Entre las emociones vividas en la plaza, y las felicitaciones, prácticamente no pudo dormir Victorino Martín. Normal después de ver un toro como Milhijas derrochando bravura por el ruedo de Madrid, lo que provocó esa espontánea pasión entre los jóvenes que subieron al tendido a sacar a hombros a Victorino, en la corrida homenaje a su padre. No se le pudo hacer mejor tributo. Eso en la Monumental venteña sólo se había visto con dos ganaderos : Samuel Flores en 1991, y Victorino Martín Andrés, que desde el cielo sonreirá con su característico gesto de orgullosa felicidad por ver a ese toro, que tan feliz le habría hecho, y por ver cómo su hijo continúa su legado.Claro que lo del paleto de Galapagar era otra historia: « Mi padre salió cuatro veces . Lo suyo era una cosa…». Hacía ya 34 años que no salía ningún ganadero a hombros. «Yo no quería, pero vinieron por mí», recuerda emocionado el ganadero, ya tercero en la historia en salir en volandas: «Los jóvenes son impulsivos, y ellos me sacaron. Esto es una fiesta del pueblo, y es el pueblo el que decide». Y estaba el público enloquecido por haber visto a ese toro, que para el ganadero era de indulto: « Yo lo hubiera echado a las vacas . Me encantó por todo : la morfología, comportamiento, juego… Le pegaron duro en el caballo, fue largo a las dos varas, pero pudo con eso y con más ». También habla del resto de la corrida: « Ha tenido matices . Quitando el cuarto, todos tuvieron algo». Vuelve a señalar que se les pegó demasiado a todos , y que los picadores no estuvieron muy acertados, «pero estoy feliz, no voy a largar», dice entre risas. Llegó el sexto, y ya se desbordó todo. Frente a ese torrencial de bravura se plantó Borja Jiménez: «Estuvo espectacular. Fue una faena muy intensa y de mucha verdad , y le doy la enhorabuena y las gracias, porque hacen falta toreros como él, que renueven el escalafón y que carguen de ilusión a los aficionados. La faena se vivió de pie, y eso dice todo». Y la gente salió emocionada del binomio. «Es un torero que está apretando muy fuerte desde hace dos años. Es independiente, y le está costando mucho que le den lo que se está ganando, pero lo de ayer fue un golpe encima de la mesa ».Noticia Relacionada estandar No Indultados tres toros de El Juli en Marbella ABC Talavante indulta los dos toros de su lote, mientras Manzanares hace lo propio con el cuartoPara muchos debería haber vuelto a la finca. Entonces, ¿por qué no salió el pañuelo naranja? « Madrid es muy dura para todo », continúa explicando el ganadero, ganador del Premio Taurino ABC 2024: «Pero a veces es un poco lenta en sus reacciones… Yo estoy tranquilo, porque ese toro ha estado cerca ». Es verdad que en muchas plazas se ha desvirtuado el significado del indulto, pero el que se lo merezca, debería ser perdonado, en Las Ventas o cualquier plaza. «Es lo que pasa: l os indultos se están convirtiendo en algo frívolo en muchos sitios. Se indulta mucho y no siempre bien, y Madrid es el contrapunto a todos esos abusos ». Comenta que está seguro de que algún día llegará ese pañuelo naranja en la Monumental («mío, o de un compañero»). El indulto es para que el toro procree, aunque hay otras alternativas como cogerle los testículos, aunque «no lo hemos hecho». Explica que tiene un banco de semen, pero como reserva. « La inseminación puede recaer en el defecto de que haya demasiada consanguineidad . Prefiero la junta natural». Lo que pueda hacer el animal mejor, y « lo importante es tener mucho de todo , para poder abrirte por donde quieras». Busca una ganadería abierta, «dentro de lo cerrada que es, y quiero seguir así».Sí estará padreando otro Milhijas, de la divisa azulgrana, indultado en Sanlúcar por Pepe Moral en 2019, y el del domingo era «hijo de una hermana, y también del primer toro nuestro que Emilio de Justo desorejó. Es una familia muy contrastada, que viene del toro Milanero », al que le dieron la vuelta en Las Ventas en 1989, lidiado por Esplá: «Ha habido toros muy importantes de esta familia». Lo que está claro es que el siglo XX perteneció, ganaderamente hablando, a Victorino Martín Andrés, y que en la corrida homenaje, su hijo engrandeció aún más la leyenda de la A coronada. Entre