Felipe IV lamentó el resto de su vida el golpe que el corsario neerlandés Piet Heyn asestó a España al capturar en 1628 la Flota de Nueva España en el puerto cubano de Matanzas. Aunque las pérdidas económicas fueron cuantiosas, más que por el valor del botín, al monarca le dolía la humillación sufrida, ya que los holandeses apenas encontraron resistencia. «Os aseguro que siempre que hablo del desastre se me revuelve la sangre en las venas, no por la pérdida de la hacienda, sino por la reputación que perdimos los españoles en aquella infame retirada, causada de miedo y codicia», reconoció el rey. Para la República Holandesa, supuso un triunfo rotundo y Heyn fue recibido como un héroe. En el Rijksmuseum de Ámsterdam exhiben desde hace casi dos siglos una jarra y una fuente de plata que hasta ahora se han considerado trofeos de una de las mayores victorias navales del país neerlandés. Una reciente investigación revela, sin embargo, que la historia que se ha venido contando sobre una de estas piezas es errónea. La jarra de plata cuenta con sellos de Francisco Enríquez, platero de la Ciudad de México, y tiene una inscripción en holandés bajo el pie que indica que «proviene de la Flota de Plata [española] que el teniente almirante Piet Heyn capturó el 6 de septiembre de 1618 ». Aunque «estos detalles se grabaron posteriormente, y se cometió un error en la fecha» porque «el año 1618 es incorrecto: debería decir 1628», como reseña el museo en su web , su vinculación al suceso parecía clara. El espectacular azafate de 67 centímetros de diámetro, en cambio, ofrecía dudas. Aunque ambos objetos fueron pensados para formar un conjunto y la jarra encaja perfectamente en su centro, su estilo es completamente diferente. Luce sellos de plata holandeses que hacen referencia a la ciudad de La Haya y marcas de un platero desconocido y en el borde se lee la inscripción «Administradores de la Compañía de las Indias Occidentales patentada en la Cámara de Maze, 1684» (la Cámara de Maze era un órgano rector de la Compañía de las Indias Occidentales). La tradición oral sostenía, sin embargo, que fue hecha con plata procedente de la flota del tesoro. La jarra de plata y un retrato de Piet Heyn EUROPEANA.EU/WIKIMEDIAPara resolver esta cuestión, un grupo de historiadores, conservadores y geoquímicos, dirigido por Joosje van Bennekom , conservadora del Rijksmuseum, ha comparado la composición química de las piezas con objetos de plata contemporáneos de origen europeo y americano. Sus resultados, publicados en la Revista de Patrimonio Cultural, son claros. La jarra es de plata mexicana que podría haber pertenecido al tesoro capturado, pero la bandeja está hecha de «plata de origen europeo y mexicano, comparable a la plata predominante en los Países Bajos en el siglo XVII». Aunque parte de este preciado material podría provenir de la Flota de Nueva España capturada por Heyn, «la conclusión más probable es que la procedencia americana sea falsa y se inventó para darle mayor importancia », subrayan.Justo después del regreso de Piet Heyn a principios de 1629, Claes Jansz Visscher publicó un informe que describía los barcos capturados en la llamada Batalla de Matanzas y su contenido. Entre los bienes tomados por los holandeses había plata con un valor de aproximadamente 11,5 millones de florines, comparable a los 56.400 millones de euros actuales, que se utilizó para financiar el gasto militar holandés en su guerra contra los españoles durante más de un año. También oro, perlas, casullas, crucifijos, cuernos de rinoceronte, muebles de Japón, azúcar, cofres con pigmentos (cochinilla, índigo, etc.), fardos de seda y pieles, vino y vinagre, especias como pimienta y anís, y chocolate. En esta fuente contemporánea, la más cercana, no se mencionan el aguamanil ni la bandeja . En un catálogo fechado en 1808 se detalla una colección de objetos que posteriormente se convirtieron en el inicio de la colección del Rijksmuseum. Entre ellos figura «una jarra y un plato de plata, las primeras halladas en el camarote del almirante español al alcanzar la flota del tesoro por el teniente almirante Pieter Pietersen Heyn, tras lo cual se le hizo honor al plato». Los investigadores señalan que esta es la primera mención del azafate, aunque «la veracidad de la declaración es cuestionable». La