Barrios Orquestados se encuentra en el filo. Este proyecto social lleva desde 2012 montando orquestas musicales en barrios deprimidos de las islas, pero el coste de la vida no perdona. ”Estamos luchando para no desaparecer“, asevera el músico José Brito, fundador y responsable de la iniciativa junto a su hija Laura. La organización ha lanzado una campaña de crowdfunding (titulada de forma explícita La sinfonía de Canarias se apaga) de 120.000 euros que apenas ronda el 50% de su objetivo. “Los apoyos públicos existen, pero son frágiles. Llegan tarde, dependen de la burocracia, de convocatorias competitivas y no siempre cubren lo que se necesita“.
La iniciativa nació en Tamaraceite, una de las zonas más deprimidas de Las Palmas de Gran Canaria (381.223 habitantes). Su objetivo, crear una orquesta compuesta por niños sin acceso a la cultura y provenientes de familias con problemas socioeconómicos. Y todo, a coste cero para las familias: se les da clase, se les presta los instrumentos, y se obliga a los padres a participar en la enseñanza. “No se exige formación musical ni teórica ni técnica. Cualquier persona puede comenzar desde cero”, explica la organización. Esta propuesta pedagógica propia ha permitido saltar barreras sociales y facilitar la entrada a la música de colectivos históricamente alejados de la educación artística.
Desde entonces, se ha extendido a 13 sedes en cuatro islas —Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura— y ha cruzado el Atlántico hasta Chile y Honduras. En este tiempo, se han atendido a más de 30.000 beneficiarios, según cálculos de la organización, los niños han salido de gira por Europa y se han montado musicales, se han celebrado conciertos en recintos como el Victoria Hall de Ginebra o montado festivales con 13 orquestas sobre un mismo escenario. En 2019, la iniciativa fue condecorada por la Orden del Mérito Civil de la Casa Real. “A nosotros mismos, todo esto nos ha parecido una barbaridad cuando nos hemos sentado a hacer cuentas. Pero es verdad que no paramos ni una sola semana, ni un solo segundo”.
Todo esto necesita un presupuesto que supera los 1,2 millones anuales. “La situación se ha hecho insostenible bajo los parámetros actuales”. En 2024, seis de las ayudas públicas que se recibían dejaron de percibirse, una situación que ha puesto este año al proyecto en situación en un jaque que recientemente salvó el Gobierno de Canarias con un balón de oxígeno de 350.000 euros para pagar deudas provocadas por el “malabarismo financiero permanente”. Pero la crisis se mantiene.
No solo está la campaña de micromecenazgo. Brito relata que se necesita el apoyo permanente de las instituciones y buscar estrategias diferentes de financiación, más estables y de carácter plurianual. Por ahora, instituciones como el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el de La Laguna han confirmado su apoyo. En mayo, el pleno del Parlamento de Canarias respaldó por unanimidad la continuidad y la expansión del proyecto, para lo que reclamó al Gobierno autonómico “una línea específica de financiación plurianual” en los presupuestos autonómicos. “Tenemos que lograr no estar en un sistema de vértigo financiero permanente que te obliga a veces a no tener ingresos durante dos, tres meses”, lamenta. “Porque así se agotan los valores que tiene cualquier proyecto”.
Mientras esas ayudas se concretan, Brito relata que se ha puesto en marcha la campaña de conciertos de verano en pabellones deportivos. “Más de 800 personas preparadas para acercar la música a zonas periféricas”, explica la organización. El repertorio estará formado por obras inspiradas en series y películas, piezas clásicas como el Himno a la alegría, inspirado en la Novena Sinfonía de Beethoven, o canciones algo más modernas como Cantares, de Joan Manuel Serrat.
La gira ya han pasado por Fuerteventura y Lanzarote, este domingo es el turno de Gran Canaria, y el cierre se producirá el día 29 en Tenerife. “Son conciertos muy complejos, porque albergan y congregan a muchísimas familias, muchos músicos y mucho público”, recalca el fundador. Tras la gira vendrán unos campamentos de verano y actividades intensivas para los alumnos, así como workshops para los profesorados. Y después, vacaciones. “Ya en septiembre empezaremos otra vez a tope”, vaticina Brito. Si el dinero lo permite.
La iniciativa Barrios Orquestados, que lleva desde 2012 montando grupos musicales en zonas marginales de las Islas Canarias, lanza una colecta
La iniciativa Barrios Orquestados, que lleva desde 2012 montando grupos musicales en zonas marginales de las Islas Canarias, lanza una colecta