las emociones vividas en la plaza, y las felicitaciones, prácticamente no pudo dormir Victorino Martín. Normal después de ver un toro como Milhijas derrochando bravura por el ruedo de Madrid, lo que provocó esa espontánea pasión entre los jóvenes que subieron al tendido a sacar a hombros a Victorino, en la corrida homenaje a su padre. No se le pudo hacer mejor tributo. Eso en la Monumental venteña sólo se había visto con dos ganaderos : Samuel Flores en 1991, y Victorino Martín Andrés, que desde el cielo sonreirá con su característico gesto de orgullosa felicidad por ver a ese toro, que tan feliz le habría hecho, y por ver cómo su hijo continúa su legado.Claro que lo del paleto de Galapagar era otra historia: « Mi padre salió cuatro veces . Lo suyo era una cosa…». Hacía ya 34 años que no salía ningún ganadero a hombros. «Yo no quería, pero vinieron por mí», recuerda emocionado el ganadero, ya tercero en la historia en salir en volandas: «Los jóvenes son impulsivos, y ellos me sacaron. Esto es una fiesta del pueblo, y es el pueblo el que decide». Y estaba el público enloquecido por haber visto a ese toro, que para el ganadero era de indulto: « Yo lo hubiera echado a las vacas . Me encantó por todo : la morfología, comportamiento, juego… Le pegaron duro en el caballo, fue largo a las dos varas, pero pudo con eso y con más ». También habla del resto de la corrida: « Ha tenido matices . Quitando el cuarto, todos tuvieron algo». Vuelve a señalar que se les pegó demasiado a todos , y que los picadores no estuvieron muy acertados, «pero estoy feliz, no voy a largar», dice entre risas. Llegó el sexto, y ya se desbordó todo. Frente a ese torrencial de bravura se plantó Borja Jiménez: «Estuvo espectacular. Fue una faena muy intensa y de mucha verdad , y le doy la enhorabuena y las gracias, porque hacen falta toreros como él, que renueven el escalafón y que carguen de ilusión a los aficionados. La faena se vivió de pie, y eso dice todo». Y la gente salió emocionada del binomio. «Es un torero que está apretando muy fuerte desde hace dos años. Es independiente, y le está costando mucho que le den lo que se está ganando, pero lo de ayer fue un golpe encima de la mesa ».Noticia Relacionada estandar No Indultados tres toros de El Juli en Marbella ABC Talavante indulta los dos toros de su lote, mientras Manzanares hace lo propio con el cuartoPara muchos debería haber vuelto a la finca. Entonces, ¿por qué no salió el pañuelo naranja? « Madrid es muy dura para todo », continúa explicando el ganadero, ganador del Premio Taurino ABC 2024: «Pero a veces es un poco lenta en sus reacciones… Yo estoy tranquilo, porque ese toro ha estado cerca ». Es verdad que en muchas plazas se ha desvirtuado el significado del indulto, pero el que se lo merezca, debería ser perdonado, en Las Ventas o cualquier plaza. «Es lo que pasa: l os indultos se están convirtiendo en algo frívolo en muchos sitios. Se indulta mucho y no siempre bien, y Madrid es el contrapunto a todos esos abusos ». Comenta que está seguro de que algún día llegará ese pañuelo naranja en la Monumental («mío, o de un compañero»). El indulto es para que el toro procree, aunque hay otras alternativas como cogerle los testículos, aunque «no lo hemos hecho». Explica que tiene un banco de semen, pero como reserva. « La inseminación puede recaer en el defecto de que haya demasiada consanguineidad . Prefiero la junta natural». Lo que pueda hacer el animal mejor, y « lo importante es tener mucho de todo , para poder abrirte por donde quieras». Busca una ganadería abierta, «dentro de lo cerrada que es, y quiero seguir así».Sí estará padreando otro Milhijas, de la divisa azulgrana, indultado en Sanlúcar por Pepe Moral en 2019, y el del domingo era «hijo de una hermana, y también del primer toro nuestro que Emilio de Justo desorejó. Es una familia muy contrastada, que viene del toro Milanero », al que le dieron la vuelta en Las Ventas en 1989, lidiado por Esplá: «Ha habido toros muy importantes de esta familia». Lo que está claro es que el siglo XX perteneció, ganaderamente hablando, a Victorino Martín Andrés, y que en la corrida homenaje, su hijo engrandeció aún más la leyenda de la A coronada.