frase es enigmática, pero indica que solo la jarra estaba presente entre los bienes capturados y que la bandeja se hizo posteriormente para enfatizar la importancia de la primera. No especifica que fuera hecha con la plata de la flota del tesoro. Años después, en una revista popular de 1879 y sin indicar fuente alguna se afirmaba que, además del aguamanil capturado por Heyn, había también una palangana de plata que, «como se dice, está hecha con plata de la flota del tesoro» .Noticias relacionadas estandar Si UN EPISODIO CLAVE DE NUESTRA HISTORIA El mar ya era el corazón de los imperios Ana Crespo Solana estandar Si El secreto mejor guardado España puso el destino de su gran imperio sobre los hombros de este espía Israel VianaVan Bennekom y sus colegas analizaron la relación isotópica de plomo del aguamanil, la bandeja y otros objetos de plata comparables para determinar su origen geográfico. La prueba confirmó que la jarra estaba hecha de plata mexicana, que podría haber pertenecido al tesoro capturado en 1628. Sin embargo, el azafate contenía una mezcla, en parte de origen europeo. Si bien algunos puntos de datos isotópicos reflejaban trazas similares a la plata americana, la composición general era más típica de la holandesa del siglo XVII , que normalmente consistía en una mezcla de objetos reciclados, monedas y lingotes. «La idea de que la prestigiosa bandeja de plata fue fabricada a partir de plata de la flota del tesoro (americana) resulta ser errónea », concluyen. El Rijksmuseum deberá cambiar ahora la cartela, porque el conocido como ‘Plato de Piet Heyn’ no se fabricó con la plata confiscada, como ahora dice . Felipe IV lamentó el resto de su vida el golpe que el corsario neerlandés Piet Heyn asestó a España al capturar en 1628 la Flota de Nueva España en el puerto cubano de Matanzas. Aunque las pérdidas económicas fueron cuantiosas, más que por el valor del botín, al monarca le dolía la humillación sufrida, ya que los holandeses apenas encontraron resistencia. «Os aseguro que siempre que hablo del desastre se me revuelve la sangre en las venas, no por la pérdida de la hacienda, sino por la reputación que perdimos los españoles en aquella infame retirada, causada de miedo y codicia», reconoció el rey. Para la República Holandesa, supuso un triunfo rotundo y Heyn fue recibido como un héroe. En el Rijksmuseum de Ámsterdam exhiben desde hace casi dos siglos una jarra y una fuente de plata que hasta ahora se han considerado trofeos de una de las mayores victorias navales del país neerlandés. Una reciente investigación revela, sin embargo, que la historia que se ha venido contando sobre una de estas piezas es errónea. La jarra de plata cuenta con sellos de Francisco Enríquez, platero de la Ciudad de México, y tiene una inscripción en holandés bajo el pie que indica que «proviene de la Flota de Plata [española] que el teniente almirante Piet Heyn capturó el 6 de septiembre de 1618 ». Aunque «estos detalles se grabaron posteriormente, y se cometió un error en la fecha» porque «el año 1618 es incorrecto: debería decir 1628», como reseña el museo en su web , su vinculación al suceso parecía clara. El espectacular azafate de 67 centímetros de diámetro, en cambio, ofrecía dudas. Aunque ambos objetos fueron pensados para formar un conjunto y la jarra encaja perfectamente en su centro, su estilo es completamente diferente. Luce sellos de plata holandeses que hacen referencia a la ciudad de La Haya y marcas de un platero desconocido y en el borde se lee la inscripción «Administradores de la Compañía de las Indias Occidentales patentada en la Cámara de Maze, 1684» (la Cámara de Maze era un órgano rector de la Compañía de las Indias Occidentales). La tradición oral sostenía, sin embargo, que fue hecha con plata procedente de la flota del tesoro. La jarra de plata y un retrato de Piet Heyn EUROPEANA.EU/WIKIMEDIAPara resolver esta cuestión, un grupo de historiadores, conservadores y geoquímicos, dirigido por Joosje van Bennekom , conservadora del Rijksmuseum, ha comparado la composición química de las piezas con objetos de plata contemporáneos de origen europeo y americano. Sus resultados, publicados en la Revista de Patrimonio Cultural, son claros. La jarra es de plata mexicana que podría haber pertenecido al tesoro capturado, pero la bandeja está