «no lo es menos lo de los amigos, que no se si se les debería llamar así con lo que le hicieron a esta persona». Al escucharlo, Teresa Bueyes , abogada colaboradora de Sonsoles Ónega, ha hablado alto y claro en relación a casos como este: «Debería haber una responsabilidad civil en situaciones de este calibre, con engaños y mentiras de este nivel, y que paguen por estafar sentimentalmente a las personas». Juan de Dios Vargas es un detective privado que suele investigar casos de todo tipo, entre estos numerosos los que tratan de conocer si se cometen infidelidades . Fue este el motivo por el que acudió a él y contrató sus servicios un joven «de una localidad valenciana, una capital de provincia», que sospechaba de su futura mujer. Se iba a casar pero empezaba a tener sospechas de que su chica lo engañaba y le llegó un chivatazo que lo puso especialmente tras la pista.Así lo ha explicado este profesional a Sonsoles Ónega en ‘ Y Ahora Sonsoles ‘ (Antena 3), que no daba crédito a lo que estaba escuchando. Juan de Dios Vargas dice que el chispazo le llegó a su cliente ahí, cuando uno de sus amigos le contó que su pareja se había citado con un amigo «de la cuadrilla». «Seguimos las indicaciones, el día y la hora señalada, y lo verificamos. Le comentaron que días más tarde iría con otro y así fue que empezamos s tirar del hilo, hasta llegar a contabilizar cuatro situaciones de infidelidad de ella con íntimos del chico», ha relatado este detective privado. Vargas ha recordado que fue un caso muy sonado en la ciudad donde sucedió y es «el caso más escandaloso de infidelidad que se ha investigado nunca, al menos que haya llegado a mi». Y es que si la historia en sí, ese encadenamiento de engaños por parte de ella y de los amigos, es fuerte, la resolución final del que fuera a casarse con la infiel está a la altura de las circunstancias. Según Juan de Dios Vargas , la venganza llegó «reuniéndolos a todos en la despedida de soltero, una cena en la que el hombre proyectó un video con imágenes de las que habíamos captado reaten la investigación». El chico, «a partir del quinto descubrimiento de infidelidad nos dijo que ya no hacía falta, que ya podíamos parar». El detective ha apuntado que si es fuerte el engaño de la que iba a casarse con su cliente, «no lo es menos lo de los amigos, que no se si se les debería llamar así con lo que le hicieron a esta persona». Al escucharlo, Teresa Bueyes , abogada colaboradora de Sonsoles Ónega, ha hablado alto y claro en relación a casos como este: «Debería haber una responsabilidad civil en situaciones de este calibre, con engaños y mentiras de este nivel, y que paguen por estafar sentimentalmente a las personas».
Y Ahora Sonsoles
Juan de Dios Vargas ha narrado una investigación que le marcó para siempre: un joven lo contrató para saber si pareja le era infiel. Lo que el detective descubrió superó con creces cualquier serie de ficción.
Juan de Dios Vargas es un detective privado que suele investigar casos de todo tipo, entre estos numerosos los que tratan de conocer si se cometen infidelidades. Fue este el motivo por el que acudió a él y contrató sus servicios un joven «de una localidad valenciana, una capital de provincia», que sospechaba de su futura mujer. Se iba a casar pero empezaba a tener sospechas de que su chica lo engañaba y le llegó un chivatazo que lo puso especialmente tras la pista.
Así lo ha explicado este profesional a Sonsoles Ónega en ‘Y Ahora Sonsoles‘ (Antena 3), que no daba crédito a lo que estaba escuchando. Juan de Dios Vargas dice que el chispazo le llegó a su cliente ahí, cuando uno de sus amigos le contó que su pareja se había citado con un amigo «de la cuadrilla». «Seguimos las indicaciones, el día y la hora señalada, y lo verificamos. Le comentaron que días más tarde iría con otro y así fue que empezamos s tirar del hilo, hasta llegar a contabilizar cuatro situaciones de infidelidad de ella con íntimos del chico», ha relatado este detective privado.
Vargas ha recordado que fue un caso muy sonado en la ciudad donde sucedió y es «el caso más escandaloso de infidelidad que se ha investigado nunca, al menos que haya llegado a mi». Y es que si la historia en sí, ese encadenamiento de engaños por parte de ella y de los amigos, es fuerte, la resolución final del que fuera a casarse con la infiel está a la altura de las circunstancias. Según Juan de Dios Vargas, la venganza llegó «reuniéndolos a todos en la despedida de soltero, una cena en la que el hombre proyectó un video con imágenes de las que habíamos captado reaten la investigación». El chico, «a partir del quinto descubrimiento de infidelidad nos dijo que ya no hacía falta, que ya podíamos parar».
El detective ha apuntado que si es fuerte el engaño de la que iba a casarse con su cliente, «no lo es menos lo de los amigos, que no se si se les debería llamar así con lo que le hicieron a esta persona». Al escucharlo, Teresa Bueyes, abogada colaboradora de Sonsoles Ónega, ha hablado alto y claro en relación a casos como este: «Debería haber una responsabilidad civil en situaciones de este calibre, con engaños y mentiras de este nivel, y que paguen por estafar sentimentalmente a las personas».
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