Barrios Orquestados se encuentra en el filo. Este proyecto social lleva desde 2012 montando orquestas musicales en barrios deprimidos de las islas, pero el coste de la vida no perdona. ”Estamos luchando para no desaparecer“, asevera el músico José Brito, fundador y responsable de la iniciativa junto a su hija Laura. La organización ha lanzado una campaña de crowdfunding (titulada de forma explícita La sinfonía de Canarias se apaga) de 120.000 euros que apenas ronda el 50% de su objetivo. “Los apoyos públicos existen, pero son frágiles. Llegan tarde, dependen de la burocracia, de convocatorias competitivas y no siempre cubren lo que se necesita“.
La iniciativa nació en Tamaraceite, una de las zonas más deprimidas de Las Palmas de Gran Canaria (381.223 habitantes). Su objetivo, crear una orquesta compuesta por niños sin acceso a la cultura y provenientes de familias con problemas socioeconómicos. Y todo, a coste cero para las familias: se les da clase, se les presta los instrumentos, y se obliga a los padres a participar en la enseñanza. “No se exige formación musical ni teórica ni técnica. Cualquier persona puede comenzar desde cero”, explica la organización. Esta propuesta pedagógica propia ha permitido saltar barreras sociales y facilitar la entrada a la música de colectivos históricamente alejados de la educación artística.

Desde entonces, se ha extendido a 13 sedes en cuatro islas —Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura— y ha cruzado el Atlántico hasta Chile y Honduras. En este tiempo, se han atendido a más de 30.000 beneficiarios, según cálculos de la organización, los niños han salido de gira por Europa y se han montado musicales, se han celebrado conciertos en recintos como el Victoria Hall de Ginebra o montado festivales con 13 orquestas sobre un mismo escenario. En 2019, la iniciativa fue condecorada por la Orden del Mérito Civil de la Casa Real. “A nosotros mismos, todo esto nos ha parecido una barbaridad cuando nos hemos sentado a hacer cuentas. Pero es verdad que no paramos ni una sola semana, ni un solo segundo”.
Todo esto necesita un presupuesto que supera los 1,2 millones anuales. “La situación se ha hecho insostenible bajo los parámetros actuales”. En 2024, seis de las ayudas públicas que se recibían dejaron de percibirse, una situación que ha puesto este año al proyecto en situación en un jaque que recientemente salvó el Gobierno de Canarias con un balón de oxígeno de 350.000 euros para pagar deudas provocadas por el “malabarismo financiero permanente”. Pero la crisis se mantiene.
No solo está la campaña de micromecenazgo. Brito relata que se necesita el apoyo permanente de las instituciones y buscar estrategias diferentes de financiación, más estables y de carácter plurianual. Por ahora, instituciones como el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el de La Laguna han confirmado su apoyo. En mayo, el pleno del Parlamento de Canarias respaldó por unanimidad la continuidad y la expansión del proyecto, para lo que reclamó al Gobierno autonómico “una línea específica de financiación plurianual” en los presupuestos autonómicos. “Tenemos que lograr no estar en un sistema de vértigo financiero permanente que te obliga a veces a no tener ingresos durante dos, tres meses”, lamenta. “Porque así se agotan los valores que tiene cualquier proyecto”.

Mientras esas ayudas se concretan, Brito relata que se ha puesto en marcha la campaña de conciertos de verano en pabellones deportivos. “Más de 800 personas preparadas para acercar la música a zonas periféricas”, explica la organización. El repertorio estará formado por obras inspiradas en series y películas, piezas clásicas como el Himno a la alegría, inspirado en la Novena Sinfonía de Beethoven, o canciones algo más modernas como Cantares, de Joan Manuel Serrat.
La gira ya han pasado por Fuerteventura y Lanzarote, este domingo es el turno de Gran Canaria, y el cierre se producirá el día 29 en Tenerife. “Son conciertos muy complejos, porque albergan y congregan a muchísimas familias, muchos músicos y mucho público”, recalca el fundador. Tras la gira vendrán unos campamentos de verano y actividades intensivas para los alumnos, así como workshops para los profesorados. Y después, vacaciones. “Ya en septiembre empezaremos otra vez a tope”, vaticina Brito. Si el dinero lo permite.
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Sobre la firma

Corresponsal en Canarias y miembro del equipo de edición del diario. Trabajó en la Cadena Ser, Cinco Días y fue jefe de EL PAÍS Retina y de la sección de Tecnología. Licenciado en Ciencias de la Información, diplomado en Traducción e Interpretación y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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