hecha de «plata de origen europeo y mexicano, comparable a la plata predominante en los Países Bajos en el siglo XVII». Aunque parte de este preciado material podría provenir de la Flota de Nueva España capturada por Heyn, «la conclusión más probable es que la procedencia americana sea falsa y se inventó para darle mayor importancia », subrayan.Justo después del regreso de Piet Heyn a principios de 1629, Claes Jansz Visscher publicó un informe que describía los barcos capturados en la llamada Batalla de Matanzas y su contenido. Entre los bienes tomados por los holandeses había plata con un valor de aproximadamente 11,5 millones de florines, comparable a los 56.400 millones de euros actuales, que se utilizó para financiar el gasto militar holandés en su guerra contra los españoles durante más de un año. También oro, perlas, casullas, crucifijos, cuernos de rinoceronte, muebles de Japón, azúcar, cofres con pigmentos (cochinilla, índigo, etc.), fardos de seda y pieles, vino y vinagre, especias como pimienta y anís, y chocolate. En esta fuente contemporánea, la más cercana, no se mencionan el aguamanil ni la bandeja . En un catálogo fechado en 1808 se detalla una colección de objetos que posteriormente se convirtieron en el inicio de la colección del Rijksmuseum. Entre ellos figura «una jarra y un plato de plata, las primeras halladas en el camarote del almirante español al alcanzar la flota del tesoro por el teniente almirante Pieter Pietersen Heyn, tras lo cual se le hizo honor al plato». Los investigadores señalan que esta es la primera mención del azafate, aunque «la veracidad de la declaración es cuestionable». La frase es enigmática, pero indica que solo la jarra estaba presente entre los bienes capturados y que la bandeja se hizo posteriormente para enfatizar la importancia de la primera. No especifica que fuera hecha con la plata de la flota del tesoro. Años después, en una revista popular de 1879 y sin indicar fuente alguna se afirmaba que, además del aguamanil capturado por Heyn, había también una palangana de plata que, «como se dice, está hecha con plata de la flota del tesoro» .Noticias relacionadas estandar Si UN EPISODIO CLAVE DE NUESTRA HISTORIA El mar ya era el corazón de los imperios Ana Crespo Solana estandar Si El secreto mejor guardado España puso el destino de su gran imperio sobre los hombros de este espía Israel VianaVan Bennekom y sus colegas analizaron la relación isotópica de plomo del aguamanil, la bandeja y otros objetos de plata comparables para determinar su origen geográfico. La prueba confirmó que la jarra estaba hecha de plata mexicana, que podría haber pertenecido al tesoro capturado en 1628. Sin embargo, el azafate contenía una mezcla, en parte de origen europeo. Si bien algunos puntos de datos isotópicos reflejaban trazas similares a la plata americana, la composición general era más típica de la holandesa del siglo XVII , que normalmente consistía en una mezcla de objetos reciclados, monedas y lingotes. «La idea de que la prestigiosa bandeja de plata fue fabricada a partir de plata de la flota del tesoro (americana) resulta ser errónea », concluyen. El Rijksmuseum deberá cambiar ahora la cartela, porque el conocido como ‘Plato de Piet Heyn’ no se fabricó con la plata confiscada, como ahora dice .
Felipe IV lamentó el resto de su vida el golpe que el corsario neerlandés Piet Heyn asestó a España al capturar en 1628 la Flota de Nueva España en el puerto cubano de Matanzas. Aunque las pérdidas económicas fueron cuantiosas, más que por … el valor del botín, al monarca le dolía la humillación sufrida, ya que los holandeses apenas encontraron resistencia. «Os aseguro que siempre que hablo del desastre se me revuelve la sangre en las venas, no por la pérdida de la hacienda, sino por la reputación que perdimos los españoles en aquella infame retirada, causada de miedo y codicia», reconoció el rey.
Para la República Holandesa, supuso un triunfo rotundo y Heyn fue recibido como un héroe. En el Rijksmuseum de Ámsterdam exhiben desde hace casi dos siglos una jarra y una fuente de plata que hasta ahora se han considerado trofeos de una de las mayores victorias navales del país neerlandés. Una reciente investigación revela, sin embargo, que la historia que se ha venido contando sobre una de estas piezas es errónea.
