«¡Gracias por lo del otro día, Morante !», gritó un aficionado desde el tendido. «Gracias ya por hacer el paseíllo», deberían haber contestado. Y gracias por lo de hoy: esculpió un monumento a la verónica en el recibo al cuarto, aunque el toro no terminó de dejar al maestro lucirse del todo. Aunque la media a pies juntos fue otra obra de arte. El de Garcigrande tenía mucha fijeza con el caballo, aunque no terminaba de decidirse. El toro en el capote iba hasta el final, pero le dio demasiados lances Curro Javier, que lo crujió demasiado. ¿Se puede hacer un inicio de faena más bello? Pues mejoró después la obra Morante, tan inexplicable como su toreo: las fuentes del toreo emanan de sus manos con una sublimación sin igual. Los naturales que derramó, quedarán en la retina, pero no pueden describirse. No duró mucho Congresista, ni falta que hacía. La obra, perfecta, fue rubricada con un estoconazo. La labor era de rabo, pero con Morante las orejas son despojos… y dos fueron a sus manos.Menos opciones tuvo el Genio de la Puebla con el primero de la tarde. Tres veces lo puso al del Capea al caballo, dándole lucimiento a un toro muy abanto de salida y protestado, tras doblarse de manos en el intento de recibo del cigarrero, porque estaba justísimo de fuerzas. Tras un muy buen tercio de banderillas, el sevillano dejó preciosos detalles en el inicio de faena, pero al derrumbarse el toro en la primera tanda, varias veces, cogió la espada, con acierto.Muy bueno fue el saludo de Emilio de Justo en su debut en el coso abulense, al de Vellosino. Como era obligatorio, dos veces lo puso el extremeño al caballo, pero al encastado animal le sobró una vara. No porque no fuera bien, sino porque no aguantó la larga y torera faena que le propuso De Justo: comenzó rodilla en tierra, para dejar, de seguido, dos preciosos trincherazos. Tras eso, pasó al un toreo fundamental con Palmeño yendo largo y con repetición. Los naturales fueron buenos, pero los derechazos mejores, siempre rematados con sus soberbios pases de pecho. Terminó con unos naturales con la diestra, de mejor intención que ejecución, y remató con unas manoletinas a las que ya le costaba ir al toro. El estoconazo en todo lo alto, también marca de la casa, le puso las dos orejas en las manos.Noticia Relacionada estandar No Morante de la Puebla gana la Oreja de Oro de la Corrida de la Prensa por su histórica faena en el 125 aniversario ABC El trofeo distingue al triunfador de la Corrida de Prensa, que este año celebra su 125 aniversarioMuy por encima del toro de José Enrique Fraile de Valdefresno estuvo Emilio. También tomó dos varas, pero a regañadientes, y tuvo una salida muy fría, muy de la casa. Le sacó el de Torrejoncillo todo lo que tenía y más, con naturales largos y muy estimables, pero el toro buscaba las tablas, y no trasmitía nada.Héctor Piña movió muy bien la cabalgadura y dejó muy bien señalados los tres picotazos. Al último tardó más en el ir de El Torero, aunque acabó tomando los puyazos. Brindó Sergio Rodríguez a Morante. Y como había que corresponder a ese brindis, se plantó de rodillas en los medios, con muletazos profundos a Empalmado. Como también lo fueron una vez recuperada la vertical, por donde exprimió al toro por ambos pitones. El animal tenía prontitud y repetición, aunque le faltaba seguir hasta el final del muletazo, y eso enfriaba un poquito. Mas, pudo disfrutarlo y exprimirlo al máximo Rodríguez, que terminó por naturales a pies juntos y un largo doblón. Una lástima que la estocada cayera baja, porque se tiró bien. Pese a eso, se le concedió una oreja, y el toro fue premiado como el mejor de la corrida concurso.El de Valdellán, de salida, se cargó las tablas del 9. Un decidido Sergio Rodríguez fue a su encuentro y dejó un vibrante saludo, con un bonito remate. Muy bien lo dejó el chaval al caballo, y quitó por delantales rematados con una preciosa media. El torero, de clasiquísimas maneras, toreó con gusto y elegancia a Chafado. La espada le impidió compartir puerta grande con sus compañeros.Como detalle, siempre esperó Sergio Rodríguez a que entraran antes sus compañeros de cartel en los burladeros, aunque tuviera que esperar varios segundos. Gesto de educación taurina básica, pero que por desgracia no se ve tanto como debería.ÁVILA Plaza de toros de Ávila. Sábado, 31 de mayo de 2025. 