Entre las emociones vividas en la plaza, y las felicitaciones, prácticamente no pudo dormir Victorino Martín. Normal después de ver un toro como Milhijas derrochando bravura por el ruedo de Madrid, lo que provocó esa espontánea pasión entre los jóvenes que subieron al tendido … a sacar a hombros a Victorino, en la corrida homenaje a su padre. No se le pudo hacer mejor tributo. Eso en la Monumental venteña sólo se había visto con dos ganaderos: Samuel Flores en 1991, y Victorino Martín Andrés, que desde el cielo sonreirá con su característico gesto de orgullosa felicidad por ver a ese toro, que tan feliz le habría hecho, y por ver cómo su hijo continúa su legado.
Claro que lo del paleto de Galapagar era otra historia: «Mi padre salió cuatro veces. Lo suyo era una cosa…». Hacía ya 34 años que no salía ningún ganadero a hombros. «Yo no quería, pero vinieron por mí», recuerda emocionado el ganadero, ya tercero en la historia en salir en volandas: «Los jóvenes son impulsivos, y ellos me sacaron. Esto es una fiesta del pueblo, y es el pueblo el que decide». Y estaba el público enloquecido por haber visto a ese toro, que para el ganadero era de indulto: «Yo lo hubiera echado a las vacas. Me encantó por todo: la morfología, comportamiento, juego… Le pegaron duro en el caballo, fue largo a las dos varas, pero pudo con eso y con más».
También habla del resto de la corrida: «Ha tenido matices. Quitando el cuarto, todos tuvieron algo». Vuelve a señalar que se les pegó demasiado a todos, y que los picadores no estuvieron muy acertados, «pero estoy feliz, no voy a largar», dice entre risas. Llegó el sexto, y ya se desbordó todo. Frente a ese torrencial de bravura se plantó Borja Jiménez: «Estuvo espectacular. Fue una faena muy intensa y de mucha verdad, y le doy la enhorabuena y las gracias, porque hacen falta toreros como él, que renueven el escalafón y que carguen de ilusión a los aficionados. La faena se vivió de pie, y eso dice todo». Y la gente salió emocionada del binomio. «Es un torero que está apretando muy fuerte desde hace dos años. Es independiente, y le está costando mucho que le den lo que se está ganando, pero lo de ayer fue un golpe encima de la mesa».
Para muchos debería haber vuelto a la finca. Entonces, ¿por qué no salió el pañuelo naranja? «Madrid es muy dura para todo», continúa explicando el ganadero, ganador del Premio Taurino ABC 2024: «Pero a veces es un poco lenta en sus reacciones… Yo estoy tranquilo, porque ese toro ha estado cerca». Es verdad que en muchas plazas se ha desvirtuado el significado del indulto, pero el que se lo merezca, debería ser perdonado, en Las Ventas o cualquier plaza. «Es lo que pasa: los indultos se están convirtiendo en algo frívolo en muchos sitios. Se indulta mucho y no siempre bien, y Madrid es el contrapunto a todos esos abusos». Comenta que está seguro de que algún día llegará ese pañuelo naranja en la Monumental («mío, o de un compañero»).
El indulto es para que el toro procree, aunque hay otras alternativas como cogerle los testículos, aunque «no lo hemos hecho». Explica que tiene un banco de semen, pero como reserva. «La inseminación puede recaer en el defecto de que haya demasiada consanguineidad. Prefiero la junta natural». Lo que pueda hacer el animal mejor, y «lo importante es tener mucho de todo, para poder abrirte por donde quieras». Busca una ganadería abierta, «dentro de lo cerrada que es, y quiero seguir así».
Sí estará padreando otro Milhijas, de la divisa azulgrana, indultado en Sanlúcar por Pepe Moral en 2019, y el del domingo era «hijo de una hermana, y también del primer toro nuestro que Emilio de Justo desorejó. Es una familia muy contrastada, que viene del toro Milanero», al que le dieron la vuelta en Las Ventas en 1989, lidiado por Esplá: «Ha habido toros muy importantes de esta familia». Lo que está claro es que el siglo XX perteneció, ganaderamente hablando, a Victorino Martín Andrés, y que en la corrida homenaje, su hijo engrandeció aún más la leyenda de la A coronada.
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