La jarra de plata cuenta con sellos de Francisco Enríquez, platero de la Ciudad de México, y tiene una inscripción en holandés bajo el pie que indica que «proviene de la Flota de Plata [española] que el teniente almirante Piet Heyn capturó el 6 de septiembre de 1618». Aunque «estos detalles se grabaron posteriormente, y se cometió un error en la fecha» porque «el año 1618 es incorrecto: debería decir 1628», como reseña el museo en su web, su vinculación al suceso parecía clara.
El espectacular azafate de 67 centímetros de diámetro, en cambio, ofrecía dudas. Aunque ambos objetos fueron pensados para formar un conjunto y la jarra encaja perfectamente en su centro, su estilo es completamente diferente. Luce sellos de plata holandeses que hacen referencia a la ciudad de La Haya y marcas de un platero desconocido y en el borde se lee la inscripción «Administradores de la Compañía de las Indias Occidentales patentada en la Cámara de Maze, 1684» (la Cámara de Maze era un órgano rector de la Compañía de las Indias Occidentales). La tradición oral sostenía, sin embargo, que fue hecha con plata procedente de la flota del tesoro.
EUROPEANA.EU/WIKIMEDIA
Para resolver esta cuestión, un grupo de historiadores, conservadores y geoquímicos, dirigido por Joosje van Bennekom, conservadora del Rijksmuseum, ha comparado la composición química de las piezas con objetos de plata contemporáneos de origen europeo y americano. Sus resultados, publicados en la Revista de Patrimonio Cultural, son claros. La jarra es de plata mexicana que podría haber pertenecido al tesoro capturado, pero la bandeja está hecha de «plata de origen europeo y mexicano, comparable a la plata predominante en los Países Bajos en el siglo XVII». Aunque parte de este preciado material podría provenir de la Flota de Nueva España capturada por Heyn, «la conclusión más probable es que la procedencia americana sea falsa y se inventó para darle mayor importancia», subrayan.
Justo después del regreso de Piet Heyn a principios de 1629, Claes Jansz Visscher publicó un informe que describía los barcos capturados en la llamada Batalla de Matanzas y su contenido. Entre los bienes tomados por los holandeses había plata con un valor de aproximadamente 11,5 millones de florines, comparable a los 56.400 millones de euros actuales, que se utilizó para financiar el gasto militar holandés en su guerra contra los españoles durante más de un año. También oro, perlas, casullas, crucifijos, cuernos de rinoceronte, muebles de Japón, azúcar, cofres con pigmentos (cochinilla, índigo, etc.), fardos de seda y pieles, vino y vinagre, especias como pimienta y anís, y chocolate. En esta fuente contemporánea, la más cercana, no se mencionan el aguamanil ni la bandeja.
En un catálogo fechado en 1808 se detalla una colección de objetos que posteriormente se convirtieron en el inicio de la colección del Rijksmuseum. Entre ellos figura «una jarra y un plato de plata, las primeras halladas en el camarote del almirante español al alcanzar la flota del tesoro por el teniente almirante Pieter Pietersen Heyn, tras lo cual se le hizo honor al plato». Los investigadores señalan que esta es la primera mención del azafate, aunque «la veracidad de la declaración es cuestionable». La frase es enigmática, pero indica que solo la jarra estaba presente entre los bienes capturados y que la bandeja se hizo posteriormente para enfatizar la importancia de la primera. No especifica que fuera hecha con la plata de la flota del tesoro.
Años después, en una revista popular de 1879 y sin indicar fuente alguna se afirmaba que, además del aguamanil capturado por Heyn, había también una palangana de plata que, «como se dice, está hecha con plata de la flota del tesoro».
Van Bennekom y sus colegas analizaron la relación isotópica de plomo del aguamanil, la bandeja y otros objetos de plata comparables para determinar su origen geográfico. La prueba confirmó que la jarra estaba hecha de plata mexicana, que podría haber pertenecido al tesoro capturado en 1628. Sin embargo, el azafate contenía una mezcla, en parte de origen europeo. Si bien algunos puntos de datos isotópicos reflejaban trazas similares a la plata americana, la composición general era más típica de la holandesa del siglo XVII, que normalmente consistía en una mezcla de objetos reciclados, monedas y lingotes. «La idea de que la prestigiosa bandeja de plata fue fabricada a partir de plata de la flota del tesoro (americana) resulta ser errónea», concluyen. El Rijksmuseum deberá cambiar ahora la cartela, porque el conocido como ‘Plato de Piet Heyn’ no se fabricó con la plata confiscada, como ahora dice.
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