3/4 de entrada. Sonó el Himno Nacional tras el paseíllo. Corrida concurso: El Capea, Vellosino, El Torero, Garcigrande, José Enrique Fraile de Valdefresno, Valdellán (lidiados en ese orden, según su antigüedad). Premiado el 3º, de El Torero, como mejor toro. Morante de la Puebla, gris ceniza y oro. Pinchazo, estocada y varios descabellos (silencio), gran estocada (dos orejas). Emilio de Justo, de caña y oro. Estocada (dos orejas), estocada trasera (ovación). Sergio Rodríguez, de nazareno y oro. Estocada baja (oreja), metisaca y dos pinchazos (ovación). «¡Gracias por lo del otro día, Morante !», gritó un aficionado desde el tendido. «Gracias ya por hacer el paseíllo», deberían haber contestado. Y gracias por lo de hoy: esculpió un monumento a la verónica en el recibo al cuarto, aunque el toro no terminó de dejar al maestro lucirse del todo. Aunque la media a pies juntos fue otra obra de arte. El de Garcigrande tenía mucha fijeza con el caballo, aunque no terminaba de decidirse. El toro en el capote iba hasta el final, pero le dio demasiados lances Curro Javier, que lo crujió demasiado. ¿Se puede hacer un inicio de faena más bello? Pues mejoró después la obra Morante, tan inexplicable como su toreo: las fuentes del toreo emanan de sus manos con una sublimación sin igual. Los naturales que derramó, quedarán en la retina, pero no pueden describirse. No duró mucho Congresista, ni falta que hacía. La obra, perfecta, fue rubricada con un estoconazo. La labor era de rabo, pero con Morante las orejas son despojos… y dos fueron a sus manos.Menos opciones tuvo el Genio de la Puebla con el primero de la tarde. Tres veces lo puso al del Capea al caballo, dándole lucimiento a un toro muy abanto de salida y protestado, tras doblarse de manos en el intento de recibo del cigarrero, porque estaba justísimo de fuerzas. Tras un muy buen tercio de banderillas, el sevillano dejó preciosos detalles en el inicio de faena, pero al derrumbarse el toro en la primera tanda, varias veces, cogió la espada, con acierto.Muy bueno fue el saludo de Emilio de Justo en su debut en el coso abulense, al de Vellosino. Como era obligatorio, dos veces lo puso el extremeño al caballo, pero al encastado animal le sobró una vara. No porque no fuera bien, sino porque no aguantó la larga y torera faena que le propuso De Justo: comenzó rodilla en tierra, para dejar, de seguido, dos preciosos trincherazos. Tras eso, pasó al un toreo fundamental con Palmeño yendo largo y con repetición. Los naturales fueron buenos, pero los derechazos mejores, siempre rematados con sus soberbios pases de pecho. Terminó con unos naturales con la diestra, de mejor intención que ejecución, y remató con unas manoletinas a las que ya le costaba ir al toro. El estoconazo en todo lo alto, también marca de la casa, le puso las dos orejas en las manos.Noticia Relacionada estandar No Morante de la Puebla gana la Oreja de Oro de la Corrida de la Prensa por su histórica faena en el 125 aniversario ABC El trofeo distingue al triunfador de la Corrida de Prensa, que este año celebra su 125 aniversarioMuy por encima del toro de José Enrique Fraile de Valdefresno estuvo Emilio. También tomó dos varas, pero a regañadientes, y tuvo una salida muy fría, muy de la casa. Le sacó el de Torrejoncillo todo lo que tenía y más, con naturales largos y muy estimables, pero el toro buscaba las tablas, y no trasmitía nada.Héctor Piña movió muy bien la cabalgadura y dejó muy bien señalados los tres picotazos. Al último tardó más en el ir de El Torero, aunque acabó tomando los puyazos. Brindó Sergio Rodríguez a Morante. Y como había que corresponder a ese brindis, se plantó de rodillas en los medios, con muletazos profundos a Empalmado. Como también lo fueron una vez recuperada la vertical, por donde exprimió al toro por ambos pitones. El animal tenía prontitud y repetición, aunque le faltaba seguir hasta el final del muletazo, y eso enfriaba un poquito. Mas, pudo disfrutarlo y exprimirlo al máximo Rodríguez, que terminó por naturales a pies juntos y un largo doblón. Una lástima que la estocada cayera baja, porque se tiró bien. Pese a eso, se le concedió una oreja, y el toro fue premiado como el mejor de la corrida concurso.El de Valdellán, de salida, se cargó las tablas del 9. Un decidido Sergio Rodríguez fue a su encuentro y dejó un vibrante saludo, con un bonito remate. Muy bien lo dejó el chaval al caballo, y quitó por delantales rematados con una preciosa media. El torero, de clasiquísimas maneras, toreó con gusto y elegancia a Chafado. La espada le impidió compartir puerta grande con sus compañeros.Como detalle, siempre esperó Sergio Rodríguez a que entraran antes sus compañeros de cartel en los burladeros, aunque tuviera que esperar varios segundos. Gesto de educación taurina básica, pero que por desgracia no se ve tanto como debería.ÁVILA Plaza de toros de Ávila. Sábado, 31 de mayo de 2025. 3/4 de entrada. Sonó el Himno Nacional tras el paseíllo. Corrida concurso: El Capea, Vellosino, El Torero, Garcigrande, José Enrique Fraile de Valdefresno, Valdellán (lidiados en ese orden, según su antigüedad). Premiado el 3º, de El Torero, como mejor toro. Morante de la Puebla, gris ceniza y oro. Pinchazo, estocada y varios descabellos (silencio), gran estocada (dos orejas). Emilio de Justo, de caña y oro. Estocada (dos orejas), estocada trasera (ovación). Sergio Rodríguez, de nazareno y oro. Estocada baja (oreja), metisaca y dos pinchazos (ovación).
«¡Gracias por lo del otro día, Morante!», gritó un aficionado desde el tendido. «Gracias ya por hacer el paseíllo», deberían haber contestado. Y gracias por lo de hoy: esculpió un monumento a la verónica en el recibo al cuarto, aunque el toro no … terminó de dejar al maestro lucirse del todo. Aunque la media a pies juntos fue otra obra de arte. El de Garcigrande tenía mucha fijeza con el caballo, aunque no terminaba de decidirse. El toro en el capote iba hasta el final, pero le dio demasiados lances Curro Javier, que lo crujió demasiado. ¿Se puede hacer un inicio de faena más bello? Pues mejoró después la obra Morante, tan inexplicable como su toreo: las fuentes del toreo emanan de sus manos con una sublimación sin igual. Los naturales que derramó, quedarán en la retina, pero no pueden describirse. No duró mucho Congresista, ni falta que hacía. La obra, perfecta, fue rubricada con un estoconazo. La labor era de rabo, pero con Morante las orejas son despojos… y dos fueron a sus manos.
Menos opciones tuvo el Genio de la Puebla con el primero de la tarde. Tres veces lo puso al del Capea al caballo, dándole lucimiento a un toro muy abanto de salida y protestado, tras doblarse de manos en el intento de recibo del cigarrero, porque estaba justísimo de fuerzas. Tras un muy buen tercio de banderillas, el sevillano dejó preciosos detalles en el inicio de faena, pero al derrumbarse el toro en la primera tanda, varias veces, cogió la espada, con acierto.
Muy bueno fue el saludo de Emilio de Justo en su debut en el coso abulense, al de Vellosino. Como era obligatorio, dos veces lo puso el extremeño al caballo, pero al encastado animal le sobró una vara. No porque no fuera bien, sino porque no aguantó la larga y torera faena que le propuso De Justo: comenzó rodilla en tierra, para dejar, de seguido, dos preciosos trincherazos. Tras eso, pasó al un toreo fundamental con Palmeño yendo largo y con repetición. Los naturales fueron buenos, pero los derechazos mejores, siempre rematados con sus soberbios pases de pecho. Terminó con unos naturales con la diestra, de mejor intención que ejecución, y remató con unas manoletinas a las que ya le costaba ir al toro. El estoconazo en todo lo alto, también marca de la casa, le puso las dos orejas en las manos.
Muy por encima del toro de José Enrique Fraile de Valdefresno estuvo Emilio. También tomó dos varas, pero a regañadientes, y tuvo una salida muy fría, muy de la casa. Le sacó el de Torrejoncillo todo lo que tenía y más, con naturales largos y muy estimables, pero el toro buscaba las tablas, y no trasmitía nada.
Héctor Piña movió muy bien la cabalgadura y dejó muy bien señalados los tres picotazos. Al último tardó más en el ir de El Torero, aunque acabó tomando los puyazos. Brindó Sergio Rodríguez a Morante. Y como había que corresponder a ese brindis, se plantó de rodillas en los medios, con muletazos profundos a Empalmado. Como también lo fueron una vez recuperada la vertical, por donde exprimió al toro por ambos pitones. El animal tenía prontitud y repetición, aunque le faltaba seguir hasta el final del muletazo, y eso enfriaba un poquito. Mas, pudo disfrutarlo y exprimirlo al máximo Rodríguez, que terminó por naturales a pies juntos y un largo doblón. Una lástima que la estocada cayera baja, porque se tiró bien. Pese a eso, se le concedió una oreja, y el toro fue premiado como el mejor de la corrida concurso.
El de Valdellán, de salida, se cargó las tablas del 9. Un decidido Sergio Rodríguez fue a su encuentro y dejó un vibrante saludo, con un bonito remate. Muy bien lo dejó el chaval al caballo, y quitó por delantales rematados con una preciosa media. El torero, de clasiquísimas maneras, toreó con gusto y elegancia a Chafado. La espada le impidió compartir puerta grande con sus compañeros.
Como detalle, siempre esperó Sergio Rodríguez a que entraran antes sus compañeros de cartel en los burladeros, aunque tuviera que esperar varios segundos. Gesto de educación taurina básica, pero que por desgracia no se ve tanto como debería.
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Plaza de toros de Ávila.
Sábado, 31 de mayo de 2025. 3/4 de entrada. Sonó el Himno Nacional tras el paseíllo. Corrida concurso: El Capea, Vellosino, El Torero, Garcigrande, José Enrique Fraile de Valdefresno, Valdellán (lidiados en ese orden, según su antigüedad). Premiado el 3º, de El Torero, como mejor toro. -
Morante de la Puebla,
gris ceniza y oro. Pinchazo, estocada y varios descabellos (silencio), gran estocada (dos orejas). -
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de caña y oro. Estocada (dos orejas), estocada trasera (ovación). -
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de nazareno y oro. Estocada baja (oreja), metisaca y dos pinchazos (ovación).
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